martes, 28 de julio de 2015
HISTORIA MUSICAL DE LA SONORA MATANCERA
LIBRO: HISTORIA Y MITOS
DE LA SONORA MATANCERA
Y SUS ESTRELLAS:
AUTOR:
DIEGO EDUARDO MONTERO PUENTES
PERIODISTA E INVESTIGADOR.
BOGOTA D.C.
2014
LIBRO HISTORIA Y MITOS DE LA SONORA MATANCERA
Y SUS EXTRELLAS:
PREANBULO:
Con este libro quiero dar a conocer mis averiguaciones por el gusto musical y de la cual estoy inmensamente orgulloso de sentirme parte de la línea de los matancero manos conscientes de la música y de su historia musical con las estrellas que fueron parte de esta gran agrupación de los decanos de los conjuntos cubanos de la cual quiero darle un gran sentido homenaje en su aniversario para lo cual he querido realizar esta publicación con testimonios de primera mano y gracias a los contactos con coleccionistas de la línea de Guillermo enrique groso peralta , Carlos Alberto Melo Salazar , y don Miguel Granados Arjona esperando que seguir algún dia su legado y su forma de presentación de su gran y querido programa institucional de la universidad nacional en la UNRadio 85.5 fm el expectacular programa de con la matancera y sus invitados especiales con el material de apoyo para la publicación de este libro yo como periodista e investigador que soy por estos gusto musicales y de los textomonios tomados de las descargas que he realizado todos los sabados a travaes del correo electrónico pidendoles el favor de muy buena manera y cordial la facilidad de obsequiarme siempre el material con los textimonios hacerca de esta calidad de música y sus historia vividas en aquellos tiemposy sus lugares donde pasaron sus vidas siempre juntos con sus familias y de los habitantes de los lugares a que fueron y de las personalidades a que entrevistaron.
A ellos como los que pueden leer este libro se darán cuenta del buen trabajo de ellos y del mio propio para esta calidad de música y de investigación sonora.
Con este libro también quisiera recordar a quellas personalidades que ya no están con nosotros entre otras a los integrantes de la antigua agrupación que nos ocupa como tema de investigación en esta publicación como un homenaje a ellas .
Siempre manteniéndolas en el primer lugar dentro de los ritmos afrocaribes antillanos .
La intención también con este libro va como dedicatoria al recordado y fundador del club sonora matancera y presidente de la misma corporación en la ciudad de Medellín departamento de Antioquia el señor Héctor Ramírez Bedoya para quien va mis más sinceras felicitaciones y remembranzas que desafortunadamente ya no está con nosotros y que su hijo seguirá su legado musical y de investigaciones acerca de este conjunto musical más antiguo del mundo caribe antillano.
Este libro va también dedicado a mi padre que me llevo por el gusto por esta calidad de música y de la cual yo soy ferviente admirador ya por este género musical al igual que su historia. Por eso quise darles a conocer este material con sus testimonios y gracias a los coleccionistas mencionados anteriormente quise ofrecerles este libro como homenaje a unos de las conjuntos más antiguos de la historia musical afro caribe antillana y sus estrellas en cuanto a historia y mitos de cada uno de sus integrantes.
Gracias a todos por seguir con este legado y que dios me de la vida para seguirlo hasta que mi corazón y hasta que dios me diga que los conozca en persona y goce con su música desde el cielo en vivo con ellos.
Señores gracias y que Dios los bendiga y a continuación conocerán todo lo referente a este conjunto musical en cuanto a sus inicios sus cambios de época su evolución musical sus estrellas que pasaron por este precioso conjunto musical en su aniversario número cien (100) y que la disfruten mucho gracias y que Dios los bendiga.
HISTORIA MUSICAL DEL CONJUNTO
SONORA MATANCERA:
Este conjunto musical famoso de la música cubana integrado en la década de los años veinte (20) en la cuidad de MATANCAS entre las calles de Jovellanos y ayuntamiento, donde quedaba la calle salamanca edificio cuarenta uno(41) frente a los baños, la americana en el barrio ojo de agua.
INICIOS:
El 12 de enero de 1924 bajo la dirección de DON VALENTIN CANE y precisamente en su casa se formó el conjunto y fue llamado primero bajo el nombre y título de la TUNA LIBERAL. A petición de un partido político local del mismo nombre que les solicito su formación para amenizar sus reuniones.
En sus orígenes era una agrupación en la que prevalecen sus cuerdas ya que era el auge o surgimiento del son y para esto se requerían de a cuatro (4) guitarras acústicas. Su organización fundamental en ese entonces era de la siguiente forma:
VALENTIN CANE EL TRES ( DIRECTOR)
PABLO VASQUEZ GOBIN “BUBU” CONTRABAJO
EUGENIO PEREZ
CANTANTE
MANUEL SANCHEZ “JIMAGUA”
LAS TIMBAS
DOMINGO MEDINA
1 GUITARRA
JOSE MANUEL VALERA
2 GUITARRA
JULIO GOBIN 3 GUITARRA
JUAN BAUTISTA LLOPIS 4 GUITARRA
ISMAEL GOBERNA TROMPETA
PABLO VASQUEZ GOBIN “BUBU” CONTRABAJO
EUGENIO PEREZ
CANTANTE
MANUEL SANCHEZ “JIMAGUA”
LAS TIMBAS
DOMINGO MEDINA
1 GUITARRA
JULIO GOBIN 3 GUITARRA
JUAN BAUTISTA LLOPIS 4 GUITARRA
ISMAEL GOBERNA TROMPETA
Esta es unja imagen del nacimiento y de la conformación de la sonora matancera en sus inicios.
En el año de 1926 cambio su nombre al de el SEPTETO SOPLANO. Ese mismo año acompañan a la agrupación dejando huella indeleble a nivel internacional por su voz soportada y soploneada el gran CARLOS MANUEL DIAS ALONSO “CAITO” y un año más adelante el gran ROGELIO MARTINEZ DIAS acompañando en el coro a EUGENIO PEREZ.
El 12 de enero de 1927 a los tres años después y quien más adelante se convertía en su segundo director en ese mismo tiempo a él “EL GALLEGO” como le decían al gran ROGELIO MARTINEZ DIAS para pasar a llamarse y a llevar por nombre de ESTUDIANTINA SONORA MATANCERA.
Pasa a probar suerte en el competido ambiente con mucho deseo de superarse musicalmente hablando en el sentido de grupo viaja a la HABANA donde se pone a prueba y se coreaba con grandes grupos musicales de los cuales sobre salen grupos como: Septeto Habanero, Septeto Boloña, Septeto Nacional, Trío Matamoros, Septeto Matancero y Septeto Pinareño.
En noviembre de ese mismo año se pone a prueba con la compañía discográfica “RCA VICTOR”. Y realizan sus primeras grabaciones el 12 de enero de 1928 en formato de 78 RPM los temas reseñados a continuación y donde tenemos testimonio de primera mano como son:
1928
12/01/1928 El porqué de tus ojos VALENTIN CANE
12/01/1928 Fuera chino fuera JOSE MANUEL VALERA
12/01/1928 cotorrita ISMAEL GOBERNA
12/01/1928 Eres bella como el sol VALENTIN CANE
30/01/1928 A mi cuba VALENTIN CANE
30/01/1928 No te equivoques conmigo VALENTIN CANE
09/02/1928 De oriente a occidente VALENTIN CANE
09/02/1928 Matanzas tierra de fuego VALENTIN CANE
1930
17/02/1930
Linda Esther
ISMAEL GOBERNA
17/02/1930 el picadillo H RODRIGUEZ
Iniciando la década de los años 30 y la expansión de la radio en cuba. La agrupación empezó a adaptarse con los nuevos ritmos como: el son el danzón, el danzonete, la rumba, la conga y la guaracha. Los artistas yumurinos (apelativo dado a los naturales de Matanzas) que aparecieron por la época y que también les dio la oportunidad de adaptar nuevos instrumentos, es el caso del piano de cola , que fue tocado por primera vez por el conjunto de DAMASO PEREZ PRADO quien años más tarde sería el rey del mambo.
Pero es el año de 1935 cuando integran la agrupación el músico y compositor CALIXTO LEICEA y con su trompeta sustituye a ISMAEL GOBERNA por cuestiones de salud y quien meses después fallecía. También en ese mismo año ingresa a la agrupación el indudable JOSE ROSARIO CHAVES “MANTECA” quien remplazo al renunciante “jimagua” en las timbas. HUMBERTO CANE quien hace su ingreso a la agrupación tocando el tres y su padre don VALENTIN CANE empezó tocando la tumbadora y en 1937 empezó a aparecer en el firme cinematográfico y quien fue la primera película con el título de “ EL TIMTAM O NACIMIENTO DE LA RUMBA” firmada en cuba. En el año de 1938 ingresa a la agrupación el arreglista y pianista SEVERINO RAMOS para convertirse en el principal arreglista desde 1944 hasta 1957.
Era el año de 1944 cuando la agrupación toma por nombre y de manera definitiva para la eternidad y por lo siglos de los siglos para imitar al conjunto de ARSENIO RODRIGUES e ingresan al conjunto el pianista LINO FRIAS recomendado por SEVERINO RAMOS y el trompetista PEDRO KNIGHT para darle en definitiva el nombre del grupo al del CONJUNTO SONORA MATANCERA.
Las ultimas grabaciones para el sello discográfico” RCA VICTOR” y con arreglos de SEVERINO RAMOS realizadas el 21 de julio de 1944 fueron:
1944
21/07/1944
Pa congrí
JOSE CLARO FUMERO
ADOLFO RODRIGUEZ
21/07/1944
Coquito acaramelao CALIXTO LEICEA
Durante los primeros años de la década del cuarenta realizaban sus presentaciones en academias de baile , cabarets , y en la radio progreso de cuba con el lema del “ el progreso cubano”.
El director VALENTIN CANE acepta por recomendación de su hijo HUMBERTO CANE le recomendación de integrar a la sonora matancera al cantante BIENVENIDO GRANDA el 15 de diciembre de 1945 para contratarlo como su nuevo vocalista siendo su primera grabación de la autoría del compositor VIRGILIO GONZALEZ el tema de “ la ola marina” para la casa discográfica y naciente “ panart “o pan américa art con este selo musical aparecen las voces de: BIENMVENIDO GRANDA, VALENTIN CANE, ISRAEL DEL PINO. “ CAITO” Y HUMBERTO CANE.
A mediados de 1946 el fundador y director VALENTIN CANE comienza a tener problemas asmáticos de salud que lo obligaron a salir poco a poco de la agrupación dejándole el papel real y su actividad a ROGELIO MARTINEZ DIAS “ EL GALLEGO O YEYO “ quien lo apodaron sus compañeros del grupo pero dando por sentado que a VALENTIN CANE se le reconoció como “director oficial” hasta 1956, año que falleció.
Antes de que la agrupación firmara su primer contrato de exclusividad con “Panart” “Records grabó otros temas para el sello "Varsity", sin figurar en las etiquetas el nombre de la Sonora Matancera. Aquí destaca la primera versión de "Se Formó la Rumbantela" de PABLO CAIRO, "Tumba Colorá" y "El Cinto De Mi Sombrero". Participan en estos números BIENVENIDO GRANDA Y HUMBERTO CANÉ.
La agrupación ya consolidada estuvo integrada por el siguiente personal:
Pablo Vázquez Gobín "Bubú, quien desde 1952 comenzó a alternar el puesto con su hijo RAYMUNDO ELPIDIO VÁZQUEZ quien años más tarde lo sustituiría definitivamente y así se consolido hasta 1954 cuando se retira BIENVENIDO GRANDA:
Rogelio Martínez Díaz, director, corista y guitarrista.
Pablo Vásquez Govín, Bubú, en el bajo.
José Rosario Chávez, Manteca, con los timbales.
Ángel Alfonso Furias, Yiyo, en la tumbadora.
Calixto Leicea Castillo, primera trompeta.
Pedro Night Caraballo, segunda trompeta.
Lino Frías Gómez, pianista.
Carlos Manuel Díaz Alonso, Caíto, con las maracas, cantante y corista.
Bienvenido Granda, con la clave y cantante de planta.
El acoplamiento de todos los instrumentos con las voces que convergen en el ritmo inconfundible y arrollador de la Sonora Matancera, se debió a la tesonera labor del arreglista Severino Ramos, Refresquito. El apoyo y la decidida colaboración de la emisora Radio Progreso fueron definitivos para la internacionalización del conjunto. La onda corta de la emisora tronaba como un cañón por toda la cuenca del Caribe.
LA EPOCA DE ORO:
Es la comprendida entre 1950 y 1959. Es también época de oro para la farándula cubana. Es tiempo de esplendor y fantasía. En octubre de 1950 se inaugura en Cuba uno de los más ingeniosos inventos del siglo, la televisión. La pantalla chica se engalana con un séquito de artistas de todos los géneros. Con la Matancera graban rutilantes estrellas del campo farandulero nacional e internacional en connotados sellos disqueros: Panart, Cafamo, Ansonia, Stinson, RCA Victor y Seeco. El contrato de exclusividad que Rogelio Martínez, firmó en 1950 con la empresa norteamericana Seeco, se constituyó también en un factor determinante en el renombre internacional de los matanceros, porque esta compañía tenía distribución en casi todos los países americanos. Esta relación duró 15 años, pletóricos de triunfos y ganancias suculentas.
El elenco de los cantantes que grabaron en la época de oro con la Sonora Matancera detallémoslo así:
Antes de que la agrupación firmara su primer contrato de exclusividad con Panart Records grabó otros temas para el sello "Varsity", sin figurar en las etiquetas el nombre de la Sonora Matancera. Aquí destaca la primera versión de "Se Formó la Rumbantela" de Pablo Cairo, "Tumba Colorá" y "El Cinto De Mi Sombrero". Participan en estos números Bienvenido Granda y Humberto Cané.
La agrupación ya consolidada estuvo integrada por el siguiente personal:
Trompetas: Calixto Leicea y Pedro Knight • Contrabajo: Pablo Vázquez Gobín "Bubú, quien desde 1952 comenzó a alternar el puesto con su hijo Raymundo Elpidio Vázquez quien años más tarde lo sustituiría definitivamente • Piano: Ezequiel Frías Gómez "Lino" • Timbalitos, Bongó y Campana: José Rosario Chávez "Manteca" • Tumbadora: Ángel Alfonso Furias "Yiyo" • Guitarra y Coro : Rogelio Martínez Díaz • Maracas y Coro: Carlos Manuel Díaz Alonso "Caíto" • Claves y Coro: Bienvenido Granda.
Se denominan también a los años comprendidos entre 1947 y 1959 como la época de oro dle conjunto matancero.
En 1947 firman para el sello discográfico "Stinson" con el nombre de Conjunto Tropicavana debido a que ya tenían un contrato firmado para la Panart y dicha casa discográfica poseía la exclusividad de Sonora Matancera, y para evitar líos judiciales, lo cambiaron por "Tropic Habana", abreviado por Tropicavana. En esos tensos pero a la vez sustanciosos momentos ingresan los cantantes: Miguel d'Gonzalo, Alfredito Valdés y Bienvenido León.
En 1948, quedando la vacante que dejó dos años antes Valentín Cané en la tumbadora, un nuevo integrante lo reemplazaría, Ángel Alfonso Furias "Yiyo". En octubre se integra a la Sonora Matancera uno de sus vocalistas más recordados y al primer cantante de talla internacional que tendría el conjunto, Daniel Santos. Santos fue un afamado cantante boricua que ya poseía una larga trayectoria y amplio renombre antes de llegar a Cuba, el primer tema que grabó con la Sonora fue el bolero "Se Vende una Casita" de su compatriota, el compositor Pedro Flores.
Se suma en 1949 la primera vocalista femenina del grupo Myrta Silva, renombrada intérprete puertorriqueña, quien ejecutó la guaracha "Loca" de Maximino Rivera como también un nuevo sello discográfico "Cafamo", durando pocos meses en dicha empresa pues ya que también se firma para Ansonia Records, donde Bienvenido Granda graba 22 canciones, siendo la primera: "Se Rompió el Muñeco" del compositor José González Giralt. Terminadas de grabar se cierra contrato con la casa discográfica. En 1950, aparece nuevamente "RCA Víctor", donde grabó Daniel Santos, y al terminar no volvieron a dejar registro musical en la misma. Paradójicamente luego de seis años terminan su contrato de exclusividad con Panart.
A continuación algunos de los tantos éxitos de la agrupación en ésta temporada y
que según en nuestra base de datos discográficos aparecen a continuacion:
1945 a 1950
1944 Echa pa' Allá Chico Bienvenido Granda Calixto Leicea
1946 El Pin Pin Bienvenido Granda Luciano "Chano" Pozo
1946 Vamos a ver la Rueda Bienvenido Granda Calixto Leicea
1944 La Bamba Alegre Israel del Pino Luis Martínez Serrano
1949 El Dedo Gordo Alfredito Valdés Jacobo Morcillo/Fernando García Morcillo
1948 Hay que Vivir el Momento Miguel d'Gonzalo Miguel Ángel Valladares
1948 Boda Gris Bienvenido Granda Plácido Acevedo
1949 En el Tíbiri Tábara Daniel Santos Pablo Cairo
1949 Lo de Moda Bienvenido Granda Etna Suárez de Leicea
1949 Que Corto es el Amor Myrta Silva Myrta Silva
1950 Carolina Cao Daniel Santos D.A.R
Pero vendría una nueva empresa discográfica en la cual permanecieron unos largos y fructíferos quince años, de la propiedad de don Sidney Seegel: SEECO Records. Su primer tema para esta nueva compañía sería la guaracha " Tocando Madera" de la inspiración de Tony Fergo y cantado por Bienvenido Granda el 25 de noviembre de 1949. La Matancera hizo múltiples presentaciones en vivo, varias de ellas grabadas en archivos sonoros que hicieran en "Radio Progreso" y "Radio C.M.Q". Su programa radial era "Cascabeles Candado" desde mediados de la década del cuarenta hasta finales de los cincuenta. Existe una gran cantidad de cantantes que han hecho historia dentro y fuera de la Sonora Matancera, como por ejemplo Celia Cruz, que comenzó a cantar con el conjunto siendo muy joven, reemplazando a la saliente Myrta Silva, siendo su primer tema grabado el 15 de diciembre de 1950 "Cao, Cao Maní Picao" de José Carbó Menéndez. También afamó temas como "Burundanga" de Óscar Muñoz Bouffartique, "El Hierbero Moderno" de Néstor Milí, "Rock and Roll" de Frank Domínguez, o el incomparable bolero-mambo "Tu voz" de Ramón Cabrera. Celia Cruz permanecería con la Sonora Matancera hasta 1965.
1951 fue un año muy significativo y prolífico para la agrupación matancera que pudo integrar a sus filas como cantantes invitados, a varias importantes voces. Uno de los más recordados fue el ingreso de Miguelito Valdés, quien el 8 de junio grabó su primer tema, la rumba "Se Formó el Rumbón", de la autoría de Calixto Leicea. Además, también en 1951 se integró el argentino Leo Marini, quien hace su primera grabación, el bolero-mambo "Luna Yumurina", de la inspiración de Luis Reyes y Severino Ramos. También ingresa el 25 de marzo Raúl del Castillo, grabando el bolero-mambo "Luna de Miel" de Julio Blanco Leonard el 5 de marzo; Gloria Díaz también con el bolero-mambo "Ay, mi Vida" del destacado Gabriel Luna de la Fuente. El 15 de octubre, Manuel Licea "Puntillita", se une al grupo, grabando su afamada guaracha "El Gallo, la gallina y el caballo" del famoso José Carbó Menéndez.
1952 también es un año importante para la Sonora Matancera pues por invitación de Celia Cruz, se integró como cantante invitada el 26 de agosto Martha Jean Claude, quien grabó precisamente al lado de Celia Cruz su único tema, el merengue haitiano "Choucouné". Lo mismo el 5 de marzo, sólo por ese día, graba Pepe Reyes su bolero "Cuando Mueren las Palabras" de los compositores Giraldo Piloto y Alberto Vera. El 1 de abril grabó su primer tema el fabuloso cantante/compositor puertorriqueño Bobby Capó con la Sonora Matancera, el bolero mambo Piel canela; el montuno de '''Severino Ramos-Walfrido Guevara''': "Dengue" y en ese mismo año ingresa para hacer un remplazo en las trompetas por la llegada tarde de Calixto leicea el gran Alfredo” el chocolate” armenteros.
En 1953 Daniel Santos dejó parcialmente la agrupación, fue el último año en que grabaron en estudio, pero las presentaciones en vivo se extenderían por muchas décadas más, hasta la misma muerte de Daniel. Ese binomio fue fructífero en ambos sentidos: Daniel dominó la escena musical durante al menos década y media, y la Sonora se hizo famosa internacionalmente al integrarlo a sus filas, principalmente por las grabaciones y actuaciones en vivo que se hicieron durante esos años. Ese mismo año entra en sustitución de Daniel Santos, el cantante colombiano Nelson Pinedo y hace su primera grabación con la Sonora el 19 de octubre de 1953: el porro a la manea matancero El Ermitaño y luego ¿Quién Será?, bolero-mambo del mexicano Pablo Beltrán Ruiz. El 3 de noviembre graba la guaracha de Reineiro Martínez: "Yo no soy Guapo", el magnífico Vicentico Valdés.
Al año siguiente el 9 de febrero de 1954, Bienvenido Granda dejaría el sitio de cantante de planta de la Sonora Matancera después de casi quince años de permanencia, su última grabación con la agrupación fue la guaracha "Sujétate la lengua" del compositor Eloy Oliva. Existen tres versiones acerca de su salida de la agrupación, se dijo que se molestó porque Rogelio estaba utilizando a otros cantantes para interpretar sus temas sin tomarlo en cuenta; también que en Colombia le habían ofrecido un jugoso contrato que aceptó sin consultar a Rogelio y que éste optó por dejarlo fuera; y finalmente que el rompimiento no fue tan agradable debido a problemas personales entre el representante de Bienvenido y Rogelio Martínez, dejando al grupo sin cantante de un momento a otro, como quiera que hubiera sido, siguieron interpretando en vivo sus grabaciones en aquellos sitios donde fueron contratados juntos. También ingresan el 18 de mayo grabando el bolero "Convencida" de Lino Frías el cantante Rodolfo Hoyos. En junio ingresa quien se planeaba fuera el sustituto de Bienvenido Granda como cantante de planta y que formaría parte del coro, el famoso Laíto Sureda, quien graba su primera guaracha "Cancaneíto Can" de la autoría de Gastón Palmer. El 16 de agosto ingresa el dominicano Alberto Beltrán, ejecutando el bolero de su compatriota Luis Kalaff "Aunque me cueste la vida" y el 16 de noviembre grabó el número que mayor regalías le dio El Negrito del Batey de Medardo Guzmán. Lo mismo hacen ingresando el 9 de septiembre, el matrimonio Olga Chorens y Tony Álvarez debutando con el porro "Linda caleñita" de la inspiración de Lucho Bermúdez.
El 4 de abril de 1955, ingresa a la Sonora la cantante puertorriqueña Carmen Delia Dipiní, grabando el bolero de Humberto Jauma "Si no vuelves". En febrero de 1955 la Sonora hizo una gira en Colombia y allí descubren al sensacional Carlos Argentino invitándolo a viajar a la isla, así fue como el 17 de agosto grabó su primer tema, el bolero-tango de Aníbal Troilo "Una Canción".
Algunas de las canciones consagradas en ese en nuestra base de datos de las grabaciones en nuestra fonoteca son:
1950 a 1955
26/1/1950 Sólo Contigo Bienvenido Granda Antonio López Martín
10/5/1950 Rumbero, vamos a la Rumba Daniel Santos Daniel Santos
18/11/1950 El Mambo es Universal Daniel Santos Daniel Santos/Julio Blanco Leonard
31/1/1951 Angustia Bienvenido Granda Orlando Brito
8/6/1951 Zambelé Miguelito Valdés Jesús Martínez Leonard
15/9/1951 Ritmo, Tambó y Flores Celia Cruz José Vargas
15/10/1951 El Gallo, la Gallina y el Caballo Manuel Licea José Carbó Menéndez
5/12/1951 Ba baé Bienvenido Granda Rogelio Martínez
15/12/1951 El Preso Daniel Santos Daniel Santos
Destino Gloria Díaz Armando Domínguez
1/4/1952 Dengue Bobby Capó Severino Ramos/Walfrido Guevara
25/5/1952 Tu Corazón es para Mí Hermanas Lago Severino Ramos/Luis Reyes
2/4/1952 Piel Canela Bobby Capó Félix Rodríguez Capó
24/6/1952 Tu Voz Celia Cruz Ramón Cabrera
18/11/1952 Amor de Cobre Leo Marini José González Giralt
18/11/1952 Maringá Leo Marini Joubert de Carvalho/Manuel Salina
21/4/1953 El Juego de la Vida Daniel Santos Raymond Medina
21/4/1953 El Corneta Daniel Santos Daniel Santos
15/6/1953 Burundanga Celia Cruz Óscar Muñoz Bouffartique
1/8/1953 "P" de Parada Bienvenido Granda Daniel Santos
9/10/1953 ¿Quién Será? Nelson Pinedo Pablo Beltrán Ruiz
13/11/1953 Yo no soy Guapo Vicentico Valdés Reineiro Martínez
9/2/1954 Momposina Nelson Pinedo José Barros
1/4/1954 Cualquiera Resbala y Cae Laíto Sureda Jesús Martínez Leonard
1/4/1954 Pa' la Paloma Celia Cruz Aurelio Machín
22/6/1954 Mis Noches sin Ti Olga Chorens Demetrio Ortiz/María Teresa Márquez
22/6/1954 Margarita Tony Álvarez Tony Álvarez
22/6/1954 Amor a la Fuerza, No Rodolfo Hoyos Pablo Cairo
16/9/1954 Aunque me cueste la Vida Alberto Beltrán Luis Kalaf Pérez
16/11/1954 Cañonazo Laíto Sureda Evaristo Aparicio
22/3/1955 Goza Negra Celia Cruz Bienvenido Fabián
4/4/1955 Delirio Carmen Delia Dipiní Ramón Cabrera
21/4/1955 Yambú pa' Gozar Laíto Sureda Mario Luis Hernández
20/6/1955 El Muñeco de la Ciudad Nelson Pinedo Adrián Pérez
17/8/1955 Las Muchachas Carlos Argentino Luis María Frómeta
Esta imagen es del conjunto sonora matancera año de 1954 en vivo desde radio progresoy de la revista contexto.
Otro gran cantante del grupo fue Celio González, quien ya tenía una trayectoria dentro de la isla. Ingresó a la afamada agrupación el 23 de mayo de 1956, ejecutando su primera canción en el estudio, el bolero-rítmico de Nelson Navarro "Quémame los ojos". Además, formó parte del coro junto a Rogelio, Caíto y tocando también el güiro. Él perteneció como cantante de planta de la Sonora hasta 1965. Dicho sea de paso, durante esa etapa fue cuando Laíto se retira del conjunto.
En 1957 la Sonora Matancera hace una gira por Perú, Chile y Argentina, llevando como cantantes a Celio González y Carlos Argentino, regresando después de unas exitosas y jugosas presentaciones. Ese mismo año se retiran dos integrantes fundamentales, su arreglista musical, Severino Ramos, y el inolvidable percusionista José Rosario Chávez "Manteca", por cuestiones de salud. En reemplazo ingresa el percusionista Simón Domingo Esquijarroza, "Minino". Y el puesto de arreglista principal lo ocupó Javier Vázquez, hijo de Pablo "Bubú" Vázquez. El 22 de febrero graba la chomba-calypso "Linstead Market" el cantante Johnny López. Y el 6 de agosto graba el uruguayo Chito Galindo el bolero "Consuélame" de la autoría de Julio Blanco Leonard.
En 1958 graban con la Sonora Matancera y se retiran Nelson Pinedo, Vicentico Valdés y Leo Marini. El 23 de enero, el venezolano Víctor Piñero graba la guaracha de Porfirio Jiménez "No quiero nada con su mujer". Lo mismo hace Reynaldo Hierrezuelo, conocido como Rey Caney el 26 de octubre graba su primer tema, el bolero de su autoría
"Quiero Emborracharme". Ese año fue también el año del triunfo de la Revolución Cubana, ingresando como gobernante Fidel Castro Ruz. Muchos de los artistas famosos o fueron exiliados o cesaron sus actividades para dedicarse a otros rubros. En ese mismo año se retiran Carlos Argentino y Celio González, quedando sólo como cantante de planta de la agrupación Celia Cruz.
A lo largo de la década del cincuenta, en los programas en vivo que tenían en Radio Progreso y C.M.Q., actuaron diversos cantantes que no llegaron a realizar grabaciones en un estudio con la Sonora. Sólo hicieron actuaciones en vivo. Es el caso de Orlando Vallejo, Sarita Arceo, Caridad Cuervo, Polito Galíndez y Manolo Barquín entre otros. En el caso de Pedro Vargas en una visita que realizó a Cuba en 1955 cantó a dúo con Celia Cruz el bolero "Obsesión" que hiciera famoso Daniel Santos quedando sólo la grabación en vivo, mientras que a principios de los sesenta en una actuación de La Sonora Matancera en el programa "El Estudio Raleigh de Pedro Vargas" cuando ya residían en México cantaron juntos el tema "Por dos caminos" que hiciera famoso Bienvenido Granda y del que existe un video que así lo confirma. Por otro lado, se dice que Benny Moré también actuó en vivo junto al conjunto, no pudiendo grabar porque pertenecían a distintas casas disqueras, sin embargo, Rogelio Martínez, Calixto Leicea y Alfredo "Chocolate" Armenteros (primo de Benny Moré y primer director de la "Banda Gigante de Benny Moré") aseguran que sí actuaron en vivo. Al respecto Pedro Knight (entonces trompetista de la Sonora y después mánager y esposo de Celia Cruz) señaló que el mismo "Chocolate" fue invitado como tercer trompeta para la actuación que se hizo durante el programa de "Cascabeles Candado"; sobre el asunto Elpidio Vázquez (bajista de la Sonora) ha declarado que se agregaron también dos saxofones para reforzar los vientos, y también participó "Chicho", el bongosero de Benny Moré y así en conjunto (de acuerdo con declaraciones de Calixto Leicea entonces primer trompeta de La Sonora) interpretaron en vivo el tema "Mucho corazón". El último disco de la Sonora Matancera grabado en Cuba fue realizado el 10 de mayo de 1960 y lo ejecutó Celia Cruz.
1956 a 1959
30/1/1956 La Merenguita Celia Cruz Eridania Mancebo
5/3/1956 En el Cachumbambé Carlos Argentino Rosendo Ruiz, Jr.
3/5/1956 Vallán Vallende Celia Cruz Senén Suárez
5/10/1956 Cerca del Río Grande Carlos Argentino Jorge D. Monsalve
9/11/1956 Ay!, Cosita Linda Carlos Argentino Francisco Galán
23/1/1957 Amor sin Esperanza Celio González Luis Kalaf
23/1/1957 Te Engañaron Corazón Nelson Pinedo Sally Newman
24/4/1957 Y no me Engañes Más Celio González José Slater Badán
22/5/1957 La Sopa en Botella Celia Cruz Senén Suárez
22/5/1957 El Novio Celoso Carlos Argentino Agustín Ribot
8/6/1957 Queridos Padres Chito Galindo Juan Carlos Speciali/Atilio DiFonzo
5/11/1957 La Mamá y la Hija Carlos Argentino Luis Kalaf
16/1/1958 Río Manzanares Víctor Piñero José Antonio López
18/1/1958 Besito de Coco Celio González Ismael Rivera
18/1/1958 Oye Mima Celio González Sergio González Siaba
10/1/1958 Ave María Lola Carlos Argentino Sergio González Siaba
5/2/1958 La Esquina del Movimiento Nelson Pinedo Senén Suárez
12/2/1958 El Vaquero Nelson Pinedo José Barros
6/2/1958 La Cumbanchera de Belén Celia Cruz Enriqueta Gilva
20/6/1958 En el Balcón Aquel Celio González Leopoldo Ulloa
8/11/1958 Yo Vivo mi Vida Leo Marini Federico Baena
8/11/1958 Caribe Soy Leo Marini Luis Alday
18/12/1958 Los Aretes de la Luna Vicentico Valdés José Dolores Quiñones
/1/1959 Intruso Corazón Celio González Agustín Ribot
15/5/1959 Por tu puerta no paso más Carlos Argentino Aurelio Machín
/1/1959 Baila mi Rumba Celio González Pedro Ramos
/12/1959 La Pachanga Carlos Argentino Eduardo Davidson
/7/1959 Sin Reproche Celio González Ricardo García Perdomo
Esta imagen contiene una presentación que el conjunto sonora matancera realizo en Perú para la radio cadena centro de radio programas del peru en 1955
SALIDA DE CUBA PARA JAMAS VOLVER:
Ante el cambio sociopolítico ocurrido en La Perla de las Antillas en enero de1959, la Sonora Matancera sale el 15 de julio de 1960 a cumplir un contrato en la ciudad de México, pretexto muy socorrido por muchos artistas que deseaban explorar otros horizontes, en vista de la situación confusa para desarrollar su trabajo que se palpitaba en la isla. En la tierra azteca estuvieron hasta 1962, cuando de común acuerdo se trasladan a vivir a la Capital del Mundo, siempre bajo la férrea batuta de Rogelio Martínez
El 15 de junio de 1960, salieron de Cuba para cumplir con un jugoso contrato que tenía la Sonora Matancera y viajan a la Ciudad de México, sin pensar que jamás volverían a su adorada Cuba, el único que sabía que ese era un viaje sin regreso, fue el director del grupo Rogelio Martínez, de acuerdo con declaraciones que hiciera Celia Cruz. En la isla se quedó el percusionista "Minino", que había renunciado al puesto, por lo que la vacante estaba disponible. En ese viaje también estaba Celia Cruz. Después de ese trago amargo, olvidado por un sinnúmero de presentaciones en diversos locales capitalinos, ingresan a la agrupación Willy Rodríguez, "El Baby", grabando su primer tema el 13 de agosto, el bolero de Javier Vázquez "Estoy Loco",. Lo mismo hace Alberto Pérez con su primera grabación, el bolero de Humberto Jauma "Yo no sé qué me pasa" el 13 de julio.
En 1961, se reincorpora Celio González y se une al grupo Emilio Domínguez "El Jarocho" grabando su primer tema el 10 de octubre el porro-merengue de Lucho Bermúdez "Noche Buena"., ingresa a la agrupación como percusionista Mario Muñoz "Papaíto". En esos tiempos concretaron venideros y exitosos discos que grabaron fuera de Cuba.
En 1962, Víctor Piñero graba "Puente sobre el Lago" para conmemorar la inauguración del Puente General Rafael Urdaneta.
En 1965, año difícil para la Sonora Matancera ya que se retiran definitivamente como cantantes estelares Celio González y Celia Cruz.
En 1966 se retiran Willy Rodríguez y el trompetista Pedro Knight en 1967.
También en 1966 culmina su contrato para la Seeco Records. Ingresan para ese año de 1966 con un nuevo estilo para su propio sello M.R.V.A. e ingresan los cantantes Elliot Romero, Justo Betancourt, Máximo Barrientos, Tony Díaz.
En 1967 entra como segunda trompeta Ramón Emilio Aracena "Chiripa" que se queda hasta 1971. También ingresan las cantantes Linda Leida y Gladys Julio. Kary Infante entra en 1968.
En el año 1969 se incorpora Roberto Torres "El Caminante", quien no hizo grabaciones en un estudio con los matanceros, sólo hizo grabaciones en vivo.
Para inicios de 1970 se retiran todos los cantantes ingresados desde 1966, quedando solamente Camilo Rodríguez, también se reincorporan por breve tiempo algunas de las voces legendarias del conjunto como Leo Marini, Celio González y Carlos Argentino para realizar nuevas producciones musicales grabadas con Orfeón en México.
En 1971 ingresa Eladio Peguero Vega mejor conocido como "Yayo el Indio" como cantante de planta de la agrupación. Del mismo modo ingresó como trompetista "Saúl Torres" en sustitución de Chiripa.
En 1973 se suma al grupo Welfo Gutiérrez quien permanecería como cantante hasta 1976.
En 1974 la célebre cantante mexicana Toña La Negra realiza dos grabaciones con La Sonora Matancera. En ese año sale del grupo el trompetista Saúl Torres es sustituido por Nelson Feliciano que sale de La Sonora a inicios de1976, a su vez reemplazado por Hilario Dorval. Por problemas de salud abandona el conjunto el mítico pianista Lino Frías y es reemplazado por Javier Vázquez. Desde finales de 1975 se sabía que Welfo Gutiérrez salía como cantante de la Sonora y gracias a las recomendaciones del trompetista Nelson Feliciano y del cantante "Yayo el Indio", en enero de 1976 Rogelio Martínez integró como cantante Jorge Maldonado. Varios trompetistas durante esta década desfilaron por la Sonora. Es el caso de Hilario Dorval que ingresa en 1975, reemplazando a Nelson Feliciano hasta 1977 y desde 1975 a 1977 la tercera trompeta que fue ejecutada por Raymond González. En 1977 ingresa Alfredo "Chocolate" Armenteros y permanece hasta 1980.
Para el año 1977 Miguelito Valdés vuelve a grabar con la agrupación.
En 1978 Calixto Leicea deja de grabar pero continúa acompañando la agrupación.
Esta imagen corresponde una presentación en mexico en los años 70.
LOS CAMBIOS DE LOS RITMOS QUE CAMBIARON SU
HISTORIA:
Llega la década de los ochenta, donde la Sonora Matancera pierde la originalidad que por tantos años la caracterizó, dando paso a la modernidad del sonido, electrizando el bajo y el piano. Pero a esos tragos amargos se le sumaron dos reencuentros emotivos y el retiro en 1980 de Ángel Alfonso Furias "Yiyo", reemplazándolo en la tumbadora Alberto Valdés.
En 1981, la Sonora firma con Fania Records, quienes los incluyen en su nueva filial llamada Bárbaro Records y en la cual permanecen hasta 1984. Justo Betancourt retorna en 1981 grabando un disco de larga duración, y en 1982, se reencuentran emotivamente Celia Cruz con la Sonora Matancera grabando también una larga duración que titularon "Feliz encuentro". Ingresa solo por ese año como cantante Cali Alemán. Hubo también artistas de renombre invitados, es el caso de Johnny Pacheco quien participa en el tema "El Tornillo", del álbum "Tradición" grabado en 1983 con la voz principal de "Yayo el Indio", y en 1984 graba un disco con la Sonora Ismael Miranda, una de las voces más reconocidas de Fania all Stars.
En junio de 1989, celebran con bombos y platillos su aniversario número 65 con actuaciones en el Carnegie Hall y Central Park de la ciudad de Nueva York. Majestuoso espectáculo organizado por la influyente y no menos hermosa locutora boricua, Gilda Mirós. A la cita acuden 15 de los cantantes que en el pasado tronaron en los acetatos. Es también la despedida oficial de esta tierra para varios de los artistas. Pero el grupo de la Sonora Matancera parece inmune al paso del tiempo. En marzo de 1993 realizan las grabaciones postreras del pasado siglo con la voz de Yayo El Indio, incluidas en el disco compacto denominado De nuevo México unos inolvidables conciertos: Se presentaron cantando con ellos Celia Cruz, Daniel Santos, Vicentico Valdés, Alberto Beltrán, Nelson Pinedo, Celio González, Leo Marini, Alberto Pérez, Bobby Capó, Carlos Argentino, Jorge Maldonado, Welfo Gutiérrez, Roberto Torres, "Yayo el Indio" y desde luego Carlos Manuel Alfonso Díaz "Caíto" y Rogelio Martínez Díaz. Momento apoteósico e irrepetible dado que en diciembre de ese año fallecería Bobby Capó.
Esta es una imagen tomada desde el central park.
Esta otro imagen desde el carngie hall posterior al concierto en el central park en 1989.
El transcurrir del tiempo es inexorable y van muriendo muchas estrellas que van conformando el Coro Matancero Celestial. Don Rogelio Martínez Díaz, su director falleció el 13 de mayo del 2001. Su máxima estrella femenina, La Guarachera de Cuba, la sempiterna Celia Cruz, caminó el sendero celestial el 16 de julio de 2003. Celio González la siguió el 17 de octubre de 2004. El último de los cantantes en partir para la eternidad fue Welfo Gutiérrez en la ciudad de México el 31 de mayo de 2005. La Sonora Matancera actual con una nómina remozada, es batuteada por el pianista, arreglista y compositor cubano Javier Vásquez, hijo del legendario fundador Pablo Vásquez, Bubú. Tiene la anuencia, claro está, de Rogelio Martínez Jr., heredero universal del nombre de la agrupación. Desde Las Vegas, E. U. vuela
a donde soliciten sus servicios. Con señalado éxito ha complacido a la matanceromanía de Bonaire, México y varias ciudades de Estados Unidos. En el año de 2009 grabaron su último trabajo titulado Hay Sonora pa Rato, con la nueva y fresca voz del boricua Darío Rosado. Nosotros con nuestros descendientes, proseguiremos cultivando la música inmarcesible de la Sonora Matancera, certificando la inmortalidad de este portentoso grupo, arquetipo y paradigma de la música popularpero antes en 1990 e igual que en otros alegres tiempos hicieron presentaciones en junio en Cali, pero en septiembre el luto ensombrece nuevamente la agrupación con el fallecimiento de una de las piedras angulares del conjunto, Caíto, y entra en su remplazo Fernando Lavoy. En 1993 retorna Willy Rodríguez, y graban su última producción "De Nuevo México", donde participa como invitado el famoso Adalberto Santiago. Yayo el indio se retira al año siguiente. A partir de ese momento se empezaron los preparativos para la celebración del 75 aniversario de la agrupación. Lamentablemente, el 13 de mayo de 2001 falleció su segundo director Rogelio Martínez y con esta irreparable pérdida se asumía que la Sonora Matancera llegaría a su fin pero Sin embargo, dos años después, en 2003, el pianista y, desde 1955, arreglista del conjunto Javier Vásquez Lauzurica, hijo del cofundador del grupo Pablo Vásquez "Bubú" y hermano del bajista de La Sonora, Raymundo Elpidio Vásquez Lauzurica, decide dejar a un lado otros proyectos y en acuerdo con Rogelio Martínez Jr., decide tomar la batuta del conjunto y asume la dirección del mismo. Fijó la residencia del grupo en Las Vegas, Nevada, y desde allí continúa con una labor que inició hace casi 100 años.
En el año 2009 lanzaron un nuevo disco con algunos temas viejos del conjunto y temas inéditos en un trabajo que titularon Hay Sonora pa'rato. Su principal vocalista es el boricua Darío Rosado.
Imagen de la sonora matancera actual con su actual director don Javier Vásquez.
Las cosas mueren,
cuando la última persona
que tiene recuerdo de ellas,
muere.
Jorge Luis Borge
DISCOGRAFIA DE LA SONORA MATANCERA:
SEECO Records
Serie Título Año de Producción
SCLP 9050 One Night in Rio
1955
SCLP 9053 One Night in Havana
1955
SCLP 9060 One Night in Caracas
1955
SCLP 9062 Nelson Pinedo Sings
1955
SCLP 9065 Bienvenido Granda Sings
1956
SCLP 9066 Daniel Santos Sings / "El Corneta"
1956
SCLP 9067 Celia Cruz Sings
1956
SCLP 9070 Carmen Delia Dipini Sings
1956
SCLP 9071 Leo Marini Sings / "Argentinan's Famous Troubadour"
1956
SCLP 9072 Dance to Sonora Matancera
1956
SCLP 9087 Miguelito Valdés Sings
1957
SCLP 9100 Carlos Argentino Sings
1957
SCLP 9101 Cuba's Queen of Rhythm
1958
SCLP 9104 That Latin Beat
1957
SCLP 9108 The Golden Record
1958
SCLP 9116 Invites you to Dance
1957
SCLP 9120 Parade of Stars
1958
SCLP 9122 The Best of Daniel Santos
1958
SCLP 9123 The Best of Bienvenido Granda
1958
SCLP 9124 The Best of Celia Cruz
1958
SCLP 9126 Here Comes Sonora Matancera
1958
SCLP 9127 I Sing for You
1958
SCLP 9128 Reminiscing
1958
CELP 432 Cuba's Foremost Rhythm Singer Celia Cruz
1958
SCLP 9135 El Rítmico Nelson
1958
SCLP 9136 La Incomparable Celia
1958
SCLP 9148 Sonora Matancera Spotlights: Daniel Santos "Anacobero" 1959
SCLP 9151 Grandes Éxitos de la Sonora Matancera
1959
SCLP 9154 Vicentico Valdés con la Sonora Matancera
1959
SCLP 9156 La Sonora Matancera...Llegó
1959
SCLP 9157 Navidades con la Sonora
1958
SCLP 9171 Su Favorita Celia Cruz
1959
SCLP 9172 El Inimitable Carlos Argentino 1959
SCLP 9175 El Disco de Oro Vol.2 - The Golden Record II 1959
SCLP 9177 Más Éxitos de la Sonora Matancera 1959
SCLP 9189 Los Últimos de Celio González 1960
SCLP 9191 En el Aire Carlos Argentino 1960
SCLP 9192 La Dinámica Celia Cruz 1960
SCLP 9200 Reflexiones de Celia Cruz 1960
SCLP 9203 Sonora Matancera en México 1960
SST 3 Álbum Aniversario 1961
SCLP 9206 Celebremos Noche Buena con Sonora Matancera 1961
SCLP 9207 Canciones Premiadas de Celio González 1961
SCLP 9213 Escucha mis Canciones 1961
SCLP 9215 Canciones Premiadas de Celia Cruz 1961
SCLP 9223 ¿Quién Será? 1962
SCLP 9225 Duelo Musical: Sonora Matancera vs. Cortijo y su Combo 1961
SCLP 9227 México que Grande Eres 1961
SCLP 9229 Los Reyes del Ritmo 1961
SCLP 9234 Sarará 1962
SCLP 9243 La Tierna, Conmovedora, Bamboleadora 1963
SCLP 9254 Sonora Matancera en Puerto Rico 1963
SCLP 9264 La Primera y la Única 1964
SCLP 9267 Canciones Inolvidables de Celia Cruz / "La Guagua" 1964
SCLP 9271 Sabor y Ritmo de Pueblos 1965
SCLP 9284 Grandes Éxitos de Bienvenido Granda Vol.3 1967
SSD 1001 40 Años de la Sonora Matancera 1965
SCLP 9282 Presentando el Nuevo Sonido Fabuloso 1965
SSD 400 50 Años de la Sonora Matancera 1974
SCLP 9304 Lo Esperado!!...Reminiscencias Vol.2 1971
SCLP 9335 ¡El Único! Alberto Beltrán 1961
SCLP 9350 Se Formó el Rumbón: Vicentico Valdés & Miguelito Valdés
SCLP 9356 Bobby Capó con la Sonora Matancera
SCLP 9359 Puro Cañonazo!: Laíto Sureda
Marvela Records
Serie Título Año de Producción
MRVA 1001 La Niña de Guatemala en Ritmo de Guantanamera 1968
MRVA 1002 Sonora Boogaloo 1968-1969
MRVA 1003 Dama Rebelde 1969
MRVA 1004 Lo Nuevo de Carlos Argentino 1971
MRVA 1005 El Carnaval de la Matancera 1972
MRVA 1006 Continuación de Reminiscencias 1969
Orfeón
Serie Título Año de Producción
JM 152 Ritmos Candentes en el Cincuentenario 1974
JM 153 Grabaciones Especiales para el Cincuentenario 1975
JM 233 Mister Babalú - Miguelito Valdés 1977
JM 283 Fiesta - 55 Años de la Sonora Matancera 1979
Bárbaro Records
Serie Título Año de Producción
JMB 207 Justo Betancourt con la Sonora Matancera 1981
JMB 212 Feliz Encuentro con Celia Cruz 1982
JMB 211 Tradición 1983
JMB 632 Ismael Miranda con la Sonora Matancera 1984
Warner Music Latina
Serie Título Año de Producción
WEA 4509 Sonora Matancera De nuevo México 1993
Taurus Records
Serie Título Año de Producción
T 7030 Live From Carnegie Hall 65th Celebration 1989
En otros estudios de grabación
PANART Records
Serie Título
LP 2014 Daniel Santos con la Sonora Matancera Vol.1
LP 2061 Sonora Matancera Para Coleccionistas
LP 2076 Daniel Santos con la Sonora Matancera Vol.2
LP 2087 La Sonora Matancera con Bienvenido Granda
STINSON Spanish Records
Serie Título Año de Producción
SLP 92 Sonora Matancera (Bienvenido Granda - Miguel de Gonzalo) 1976
SLP 95 Se Formó la Rumbantela (Bienvenido Granda - Miguel de Gonzalo) 1976
SLP 97 Romance del Campesino (Bienvenido Granda) 1976
SLP 99 Traigo un Tono (Bienvenido Granda) 1976
ANSONIA Records
Serie Título Año de Producción
ALP 1225 Sonora Matancera Canta: Bienvenido Granda 1973
ALP 1231 En Tu Busca 1975
RCA Víctor
Serie Título Año de Producción
CAM 410 La Época de Oro: Daniel Santos con la Orquesta Sonora Matancera Vol.2 1969
Varsity Records
Serie Título Año de Producción
VAR 6989 Latin Rhythm
Discos Fuentes
Serie Título
LP 214084 Glorias Musicales del Ayer
LP 214094 Algo Especial
LP 214102 De Fiesta
LP 214132 50 Años
LP 217330 Recordando a Cuba (Vol.1)
LP 219154 Recordando a Cuba (Vol.2)
LP 237330 Boleros para el Recuerdo
LP 419113 De Lujo para los Coleccionistas
Otros discos
Serie Título Discográfica
SSS 3006 Mi Diario Musical Leo Marini Seeco Records
SSS 3005 Mi Diario Musical Bienvenido Granda Seeco Records
SSS 3003 Mi Diario Musical Daniel Santos Seeco Records
SSS 3001 Mi Diario Musical Celia Cruz Seeco Records
SSS 3002 Mi Diario Musical Vicentico Valdés Seeco Records
SCLP 2007 La Ternura con la Sonora Matancera Seeco Records
SCLP 2026 Más Ternura con la Sonora Matancera Seeco Records
SP 4002 Viaje Musical por el Caribe Vol.1 Seeco Records
SP 4003 Viaje Musical por el Caribe Vol.2 Seeco Records
SSS 3000 30 Años - Álbum Aniversario Seeco Records
SCLP 2630 65 Años de la Sonora Matancera Seeco Records
SCCD 9050 La Voz y el Sentimiento de Leo Marini Seeco Records
SCLP 9243 El Bigote que Canta Seeco Records
SCLP 9284 Algo Especial por la Sonora Matancera Seeco Records
SCLP 9301 El Bigote se Pone Romántico Seeco Records
SCLP 9311 Homenaje a la Madama Seeco Records
SCLP 9317 Festejando Navidad con Celia Cruz Seeco Records
SCLP 9325 Celia Cruz Interpreta: El Yerbero Moderno y La Sopa en Botella Seeco Records
SCLP 9330 Las 50 Navidades: Sonora Matancera Seeco Records
SCLP 9338 La Candela Matancera Seeco Records
SCLP 9345 Boleros con Celia Cruz Seeco Records
SCCD 9899 75 Aniversario, 75 Canciones de la Sonora Matancera Seeco Records
TRLP 5010 Señor Babalú - Miguelito Valdés Tropical Records
TRLP 5092 Besos de Fuego - Carmen Delia Dipiní Tropical Records
TRLP 5071 Encores de Daniel Santos Tropical Records
TRLP 5074 La Rítmica Sonora Matancera Tropical Records
TRLP 5087 Una Caja de Éxitos Tropical Records
TRLP 5091 Éxitos de Oro - Nelson Pinedo Tropical Records
TRLP 5093 Angustia - Bienvenido Granda Tropical Records
TRLP 5177 Presentando a Olga Chorens y Tony Álvarez Tropical Records
TRLP 5197 Con Amor - Celia Cruz Tropical Records
TRLP 5198 Lo Mejor para Ustedes Tropical Records
TRLP 5200 Seré tu Amigo - Bienvenido Granda Tropical Records
HQCD 79 Live on the Radio 1952-1958 Harlequin Records
CD 1032 Algo Nuevo de lo Añejo de la Sonora Matancera Yumurí Records
CUCD 1707 La Sonora Matancera ¡En Vivo! Cubanacán Records
CUCD 1708 Joyas del Cine Mexicano Cubanacán Records
B 226 Celia Cruz con la Sonora Matancera En Vivo en Radio Progreso Vol.1 Bárbaro Records
B 227 Celia Cruz con la Sonora Matancera En Vivo en Radio Progreso Vol.2 Bárbaro Records
B 228 Celia Cruz con la Sonora Matancera En Vivo en Radio Progreso Vol.3 Bárbaro Records
B 230 Celia Cruz con la Sonora Matancera En Vivo en C.M.Q Vol.5 Bárbaro Records
TCD 045 La Ola Marina Tumbao Cuban Classics
TCD 096 En C.M.Q "La Sonora Trae un Tono" Tumbao Cuban Classics
TCD 114 Se Formó la Rumbantela Tumbao Cuban Classics
E 56002 Las 100 Mejores con La Sonora Matancera Vol.1 Discos Fuentes
E 56016 Las 100 Mejores con La Sonora Matancera Vol.2 Discos Fuentes
E 56019 Las 100 Mejores con La Sonora Matancera Vol.3 Discos Fuentes
TUM 22 En Grande! Tumi Records
YOY 1442 The Originals La Sonora Matancera Vol.1 EJD Records
YOY 1842 The Originals La Sonora Matancera Vol.2 EJD Records
INTEGRANTES DEL CONJUNTO SONORA MATANCERA POR PAISES NUMEROS DE GRABACIONES Y AÑO DE INGRESO Y FINALIZACION:
Nombre País de Nacimiento Número de Grabacione Años de Grabación
Alberto Beltrán
República Dominicana
8 1954-1955
Alberto Pérez Cuba
4 1960
Alfredito Valdés Cuba 2 1947-1948
Bienvenido Granda
Cuba 217 1944-1954
Bobby Capó
Puerto Rico
12 1952
Carlos Argentino
Argentina
72 1955-1971
Carlos Manuel Díaz "Caíto" Cuba 9 1944-1984
Carmen Delia Dipiní Puerto Rico 6 1955
Celia Cruz
Cuba 188 1950-1965
Celio González
Cuba 103 1955-1965
Chito Galindo Uruguay
2 1957
Daniel Santos
Puerto Rico 70 1948-1953
Eladio Peguero "Yayo El Indio" Puerto Rico 44 1971-1994
Elliot Romero Puerto Rico 10 1966
Emilio Domínguez "El Jarocho"
México
3 1961
Estanislao Sureda "Laíto" Cuba 12 1954-1955
Gladys Julio Colombia
2 1969
Gloria Díaz Cuba 4 1952
Hermanas Lago Cuba 2 1952
Humberto Cané Cuba 2 1945
Israel del Pino Cuba 2 1947
Ismael Miranda
Puerto Rico 8 1984
Johnny López Puerto Rico 2 1957
Jorge Maldonado Puerto Rico 11 1976-1981
Justo Betancourt Cuba 18 1966-1981
Kary Infante Cuba 6 1969
Leo Marini
Argentina 48 1951-1972
Linda Leída Cuba 3 1968
Manuel Licea "Puntillita" Cuba 1 1951
Martha Jean Claude Haití
1 1952
Máximo Barrientos Puerto Rico 7 1968
Miguel de Gonzalo Cuba 6 1947-1948
Miguelito Valdés Cuba 28 1951-1977
Myrta Silva
Puerto Rico 4 1949-1952
Nelson Pinedo
Colombia 50 1953-1958
Olga Chorens Cuba 3 1954
Pepe Reyes Cuba 4 1952
Raúl del Castillo Cuba 2 1952
Reynaldo Hierrezuelo "Rey Caney" Cuba 4 1958
Rodolfo Hoyos Cuba 5 1954
Tony Álvarez Cuba 3 1954
Tony Díaz Cuba 9 1969
Toña "La Negra"
México 4 1974
Vicentico Valdés
Cuba 16 1953-1958
Víctor Piñero Venezuela
4 1958
Welfo Gutiérrez Cuba 20 1973-1976
Willy Rodríguez "El Baby" Cuba 21 1960-1965
Vicky Jiménez Perú 1989-1992
Polito galindes puerto rico 1 1955
Caridad cuervo cuba 2 1955
Sarita arcevo cuba 2 1955
Tito cortes
Colombia
1 1985
Orlando contrteras
puerto rico
1 1985
Pedro Vargas
mexico 1
1962
Rafael Varquin cuba 2 1954
CINEMATOGRAFIA CON LA PARTICIPACION
DE LA SONORA MATANCERA:
Filmografía 1937–1961 (Cuba y México)
"El nacimiento de la rumba" (1937).
• "Tam Tam Edén" (1937) – Película filmada en La Habana, Cuba.
• "El ángel caído" (1948) – Daniel Santos y Rosita Quintana.
• "Escuela de modelos" (1949) – Alberto Garrido.
• "Música, mujeres y piratas" (1950) – Leopoldo Fernández "Pototo", Aníbal de Mar "Filomeno".
• "Ritmos del Caribe" o "Borrasca" (1950) – Daniel Santos, Amalia Aguilar, Rita Montaner.
• "La mentira" (1952) – Bienvenido Granda, Marga López, Jorge Mistral.
• "Piel Canela" (1953) – Sara Montiel, Pedro Vargas, Fernando Casanova.
• "A romper el coco" (1954) – Amalia Aguilar.
• "Me gustan todas" (1954) – Adalberto Martínez "Resortes", Eulalio González "Piporro", Rosita Fornés.
• "Una gallega en La Habana" (1955) – Nelson Pinedo, Celia Cruz, Ramón Rivero "Diplo" y Niní Marshall.
• "¡¡Olé Cuba!!" (1957) – Celia Cruz, Celio González, Leopoldo Fernández "Pototo", Aníbal de Mar "Filomeno".
• "Amorcito corazón" (1961) – Celia Cruz, Alberto Pérez, Willy Rodríguez "El Baby", Rosita Quintana, Mauricio Garcés.
ESTADISTICAS MATANCERAS:
La Sonora Matancera en cifras:
100 años de existencia.
1.071 grabaciones originales.
De ellas, fueron 380 boleros, que representa un 35% de su producción.
52 cantantes de 9 nacionalidades han dejado su voz en el acetato. De ellos 12 mujeres (24%). Por este meridiano sonoro pasaron 28 cubanos (55%), 11 puertorriqueños (23%). Se incluyen también tres colombianos (4%), dos argentinos y tres mexicanos. Ubicamos además a una haitiana, un venezolano, un uruguayo y un dominicano.
32 cantantes han realizado coros.
25 cantantes han sido acompañados en sus actuaciones sin llegar a grabar.
56 instrumentistas han actuado.
13 sellos disqueros han acogido sus grabaciones.
52 ritmos musicales han estado presentes en sus acetatos.
8 películas dan testimonio de su calidad musical.
32 países han visitado, varios en más de una ocasión.
TESTIMONIOS DE LOS INTEGRANTES Y SU HISTORIA MUSICAL
EN LA VIDA DE LA SONORA MATANCERA:
Alberto Beltrán
En Las Antillas, un batey es un pequeño poblado agrícola dedicado casi exclusivamente al cultivo de la caña de azúcar. Y es en el batey Palo Blanco en el poblado La Romana, provincia de Altagracia de la República Dominicana, un llanto agudo y potente, salido de una garganta pequeña, rompió el aire: Alberto Amancio Beltrán anunciaba su llegada al mundo el sábado cinco de mayo de 1923. Cuando su madre falleció prematuramente al cumplir Alberto los once años, fue abrazado por el desamparo con todas sus consecuencias. Con sus dos hermanos mayores quedó a la deriva sufriendo por el abandono del padre, sin otros parientes que mitigaran un alud de necesidades. Su amigo Alcides Peguero, Peguerito, lo lleva a trabajar como vendedor en la Dulcería El 19, propiedad de Leyda Pou, hermana de Juan, futuro general y jefe de la policía. Desde este tiempo el número 19 le traería suerte. Con sus amigos Rafael, Navito, John Luis y Peguerito, formó una comparsa para cantar y armar el alboroto con la música en fiestas, serenatas y veladas. Por el hecho simple de trabajar sin cumplir la mayoría de edad, fue apresado sin atenuantes durante 15 días en la cárcel La Fortaleza. Luego de este desaguisado y con la rabia trasnochada, sale con su atadijo y el disgusto a flor de labios, y emprende un viaje a pie con rumbo a San Pedro de Macorís. Sus bolsillos no guardaban ni un centavo. Macilento, comiendo caña de azúcar por el camino, como un inope, pastoreó su hambre durante los dos días que duró la travesía cansina, aunque su gurbia aniquilante le importaba un ardite ante la desorientación en que se encontraba. Allá, como afuereño, obtiene un puesto en la zafra, porque no podía hacerse el remolón. Desbrozaba y recolectaba. Cuando lo amilana la dureza e improductividad de esta labor, abatido y andariego, retorna a su ciudad con la esperanza de recomponer su vida. Su mente era un amasijo de inquietudes.
Sabedor de sus facultades vocales, buscó con ahínco emanciparse de sus desdichas. Con sus 14 años se postuló para cantar como aficionado en la Voz del Yuna. Esta emisora cambia luego de nombre a La Voz Dominicana y en 1942 Alberto vuelve a cantar allí. Consigue lugar como cantante del Conjunto de Emilio Valdés, trabajando de 7 PM a 7 AM. Su salario era de $1.25 pesos por noche. Pasó luego al grupo de Crescencio Solano y acrecentó su remuneración a cuatro pesos por baile. Al finalizar este mismo año, actuó en el Teatro Julia de Ciudad Trujillo (Santo Domingo) con la Compañía de Lidia Morales. Su actuación fue promisoria. Luego con el Sexteto Angelita de Ulises de los Santos y el Conjunto Alma Vegana de Marcos Osuna, se presenta en la emisora Radio H.I.T. En 1946 se integra al Quinteto Ballet Toño de Santo Domingo. Para su felicidad, le toca asistir a una presentación de Daniel Santos, que estaba ya desmovilizado del ejército de Estados Unidos después de la segunda guerra mundial. Lo había escuchado desde cuando cantaba con el Cuarteto Flores (1939-1941) y convierte su admiración en idolatría. Con su voz juvenil empezó de alguna manera a imitarlo. La emisora Radio Progreso de La Habana con su onda corta, penetraba por todas las costas de los países del Caribe, por lo que la Sonora Matancera con sus cantantes era muy conocida para los dominicanos. Se escuchaban las actuaciones diarias de este conjunto y para Alberto era una ilusión poder verlo personalmente en alguna oportunidad.
A la Voz Dominicana vuelve el domingo 14 de diciembre de 1946 y canta aún como aficionado. Allí estaban como músicos, Gilberto Muñoz, Pepín Ferrer y Avelino Muñoz. Compite con Ñiñí Vásquez, Tony Curiel, Ángela Vásquez, Lucía Félix, Joseíto Mateo, Crucito Pérez y José Nicolás Casimiro. Le ofrecen aplausos cálidos. Le acompañan vientos venturosos y aparece un mecenas en su carrera, Rafael Landestoy, Bullumba, coterráneo suyo (de La Romana), pianista y compositor de alto vuelo. Bullumba lideraba un programa para aficionados en la emisora La Voz Dominicana, propiedad de Arismendi Trujillo Molina, general del ejército y hermano del presidente, Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo. Éste gobernaba la nación desde 1930 y ahora en su tercera reelección tenía al pueblo bajó una égida dictatorial. En cierta ocasión, Alberto Beltrán se presentó a una de las audiciones de tal emisora. La interpretación que hizo del conocidísimo Granada llamó la atención del maestro Bullumba y lo recomendó a Arismendi Trujillo. El negro sin acoquinarse, sin atisbo de pavura, tronó su voz al militar. ¡Albricias! Luego de escucharlo se percató de la torrencialidad de su garganta y le dijo que se pusiera a las órdenes de su edecán que se encargaría de gestionarle un patrocinio para educar su voz. Le otorga además un contrato en la mencionada emisora. Alberto, atemperado, comienza a pensar seriamente en su profesión de cantante e inicia clases musicales con los profesores argentinos, Carlos Crespo, tenor lírico y Vlady Silva, pianista. Empieza también a adecentarse y asimila sus estudios de primaria, porque era analfabeto a estas alturas de su vida. Le parece un sueño el giro que van tomando sus conquistas.
Después de 1946, Beltrán labora con el conjunto de Medardo Guzmán, compatriota suyo y autor del merengue El negrito del batey. Por esta época el tema fue grabado con escasa difusión por Joseíto Mateo, una voz también dominicana. En 1950 conforma su propia agrupación que llamó Dominican Boys. Según datos del Círculo Dominicano de Coleccionistas de Música, que agencia las grabaciones en vivo, Alberto se presentó el 28 de agosto de 1950 en La Voz Dominicana, secundado por una orquesta dirigida por Tavito Vázquez. Aquella vez cantó: Tenerte quisiera, Sólo a ti, No hay amigos y Viajera. Más adelante y de la misma emisora, se recuperaron las siguientes páginas cantadas en vivo, el 28 de abril de 1953, acompañado por el Conjunto Televisión liderado por Porfi Jiménez: Piel canela, Amor, Miguel, Mucho corazón y Báilame el mambo.
En 1951, en Puerto Rico y para el desaparecido sello Mardi, graba sus dos primeros números: Sabrosura y El 19. Lo secunda el grupo Diablos del Caribe, liderado por el tresista boricua Mario Hernández. Pronto regresa a Santo Domingo y se enrola en la Super Orquesta San José, que tocaba según el temperamento de la dictadura trujillana. Con ellos realiza sus dos siguientes grabaciones en ritmo de bolero, autoría de dos compatriotas: Bendito amor (Bienvenido Brens) y Hasta cuándo (Babín Echavarría). La crítica le otorga calificativos como La Sensación, La Revelación y La Voz de Oro Dominicana. Esto le posibilitó que lo contrataran para actuar en el Teatro Jefferson de Nueva York, alternando con el trío Los Tres Diamantes de México. Estos Diamantes son eternos. Todavía disfrutan hoy de buena salud y capacidades interpretativas, luego de 61 años de actividades.
En la pesquisa de otros horizontes musicales, recala en Santiago de Cuba el 15 de julio de 1954. Se monta en un bus y realiza el viaje de 868 kilómetros hasta La Habana. Todo desorientado cuando llega, busca a su paisano Tirso Guerrero, cantante bien acogido en la farándula capitalina. Por aquellos días, Tirso tenía sus presentaciones en vivo de 6:00 a 7:00 PM en la emisora Radio Progreso. Después de dos días de tanteo de sus posibilidades laborales, Guerrero lo recomienda con el avezado Rogelio Martínez, director de la Sonora Matancera, cuyo olfato musical era proverbial, quien comprendía que al contratar a figuras extranjeras interpretando composiciones originales de sus países, consolidaba su ambición de obtener la difusión internacional para su conjunto. Mientras aguardaban una respuesta concreta del director yumurino y también por sugerencia de Guerrero, Alberto Beltrán es llamado a colaborar en La Hora del Sabor de 10 a 11 PM, difundido por la nueva emisora Radio Mambí, inaugurada en 1952 en pleno Paseo del Prado. Alternó con Myrta Silva la jacarandosa boricua. Después de una de sus actuaciones allí, se allegó don Rogelio en una noche de comienzos de septiembre e imperecedera para el dominicano. Le propuso cantar con la Sonora Matancera como artista invitado. Al otro día al comenzar el ensayo, Beltrán le presenta varias partituras de canciones dominicanas. Severino Ramos, Refresquito, el arreglista del conjunto, las recibe para estructurarlas al formato de la Sonora. Hubo un acople extraordinario entre la Sonora Matancera y el cantante. En septiembre de 1954 presentan a la audiencia radial su primera página: Aunque me cueste la vida. A los tres días habían llegado a las oficinas de Radio Progreso más de cinco mil cartas elogiando el tema y aconsejando su pronta grabación. Fue entonces cuando llevaron al acetato de 78 RPM, los boleros de sus paisanos Aunque me cueste la vida, de Luis Kalaf e Ignoro tu existencia, de Pablo de la Mota. El primero fue, al decir de Alberto, una tromba musical. Se confabularon así, la Sonora Matancera y Alberto Beltrán para extasiar de ritmo y dicha nuestros oídos.
Su calidad interpretativa se hizo relevante en Cuba. Y fue un torbellino cuando siguieron los otros números: Te miro a ti y El 19. Capítulo aparte merece El negrito del batey, grabado el martes 16 de noviembre de 1954, que lo consagró definitivamente. El negrito, reposado pero vivaracho, se echó la sintonía al bolsillo. Este merengue se constituyó en récord de ventas por aquellos calendarios y lo internacionalizó. Es el tema que la Sonora Matancera ha vendido más profusamente en 82 años de historia. Fue grabado en primera instancia por Joseíto Mateo en Santo Domingo, cuando agonizaba la década del cuarenta. Pero nada pasó con él. La interpretación de Beltrán con la Sonora ganó la gloria. Con razón Alberto dijo:
Muchas veces la paloma no es del que la vende sino de quien la mata.
Las grabaciones de la Matancera en toda su historia, que han marcado récord de ventas en su momento y en su orden son:
1. El negrito del batey, original del dominicano Medardo Guzmán, en la voz de Alberto Beltrán.
2. Burundanga, del cubano Oscar Muñoz Bouffartique y canta Celia Cruz.
3. Ay cosita linda, del colombiano Pacho Galán, cantando Carlos Argentino.
4. Total, del cubano Ricardo Perdomo, canta Celio González.
5. Bigote de gato, del cubano Jesús Guerra, cantando Daniel Santos.
6. Piel canela con autoría y canto de Bobby Capó.
7. En la orilla del mar, del músico cubano José Berroa Rivera, en la voz de Bienvenido Granda. Anteriormente se acreditó esta página trascendental a la autoría de nuestro excelso compositor colombiano José Barros. Incluso él, y no sabemos el por qué, contó a una periodista la anécdota conducente a su inspiración. Estudiosos han confirmado que es del cubano.
8. Los aretes de la luna, del músico cubano José Dolores Quiñones, bolero cantado por Vicentico Valdés.
9. Me voy pa La Habana, interpretado por Nelson Pinedo, con arreglos suyos a la composición del colombiano José María Peñaranda.
10. Maringá, en la voz de Leo Marini con la autoría de Joubert de Carvalho y Manuel Salina.
En diciembre de 1954 en los acontecimientos de una presentación, el prestigioso animador y locutor cubano Germán Pinelli, por la popularidad del tema, en vez de llamar al escenario a Alberto Beltrán, gritó El Negrito del Batey. De manera automática hizo desaparecer el nombre de Alberto Beltrán como primera opción. Permaneció yuxtapuesto. Después, el quisqueyano grabó los boleros Enamorado y el portento de la expresividad amorosa, que con refinamiento deviene en poema con el nombre de Todo me gusta de ti. Este tema se conoce en algunas latitudes con el nombre de Sortilegio y su autor Cuto Estévez era un trompetista que había trabajado con el maestro Billo Frómeta. El martes 18 de enero de 1955, Beltrán une su voz a la de Celia Cruz para grabar su tema postrero con la Sonora: Contestación a aunque me cueste la vida. En la primera semana de febrero emprende su primera gira a Latinoamérica en compañía de la Sonora Matancera, con Laíto y Celia Cruz. Actúan en Barranquilla, Bogotá, Medellín y Cali. Después de esta primera gira a nuestro país, Alberto Beltrán, con la voz estentórea que le brindaban sus 32 años, la sonrisa de la fama a sus pies, su ego arriba lo obnubila. Y conculcando sus anhelos, en una mañana cuando sus neuronas amanecieron haciendo carrizo, mientras la Matancera efectuaba una corta gira nacional, es timado por un conocido locutor-humorista con remilgos de empresario y en un santiamén, cuando regresa la Sonora, lo encuentra cantando con el Conjunto Casino. Era abril de 1955 y Beltrán se apea del colectivo yumurino. Esta decisión absurda siempre la deploró El Negrito del Batey. Les sucedió igual a muchos cantantes. Cuando abandonaron la agrupación, nunca más encontraron esa cúspide de gloria. Me atrevo a aseverar que Alberto Beltrán, fue el cantante de la Matancera que, con menos temas grabados, ganó mayor celebridad.
Alberto, con Los Campeones del Ritmo, convalida otro segundo y consecutivo error, como lo es el grabar de nuevo algunos de los temas que lo hicieron famoso con la Matancera. Ejemplos: El negrito del batey y Todo me gusta de ti. Obviamente, no pasó nada con ellos. Casi nunca las regrabaciones son apetecibles. Pero dentro de la discografía con el Conjunto Casino, es conducente mencionar por su factura indiscutible, una versión soberbia del bolero del compositor cubano Mario Álvarez, que desde 1941 es suscitador de no pocas lágrimas entre los enamorados: Vuélveme a querer. Con el Conjunto Casino grabó además en el segundo semestre de 1955 un merengue chachachá que, al decir del maestro cubano de la investigación musical, Cristóbal Díaz Ayala, se escuchó con prolijidad en su tiempo como un ejemplo del pregón callejero convertido en pregón musical. Se trata de la página Mantecadito, original del compositor cubano Rudy Fanneity, con versos originales del vendedor callejero Filiberto Hurtado, residente en Placetas, provincia de Las Villas. A Beltrán también le seducía interpretar este número en sus actuaciones personales y lo grabó en tres oportunidades: con el Conjunto Casino, con el Mariachi México y con la Sonora de Lucho Macedo en el Perú.
A finales de 1956 en Cuba, con la orquesta de su coterráneo Billo Frómeta, efectúa varias grabaciones. A la sazón, Billo ambientaba su época habanera, tras ser vetado por el sindicato de músicos de Venezuela. Entre las grabaciones con Beltrán, sobresalen los boleros Paraíso soñado y Evocación. Durante esta breve pasantía cubana de siete meses, Billo también grabó con los cubanos Carlos Díaz y Pío Leyva y con los venezolanos Víctor Piñero, Adilia Castillo, Olga Teresa Machado y Héctor Murga.
Después de 1957, Beltrán comienza un incesante trasegar musical por numerosos países y orquestas. Trabaja con Roberto Faz, quien ya había emigrado del Conjunto Casino para conformar su propio grupo. Después regresa a su Santo Domingo y en ese mismo año de 1957 graba para el sello Montilla con la Orquesta Super Batey, liderada por J. Conquet y Emilio Chiripa Aracena, futuro trompetista de la Matancera. Alberto también durante este año graba con un conjunto típico y con la agrupación dirigida por el trompetista Héctor de León. Allí patentiza uno de sus boleros más aplaudidos como es, No, no vuelvo, grabado previamente por Bobby Capó y de la magia de la composición de ese gigante musical dominicano que se llama Bienvenido Brens. Al finalizar el año va a Venezuela y con la Orquesta de Chucho Sanoja emprende un periplo por las ciudades importantes del suelo patriota. Llegan al acetato además, y dan realce a boleros como Mentira y Nelly y a merecumbés como Ven acá mi amor y El ritmo del amor.
Alberto Beltrán saca de la bitácora de su nave musical, una brújula que le señala allende el Caribe, que como andariego musical, recorrería de la Ceca a la Meca para perfeccionar su gesta con la contundencia de su voz. Es México a partir de 1958 su lugar de trabajo. Realiza actuaciones en cabarets, radio y televisión. Con la agrupación del maestro cubano Alejandro (Alex) Sosa conforma una yunta fecunda. De las numerosas grabaciones que realizaron conviene mencionar por su trascendencia: Morena, Mil cosas, Todavía tengo corazón, Arráncame la vida, Amargo llanto, Miseria, Ya no hay amigos, Amor perdido, Yo vivo mi vida, Limosnero de amor y Asombro. Después, con el Mariachi México de Pepe Villa, reitera números grabados con anterioridad: Apágame la vela, El negrito del batey, Caña brava, Mantecadito y Fiesta cibaeña. Es 1959 un año propicio para cosechar nuevos aplausos en la tierra de Bolívar. Llega al acetato de nuevo con la Billo´s Caracas Boys, para dejarnos entre otros temas: La lisa, Misiá Juanita, Batacún, Mi novia de Nayguatá. Aprovecha también su estancia y graba con la Sonora Caracas para el sello más tradicional de Venezuela, es decir, Discomoda.
En tres sesiones comprendidas entre el 5 de mayo de 1960 y el 12 de enero de 1961 Beltrán graba en Nueva York, para la casa Seeco, un buen número de páginas con la orquesta del pianista y compositor cubano René Hernández. Dejan para el recuerdo las páginas preponderantes: Esposa, Maribel, Papa Boco, Ausencia, Madre y Compasión. De nuevo, en este mismo año de 1961 lo requiere la afición patriota. Esta vez disfrutó su permanencia en Caracas grabando con Los Megatones de Lucho, un conjunto que escalaba peldaños en la sintonía. De este trabajo, evoquemos las interpretaciones de: Mecanógrafa de Tony Fergo, Mi honor de Pedro Flores, Te están engañando de Simó Damirón, y de manera singular, el afro de Ernesto Lecuona, Lamento Esclavo. En esta intervención, la voz de Beltrán se exhibe majestuosa.
La colonia latina de La Gran Manzana lo reclama en 1962 para que los deleite con repertorio nuevo. Actúa en cabarets y es cuando lo relacionan con el maestro boricua Willie Rosario, timbalero de postín y director de orquesta. Hay empatía y acuerdan unir sus talentos en grabaciones. Los apadrina el sello Seeco y es cuando aparece en el mercado el LD titulado Quiero saber. Este trabajo perdura hasta hoy, ya en el formato de disco compacto y su principal éxito fue sin duda alguna la guaracha haitiana del dominio público Haida Huo. De manera increíble en nuestras emisoras, aún la escuchamos con frecuencia moderada. En 1963 arriba al Perú, donde tradicionalmente los cantantes que han trabajado con la Matancera, han disfrutado de una aceptación espléndida. Como solía pasar en aquellos tiempos, fue acompañado por la mejor agrupación tipo sonora que han tenido los incas. Nos referimos a la Sonora de Lucho Macedo que pervivió activa durante varias décadas. En la tercera etapa de su producción musical de relevancia, de nuevo en México, se aquerencia con la música interpretada por la Sonora Salomón, del director veracruzano Salomón Jiménez. Durante ocho años a partir de 1966, graba muchas páginas que circularon por las emisoras de Latinoamérica. De entre ellas detallemos las de mayor apego: Llegaste tarde, Sin ti, Todavía tengo corazón, Señora de la noche, Invernal y Perfidia. Alberto Beltrán graba muchos acetatos para el sello Musart en 1970 en la capital mexicana, con la Orquesta de Chucho Rodríguez. Mencionemos a Señora de la noche, La peor de las derrotas, Daniel perdió a Linda y No te vayas cariñito. En 1971 Beltrán compila un LD con La Charanga Brass, un grupo acantonado en México para las grabaciones del sello Musart. De ahí salieron dos éxitos: Nosotros y Cenizas. En los arreglos se percibe la sapiencia característica del maestro Salomón Jiménez.
En algunas de las entrevistas sostenidas con El Negrito del Batey, hacia 1986, me contó lo siguiente:
---Chico, en 1972, me llevó un empresario de cuya nacionalidad no me acuerdo, nada más y nada menos que a presentarme en un night club de París. Fíjate chico, a La Ciudad Luz. Desde luego que la clientela era mayoría latinoamericana. Trabajé durante tres semanas, de jueves a sábado. Me gané unos buenos dólares. Me divertí mucho y conocí mucha gente. Fíjate que una noche, el empresario me dijo que íbamos a grabar. ¿Con quién?, le pregunté. Y me repuso: Descuida, voy a formar un grupo de músicos caribeños que viven aquí, con la dirección de uno que se llama Pancho Cataneo. Ese fue el origen del LD que se llamó Alberto Beltrán con Pancho Cataneo y su Matecoco en París. Es preciso anotar que estas grabaciones no aparecen en la discografía total de Beltrán, porque como él mismo me puntualizó al final de esta anécdota:
---No te preocupes chico que yo tampoco las conozco. Yo grabé el trabajo y a los dos días me vine para República Dominicana. No tuve oportunidad de escucharlo. Lo he preguntado, pero nada.
En este mismo año se presenta en Madrid en el Cabaret Riviera Club y después realiza presentaciones en la provincia de Santander. En 1976 le graba un homenaje al compositor cubano Salvador Veneíto, con el respaldo del Conjunto Impacto y la dirección de Papi Peña para el sello ADA (nombre de la hija del compositor). Los diez temas son de la autoría de Veneíto, quien también tuvo el orgullo de que Celia Cruz también le grabara. Dos de ellos acaparan los aplausos: el chachachá Linda matancera y el bolero Amargo llanto. Con Vicentico Valdés, en noviembre de 1978 se presentó en el Palacio de Exposiciones de Medellín, con el acompañamiento de la Sonora Matancera y su nuevo cantante, el puertorriqueño Jorge Maldonado. También estaba el cantante de planta Yayo El indio. Las agrupaciones teloneras fueron Los Éxitos y Robert y su Banda. Por parte de los integrantes de la Junta Directiva del Club Social y Cultural Sonora Matancera de Antioquia, recibieron en ceremonia emotiva, el galardón Antioquia Matancera.
Cuando comenzaba la década de los ochenta, Beltrán conquista un anhelo. Graba un LD con los éxitos del cubanísimo Panchito Riset, uno de sus ídolos musicales (también lo era Daniel Santos y Celia Cruz). La orquesta acompañante fue conducida por su coterráneo Ramón Emilio Aracena, Chiripa. Nos percatamos de la vigencia de su voz en temas como: El cuartito, De cigarro en cigarro, Cita a las seis, Abandonada y Dicen que dicen. No obstante las innovaciones no resisten ninguna comparación con las originales. En una gira promocionada por Nelson Pinedo como productor y cantante, regresa a Colombia. Esta vez escolta a Orlando Contreras, Celia Cruz y el mismo Pinedo. Transcurría diciembre de 1981. Cuco y Ramón Orlando Valoy presentan a Alberto Beltrán. Es el nombre del trabajo realizado en 1986 para el sello Fonosón, con los arreglos de Luis Pérez. La orquesta acompañante la denominan La Tribu. La Sonora Matancera se presentó de nuevo en Medellín durante tres días memorables de agosto de 1986. La estrella solista fue El Negrito del Batey. Alternaron con la Orquesta de Lucho Bermúdez y la de Fruko y sus Tesos.
El Negrito del Batey, para clausurar su carrera musical, en cuanto a grabaciones se refiere, produce en 1989 un trabajo que llamó Boleros Siempre Boleros, para el sello Sono-Rodven. Intervienen dos orquestas, una liderada por Jorge Taveras, y la otra por su coterráneo Ramón Orlando Valoy. A pesar de que Alberto se esfuerza con denuedo en cantar con su tonalidad acostumbrada, el transcurrir de los almanaques ha hecho su trabajo infalible de empastar sus cuerdas vocales. A sus 66 años, la marchitez de su voz para las grabaciones, le certifica que el retiro está cercano. Ya le sobraban muchos años para que lo llamaran joven. En su extensa y fructífera vida musical, Beltrán grabó ocho temas con la Matancera y 298 con otras agrupaciones.
No podía renunciar a la cita de los 65 años de la Sonora Matancera en 1989 en la ciudad de Nueva York; el reencuentro memorable con sus viejos colegas y amigos.
Tal conmemoración fue organizada por la influyente locutora y promotora musical puertorriqueña, Gilda Mirós. Ya sostuvimos que fue la apoteosis para todos y el adiós terrenal para varios. En agosto de 1991 vino a Colombia y específicamente a la ciudad de Cali en compañía de Nelson Pinedo, Celio González y Daniel Santos con la Sonora Matancera. La Universidad de Santo Domingo, en 1993, le concedió el Título Honoris Causa en Música y Arte. Inferimos que esto lo llenó de orgullo, como es apenas lógico suponer, pues constituye el homenaje máximo que se le hace a un artista vivo en República Dominicana. En abril de 1996 deleitó nuevamente a los barranquilleros con su caudal de voz en decadencia. Fue una persona cuidadosa de su salud. Su vida familiar la podríamos resumir así: Cinco matrimonios y cuatro hijos: Ana María Beltrán Romero, nacida en República Dominicana en 1950. Alberto Beltrán Pérez, nacido allá mismo en 1954. Berta Beltrán Cuevas, quien nació en República dominicana en 1954. Gloria Beltrán Cuevas, nacida en 1962 en México. Su última compañera y ama de llaves fue Ángela Vásquez Zarzuela, a quien con cariño le decía Morena o La India. Con sus floridos 21 años, lo asistía en sus giras, y estaba presta en todas sus necesidades. Fue su compañera durante los últimos seis años de su vida.
En los períodos de asueto le encantaba ver televisión, películas y grabar videos musicales. Refugioso, para emperezarse, se arrellanaba horas interminables en su deleite. Miami fue la sede de su residencia en la década del ochenta. De allí marchaba a los países en donde solicitaran su presencia. Luego, desencantado de la ciudad, recaló definitivamente en Santo Domingo, hogar de sus años postreros. Tenía allí un pequeño museo donde exhibía los trofeos y honores recolectados durante su carrera. Como pocos artistas, coleccionaba sus grabaciones con esmero, en discos de 78 RPM, LD y casetes. Cuando no tenía trabajo, pasaba una vida de recoleto. Apaciblemente se deleitaba dando de comer a sus animales que cuidaba celosamente: peces, puercos, pájaros y gallinas. Tenía en Miami un apartamento bien amoblado y mejor situado:
–Tengo mis ahorritos en el banco. Por eso cuando paso meses sin trabajar, no me preocupo—decía.
Para promocionarse en el mundo de la farándula, distribuía su carpeta entre los empresarios artísticos. Así se anunciaba en 1986:
Alberto Beltrán. El Negrito del Batey. Artista Dominicano.
Países recorridos:
República Dominicana: Hotel Jaragua, La Fuente, Hotel Embajador, El Mesón de la Cava y TV canales 4, 7, y 9.
Estados Unidos: Hotel Hilton, Palladium, Cabo Rojeño, Nueva York Casino, Casa Borinquen, Canales TV 41 y 47.
México: Club Pigal, Carpa México, Teatro Blanquita, Teatro Lírico, Canales TV XEW 2 y 4.
Cuba: Radio Progreso, Club Alí Bar, Sierra Club, CMQ TV 2, 4 y 6.
Venezuela: Pasapoga, Ánfora de Oro, Antigua Caracas, Canales TV 2, 4 y 8.
Panamá: Saraci Club, Hotel Panamá, Club 61, Canales TV 2 y 4.
Perú: Hotel Continental Canal TV 4. Argentina: Pinks Club, Canal TV 7.
Honduras: Hotel Honduras Maya, Club Bocaccio 3000.
Colombia: Hotel Hilton, Club Paletará, Hotel Caribe, Radio Piloto, Radio Cadena Nacional, El Toro Sentao, La Media Torta, Hotel Intercontinental, Coliseo Cubierto de Medellín.
España: Riviera Club, Nueva Romana Club, Radio Madrid, Folly Club.
Francia: Discos Balcley.
Costa Rica: Hotel Balmoral, Orquídea Club, Canales TV 4, 7 y 9.
Puerto Rico: Flamboyán Club, Canales TV 2, 4 y 11.
Ecuador: Letugan Club, Los Cisnes, Canales TV 4 y 10.
Uruguay: Pigmalión Club, Canal TV 4.
Curazao: Isla Verde Club, Canal TV 4.
Los cantantes colegas que admiró fueron, Daniel Santos, Panchito Riset y Orlando Vallejo.
Cuando estaba en Santo Domingo el 19 de enero de 1997, un accidente cerebrovascular le dejó paralizado el lado derecho de su cuerpo y su conciencia comprometida. Pronto acudieron sus hijos residentes en Miami, adonde lo trasladaron para prodigarle un tratamiento médico más avanzado. Pero desdichadamente se complicó con una neumonía y Dios dispuso que a las 11 de la noche del domingo 2 de febrero, marchara a engrosar El Coro Matancero Celestial,
otros amigos que lo aguardaban con una melodía bienaventurada muy ensayada. Su cuerpo fue trasladado a su patria dominicana, donde sus parientes le dieron sepultura cristiana, acompañados de sus amigos de la farándula y de sus fanáticos incondicionales.
Para compendiar la personalidad de Alberto Beltrán, digamos que su voz, estentórea y ostentosa, si hubiese tenido la oportunidad de educarla para la música culta, habría pergeñado jerarquía. Y sin ninguna duda, contra todo pronóstico y para desmedro de la música popular latinoamericana, habríamos estado huérfanos de su calidad interpretativa. Caso similar al del boricua Yayo El Indio Pegueros. No es menester ser doctor en música, para admirar sin resquicios la voz fúlgida del dominicano Alberto Beltrán. Potente, clara y avasallante. En su devenir cotidiano, Beltrán conciliaba la desazón con el optimismo; el desencanto con la esperanza; la decepción con el éxito. Fue humildoso en su rutina cotidiana. Enamorado de las mujeres en extremo. Nunca fue un artista económicamente ambicioso y tampoco se atildó como un cantante de la jerarquía continental de Celia Cruz, Daniel Santos, Leo Marini, o Bienvenido Granda. Pero se comportó como de la élite de la matanceromanía, que le prodigaba la fanaticada musical de la segunda mitad del siglo pasado. Le la gloria con la Sonora Matancera, al comprender que ello sería suficiente para que su nombre se nombrara en la posteridad. Fue de Quisqueya, la voz más continental de la música popular nacida en el siglo pasado, a pesar de que hemos disfrutado de la calidad interpretativa de: Antonio Mesa, Dioris Valladares, Negrito Chapuseaux, Lope Balaguer, Joseíto Mateo, Ñiñí Vásquez y Johnny Ventura. Con los cambios generacionales que nos toca vivir, es posible que para los cultivadores de las músicas nuevas, el nombre simple y llano de Alberto Beltrán, provoque un mutis en términos musicales. Pero sin sonrojarse, ratificaran que en algún resquicio de sus vidas, desprevenidamente habrán escuchado el restallante apelativo de El Negrito del Batey. Por ello es merecedor de que al evocar sus canciones, acuarteladas en el tesoro de nuestras memorias, le continuemos guardando un cariño singular. Eso para él, es suficiente.
Alberto Pérez
Ambientando en México al llegar de Cuba en 1960, fue enrolado. El día 13 de agosto graba sus cuatro páginas con la Matancera y es el ritmo guapachá, Claro, la primera de ellas. Realizó coros en los temas musicales de la cinta Amorcito corazón con Rogelio y Willy. Duró pocos meses con el conjunto. No entendemos porqué luego no se conocen sus realizaciones con ninguna otra agrupación.
La interpretación del melodioso y enamorado bolero Yo no sé que me pasa, original de Humberto Jauma, le confiere pasaporte a Alberto para pasar a la posteridad. Su esposa fue Julita Borrel, una de las cuatro Mulatas de Fuego, legendarias bailarinas cubanas, que al calor y enseñanzas del coreógrafo Rodney, deleitaron con sus cimbreantes cuerpos a los asistentes de sus espectáculos. Acudió presto a la cita de los 65 años del conjunto en La Capital del Mundo y allí quedaron sus impresiones en el video para la posteridad, porque fatalmente nos abandona a los seis meses, víctima del matancero y traicionero infarto, el 27 de diciembre de 1989, en la ciudad de Miami.
GRABACIONES DE ALBERTO PÉREZ SIERRA
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
13-8-1960 Claro Seeco Eridania Mancebo Guapachá
2
13-8-1960 El chivo Seeco Vinicio González Guaracha
3
13-8-1960 El traguito Seeco Raimundo Elpidio Vásquez Guapachá
4
13-8-1960 Yo no sé qué me pasa Seeco Humberto Jauma Bolero
Alfredito Valdés
Heredero de una prosapia de antología en la historia musical cubana. Nació en la capital en 1908. Fue el mayor de la dinastía Valdés, donde se destacaron con lujo de competencia sus hermanos Oscar y Vicentico. Sus comienzos musicales datan de 1930, año en el que hace parte del prominente Septeto Nacional, dirigido por Ignacio Piñeiro. La tradición sonera cubana de esta época, sitúa su voz al lado de la de Bienvenido León, segunda voz; José Jiménez, también primera voz; y el legendario trompetista Lázaro Herrera. Alfredito logra registros importantes como: Entre preciosas palmeras, Lindo yambú, Cómo voy a sufrir, Qué bonito es y Descanso.
En diciembre de 1936, le corresponde reemplazar en la Orquesta de Cheo Belén Puig, al Divo de la Voz de Cristal, Pablo Quevedo, quien había fallecido prematuramente a los 28 años, cuando era el ídolo popular de las multitudes. Para la posteridad, Alfredito dejó varias grabaciones con esta agrupación. En 1937 viaja a Nueva York y canta con el catalán Xavier Cugat temas como Bruca Maniguá y Habanera. De regreso a su patria canta pregones en la cinta cubana Estampas Habaneras. Con el Cuarteto Caney de Fernando Storch canta a dúo con Machito las páginas musicales, Juramento en las Tinieblas y Guajira Guantanamera. Se enrola en el ascendente Conjunto Casino mediando la década del 40, cuando mandaba la trilogía del grupo, Faz, Espí y Ribot. Corría el segundo semestre de 1947, y Alfredito es invitado para grabar con los matanceros. Para la firma Panart lleva al microsurco las páginas: Pórtate Bien, Palito de Tendedera y El Dedo Gordo. No se conocen otros registros con la Sonora. En 1949 retorna a la Capital del Mundo para grabar en compañía de su hermano Vicentico, con la recién formada banda de Tito Puente. Colma las expectativas de los espectadores en sus actuaciones en Panamá a finales de este año. En el decenio del cincuenta trabaja con varias agrupaciones del mundillo farandulero de La Habana y Nueva York. Con su hijo y pianista Alfredo Valdés Jr. se vincula con su charanga, al movimiento que lideraban los pachangueros: los hermanos Palmieri, Joe Quijano, Johnny Pacheco y Ray Barreto. Su número Carmelina, tuvo gran impacto, por su peculiar estilo de frasear.
Iniciando la década del 80, vuelve a grabar con su hijo un LD titulado La fiesta no es para feos. Pero es Roberto Torres, quien lo lanza de nuevo a la popularidad con el álbum, Alfredo Valdés recuerda al Septeto Nacional. Allí reviven los viejos sones: Don lengua, Canto a la vueltabajera, Cómo voy a sufrir, Guanajo relleno. El viernes 28 de octubre de 1988, la ciudad de Nueva York, fue testigo de la despedida de un grande de la música popular cubana.
GRABACIONES DE ALFREDITO VALDES
CON LA SONORA MATANCERA
NUMERO Y FECHA DE GRABACION TITULO SELLO AUTOR RITMO
1
1947 El dedo gordo Latin American Fernando García-Pedro Guido Guaracha
2
1947 Palito de tendedera Latin American Carlos Santacruz Son montuno
3
1947 Pórtate bien Panart ? Guaracha
BIENVENIDO GRANDA: “El Bigote que Canta”
Bienvenido Rosendo Granda Aguilera, era su nombre completo y nació el lunes 30 de agosto de 1915, en el hogar de José y Teodora, residentes en el tradicional barrio de Jesús María de La Habana. En este popular barrio también llegaron al mundo Silvestre Méndez, Yoyo Casteleiro y Javier Vásquez. Moisés Simons, el egregio compositor de El Manisero, a comienzos del siglo veinte, había sido organista a sus 10 años, en la iglesia de este barrio. El día de nacimiento de Bienvenido, es el onomástico de Santa Rosa de Lima y la familia esperaba una mujer. Al nacer un varón le adjudicaron el Rosendo. Muy pronto quedó huérfano de padre y a la edad de 6 años el niño hubo de montarse en las guaguas, para cantar tangos, la música de moda en aquellos tiempos, en contraposición al autóctono son oriental. Esta actividad lo maduró rápidamente. A los 12 años ya era un veterano profesional del canto.
Para 1935, y como vocalista, encontramos al joven Bienvenido haciendo parte del Sexteto Carabina de Ases, que era dirigido por Mariano Oxamendi y contaba en la trompeta a Félix Chapottín, reputado como el máximo trompetista del son. Granda va modelando su temperamento calmado y jovial. En 1936 ingresó al promocionado Septeto Nacional, fundado por Ignacio Piñeiro. Allí compartió honores con artistas como Marcelino Guerra Rapindey, Alfredito Valdés y Cheo Marquetti. Grabó sus dos primeros números: A gozar la conga y Juramento en la tiniebla. Se retira en 1937. En diciembre de 1941 a La Habana llega el renombrado Cuarteto Marcano de Puerto Rico y con ellos graba los temas Dulce desengaño y Desvarío. El cuarteto estaba integrado por Pedro Piquito Marcano, Claudio Ferrer El Rey, Víctor Mercado Vitín y Leocadio Lalo Martínez. En mayo de 1941 graba también con el Trío Servando Díaz dos números: Feliz viaje y Majadera.
La Sonora Matancera buscaba un cantante de planta de categoría, para rivalizar con las otras agrupaciones que se estaban armando con excelentes voces. Humberto Cané para experimentar otras polifonías, sale de la Sonora no sin antes relacionar a Bienvenido con su padre, Valentín Cané, el fundador de la Sonora Matancera. Bienvenido ingresa el 16 de diciembre de 1945, como el cantante de planta y corista, comenzando una épica era, tanto para la Sonora como para el cantante. Granda era bolerista y guarachero y con su carisma se granjeó las simpatías del pueblo habanero. Precisamente en este ambiente de farándula y cuando realizaba con la Matancera una actuación, conoció a Cruz María Acosta, una bella y rubia habanera que en 1948 se convertiría en su única esposa por toda la vida. Previamente, Bienvenido había tenido un desliz amoroso con otra joven cubana, del cual nació Rosendo quien fue su primogénito.
En 1946 y para el sello Panart, comienza una arrolladora carrera de grabaciones con la Sonora, cuando imprime en el microsurco la guaracha de Iván Fernández, Dice mi gallo. Siguen en orden cronológico: El cuento del sapo, Echa pa’lla chico, La ola marina, Acomodando y Camina Juan Pescao. Bienvenido, con su atrayente personalidad y su voz deliciosamente nasal, se convirtió en atracción donde quiera que se presentaba nuestro conjunto. Sus grabaciones se sucedían por marejadas. Le correspondió dar el cordial saludo, cuando con expectativa, en 1948, Daniel Santos se convirtió en el cantante invitado de la Sonora Matancera. Le hizo los coros con Caíto y Rogelio. Con la mediación de la crítica especializada, este coro se apropió del lugar cimero donde lo encontramos hoy. La historia no narra que Daniel y Bienvenido hayan sido rivales artísticos. Cada uno en lo suyo. Por el contrario, fueron grandes amigos y colegas. Esto para ambas fanaticadas que hoy, se disputan el privilegio de ser cada una la más caudalosa.
Cuando la Matancera realizaba sus presentaciones en vivo en Radio Progreso con la presencia de Bienvenido, al locutor Israel Pimentel Molina, le provocó anunciarlo, debido a su mostacho negro y abundante, como El Bigote que Canta. Ahí quedó rebautizado para siempre. Con la Sonora estuvo tres veces en gira artística por Haití en 1951 y con ella participó en las cintas El ángel caído, Ritmos del Caribe, La mentira y Me gustan todas. Las últimas grabaciones de Bienvenido con la Matancera fueron realizadas el 9 de febrero de 1954: Pecaste de infiel y Sujétate la lengua. Jamás regresarían juntos al acetato. El Bigote que Canta trabajó con la agrupación hasta la segunda semana de marzo de 1954. Nelson Pinedo asegura que sin querer e indirectamente, tuvo culpa en el retiro de Bienvenido. Lo recomendó para trabajar en Barranquilla con Robertp Sper, propietario de Almacenes Robertico, ganándose 1.500 dólares a la semana, suma bastante importante para aquellos tiempos. Parece ser que El Bigote, sin meditarlo dos veces y ni corto ni perezoso, se vino para Colombia sin permiso expreso de don Rogelio. Es comprensible y por el talante autoritario del director, que al regresar ya no tenía puesto dentro del grupo.
Los integrantes de la Sonora Matancera, en el momento del retiro de Bienvenido, eran los siguientes:
Rogelio Martínez Díaz, director, con la guitarra.
Carlos Manuel Díaz Alonso, Caíto, corista y maraquero.
Lino Frías, en el piano. Calixto Leicea, primera trompeta.
Elpidio Vásquez, con el bajo. Pedro Knight, segunda trompeta.
José Rosario Chávez, Manteca, en los bongós.
Ángel Alfonso Furias, Yiyo, en la tumbadora.
Una de las facetas que Bienvenido poco cultivó, fue la de compositor. De los 47 cantantes, que hasta ahora, han grabado con la Matancera, hemos privilegiado cuatro, como cantautores insignes: Bobby Capó, Daniel Santos, Elliot Romero y Myrta Silva. Curiosamente, los cuatro son puertorriqueños. Detallemos, las páginas musicales grabadas con la Matancera y que llevan la firma de Bienvenido como compositor:
1. Ten piedad, bolero.
2. Pasión extraña, bolero.
3. Mi bandera, con Calixto Leicea y Lino Frías, bolero-guajira.
4. Me alejaré, bolero.
5. Mi dolor, bolero.
Además, hay dos temas de su firma, tomadas de las actuaciones, en vivo, con la Sonora Matancera:
1. Bangán.
2. Bola de qué.
Otro aspecto de Bienvenido para destacar, en su trabajo con la Sonora, gracias a su perfil de bolerista y guarachero, fue el de erigirse como el cantante de planta estelar, por antonomasia,
entre quienes han tenido el privilegio de actuar con el conjunto yumurino. Los cantantes de planta, o de plantilla, como suelen afirmar los cubanos, se integran a la nómina de la agrupación, diferentes a sus colegas invitados, que tan sólo llegan para actuaciones y grabaciones. Por ende, les corresponde a los de planta, poner su voz en el coro y también plasmar sus voces como solistas. La lista de estos cantantes, a lo largo de tantos años de espectáculo, con la Sonora Matancera, presentémosla así:
1. Bienvenido Granda (1945-1954).
2. Estanislao Sureda, Laíto (1954-1955).
3. Celio González (1955-1960).
4. Willy El Baby Rodríguez. (1960-1965).
5. Justo Betancourt. (1966-1971).
6. Yayo El Indio. (1971-1994).
Esto conlleva a afirmar, que las intervenciones de todos los demás, se catalogan como las de voces invitadas.
En mayo de 1954 encontramos a Bienvenido grabando con la orquesta del pianista René Hernández dos tremendas páginas: Seré tu amigo y Óyeme mamá. Trabaja después con Eulogio Yoyo Casteleiro y con Silvio Contreras. Graba con el Conjunto Gran Habana para la empresa Seeco temas como: Dime por qué, Pantaleón y Salvadores del mundo. En mayo de 1955, va a Costa Rica. Se presenta en la sala de baile La Pila Violo, con el acompañamiento de la Orquesta Maryval, orientada por Juan Valverde. Lleva como su pianista y arreglista de cabecera, al músico cubano, Silvio Contreras. El escritor y matancerólogo costarricense Mario Zaldívar Rivera, refiere que desde aquel tiempo, el Bienve ya estaba acostumbrado a portar consigo, y para todas sus actuaciones, un maletín negro en donde llevaba las partituras de la música que interpretaba. Costa Rica ha sido siempre una tierra fértil para la música cubana. Ya avanzada la carrera musical de nuestro Bienvenido, en 1976, es contratado de nuevo, para otras presentaciones en Costa Rica. Esta vez, es acompañado por la Sonora X, agrupación creada en Santo Domingo de Heredia y dirigida por el cantante Mario Castro. La fanaticada se dio cita en el Centro Nocturno Belviu de la Avenida Central en San José de Costa Rica, para aplaudir a El Bigote. En esta p asantía, y en determinada ocasión, durante un ensayo, Bienvenido, se mostró fatigado. Mientras los músicos afinaban sus instrumentos, y esperaban su turno, él pasó a otro cuarto pequeño, y sentado en una butaca, se sumergió en las delicias de una siesta. Esta circunstancia fue aprovechada por un instrumentista del grupo, para escudriñar en su inseparable maletín, depositado sobre una mesa cercana. Allí, estaban las partituras originales de sus arreglos. Como una ráfaga, el músico se las ingenió para fotocopiarlas y, sin mediar aspaviento alguno, las regresó a su sitio en la valija. Nuestro cantante, nunca se enteró de esta pilatuna. La Sonora X, interpreta desde entonces, la temática matancera, con una fidelidad que asombra. Fundada el 23 de febrero de 1973, este grupo, todavía continúa vigente en su patria.
El Bienve regresa a Barranquilla, en junio de 1955, y canta en clubes y radioteatros, como el Bolívar y La Bamba. Con frecuencia se le veía en el Café Roma, reconocido sitio de tertulias del Paseo Bolívar. La indumentaria con la cual se paseaba, en algunas veces, por las calles de Barranquilla y Cartagena, (vestir a loa pachuco),para nuestra época actual, podría parecer estrafalaria. Mas, para su tiempo, era utilizada por muchas estrellas de la pantalla y la canción. Al cómico y cantante mexicano Tin Tan, lo llamaban El Pachuco de Oro, porque la exhibía, con decoro, en sus películas. Con el acompañamiento de la Sonora Tropical (Los Rítmicos), dirigida por el maestro Juancho Esquivel, entre julio y agosto de 1955, el Bienve graba varios números para Discos Tropical. De este ramillete, descollaron: Desastre, No, no, no qué va, La maquinita, Carolina, No creo en mujeres, Mi amarga decepción, El chupaflor y La puya guamalera.
La Capital de la Montaña, como también se le llama a Medellín, en 1955, era un pueblo con razonables aspiraciones de ciudad. Desde el comienzo del decenio, comenzó a ser anfitriona de elencos musicales, de variada categoría, espectáculos de farándula, artistas nacionales y extranjeros. Todos ellos, ponderaban su clima y la hospitalidad de su gente. Se afianzaban con sus ventas en alza, varias empresas disqueras que contrataban a muchos artistas para grabarlos. La música cubana, con sus solistas grandiosos, era apreciada con respeto y entusiasmo. En la primera semana de agosto de 1955, la clientela antioqueña aplaudió con entusiasmo, a tres grandes instituciones de la música cubana: la Sonora Matancera, Benny Moré con su Tribu y el Trío Hermanas Lago. Para octubre de 1955, Bienvenido llega a Medellín, considerada entonces, como la capital del disco en Colombia.
El Bigote, patenta diez fonogramas con la Sonora Antillana, dirigida por Edmundo Cabecenido Arias, ilustre músico colombiano. Hacemos nuestras, varias páginas de importancia: Miénteme, Hay que casarse, Corazón sin puerto y Dolor de ausencia. Edmundo Arias, fue un músico polifacético: compositor, arreglista, director de orquesta e intérprete de varios instrumentos, tales como el bajo, el clarinete, el piano, la guitarra, y, de manera especial, la lira, instrumento de sus amores. En la capital paisa, epicentro colombiano de la farándula de antaño, deslumbró con su potencial de músico de excepción. El maestro Edmundo, profesó una devoción ciega por la música cubana. Desde siempre, admiró a la Sonora Matancera con Bienvenido Granda y Daniel Santos.
Durante esta temporada, de El Bigote, en la Ciudad de la Eterna Primavera (otro nombre dado a Medellín) confinó en las pastas, 10 números con la agrupación del maestro Edmundo. La misma casa Silver, en noviembre de 1955, aprovecha la residencia en Medellín, del inmenso Lucho Bermúdez con su orquesta, que para ese tiempo, amenizaba las veladas bailables de la alta sociedad, arremolinada en los lujosos salones del Hotel Nutibara y del Club Campestre. Pone bajo su dirección, un grupo de grabación, con varios de los integrantes de su orquesta, y le adjudican el nombre de la Sonora Silver. Grabaron, entre otros números: No te debo querer, Consuélame, Háblame y júrame, Por mi mala estrella, Mi gran tesoro, Besos de hada. Fueron 21 temas, en total.
Alberto Maraví, es un peruano genuino, embebido, desde hace mucho tiempo, por las tonadas de la música popular. A finales de 1955, Alberto Maraví, se desempeñaba como locutor y programador musical, en CX36 Radio Centenario de Montevideo, Uruguay. Allí, lideraba los programas diarios, Postales del Caribe y Nocturnal Antillano. Fue en abril de 1956, cuando Alberto se topó con Bienvenido en Buenos Aires, Argentina y lo contrató para actuar en las audiciones del programa nocturno, Luminarias General Electric. Su éxito apoteósico, propició otra semana adicional del contrato, en la capital uruguaya. Alberto Maraví al poco tiempo llevó a Bienvenido al Brasil, lugar de sus siguientes cumbres musicales.
La Sonora Matancera y Bienvenido Granda fueron contratados cada uno por aparte, para actuar en Santo Domingo en el aniversario de La Voz Dominicana. Embelesaron a la caudalosa asistencia de los diversos espectáculos, desde el 29 de julio hasta el 4 de agosto de 1956. Lo relacionaron con Eulogio Yoyo Casteleiro, importante director musical cubano, que estaba en el comando de la Orquesta Angelita, una big band al servicio de La Voz Dominicana. Cosecharon muchas ovaciones. Para las actuaciones del Bienve en la pantalla chica, le conformaron una agrupación tipo sonora, y la llamaron Conjunto Televisión. El Bigote realizó su primera visita al Perú, el 20 de agosto de 1956. En Lima, la capital, actuó en Radio América. Luego realizó una gira por el norte del país. Trabajó en las ciudades de Trujillo, Chiclayo y Piura. Pasó dificultades para transportarse, debido a un crudo invierno, causante de varias tragedias. El Bigote que Canta, en julio de 1966, visita por segunda ocasión al Perú. Con Nelson Pinedo, actúa en aclamados shows en el Grill Costa Azul de Lima. En el canal 5 Panamericana TV, con la animación del chileno Enrique Maluenda y respaldado por la orquesta del músico peruano, Joe Di Roma, canta temas de actualidad: Maldito licor, Doña Mariquita, Declárate inocente y P de parada. Con Pinedo, recibe vistosos pergaminos obsequiados por El Club Ritmo y Sabor, que premiaban sus carreras musicales. El Bienve, aprovechó esta visita limeña y acordó con la empresa IEMPSA (Industrias Eléctricas y Musicales Peruanas S. A.), grabar un LD, con el acompañamiento de este artista peruano de renombre y su grupo. Lo titularon: Bienvenido Granda con la Sonora de Ñico Estrada. Algunos fonogramas de este trabajo son: Amor de medianoche, La cumbia reina, El pito del tren, Sinceridad y Plegaria a la virgen.
El 2 de marzo de 1957, Bienvenido aterrizó con su maletín lleno de música, en el aeropuerto internacional de Maiquetía, distante 26 kilómetros de Caracas. En sus pensamientos, tenía la convicción de deslumbrar con su arte, a la fanaticada matancerómana de la capital venezolana. Su cita allí, obedecía al contrato para cantar con sus otros dos colegas en la canción: Daniel Santos y Alberto Beltrán. Los tres, ofrecerían un show irrepetible, de la mano de la excelencia de sus interpretaciones. La ardentía y tonalidad de sus voces estaban intactas. Ese mismo día comenzaba la celebración carnestolenda en Caracas de las fiestas tradicionales del carnaval. La actividad musical de los tres cantantes, se centró al día siguiente, en una función especial efectuada en el cabaret El Cimarrón, en el mezanine de Las Torres del Silencio. Fueron acompañados por la reconocida Sonora Caracas. La dirigía el compositor, arreglista y trompetista, José del Valle Bustamante. Allí, entre sus integrantes estaba Carlos Guerra, un trompetista, trombonista, arreglista y compositor extraordinario. A los dos días, los mismos artistas se presentaron en televisión, ambientando el sorprendente Show de Víctor Saume, número uno en popularidad. Hasta allí llegó el empresario discográfico colombiano, César Roldán, propietario del sello Discomoda, quien les propuso realizar ensayos conducentes para dejar en el acetato un buen número de fonogramas. Todo se convino amistosamente, y así fue como los tres artistas, como fruto de una labor de dos semanas, nos dejaron páginas imborrables que robustecieron sus discografías. Por aquel tiempo, nuestro compatriota y cantante, Rodrigo Soto, comenzaba su leyenda venezolana y fungía como director artístico de Discomoda. Bienvenido Granda recibió la asistencia del maestro Soto en las fechas que narramos, para que Carlos Guerra, le posibilitara grabarle tres páginas: La semana, Vente mi negra y Sé perder. Apuntemos los otros números dejados por El Bigote, en los acetatos del sello Discomoda de aquel tiempo: Corazón borracho, Como baila, La rumba pa qui, Te miro en la copa, Es el amanecer y otros. De este ramillete venezolano, la celebración perdurable la alcanzó el bolero Sé perder.
El Bienve se convertía ya, en patrimonio de los latinoamericanos. Causaba sensación en donde llegaba, y sus páginas respaldadas por la Matancera, encabezaban las preferencias. Su mostacho, es de fama continental. Hasta chistes, unos buenos y otros no tanto, le improvisaban sus admiradores, espoleados por las crónicas cantinflescas de los escritores de farándula. Antes de abandonar su Cuba natal para siempre, se asocia con su paisano, Eulogio Yoyo Casteleiro, quien pone a su disposición su grupo, y entre noviembre de 1957 y enero 1958, graban en el sello Panart, varios microsurcos: Contéstame, Ríete de mí, Maracanghala, Ódiame, Raíces venenosas, hasta completar 24 páginas.
Es interesante señalar que para 1957, Bienvenido Granda estaba pegado en las radios brasileñas con su interpretación de su cañonazo, Angustia, uno de los diez temas extranjeros más solicitados de aquel año. La canción Perfume de gardenias, se convirtió en un éxito extraordinario. Para diciembre de 1959, la entidad encargada de la clasificación de la música popular, en ese gigantesco país, publicó la lista de los 100 éxitos. Es contundente afirmar que la voz de Bienvenido Granda, cautivó desde su visita inicial a esta tierra, y perfume de gardenias fue incluida en un honorífico octavo lugar. Otro LD grabado en 1964, denominado Palabra de cariño, consta excelentes fonogramas: Abrázame (enorme éxito en América Latina de Anísio Silva), Soñar contigo, Ricos besos, Dedo de guante, Por qué no te quedas, Palabra de cariño, Estoy pensando en ti, Todo de mí, Secreto, Todo el mundo sabe. Estos temas se hicieron sobre las mismas pistas (play back) de los grabados por Miltinho, con la Orquesta Latina del uruguayo Pocho Pérez (Rubén Alfredo Izzi).
La cuarta y última visita de nuestro cantante, a la tierra de los magos del fútbol, es del año 1966. En este momento graba un LD para el sello R.G.E., propiedad de José Scatena, (que contaba con el sello Premier, como subsidiario). El álbum intitulado Sinceridad, contiene 12 páginas y fue publicado en 1967: Entre otras están: Lavandera, Ofrenda, Sentimental demás, Que quieres tú de mí, El pito del tren, Sombrero de tres picos, y Querido Río (este último tema es original de Bienvenido Granda). La producción y arreglos, corresponden a Francisco Moraes. Se ausculta que el impacto de Bienvenido Granda, fue mayúsculo. Es incuestionable el propósito deliberado del Bienve, de conquistar el mercado discográfico brasileño. En aquellos años, esa tarea era titánica, pues había que vencer la barrera del idioma, la extensión territorial del Brasil, y sobre todo, la escasa experiencia que se poseía, en materia de expansión comercial, de la música popular latinoamericana en otros ámbitos. A todas luces, el esfuerzo fue pionero y efectivo. Todavía se encuentran en las ventas de discos, de las ciudades brasileñas, álbumes de Bienvenido Granda. Como homenaje de agradecimiento al Brasil, Bienvenido compone y graba el tema, Querido Río, en ritmo de bolero son, y con acompañamiento orquestal, en donde, con letra sencilla, expresa su gratitud eterna, a la tierra que lo acogió de modo ferviente. Fue tanta la popularidad que tuvo Bienvenido Granda, durante el decenio de 1960 en el Brasil, que después, algunas voces nacionales, regrabaron sus temas con otras orquestaciones. Por ejemplo, en 1981, el cantante Waldik Soriano, grabó un LD para la RCA brasileña, con temas como: Perfume de gardenias, Señora, Angustia, No toques ese disco, etc. Es preciso afirmar concluyentemente, que no ha existido otro cantante cubano, cuyos triunfos hayan sido ponderados, a espuertas, en la patria de Pelé, El Rey del Fútbol. Las actuaciones de El Bigote en Brasil, vistieron de aplausos la música cubana.
La carrera musical de Bienvenido prosigue en la ciudad de México, donde fija su residencia. Llega por vez primera, el martes 25 de marzo de 1958 Allí se presenta en la radio, la televisión y en clubes nocturnos. Se le dio gran acogida y adopta a México como su segunda patria. La archiconocida XEW, La Voz de América Latina, le facilita al Bienve sus micrófonos. Los proscenios de los encumbrados teatros, Blanquita, Iris y Lírico. Realiza grabaciones con numerosos grupos: la Sonora Mexicana de Rómulo Morán, con la que repite algunos éxitos logrados con la Matancera, el Cuarteto de Oro, la Sonora Veracruz de Pepe Vallejo, la Orquesta de Salomón Jiménez, el Mariachi Oro y Plata, el Mariachi México y el Conjunto de Armando Manzanero. Formó parte del elenco artístico del empresario y músico Guillermo Vallejo, en las llamadas Caravanas Corona, alternando con cantantes como Javier Solís, Lola Beltrán, Lucha Villa, Virginia López, Fernando Fernández e infinidad más. Sus caballitos de batalla en México eran los temas Óyeme mamá y Doña Mariquita. Por aquella época triunfaba en México nuestro compatriota y eximio compositor, José Rubén Márquez. Para el sello Musart y con el respaldo del Mariachi México, graba, Sé, una página histórica. Nuestro gran escritor Gabriel García Márquez, residente en los años sesenta en ciudad de México y cuando escribía su obra cumbre Cien Años de Soledad, que le merecería el Premio Nobel de Literatura de 1982, se convirtió en fanático furibundo de Bienvenido: “Yo llegué a admirar tanto a Bienvenido Granda, que siempre he creído que yo me dejé el bigote para toda la vida por Bienvenido Granda, que lo llamaban ‘El Bigote que Canta’ y en México en los momentos de su gran apogeo, yo usaba el bigote muchísimo más grande y más poblado que ahora y me llamaban los compañeros de trabajo ‘El Bigote que Escribe’. En México donde quiera que se presentaba Bienvenido Granda, yo lo seguía y continuaba teniendo ese chorro de voz tan extraordinario”.
Sonora Matancera con Bienvenido en Mexíco 1975
En Hollywood los críticos latinos de la farándula, le conceden en 1976 el Disco de Oro, por su rutilante carrera musical. Su última visita a Colombia, ocurrió en julio de 1977, cuando trabajó en Medellín, Cali y Bogotá. En Medellín, se presentó en el Grill de Las Estrellas, del sobresaliente Hotel Nutibara, acompañado por la Orquesta Superstar, dirigida por el maestro caldense, Guillermo González. Allí recibió una placa dorada, evocadora de su estupenda carrera en la música popular, por parte de los directivos del Club Social y Cultural Sonora Matancera de Antioquia, una entidad sin ánimo de lucro y que propende, desde el 18 de septiembre de 1976, por la difusión de la música cubana, representada en la Sonora Matancera, en el territorio colombiano y en muchos otros países. Su figura conocida y frágil, estaba peripuesta, con el cabello algo ensortijado, teñido quizás, y las consabidas arrugas en su rostro jubiloso. La sonrisa, debajo de su bigote reteñido, se antojaba franca. Trasuntaba el efluvio de la gran figura de la canción que era. Las actuaciones postreras en Medellín del Bienve, tuvieron su epicentro desde el jueves 14, hasta el sábado 16 de julio de 1977, en el Grill Hostería Guadalajara. Fue acompañado por El Combo Bravo, bajo la dirección de Narciso Martelo. La cantante Leidy Arias, por ese tiempo, esposa del maestro Edmundo Arias, actuó como telonera en aquel espectáculo con El Bigote.
Celio González, Claudia Islas y Bienvenido
Las grabaciones postreras de Bienvenido, datan de 1978. Estas dos últimas camadas, fueron para la subsidiaria mexicana DIMSA. En un trabajo, fue secundado por la Sonora Mexicana, de Rómulo Morán. Mencionemos los temas: Morena, No toques ese disco, Perfume de gardenias, Nuestra realidad, Me equivoqué contigo. En el otro LD, figura con el respaldo de la Sonora Azteca, de Miguel Ruiz con temas archiconocidos como: En la orilla del mar, Angustia, Ojos malos, La canción del borracho, Señora, Soñar. Estas nuevas versiones de las antiguas páginas llevadas al disco con los yumurinos, no es mera coincidencia. Nuestro artista, estoy seguro, ya presentía muy cercana su partida. Acotemos también que en estas páginas, el timbre de su voz se percibe todavía, decoroso y sugestivo. Distinto a lo escuchado en otros cantantes, cuando el otoño de su voz, los apremia a gritar, para significar que todavía siguen vigentes en la música. En estas interpretaciones postreras de Bienvenido, su entonación no se aparta de la naturalidad. Sin ausencias, sin estridencias de pésimo gusto, deslustradoras de su calidad.
El Bigote que Canta, fue hospitalizado el 4 de julio en la Central Quirúrgica de la ciudad de México. El diagnóstico médico fue: cáncer de las glándulas suprarrenales con metástasis pulmonares. Muere en los primeros minutos del sábado 9 de julio de 1983. Ese mismo día es sepultado en el lote de actores del Cementerio Jardín, ceremonia a la cual concurrieron todos sus amigos y una muchedumbre de admiradores. Un prestigioso diario manito describió así:
La Prensa, México D.F., domingo 10 de julio de 1983 “DRAMÁTICO ADIÓS A BIENVENIDO. Cantaron, Luna, tú que la conoces, dile…, el pueblo lloró la muerte de El Bigote que Canta. Dramático adiós a Bienvenido Granda. Era la hora de su partida. Hombres y mujeres, no podían contener el llanto, otros abrazaban el ataúd y de pronto, se escuchó: Luna, tú que la conoces, dile que la quiero, que solo la espero en la orilla del mar. Un silencio, y después vinieron los últimos aplausos para El Bigote que Canta que ayer, al filo de las 14:15, horas fue sepultado. Doña Cruz María de Granda, su esposa, se encontraba inconsolable; su hijo Bienvenido Granda Jr., estaba desecho y no era para menos, El Caballero de la Música Tropical, había cumplido su misión, que era haber llevado alegría con su voz, a los pueblos de habla hispana”.
El Bigote que Canta, durante su existencia irradió jovialidad y alegría. Fue ídolo por numerosas latitudes, en donde demostró sus excelsas cualidades vocales. Su cantar cosechó aplausos a granel, dejando una eufórica fanaticada que continúa tarareando sus canciones, como si apenas acabaran de grabarse. Bienvenido es noche y día en el bolero. El Bigote es norte y sur en la guaracha. La música popular no habría sido la misma sin Bienvenido. Los enamorados no se hubiesen acariciado En la orilla del mar, declarándose su Amor del alma. Los amantes del baile, quedarían truncos sin marcar los compases de El velorio y Qué dichoso es. Su interpretación de los cimeros boleros Allí donde tú sabes, Al fin llegaste, Con cuanto amor y Oro falso, entre otros, constituyen su solicitud de ingreso al prestigioso club de Los Grandes del Bolero de todas las épocas. Si queremos deletrear tres adjetivos que nos rememoren al Bigote que Canta, tendremos que pronunciar: Apacible, Trascendente e Inolvidable. BIENVENIDO será siempre BIENVENIDO.
“Luna ruégale que vuelva
y dile que la espero
muy solo y muy triste
en la orilla del mar...
Recuerdos muy tristes me quedan
al verte en la noche alumbrar
recuerdo sus labios sensuales
y su dulce mirar
mi gran amor...”
La suma de las grabaciones de Bienvenido Granda en su peregrinar terrenal es: con la Sonora Matancera 217, y con las otras agrupaciones 447. En total: 664.
CARLOS MANUEL DIAS ALONZO “CAITO”:
Sonora Matancera en Medellín 1978
Nació en la ciudad de Matanzas el miércoles 8 de noviembre de 1905. Caíto es el diminutivo de Cao, apelativo con el cual era conocido su padre don Manuel Díaz, casado con doña Margarita Alonso. Su padre trabajaba la talabartería. El hogar se mantenía colmado con los diez hijos. Desde muy niño se aficionó por la pesca y aprovechó la cercanía del mar a su residencia, para convertir en su trabajo cotidiano, lo que había comenzado como entretenimiento. De manera simultánea gustaba harto de la música y tocaba las maracas, acompasándolas con su canto. El guitarrista José Manuel Valera, integrante de la Tuna Liberal, después de escucharlo cantar, lo recomendó con el director Valentín Cané. Caíto, ante la perspectiva de mejores ingresos económicos, abandonó el chinchorro para dedicarse con el alma entera a la música.
Cuando ingresó a la Tuna Liberal en 1926, por su voz de soprano o de falsete (llamada en Cuba Voz de vieja) propició el cambio de nombre de la agrupación a Sexteto Soprano. Estremecía las maracas con asombrosa propiedad, maracas confeccionadas con gran esmero, por su ingenio. A sus amigos predilectos solía regalarles un par de maracas de su hechura, como señal inequívoca de amistad y cariño. Para los entendidos, en Cuba han existido tres maraqueros de postín: Caíto, Ñico Saquito y Mario Recio. Como solista tuvo sus actuaciones en el acetato con la Matancera. En total fueron diez números: Pa’congrí de Calixto Leicea y Coquito acaramelao para la RCA Victor; De rama en rama, una guaracha de Vinicio González. Corte de tubo, guaracha de M. Molinet, ambas grabadas para la Panart en 1944. La rumbantela en dos versiones, Conga en la calle de Calixto Leicea, Rumbambaramba, la guaracha rumba también de Calixto para la Stinson y Papá Lázaro, un tema con ritmo contagioso, para el sello Bárbaro, grabado en 1983. De manera tan providencial como increíble, el pasado año de 2011, nuestro amigo y matancerólogo mexicano Arturo Yáñez Vergara, descubrió una página nueva en la voz del inolvidable Caíto: Hay qué vivir el momento, bolero del mexicano Miguel Ángel Valladares, para el sello Panart.
Caíto con su timbrada voz enalteció el coro del conjunto, que fue otra de las indelebles cualidades que han hecho trascendental a la Sonora Matancera. Carlos Manuel en varias grabaciones tocó la tambora, (le enseñó Alberto Beltrán), especialmente en ritmos de merengue. Lo hacía con una sapiencia deslumbrante. También como autor se le conocen los siguientes temas: Así es borinquen (Celio González), No te boté (Tony Díaz), Hoy sé que vuelves (Willy Rodríguez) y Merengue arrimao (Celia Cruz). En lo personal, Caíto, se constituyó en toda una institución dentro de la agrupación. Era extremadamente apreciado por todos los públicos. Me atrevería a afirmar que fue entre los integrantes de la Sonora, el músico más querido por todos los públicos. La mención de su nombre entre la matanceromanía de toda América, ha sido sinónimo de sencillez, simpatía, y jovialidad.
A comienzos del decenio del ochenta, comenzó a padecer una insuficiencia cardíaca, que le impidió en varias oportunidades acompañar al conjunto en sus periplos contratados. Esto mortificaba demasiado al director don Rogelio, pues el público siempre indagaba insistentemente por Caíto. Además, como sabemos, era su entrañable hermano musical. Desde luego y por fortuna, Caíto con su presencia dio realce de apoteosis, a las actuaciones en el Carnegie Hall y Central Park de Nueva York en 1989, con motivo de los 65 años de la fundación del grupo. Luego de unas presentaciones en la ciudad de Cali en junio de 1990, Caíto es visitado por el ángel de la muerte, que en forma de desaceleración cardíaca refractaria, se lo lleva para que actúe en el Coro Matancero Celestial, cuando estaba en la ciudad de Nueva York, el viernes 28 de septiembre de ese mismo año. Carlos Manuel dejó un heredero en La Habana y una hija en México. Con su última esposa en los Estados Unidos, no tuvo descendencia, aunque convivió con los hijos de ella. Paz en su tumba.
CARMEN DELIA DIPINI PIÑEIRO:
Naguabo, el mismo pueblito que vio nacer al gran Pedro Flores, localizado en la Isla del Encanto, Puerto Rico, fue su patria chica, cuando vino al mundo el jueves 18 de noviembre de 1927. Sus padres se llamaron Justo Dipiní Castro y Concepción Piñero Medina. Los estudios iniciales de Carmen Delia, se efectuaron en la escuela de su pueblo, llamada Eugenio Brac. Allí, su maestra Amparo Brenes, al descubrir sus capacidades vocales, aconsejó a su padre que la presentara en algún programa de radio. En el programa Tribuna del Arte que orientaba el inolvidable hombre de la radio boricua don Rafael Quiñones Vidal y que promocionaba los cantantes aficionados nacidos en Puerto Rico, fue su primera incursión en el mundo de la música, en 1940. Pero cuando supieron que solamente tenía 13 años, le insinuaron que volviera en dos años más, lo que efectivamente hizo. Desde este tiempo admiraron el privilegio de su voz. Participó luego en los programas de Arturo Somohano en WKAQ Radio. Dice ella misma que nunca estudió música, porque lo suyo es un don de Dios. Le encantaba por este tiempo cantar tangos de Libertad Lamarque y Mercedes Simone.
Viaja a New York en 1947 y muy joven se casa con el también cantante Chiquitín García, vocalista del Cuarteto Mayarí de Plácido Acevedo. Trabaja en el programa de aficionados de Willy Chevalier en el teatro Triboro. Obtiene el primer premio y de paso logra un contrato para grabar con la casa Verne. Patentiza su sueño de realizar sus primeras grabaciones: Duérmete mi junior, de Plácido Acevedo y Perdida, de Chucho Navarro, integrante del Trío Los Panchos. Ganó 300 dólares, una apreciable suma para aquellos tiempos. El número Duérmete mi junior, fue una melodía dedicada por Plácido Acevedo, cuando nació su primogénito. Ambas páginas tuvieron el acompañamiento de Claudio Ferrer y su conjunto. Dicha canción ha sido interpretada hasta en altares de templos, en el día de las madres. Después lleva al acetato Dos gardenias de Isolina Carrillo y El día que nací yo. Esta última acompañada de Johnny Albino y su Trío San Juan.
Pronto se divorcia de Chiquitín García por ser tan enamorado, según sus palabras. De 1948 a 1950 cuando residía en Nueva York se presenta en los teatros Hispano, Jefferson, Puerto Rico y Triboro. En la emisora WWRL actúa con el conjunto del boricua Claudio Ferrer. Su primera gira artística internacional fue a Venezuela y a Colombia, visitando Bogotá, Medellín y Barranquilla, con la Compañía Rapsodia Negra, bajo la dirección de Norma Miller, que incluía al Trío San Juan. Transcurría 1950. Pero su cálida y sensual voz comienza a conocerse internacionalmente, cuando el sábado 24 de mayo de 1952, con el acompañamiento de la orquesta del pianista y compositor habanero René Touzet, graba el tema de Mario de Jesús, Besos de fuego, (con la música del tango El choclo de Angel Villoldo), para el sello Seeco. Este tema lo ha grabado además con Johnny Albino y con Mandy Vizoso. Otros números fueron Experiencia de Arturo Díaz Rivera, Tan lejos y sin embargo te quiero e Hijo mío. Para esta misma casa disquera, el jueves 4 de septiembre de este mismo año, graba dos temas cumbres: Dímelo, de su compatriota Johnny Rodríguez y No es venganza de Santiago García. La acompañó, precisamente Johnny Rodríguez con su trío. Grabó además Sigue tu vida e Ignorancia.
En un viaje artístico que la llevó a La Habana y por sugerencia de Sidney Siegel, dueño de la empresa Seeco, efectuó contactos con la Sonora Matancera para patentar grabaciones, debido a que ambos pertenecían al mismo sello disquero. El lunes 4 de abril de 1955, graba todos sus seis temas, comenzando con Delirio, bolero de Ramón Cabrera y Si no vuelves, bolero de Humberto Jauma. Durante la sesión de grabación realizada en Radio Progreso, Celia Cruz le colaboró y aplaudió en todo instante para que todo saliera bien. Como un detalle hermoso que nunca olvidaría, La Guarachera de Cuba le obsequió un valioso y atrayente perfume que tenía las iniciales CD (Cristian Dior-Carmen Delia) en su respectivo estuche. Nuestra artista también cantó en Radio Progreso, acompañada por el famoso Conjunto Casino y en el Alí Bar, respaldada por un grupo para la ocasión. Actúa en el canal 4 de televisión. En 1957 regresa a La Habana contratada por el cabaret Tropicana, para ambientar una corta temporada. Se presenta con resonante éxito en Show de Shows, un espacio televisivo de notable auditorio.
Las calidades vocales de Carmen Delia Dipiní, disminuyen un tanto luego de la década del setenta. Como compositores ha admirado a Johnny Rodríguez, Silvia Rexach y Pedro Flores. Sus ídolos en la canción han sido Libertad Lamarque, María Luisa Landín y Eva Garza. Profesionalmente visitó a Estados Unidos, Cuba, Venezuela, Panamá, Santo Domingo, Puerto Rico, Colombia, Curazao y México.
Vivió siete años en la capital mexicana en la década del cincuenta, cuando entraba y salía en forma continua para cumplir sus numerosos contratos. Grabó con Chucho Ferrer, Chucho Zarzosa y Rafael de Paz para el sello Columbia. En 1961, de regreso a México de nuevo, los amigos de lo ajeno le cometieron un valioso robo y hubo de recurrir a los integrantes de la Sonora que a la sazón residían allí, para que la auxiliaran económicamente y poder salir del país. Considera que en Venezuela la tratan como a una diosa de la canción, por lo que la aprecia como su segunda patria. Ha grabado durante su vida artística un total de 30 L.D. En agosto de 1997, hizo parte del elenco que rindió homenaje a Nelson Pinedo con motivo de sus bodas de oro en la música. Trabajó en Barranquilla y Cartagena y dejó constancia que la categoría de su voz está como en sus momentos cumbres. Carmen Delia, debido a complicaciones diabéticas, falleció en su Puerto Rico el 4 de agosto de 1998.
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
4-4-1955 Delirio Seeco Ramón Cabrera Bolero
2
4-4-1955 No te demores Seeco Nelson Navarro Bolero
3
4-4-1955 Para que la oigas Seeco Santiago Terry Bolero
4
4-4-1955 Regálame un minuto Seeco Nelson Navarro Bolero
5
4-4-1955 Si no vuelves Seeco Humberto Jauma Bolero
6
4-4-1955 Vuelve alma mía Seeco Rogelio Martínez Bolero
GRABACIONES DE CARMEN DELIA DIPINI
CON LA SONORA MATANCERA
CELIA CRUZ
La Diosa Rumba
Llegué, vi, vencí.
Julio César
Como toda estrella femenina que se respete, Celia Cruz jamás reveló la verdadera fecha de su nacimiento. En algún programa de televisión contestó jocosamente que ella había nacido el 21 de octubre de mil novecientos ... punto com. Después de obtener su registro de nacimiento, con no escasa dificultad, supimos que vino al mundo el 21 de octubre de 1925. Su nombre completo es Celia Caridad Cruz Alfonso, segunda hija de Simón Cruz y Catalina Alfonso. Habanera del humilde barrio de Santos Suárez, y vino al mundo en la casa marcada con el número 47 de la calle Serrano, casi esquina a Enamorados. Sus hermanos medios fueron Dolores Ramos la mayor, Bárbaro y Gladys Jiménez. Ella era la segunda.
Su padre era fogonero del ferrocarril y su madre Catalina realizaba las tareas del hogar. Ramón, su abuelo materno, fue soldado del ejército cubano, que luchó contra España a comienzos de siglo en la guerra de independencia. Toda la familia profesaba la religión católica. Por ello, Celia anhelaba desde niña aprender a leer lo más pronto posible para conocer el catecismo y poder realizar la primera comunión, que realizó en la iglesia La Milagrosa, de su barrio Santos Suárez. En la escuela pública número seis, República de México, recibió sus primeras enseñanzas y allí aprendió a cantar los himnos de Cuba y México.
Siendo niña ya participaba con su canto en un conjunto llamado El Botón de Oro, el cual era dirigido por un señor a quien apodaban Gavilán y que tocaba la marímbula. Sus padres quisieron que estudiara para maestra normalista y la matricularon en la academia de las Hermanas Oblatas, en donde estudió mecanografía, taquigrafía e inglés. Luego se trasladó a la Escuela Normal, en donde obtuvo su diploma de maestra. Celia alternaba sus estudios con su afición por el canto y la danza. Con sus amigas frecuentaba algunos sitios de baile como Los Jóvenes del Vals, Las Águilas, Los Tulipanes y El Antilla. Desde esta época empieza a enseñar su picardía y su cuerpo de palmera.
La casa paterna era bastante grande para poder albergar a 14 personas, porque también convivían con ellos, la tía Nena y el primo Serafín con sus respectivas familias. Ganar dinero para el sustento diario de este batallón era tarea titánica.
Al graduarse de maestra normalista en la escuela de La Habana, decide no ejercer tal actividad por consejo de una profesora. Ella le plantea la siguiente disyuntiva: “Dedícate al canto que es lo tuyo. Con suerte ganarás en un día lo que una maestra devenga en un mes”. Y con decisión acoge el canto como su actividad futura. Como toda joven le gustaba el cine y sus actores preferidos eran Shirley Temple, Lily Pons, El Llanero Solitario y Tito Guizar. El primo Serafín Díaz, sabedor de sus cualidades vocales, la inscribe en un concurso de aficionados de la Radio García Serra, que se llamaba La Hora del Té. Cantó el tango de Cadícamo y Cobián, Nostalgias. Ganó una deliciosa torta y cuatro semanas después se adjudicó la final del concurso, y fue premiada con una cadenita de plata que la deslumbró, pues nunca había tenido nada parecido. Hablamos de 1938.
En 1939 participa también en el concurso para principiantes llamado Los Reyes de la Conga, organizado por la emisora Radio Lavín, en donde un jurado de lujo integrado por Rita Montaner, Rodrigo Prats y Gonzalo Roig, le confiere el galardón de oro. Participa después en el promocionado programa de aficionados de la emisora CMQ., La Corte Suprema del Arte, que se escuchaba noche a noche en toda la nación y en el extranjero. Era una verdadera cuna de cantantes. Cantó a dúo con otra joven de nombre Vilma Valle, los temas Arrepentida y Mango mangüé. Ganaron el primer premio en una de las ediciones del recordado concurso. La CMQ comenzó a emplearla en su programa Estrellas Nacientes, que ambientaba las tardes dominicales. Ya recibía honorarios, que aunque pocos, los gastaba en la compra de las simples necesidades de su hogar. Comenzó a estructurar su futura vida profesional.
El maestro Enrique González Mantici, dirigía la orquesta de planta de la Radio Mil Díez, anterior Radio Lavín, emisora que pertenecía al naciente Partido Socialista Popular (PSP). Allí y con Olga Guillot y Elena Burke, actuó Celia durante algún tiempo y realizó varias giras por las distintas ciudades importantes de la isla. Al año siguiente trabaja en la emisora RHC Cadena Azul con la pianista Isolina Carrillo, quien le aconseja que con la voz de contralto que tiene, la música que debe cantar es la afrocubana. Le monta números como Mango mangüé y Qué vengan los rumberos. Canta además en la Artística Gallega.
Obdulio Morales era un pianista y director de orquesta habanero que con su agrupación en la década del 40, amenizó la programación de la Radio Cadena Suaritos. Además se aprestigiaba como un historiador musical y dictaba conferencias sobre la música afrocubana. En 1947 Celia Cruz, trabaja con el maestro Obdulio y su orquesta. Realiza sus primigenias grabaciones acompañada de los Coros Yoruba de Alberto Zayas: Changó y Babalú Ayé. En el coro está Merceditas Valdés. Por este mismo tiempo graba su único tema con el Conjunto Gloria Matancera: Ocanosordi, número que popularizara la Sonora con la voz de Bienvenido Granda.
Proseguía su lucha por labrarse un lugar de preponderancia artística en el ambiente farandulero. La competencia de los conjuntos con las orquestas era intensa. Las voces femeninas y masculinas pululaban por doquier y los mediocres se iban quedando a la zaga. Afortunadamente había incontables sitios de jolgorio en donde los artistas, a punta de duro trabajo, conseguían el sustento de sus familias, porque para enriquecerse era muy difícil. Se precisaba ser internacional y viajar al extranjero, en donde se pagaba con los valiosos billetes verdes, que ayer como hoy, rigen todas las economías del planeta.
Celia Caridad graba también en 1947 cuatro temas con Ernesto Duarte y su Orquesta:
1. El cumbanchero, el tema afro de Rafael Hernández
2. Mambé que tiene D.R.A.
3. La mazucamba, una rumba afro del desaparecido Orlando de la Rosa.
4. Quédate negra, lamento afro, original del pianista Facundo Rivero.
Como notamos, todos los temas tienen tendencia afronegroide, por la raza de la cantante, así como por su cadencia y entorno musical.
Roderico Neira, Rodney, el conocido coreógrafo que hiciera famosos los shows del cabaret Tropicana, conoció a Celia y en 1948 la llevó a México y Venezuela con las espectaculares bailarinas Las Mulatas de Fuego, con la revista titulada Sinfonía en Blanco y Negro. En México actuaron durante tres meses en el cabaret El Zombie. Pasaron luego a la patria de Bolívar y durante dos meses engalanaron los espectáculos de La Taberna del Silencio de Caracas.
Rafael Sotolongo el publicista de Crusellas y Compañía, era también un pujante empresario, que al enterarse que la cantante de la Sonora Matancera, Myrta Silva, se iba para New York, pensó que la voz de Celia se podría acoplar perfectamente al conjunto. Con Rodney, la recomendó ante el director de la agrupación don Rogelio Martínez, quien le dijo que dejara escrito un teléfono, en donde la pudiesen ubicar, para invitarla a un ensayo de los que hacían todos los días a las 11 A.M. en los estudios de Radio Progreso.
Como en su casa, Celia no tenía teléfono, suministró el número de una tienda de la esquina, para que allí le comunicaran su cita definitiva con la historia. Decursaron algunos días y la mágica llamada para cantar dos temas que tenía preparados, no se efectuaba. Llegó a pensar que habían sido aventuradas sus ilusiones. Pero Don Rogelio se acordó de ella y la llamó, otorgándole la cita a los dos días siguientes. Cuando arribó a Radio Progreso con treinta minutos de antelación a la hora señalada, al primero que encontró en el salón de los ensayos, fue exactamente a Pedro Knight, la segunda trompeta, quien años más tarde sería su esposo. Las páginas iniciales que tenía Celia para interpretar con el conjunto eran En el tiempo de la colonia y No Queremos chaperonas. Al arreglista del conjunto Severino Ramos, le dio mediana dificultad adaptarlos, porque estaban hechos para un formato orquestal. Pero su futuro musical estaba jugado y ligado al destino de la Sonora Matancera y el primer día del mes de agosto de 1950, que era martes, comenzó su rutilante carrera musical al lado del Decano de los Conjuntos de América.
No fue una pera en dulce el comienzo, porque la audiencia cubana le profesaba a Myrta Silva una idolatría. Muchas cartas llegaban a las manos de don Rogelio con el mensaje crítico de la nueva cantante. Otras esquelas insultantes recibía la misma Celia. Por necesidad y con estoicismo soportó esta avalancha, que muchas lágrimas le causó. También vivió momentos de infortunio, porque el primo Serafín, su promotor musical doméstico, no alcanzó a saborear la victoria, pues murió por estos días. Prosiguió las actuaciones en vivo de siete a ocho de la noche en Radio Progreso con la Sonora Matancera. Poco a poco se fue labrando cautelosamente su clientela. Aunque su figura morocha y delgada no era cautivante, su voz era una amalgama de tonalidades acicalada por los dioses del Caribe.
Cuando se disponían a realizar las primeras dos grabaciones, surgió otro problemita. Míster Sidney Seegel, el todopoderoso magnate de los discos Seeco, creyó que la voz de Celia no era comercial. Siempre mirando el signo pesos. Salió don Rogelio al quite y dijo que si él no la patrocinaba en el primer acetato, la Sonora lo haría. Cao cao maní picao, guaracha de Estanislao Serviá y al reverso Mata siguaraya, afro del pianista del grupo Lino Frías, fueron las dos iniciales grabaciones de Celia con la Matancera, hechas en los estudios de la C.M.Q. el día 15 de diciembre de 1950. Luego de ellas vendría cualquier cantidad de temas, por ejemplo Tatalibabá, Ritmo tambó y flores, La guagua, que se grabaron en 1951.
En este mismo año, la Sonora realiza tres viajes a Haití, en donde gozaba de una fanaticada cautiva a toda prueba. Allí, Celia conoce a la cantante nativa, Martha Jean Claude, cultivadora del folclor de su país. Germina entre ambas una amistad sincera que pervivió durante dilatado tiempo. Celia la invita a su isla con gastos pagados, para que pruebe suerte en los entarimados cubanos. Al siguiente año, Martha Jean, cristalizó su invitación y desde entonces su fulgurante carrera musical transcurrió en La Perla de Las Antillas, en donde además se casó con un cubano, entroncando una familia que hoy es un orgullo en la isla.
Por este tiempo Celia estaba ennoviada con el bajista Alfredo León, hijo de Bienvenido León, integrante del aplaudido Septeto Nacional. Celia Cruz con la Sonora se convierte en imán de taquilla en donde quiera se presenten. Por la popularidad que le deparó el tema Burundanga, Celia es traída a Colombia, para presentaciones en emisoras, con acompañamiento de orquestas de ocasión. Esto sucedió en la última quincena de octubre de 1954. Sus ganancias en efectivo, las invirtió en una modesta vivienda, su primera casa propia, para que su familia mejorará de situación y se trasladara a la barriada de Lawton.
Por su popularidad, Celia, era requerida para la grabación de numerosos comerciales de jabones, cigarrillos, quesos, cafés, refrescos, cervezas, etc. Ello le deparó otro apelativo, La Reina de los Jingles.
Con la Sonora llega por primera vez a Colombia en febrero de 1955. Actúan en las principales ciudades: Barranquilla, Cartagena, Medellín, Cali y Bogotá. De nuevo Celia Cruz en Medellín tiene contacto con el maestro Lucho Bermúdez y su esposa y cantante Matilde Díaz, conocidos tres años atrás en La Habana. Luego les apadrinaría a su primogénita Gloria María.
En este mismo año, con la Sonora y Nelson Pinedo, Celia actúa en la película, Una Gallega en La Habana, con Garrido y Piñero y Niní Marshall. Celia de gala vestida, exhibe su cuerpo de palmera cimbreante. La primera película a color realizada en Cuba, se llamó Yambao. Fue filmada en 1956; era una coproducción cubano-mexicana. La estrella era Ninón Sevilla y ahí trabajó también nuestra Celia Cruz. Con la Matancera y Celio González trabajan en el filme Olé Cuba, en donde Celia se faja esa tremenda guaracha Me voy a Pinar del Río.
En mayo de 1957 se hace acreedora del Disco de Oro en el teatro Puerto Rico de la ciudad de New York, por el éxito obtenido con la grabación de Burundanga. En diciembre, los locutores, cronistas y el pueblo la votan como la mejor cantante típica del año. Trabaja además como protagonista de una teatronovela costumbrista llamada Baby Ney, con el galán de moda Ernesto Galindo. La realizaron en Radio Progreso. Los frutos de su labor artística se compendiaron en la compra de un edificio de seis plantas en un central barrio habanero. La estrechez económica, pertenecía al pasado.
En 1958 sin la Sonora va a Puerto Rico y es acompañada por la Orquesta de César Concepción, que alterna con Cortijo y su Combo, cuando Ismael Rivera estaba en su plenitud, en impactantes actuaciones en el cabaret Flamboyán. De allí, nuestra artista vuela a Los Ángeles, requerida por la delirante y numerosa colonia latina, que la aplaudió en el Teatro Million Dollar y en el Hollywood Palladium, acompañada de una gran orquesta preparada para tal ocasión.
Cuando la Matancera va a los carnavales de Caracas en 1958, lleva como cantantes a Nelson Pinedo, Carlos Argentino y a Celia Cruz. En cierto momento de arrebato y decisión, El Ruso, Carlos Argentino, le propone matrimonio a Celia Cruz. La propuesta fue tan vaporosa y descabellada, que allí mismo quedó flotando en el ambiente. Años después el argentino, lamentaría el no haber insistido en su flirteo.
El martes 10 de mayo de 1960 Celia graba por última vez con la Sonora en su patria cubana. Aparecen temas como: Mi cocodrilo verde, Bachame, El heladero, Suena el cuero, Pregones de San Cristóbal. Llegó la fecha de la terrible partida de su amada Cuba, el viernes 15 de julio de 1960. Estaba primero el futuro económico que a Dios gracias le deparaba la música, que un
incierto bienestar que prometía la revolución instaurada. Celia se sumó de este modo al nutrido grupo de artistas cubanos en el exilio. A los tres meses, en octubre, el nuevo gobierno de Cuba le canceló su pasaporte por no haber regresado a la isla en el tiempo reglamentario. Ella recordó las palabras proféticas de don Rogelio, el director del grupo, cuando volaban en el avión para México: Este viaje no tiene tiquete de regreso. Aunque poco importaban los cinco dólares que cada uno de los músicos tenía en sus bolsillos. Era la máxima cantidad de efectivo que en aquel tiempo, el gobierno le permitía sacar a sus ciudadanos. Un tanto después, su edificio habanero sería expropiado por órdenes del nuevo estamento gubernamental.
En ciudad de México es invitada por la deslumbrante estrella María Félix, para que con la Sonora Matancera amenice en su mansión, una selecta fiesta en honor del presidente del país azteca, Gustavo Díaz Ordaz.
El Teatro Puerto Rico de la ciudad de New York presentaba un lleno a reventar aquel viernes 6 de abril de 1962. La cartelera era muy llamativa y de gran calidad: Armando Manzanero, Lucho Gatica, Lucecita Benítez y Celia Cruz. Cuando Celia iba a salir del apartamento en donde se hospedaba para dirigirse al show, alguien le da la fatal noticia de la muerte de su madre. El llanto inundó sus ojos y la oscuridad cubrió su alma. Dramático momento. Pasados varios minutos mostró gran entereza de carácter, comprendiendo aquel antiguo adagio, que el circo debe continuar. Se las arregló para que el público no se enterara de la noticia y cuando le tocó su turno, salió en medio de los aplausos a interpretar Me Voy a Pinar del Río, (‘de mi madre la tierra natal’), como un homenaje póstumo a su fallecida madre.
La pena por la muerte de su progenitora se convirtió en tragedia, cuando quiso regresar a su país, para asistir al funeral y el gobierno no le facilitó la visa. Acertadamente dijo que no la precisaba, porque Cuba era su país natal. De todos modos le fue imposible cristalizar su deseo. Toda su vida este recuerdo la taladró lastimeramente. Ante la ausencia de su madre, Celia piensa de modo reposado pero real en su futuro sentimental. Ya lleva varios años de novia de Pedro Knight. ¿Por qué no casarse ahora? Pedro desde hace rato era su segunda sombra. Es jovial, caballeroso, sincero y la ama. Por el rito civil unen sus destinos el sábado 14 de julio de 1962, en Connecticut. Como testigos y padrinos de la boda estuvieron Rolando Laserie y su esposa Tita. No pudieron casarse por el rito católico, como era el anhelo de Celia, por el hecho simple que Pedro, ya lo había hecho en Cuba y de cuya unión había procreado seis hijos.
También llega a su final la relación musical con la Sonora Matancera en 1965. Fueron 15 años de fructífero y mancomunado trabajo, durante los cuales grabaron 188 temas. La Diosa del Caribe, se vuelve solista, echando mano de su experimentada voz y un prestigio bien ganado.
Antes de cambiar de sello discográfico, con la Orquesta de René Hernández graba para Seeco, el L.P titulado Canciones que yo quería haber grabado primero. Con el sello Tico firma un buen contrato en 1966. Para este registro trabaja también el boricua Tito Puente, y se produce así esta nueva llave. Llevan al acetato siete L.P: Cuba y Puerto Rico son..., Alma con alma, Quimbo quimbumbia, Son con guaguancó, Etc.,etc., etc., En España, Algo especial para recordar.
Para el mismo sello Tico, pero ya en México, graba con las Orquestas de Memo Salamanca y del pianista cubano Juan Bruno Tarraza. Su legendario grito de Azúcar, lo patenta aquí en 1971 en el tema Te solté la rienda, original del compositor mexicano José Alfredo Jiménez. Además sería el único que en su vida grabaría de este genial cantautor manito. Diría después en una entrevista y con respecto a su grito de batalla: Yo creo que de tanto gritar ¡azúcar!, fue que a Pedro le apareció la diabetes.
En 1973, en una nueva faceta de su arte, canta en el Carnegie Hall de New York en la opera latina Hommy, e interpreta Gracia divina. Se suceden luego grabaciones para el sello todopoderoso Fania All Stars. En 1974, con la aparición del L.D. Celia y Johnny, la morocha ingresa de una vez por todas al mundo de la salsa por convicciones musicales, económicas y hasta políticas. Comienza además una Matancerización de la salsa.
Con Johnny Pacheco graba:
1. Celia y Johnny (Vaya 1974).
2. Tremendo caché (Vaya 1975)
3. Celia y Johnny eternos (Vaya 1978)
4. Celia, Johnny y Pete.
5. Celia, Johnny, Justo y Papo (Vaya).
6. Celia y Johnny de nuevo (Vaya 1985).
Otros L.D.grabados por Celia:
Cruz y Colón. Solamente ellos pudieron hacer este álbum. (Vaya 1977).
A todos mis amigos (Tico 1978).
La excitante Celia Cruz (Tico).
Celia Cruz y la Sonora Ponceña. La ceiba. (Vaya 1979).
Celia y Willie (Vaya 1981).
Celia Cruz, Ray, Adalberto. Tremendo trío. (Fania 1983).
Celia Cruz y Ray Barreto. Ritmo en el corazón. (Fania).
La candela (Fania 1986).
Celia Cruz y Willie Colón. The winners (Vaya 1988).
Celia Cruz. Tributo a Ismael Rivera (Vaya).
Celia Cruz. Azúcar negra. (RMM 1992).
Con su calidad artística se gana un nuevo apelativo: La Dama de la Salsa. Celia Cruz es la artista mejor pagada de la salsa, por su carisma y categoría profesional.
En un espectacular homenaje que se le tributa al gran Miguelito Valdés, el viernes 26 de mayo de 1978, en el lujoso Roseland Ballroom, participa al lado de: Daniel Santos, Bobby Capó, Vicentico Valdés, Charlie y Eddie Palmieri, Xiomara Alfaro, Myrta Silva. Las agrupaciones acompañantes eran: La Sonora Matancera, Charanga 76, Machito, Típica Novel. En 1980 realiza giras extenuantes por Europa: Francia, Alemania, Suecia, Holanda. Es la Reina Universal de la Salsa. Obviamente su carrera profesional marca una curva ascendente y sus ahorros en metálico llevan una curva paralela.
Para el sello Bárbaro de New York, se produce el Feliz encuentro musical de Celia con la Matancera en 1982. Este L.D. se vende bien en todos los países de América. Otros temas de este volumen que pegaron, son Herencia africana y El becerrito.
El coliseo cubierto de la ciudad de Medellín, el martes 18 de mayo de 1982, en una noche lóbrega, se atiborra para aplaudir a rabiar a Celia Cruz con la Sonora Matancera, donde el tema que marcará su popularidad en el futuro, cuando se presente ante todos los públicos de Hispanoamérica, Bemba colorá, es el que causa paroxismo.
El jueves 17 de septiembre de 1987 es acogido su nombre para ser inscrito en el Sunset Boulevard o sea el Hall de la Fama de Hollywood. Su estrella es la número 12 entre los artistas latinos, que han merecido ese codiciado homenaje. Según su comentario, esto constituyó para siempre su máximo premio.
De nuevo regresa a Colombia con Daniel Santos y la Sonora Matancera en septiembre de 1988; actúa en Bogotá, Medellín, Armenia, Cali y Buenaventura. En este año se estrena en nuestro país, la cinta Salsa, en donde comparte su musicalidad con Willie Colón.
A La Guarachera de Cuba, el apelativo que mayormente le satisfacía, le corresponde cerrar artísticamente la magna celebración de los 65 años de la Sonora Matancera en el Central Park y en el Carnegie Hall de la ciudad de New York, en junio de 1989. Allí, comparte durante cuatro días, con sus antiguos colegas instrumentistas matanceros y con trece de los cantantes que triunfaron con el conjunto en las añejas epopeyas musicales. Terminando el año, se presenta en la archifamosa plaza de toros Las Ventas, en Madrid, España. No hay espectáculo taurino, pero ese torbellino moreno con su inmarcesible voz, la llena hasta las banderas.
Sus grandes dotes vocales, continúan siendo reconocidas y premiadas. Se le concede una nueva estrella; esta vez en el boulevard de la calle octava de Miami, en 1990. Luego de ser nominada por cinco años consecutivos al premio Grammy, lo obtiene en éste, en la categoría de mejor artista en la música latina, por el trabajo realizado con Ray Barreto, Ritmo en el corazón. Al año siguiente se estrena la cinta Los Reyes del Mambo, en donde maravilla a la clientela cantando en inglés. Trabajó al lado de Armand Assante y el español Antonio Banderas.
En los dos años que siguen, participa en varios espectáculos con las estrellas de la salsa. 1992 fue un año de galardones. Recibió el premio de Mujeres Exitosas en el Estado de New York e inauguró su estatua en el Museo de Cera de Hollywood. En esta misma ciudad le otorgaron además el premio DESI, como la actriz favorita del cine.
El 12 de febrero de 1993, vuela a Bogotá, para acompañar a su entrañable amiga, comadre y cantante, la colombiana Matilde Díaz, en el cincuentenario de su vida artística. Se conocieron en La Habana en 1951, cuando el clarinetista, compositor y director Lucho Bermúdez estuvo en la isla, teniendo como cantante a su esposa, la añorada tolimense. Recordemos que la Matancera le grabó a Lucho Bermúdez dos temas de su inspiración: Nochebuena con la voz de Celia Cruz y Linda caleñita, con las voces del Matrimonio Feliz, Olga y Tony.
El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, le confiere la Medalla de Alto Honor en las Artes, con ceremonia abordo en la mismísima Casa Blanca, cuando transcurría el año de 1994. Todo estuvo a la orden del día, excepto su grito de ¡azúcar!, no emitido, por el respeto que le merecía la figura risueña del presidente de los norteamericanos.
La base norteamericana de Guantánamo, afincada en el territorio cubano, ¡qué incongruencia!, fue testigo de la visita de la Guarachera del Mundo, en 1995. Había sido invitada para que les cantara a los balseros cubanos que estaban refugiados allí. Una forma inédita de regresar a pisar tierra de su país natal: Eran tantas las emociones que llegué a pensar que no podría cantarles a mis compatriotas, parecía que mi voz no me iba a salir. Declararía después entre consternada y dichosa. En un momento de represada nostalgia antes del regreso, Celia con su mano extendida a través de la cerca, arranca de la tierra una porción y la guarda en una bolsa recolectada, como un codiciado trofeo.
Durante el primer semestre de 1997, actúa en la telenovela mexicana El alma no tiene color, con la diva Verónica Castro. El 11 de abril se regodea cantando los clásicos populares cubanos, en el Jackie Gleason Theater de Miami Beach acompañada nada menos que de la Orquesta Filarmónica de la Florida, conformada por cien profesores y dirigida por Duilio Dobrin. En septiembre realiza una extensa gira por la madre patria, lugar en donde goza de gran renombre desde la década del setenta.
Celia es:
La Dama de la Alegría.
Celia la Grande.
La Guarachera de Cuba.
La Tierna, Conmovedora y Bamboleadora Celia.
La Reina del Ritmo Cubano.
La Diosa Rumba
La Reina del Guaguancó.
La Dama de la Salsa.
La Reina de la Salsa.
La Guarachera de las Antillas.
La Guarachera del Caribe.
La Reina Rumba.
La Reina de Todos los Ritmos.
La Inmortal Celia.
La Beldad de Ébano.
La Reina de Mestizoamérica.
La Reina de la Música Latina”.
Como el matrimonio pasaba mucho tiempo en giras, sus familiares cuidaban su apartamento de Fort Lee, New Jersey. Nunca tuvieron hijos, lo que se constituyó en su mayor frustración. En realidad, con tanto ajetreo artístico, no hubiesen tenido tiempo para criarlos. Nunca pasaron las fiestas de navidad y año nuevo en su casa, porque siempre estaban trabajando en esas claves fechas. Sus tres maletas de ropa, siempre se encontraban prestas para partir a cualquier sitio del mundo. En cada enero siempre se iban de vacaciones, preferiblemente a las Islas Canarias, Hawai, París, Venecia o Roma. Se llevaron estupendamente bien. Nunca discutieron. Dialogaron. Fueron esposos, amigos y socios. El mutuo respeto y el diálogo fueron la clave de su estrecha y dilatada unión.
Su tema preferido para interpretar a su público fue El Yerbero moderno, debido a que se lo solicitaban en todas partes. Grabó 78 L.D. Tuvo tres doctorados Honoris Causa en Música. Uno de la Universidad de Yale, otorgado en mayo de 1989 y otro de la Universidad Internacional de la Florida, adjudicado el día jueves 23 de abril de 1992, en ceremonia en la cual también se condecoró al Presidente de los Estados Unidos, George Bush. El tercero fue de la Universidad de Miami.
En Los Ángeles y en el famoso Museo de Cera, se encuentra su figura tallada en este material, para que la posteridad la continúe idolatrando. En 1994 establece una consejería síquica vía telefónica en Miami, cobrando a 3.99 dólares el minuto. Su prestigio arrollador puede con todo. Las autoridades de la ciudad de San Francisco, California, la honraron nombrando el día 25 de octubre como el Día de Celia Cruz.
Según el World Music History de Estados Unidos, la voz de Celia Cruz, pertenece a esa pléyade de voces femeninas, calificadas como Divas. Su voz aparece en el último álbum Gloval Divas de la casa disquera Rounder CD de Cambridge, Massachusetts, lanzado al mercado en el comienzo de 1996. Con ella están en dicho trabajo, figuras de la categoría de Marlene Dietrich, Gal Costa, María Bethania, Edith Piaf, Aretha Franklin, Mercedes Sosa y la colombiana María Olga Piñeros.
En marzo de 1996, Ralph Mercado, el hombre fuerte en el mundo discográfico de la salsa, incluye a Celia Cruz, en el ingente y novedoso trabajo denominado Tributo musical a los Beatles. En el CD, Celia canta el tema Obladi oblada. Otros participantes fueron: Cheo Feliciano (Yesterday), Tito Nieves (Let it be), Oscar D’León (Lady Madonna), Johnny Rivera (A Hard Day’s Night), etc.
Con otras estrellas de La Fania, visita a Colombia en dos ocasiones durante 1996. Presentaciones en Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín. Su eterno Bemba Colorá, a pesar que un sector del público goza con este tema, torna tediosa su presentación. En este momento persiste en su deseo de grabar boleros y al respecto comentó: “Me encantaría hacer un homenaje a Panchito Riset. Pero parece que hasta que yo sea dueña de mi compañía no voy a hacer lo que yo quiera. Hace diez años que digo que me gustaría hacer un disco de boleros”.
El jueves 4 de marzo de 1998, en víspera de una presentación gigantesca con las Estrellas de la Fania en Bogotá, recibe de manos de Andrés Pastrana, Presidente de los colombianos, la Medalla al Mérito Cultural, cuando le dice -“Usted con la música ha hecho lo que García Márquez con la literatura” y Celia, desde luego, entona con efervescencia su disco de moda La vida es un carnaval.
El miércoles 13 de septiembre de 2000, recibe su quinto premio Grammy Americanos en la categoría de salsa, esta vez por el trabajo hecho con La India, Johnny Pacheco y el finado Tito Puente. El miércoles 18 de septiembre, en Los Ángeles, de nuevo en la ceremonia de los recién establecidos Grammy Latinos, se llevó otra vez la estatuilla del Mejor Álbum de Música Salsa con su trabajo La negra tiene tumbao. Se le tributó grandioso homenaje por sus 50 años de vida artística. Allí también ganaron entre otros, el español Alejandro Sanz, el colombiano Juanes y el cubano Bebo Valdés.
En mayo de 2001, Celia participó en la inauguración de la Torre de la Libertad, estructura erigida por los cubanos en Miami, como símbolo de la libertad en el exilio. Interpretó con todo el sentimiento que le fue posible, la balada, Por si acaso no regreso, autoría de Emilio Estefan y Angie Chirino (nieta de Olga Chorens, cantante también de la Matancera y gran amiga de Celia).
Para celebrar el aniversario número 40 de su matrimonio, Pedro y Celia van de turismo por París, Roma y la romántica Venecia. Gozaron como dos chiquillos. Pero a su regreso a Estados Unidos y luego de una evaluación ginecológica, los galenos le diagnosticaron un cáncer de mama, la misma enfermedad, que había acabado con la vida de su madre. Ambos esposos, luego de tal noticia, se confundieron en un estremecedor abrazo. Y empezó el viacrucis, porque decidió conmocionada, que lucharía sin quebranto por su vida. En agosto se le hizo una biopsia del tumor y al mes siguiente, cuando se confirmó el diagnóstico por el estudio de patología, fue sometida a una cirugía
radical. Todo se manejó discretamente sin que trascendiera al público. En octubre y como homenaje en su cumpleaños número 77, el Consejo de la Hispanidad de Miami, la honra otorgándole el Premio Don Quijote, por ser “la mejor embajadora de la cultura hispana en el mundo”
Después de dos meses de recuperación, en noviembre, tozudamente viaja a México, en donde sus artistas amigos, le rinden tributo por sus bodas de oro profesionales. Allí mismo, comenzó a presentar otra sintomatología, consistente en mareos, dificultad para el habla y desvanecimientos. En México, luego de rigurosos exámenes, le descubren una metástasis cerebral de su cáncer del seno. Son cancelados todas sus compromisos futuros. El 6 de diciembre, en el Hospital Presbiteriano de Manhattan, New York, es sometida a una craneotomía de seis horas de duración, que intentaba extirparle la lesión cerebral. A las dos semanas, se marchó con su esposo buscando fortalecerse con la madre naturaleza en las islas de Hawai.
Cuando regresaron, se animó demasiado para dar los últimos retoques a una fundación para recolectar fondos y que llevaría su nombre, con los objetivos de educar musicalmente y luchar por la infancia que padece cáncer, en la comunidad hispana. El 14 de febrero de 2003 se cristalizó su idea. Regalo del alma, es su postrer trabajo, que con las dificultades propias de su padecimiento, logró grabar en los meses de febrero y marzo. Mientras se recuperaba, obtuvo el domingo 16 de febrero un nuevo Grammy, en el sector de mejor álbum de salsa. La ceremonia se efectuó en el Madison Square Garden de New York. Luego de un homenaje ofrecido por la cadena Telemundo, el 13 de marzo, que contó con la actuación de muchos de sus amigos, ya su enfermedad la recluyó en su apartamento de Fort Lee, New Jersey. No le contaron, desde luego, que su hermano Bárbaro murió en Cuba empezando el mes de junio. Ella lo alcanzaría pronto.
Cuando llegó el 14 de julio de 2003, día de su aniversario número 41 de su matrimonio, Celia estaba entrando al estado crítico de su salud. Su fatal desenlace ocurrió el miércoles 16 de julio a las 4:55 de la tarde. Y empezó su mito.
“Aquí yace una que no quería morirse”.
“Algún día desapareceré como todo el mundo,
pero espero que no me olviden”.
CELIO GONZALEZ ASENCIO:
El Flaco de Oro
Camajuaní es una población cubana de la antigua provincia de Santa Clara situada a 300 kilómetros al oriente de la capital La Habana. Allí se despidió del vientre materno nuestro artista el 29 de enero de 1924, tan sólo diecisiete días después de fundarse la Sonora Matancera con su nombre inaugural de Tuna Liberal.
La humildad campeaba en el hogar del muchacho, cuando a los 9 años de edad cantaba con su madre, Elisa Ascencio Trejo, quien le enseñó los primeros compases de este noble arte. El niño muy obediente, le ayudaba además en la venta de productos artesanales y del ramo de las confecciones, sustrato del sustento cotidiano tan esquivo. Celio era muy mimado por su progenitora, quizá por el defecto hereditario con el cual nació. La focomelia conlleva la carencia de dos dedos en cada mano y en cada pie. Así y todo, en su niñez, cargó las maletas de los pasajeros durante muchos meses, cuando el hambre desesperaba en la terminal de los buses. Al poco tiempo, madre e hijo (Celio nunca para nada se refirió a su padre), se trasladan a vivir a la provincia de Sancti Spíritus, 100 kilómetros al oriente. A este lugar en 1941, llegó en cierta vez el programa La Corte Suprema del Arte, promotor de los artistas novatos que pintaban en el futuro inmediato como estrellas en ciernes. Por supuesto, Celio obedeció el espaldarazo de su mamá y participó. El segundo puesto fue suyo, porque el ganador fue un joven mulato quien se acompañaba con la guitarra.
Después de algunos meses, como nómadas, en la búsqueda de un hogar estable con la mesa llena, madre e hijo se mudan de nuevo a otra provincia. Van a tantear suerte a Camagüey, 150 kilómetros más al oriente. Ya Celio con diecisiete años, se siente con bríos para cantar con la Orquesta de Joaquín Mendível. Enrumba después su canto para acompañar al Conjunto Camacho en las jaranas parroquiales y de otras cercanías y se hace escuchar en la radio CMJK, la primera emisora local. Obedece al pálpito de la suerte y actúa con el Trío Camagüey, integrado con Humberto Estrada y Arturo Perdomo. Su voz, complacida con los sones, rumbas, boleros y guarachas, se acopla luego al Trío Nacional, agrupación que conformó con el mismo Humberto Estrada y con José Antonio Piñares.
Una tragedia personal que le amargaría sin misericordia en el curso de su vida, lo sumerge en un mundo de tinieblas. Muere su madre y Celio por mandato de sus entrañas quiere irse con ella. Recién allegados a La Habana en un confuso incidente, del que con justa razón poco quiso hablar en sus entrevistas, la dama fue asesinada por un admirador rechazado, cuando ella trabajaba en una bodega propiedad de un pariente suyo. Este recuerdo lo avasallaría por siempre y de hecho agenció en su repertorio futuro, varias canciones dedicadas a su madre. En la capital habanera ocurre lo de siempre y le es muy difícil conseguir trabajo como cantante, por su condición de guajiro extraño al medio farandulero. Sus ídolos en la canción eran por este tiempo Miguelito Valdés y Pedro Vargas. En la década del cincuenta sus predilecciones lo acercarían con Fernando Fernández y Lucho Gatica. En 1946 se estaba promocionando en la isla el fenómeno musical del Feeling. El gran tresista Niño Rivera, uno de los caudillos de tal modalidad artística, precisaba una voz nueva para grabar un sencillo de 45 RPM. Celio González fue el recomendado. El momento fue propicio para grabar En mi ceguedad, un bolero de José Antonio Méndez, el máximo líder del movimiento filinero. De sus recuerdos de estos años, evoca la suerte de haber cantado con el Conjunto de Arsenio Rodríguez el Ciego Maravilloso, durante la emisión de un programa de radio. Sostuvo que actuar con este tan famoso tresista, era toda una proeza, porque su costumbre era “...que reventaba a los cantantes porque le metía unos tonos que no se podían cantar”.
Sigue Celio buscando un acomodo estable en la delantera de un buen grupo musical. Trabaja luego durante una temporada breve con el Conjunto Niágara que pregonaba su repertorio en la marquesina del Saratoga, situada en ese hermoso paseo al frente del capitolio. Su panorama artístico comienza a sonreírle al ingresar a la plantilla de cantantes del Conjunto Casino, de gran proyección musical y con una audiencia cautiva a toda prueba. En 1952 el Casino tenía como vocalistas a Roberto Espí y Roberto Faz. Su única grabación con los Campeones del Ritmo, apelativo farandulero que distinguía al Conjunto Casino, fue Plazos traicioneros autoría del Poeta de la Canción como se le bautizó con respeto y devoción al morocho Luis Marquetti.
El excelente cantante Alfonsín Quintana, era el vocalista titular y director del prestigioso conjunto Jóvenes del Cayo. Allí recaló Celio González en 1953 recomendado por Juan Blez del Trío Camagüey, para participar en los jolgorios amenizados por ellos y plasmar su voz en el acetato. Celio con este grupo graba cuatro páginas: Encantado de la vida, Monterrey, Nadie lo sabrá y Vete a La Habana. Con ellos realiza Celio su primera gira al extranjero, cuando visitan a Estados Unidos. En los primeros meses de 1954, Celio, paralelamente, se aventura a cantar con otro buen conjunto que obtenía aplausos a granel. Se trataba del Conjunto de Luis Santí. Ante esta situación de alternancia, sus compañeros de Los Jóvenes del Cayo, le solicitan que se defina por alguno de los dos. Y así fue como llegó Celio González al proscenio del Conjunto de Luis Santí. Fue una decisión presagiosa.
Con ellos sus grabaciones se acrecientan con la acogida ofrecida por el sello Panart. Reseñemos algunas de ellas: Nicolasa, Échale talquito, Entre risas copas y discos, Un juramento de amor, Sin reserva, Sonrisa na ma, Avísame, Sueños realizados, Mi propio corazón, Aunque seas perversa, etc. Los sitios en donde cosecharon aplausos permanentes, fueron la CMQ TV, Cabaret Montmartre y en el Río Cristal, y en lugares de baile como La Polar y La Tropical y en hoteles como el Miramar, Country Club y Biltmore.
Estanislao Sureda, Laíto, había sido hasta mayo de 1955, el cantante de planta de la ya renombrada Sonora Matancera. Con Rogelio Martínez Díaz, el director, Laíto tuvo una desavenencia económica y fue el resquicio musical para que El Flaco de Oro se apropiara de ese tan codiciado puesto. José Rosario Chávez, Manteca, el timbalero de la Matancera, lo había visto y oído cantar con el grupo de Santí. Y había admirado su voz por su calidez y dicción. Ante la salida de Laíto, Manteca, ni corto ni perezoso, corrió a abogar por Celio ante Rogelio. Éste lo mandó a buscar para aquilatar sus cualidades vocales en el ritmo de la Matancera. La prueba fue halagüeña y así la Sonora estrena un cantante de planta de nuevo. El tercero en su historia. Antes en su orden habían estado Bienvenido Granda y Laíto. Por este tiempo grababan con el elenco matancero, varias voces de proyección continental como las de Celia Cruz, Nelson Pinedo, Carlos Argentino, Johnny López, Víctor Piñero, Leo Marini, Vicentico Valdés, Chito Galindo y Rey Caney. La primera de una larga lista de grabaciones de Celio con la Matancera fue el bolero de Nelson Navarro Quémame los ojos, prensada el 23 de mayo de 1956. Según esto, Celio demoró un año cantando con los yumurinos antes de llegar al acetato. En cantidad, Celio González es el tercer cantante que mayor número de temas grabó con la Sonora Matancera (104), después de Bienvenido (205) y Celia (187).
El director de la Sonora, Rogelio Martínez, se convenció que había topado un cantante de planta de mucho arrastre. Por estos años le endilgan otro apelativo: El Príncipe de Camajuaní. Con la Sonora prosigue realizando giras a USA, Centro y Sudamérica. El 7 de febrero de 1959, según sus propias palabras acentuadas en el trascurso de varias entrevistas posteriores y una vez entronizado el nuevo mandato, salió solo de Cuba. La realidad nos demuestra que demoró para salir de su patria meses más, como lo testifican las fechas de grabaciones efectuadas en este año. Desde este tiempo data la residencia de Celio en el país azteca, con una temporada larga de residencia en Nueva York. Nunca más le fue auspicioso el camino de retorno a su Cuba natal.
En 1962 en Nueva York, se reintegra a la Matancera, ya en calidad de cantante invitado. El de planta a la sazón, era Willy Rodríguez, El Baby. Actuaron en muchos sitios de esparcimiento del Nueva York de entonces, incluyendo el Palladium majestuoso. Obtuvieron allí un éxito arrollador, alternando con orquestas como las de Tito Rodríguez, Tito Puente y la Orquesta Broadway. En 1964 plasma en el microsurco un L.D. con la Sonora, en donde tiene a Willy Rodríguez como colega de complemento. Al retirarse del conjunto que le había acercado a la fama continental, estaciona su brújula musical en el país del norte. En Nueva York su calidad artística también es recompensada y recibe el trofeo como el Cantante Extranjero más Popular de la colonia latina del año 1965.
Para el blanco sello Gema en 1966, con el acompañamiento del pianista, arreglista y maestro cubano Pepé Delgado, graba un larga duración que destaca los temas Con todos los hierros, Mi desgracia, La dejaste y Con una lágrima. También en 1966 es reclamado por el pujante sello Tico, para que en sus acetatos lo secunde una agrupación tipo sonora en un L.D. titulado Ahora Sí. Ello le facilita un segundo trabajo con esta empresa que llamaron El Celio González de siempre. Luego aparece un tercer L.D. en 1968 para beneplácito de todos. Se llamó Arriba Celio González con la Sonora Alegre.
El gran pianista y compositor cubano Julio Gutiérrez lo requirió para que con su tremenda orquesta grabara el trabajo que nombraron Nueva Vida. Transcurría 1968. El frío comenzó a incentivarle la derrota de esas tierras del norte. Añoraba el calorcito de su gente hispana. Y tomó la decisión de regresar a México, no obstante que embolsillaba su ciudadanía americana. En su carro particular y con su familia, encaró el extenuante recorrido desde Nueva York hasta ciudad de México. Allí sentó reales. En la tierra de los manitos graba en 1974 para la marca DIMSA con la difundida Sonora Mexicana de Rómulo Morán. Se conocen temas como En la palma de tu mano y He perdido una perla. Con los arreglos del maestro Tito Puente y de Joe Loco también en 1974, para el sello Teca deja diez números para la posteridad con la orquesta del Rey del Timbal.
El poderoso sello Orfeón mexicano le hace cometer un error musical, muy apetecido también por algunos de los artistas que ambientaron los acetatos de la Sonora Matancera. Volvió a grabar con el acompañamiento de una sonora, varios de los éxitos que lo tornaron famoso: Total, La equivocada, En el balcón aquel, Humo, Amor sin esperanza, Malvado proceder, Asombro, Intruso corazón, etc. Precisamente El Flaco de Oro en 1976 para la misma casa Orfeón, llega de nuevo al disco con sus viejos amigos de la Matancera en un trabajo que denominaron El Rey... Celio González con La Reina... Sonora Matancera. Podemos constatar aquí con suma facilidad que ya la Matancera ha apocado y opacado su calidad musical que otrora nos tenía acostumbrados. Ya en la nómina hay otros instrumentistas que incontrastablemente nos suenan diferentes. Son números desconocidos en su voz, tales como: Noche de farra, Cualquiera resbala y cae, Así se compone un son, La hija de Lola y La vecina.
Otra disquera azteca de relevancia, la Musart, le auspicia en 1977 un nuevo larga duración que nos enseña páginas como: Virgencita, Piénsalo Bien, Dí que no es tarde ya y Palabras. En pleno apogeo del movimiento salsero, se congratula con la archifamosa casa Fania, para que Johnny Pacheco (El Zorro Plateado) con su orquesta lo acompañe en un trabajo con nueve temas. De sus propias palabras escuchamos que durante su fructífera actividad artística grabó 65 L.D. Celio González no podía faltar a la cita de los 65 años de la Matancera repartiendo con sus colegas abrazos y canciones en aquel célebre 1989. El espectáculo en Nueva York liderada por los boricuas, la locutora Gilda Mirós y el músico Joe Quijano, tuvo un éxito inolvidable. El Flaco de Oro, con su voz y simpatía innata, ocupa un lugar de preponderancia dentro del grupo de cantantes que ha pasado por ese Rey Midas que se llama la Sonora Matancera.
Estuvo hospitalizado en su última semana de vida en la Clínica Santa Elena, de la capital mexicana. Una enfermedad intestinal en forma de peritonitis lo aquejaba. Igual que muchos pacientes tuvo una mejoría momentánea, por lo que los médicos lo desafiliaron del ventilador y líneas arteriales. Al otro día recayó con gravedad en una complicación cardiopulmonar que dio al traste con su vida el domingo 17 de octubre de 2004. Con su mamaíta, que ansiosa lo estaba aguardando desde hace bastantes años, se reunió de nuevo y por fin, Celio González. Desde luego que la ceremonia de bienvenida la festejó El Coro Matancero Celestial.
CHITO GALINDO:
Otro suramericano que llegó al acetato con los de Matanzas. Nació en la ciudad de Salta, república del Uruguay, el 17 de julio de 1924, tierra muy huérfana de intérpretes de aires tropicales. Su nombre de pila era Juan Carlos Speciali. Desde niño mostró gran afición por el canto y admiraba entre los cantantes líricos a Tito Schipa. En 1947 se radica en la capital argentina y trabaja como farmaceuta, no sin dejar de buscar su oportunidad en el canto. Husmeaba de manera continua los sitios de esparcimiento, donde hubiese espectáculos en vivo. En abril de 1948 luego de una selección entra a cantar con la Jazz de Freddy Candurra. Su primer tema fue el bolero En el Recuerdo, autoría de su amigo y posterior pianista acompañante, Alejandro Di Fonzo. A los seis meses decide volverse solista y canta en varias confiterías de renombre en la capital bonaerense. En junio de 1949 es contratado por Radio El Mundo actuando con enorme éxito. Para el sello RCA Victor en marzo de 1950 graba su primer número La luna y el sol, un son moruno.
En 1951 se presenta en el Brasil, luego prosigue su gira a su país natal, luego Argentina y Chile. En este último país actuando en Goyescas y Radio Minería, populariza temas como: Yo creo en ti, Qué será de ti, Canción de navidad, Una aventura más y Maringá. Debido a la difusión que obtenía gracias a la RCA Victor en Estados Unidos, fueron populares sus versiones de: Santa Rosa de Lima, Te quiero, dijiste y Las perlas de tu boca. Sus dos grabaciones con los de Matanzas son de julio de 1957. Ya era un artista exclusivo de la Seeco. Esta empresa le publicó luego un trascendental LD con acompañamiento de la orquesta orientada por el maestro Fernando Mulens y que se llamó Yo tengo un pecado nuevo. Figuran allí temas como: Injusticia, Si alguna vez, Yo tengo un pecado nuevo y otros. Es autor del tema Jamás, muy popular en la versión de los Chalchaleros. Fallece cuando estaba joven aún, en 1984 en Argentina.
GRABACIONES DE CHITO GALINDO
CON LA SONORA MATANCERA
NUMERO Y FECHA DE GRABACION TITULO SELLO AUTOR RITMO
1
7-1957 Consuélame Seeco Julio Blanco Leonard Bolero
2
7-1957 Queridos padres Seeco Galindo-Di Fonso Bolero
DANIEL SANTOS:
El Inquieto Anacobero ---- El Jefe
Este famoso artista, puertorriqueño por los cuatro costados, con un nacionalismo tan acendrado como su bohemia, ha hecho rumbear a por lo menos tres generaciones. Este cantautor tan admirado y vilipendiado a la vez, que deslumbró a medio mundo en compañía de don Pedro Flores y de Su Majestad la Sonora Matancera, fue héroe y villano en mil batallas. Si nos atenemos a la fecha de su nacimiento según su pasaporte, vio la primera luz el 6 de junio de 1916. Sin embargo en varias entrevistas, aseguraba que había nacido el domingo 6 de febrero de ese mismo año. La primera fecha fue cuando lo bautizaron. Nació en el barrio Trastalleres, Santurce, San Juan de Puerto Rico, en la parada 18 del trolley. Su madre, María Betancur era ama de casa y costurera en sus tiempos libres. Don Rosendo Santos era carpintero.
En 1925, don Rosendo, acosado por la difícil situación económica, viaja de polizón en un carguero, hasta Nueva York, buscando mejores oportunidades de trabajo. En La Capital del Mundo don Rosendo, consigue trabajo en la fábrica de automóviles Chevrolet. Poco tiempo después manda por su familia a Puerto Rico, que ya estaba formada por doña María, Daniel, Sara, Rosalilia y Lucy. Daniel ingresa a la secundaria, retrocediendo un grado, por la dificultad del idioma, pero empezó a cantar en el coro. En 1930 perteneció a los Civilian Conservation Corps (CCC), un organismo que reclutaba a jóvenes sin brújula, para que se dedicaran a la restauración de la decrépita Nueva York, luego de la crisis económica del 29. Su comienzo como cantante fue por pura casualidad. Tarareaba en una ocasión, sola la mariposa va de Rafael Hernández, en la ducha comunal de los apartamentos donde vivía con lo que ganaba en los CCC, cuando lo escuchó otro joven que pertenecía al Trío Lírico. Luego de un piropo musical, lo invitó a que se les uniera como cantante. La primera canción que interpretó fue Te quiero dijiste, original de la compositora mexicana María Grever, el domingo 14 de septiembre de 1930. Con el Trío Lírico y con el Conjunto Yumurí, trabajó hasta 1938, sin mucho éxito y con varios desengaños. Regresó a su natal Puerto Rico y vivió donde una tía. El firmamento musical boricua era dominado por José Luis Moneró y por Johnny Rodríguez. Conoce a don Pedro Albizú Campos, un patriarca político e intelectual, que abogaba por la independencia de su país. Don Pedro influiría mucho en el espíritu independentista y antiimperialista de Daniel Santos. Desalentado, volvió a La Ciudad de los Rascacielos a continuar su vida noctámbula. En 1938, cantó en el club Los Chilenos en Manhattan, donde ganaba 10 dólares por tres días a la semana. Después pasó al Cuban Casino, donde trabajó con la Orquesta de Augusto Cohen, con un salario de 17 dólares semanales. Pero le llegó su hora de suerte cuando se le apareció su Mesías, en la persona de don Pedro Flores. Lo oyó cantar su versión de Amor perdido, en el cabaret donde laboraba y le propuso que se uniera a su grupo. Así salió de 8 años de prostitución en el ambiente newyorkino. Don Pedro le enseña a cantar profesionalmente y es así como graba su primer disco, con el Cuarteto Flores: Qué te pasa. Esto ocurrió el viernes 14 de marzo de 1941, para el sello Decca de la ciudad de los rascacielos. Luego siguieron: La gaga, Yo sé que es mucho y Ven.
El martes 22 de abril de 1941 Daniel graba con el Cuarteto Flores, para el sello RCA Victor, el inmortal tema Despedida, original del maestro Pedro. La segunda guerra mundial estaba en su apogeo, aunque aún los Estados Unidos no participaban directamente. A mediados de este mismo año Daniel deja el Cuarteto Flores y se viste de rumbero, afeitándose el bigote para enrolarse en la Orquesta de Xavier Cugat. Esta agrupación era titular en el ostentoso Hotel Waldorf Astoria, ubicado en el sector del mismo nombre en la ciudad de Nueva York. Los Estados Unidos, habían sido atacados el domingo 7 de diciembre de 1941, por una flotilla de aviones japoneses en Pearl Harbor. Ello precipitó su ingreso al campo de batalla europeo, conformándose así el grupo de países conocidos como Los Aliados, con Inglaterra y Francia. Empezó en toda la nación del norte una movilización general y el reclutamiento de hombres aptos para la guerra fue inmediato. Daniel, como ciudadano puertorriqueño, fue enlistado y hubo de abandonar su puesto en la orquesta de Cugat. Empezaron 4 meses de intenso y duro adiestramiento. Al mes no aguantó semejante trajín y desertó. Arrepentido, regresó a los 13 días. Lo castigaron de manera severa, pero continuó el entrenamiento. Es embarcado luego para Maui, una de las islas hawaianas. Se presenta a sus superiores como el cantante titular de la Orquesta de Xavier Cugat. Su treta surte efectos inmediatos y es destinado a labores de cocina y de entretención a las tropas. Nunca es llevado al frente de batalla. En el archipiélago de Hawai se estaciona durante 16 meses.
Conoce a un compatriota suyo de nombre Juanito Jiménez y con él conforma el dúo Los Cumbancheros. Santos era cantante bilingüe y le colocaron el remoquete de El Cisco Kid, por su parecido con el actor de cine de las películas del oeste. En sus ratos de ocio, Daniel comienza a descubrir su original vena de compositor. De este tiempo data su bolero Escríbeme, dedicado a un amor imposible, pues se trataba de una artista del cine. Estuvo cuatro años en esta conflagración. A comienzos de 1946, ocho meses después de terminada la guerra, fue traído en barco a los Estados Unidos, en un espeluznante viaje navegando por aguas minadas. Salido del ejército, enruta para su Puerto Rico. De nuevo ingresa al grupo de Pedro Flores. Pero este grupo ya no es el mismo. El conjunto vive una época musical de encrucijada. Muy rápido vuelve a Nueva York. Con algunos ahorros de sus pagos en la tropa, inaugura un bar y restaurante. Como siempre, gastaba más de lo que ganaba y muy pronto quebró. Partió rumbo a República Dominicana y trabajó en algunos clubes donde se promocionaba como lo que había sido, cantante del Cuarteto Flores y de la Orquesta de Cugat.
Llegó luego por vez primera a Cuba y comenzó a trabajar en un programa denominado Bodas de Plata Partagás, con patrocinio de dichos tabacos en la emisora RHC Cadena Azul, propiedad de Amado Trinidad, apodado El Guajiro. Fue acompañado por una orquesta dirigida por los maestros Rodrigo Prats y Adolfo Guzmán. Conocedor del entorno en el cual se movía Daniel Santos, el compositor boricua Andrés Tallada, le dedicó su creación de Anacobero. Este término es de la mitología africana, heredada del lenguaje ñáñigo y que significa diablillo o bohemio en el lenguaje callejero. El tema era de obligada interpretación cada noche. En una de ellas el presentador y abogado Luis Vilardell Adán, lo anunció como El Inquieto Anacobero y ahí empezó la carrera de Daniel con este apelativo.
Regresa a Nueva York. En 1947 vuelve a Cuba a presentaciones especiales sin quedarse. Actúa en el Teatro Martí, en una revista musical dirigida por Carlos Robreño y llamada Teatro Cubano Libre. Va a ciudad de Panamá y se presenta en la Radio Centroamericana, con el acompañamiento de Avelino Muñoz y su orquesta. A mediados de 1948 fue contratado por el señor Manolo Fernández, dueño de Radio Progreso, emisora que como sabemos, albergaba en su horario nocturno a la Sonora Matancera. Se suceden las presentaciones de rigor y se produce el encuentro de estos dos monstruos de la canción popular de Iberoamérica. Pronto esta llave se convierte en la favorita del público y desde luego, también del doctor Carlos Prío Socarrás, Presidente de Cuba. Las dos primeras páginas llevadas al acetato fueron: Se vende una casita, bolero del compositor boricua Pedro Flores y Bigote gato, guaracha de Jesús Guerra. Con esto fue suficiente para que todo mundo supiera quién era Daniel Santos en Cuba. Recordemos que el cantante de planta de la Sonora era Bienvenido Granda. Daniel siempre fue cantante invitado.
¿Daniel hizo a la Matancera o viceversa? Ambos obtuvieron incalculables beneficios musicales y económicos, que corrían paralelamente con la fama. Esa es la verdad y no otra. A finales de 1948 interviene con la Sonora en la película El ángel caído. Retorna a Puerto Rico y ante la fama de la Matancera, consigue los mejores músicos disponibles y forma su Sonora Boricua en 1949. Cuba se ha convertido en su segunda patria y allá regresa una vez más. Se enreda en líos de faldas y va a dar a la cárcel. Al segundo día de estar allá compone su tema El preso. La madre del Presidente cubano doña Regla Socarrás viuda de Prío, aboga por él y pronto sale a la calle. Ese mismo día compone un número que es como una añoranza para sus excompañeros de reclusión: Amnistía.
Participa en febrero de 1950 en un nuevo filme con la Matancera y Rita Montaner, Ritmos del Caribe. Prosigue sus realizaciones en el microsurco con los de Matanzas. Su agitada labor musical lo lleva a grabar con el trascendente Conjunto Casino para la RCA Victor: Valor corazón, El sablazo, Luchando con ella, Almorzando y La primer mujer. Graba luego con Los Jóvenes del Cayo, y consigue presentaciones en una emisora con el conjunto de Luis Santí. Las últimas grabaciones de esta época de Daniel Santos con la Sonora las realiza el 21 de abril de 1953: Desgracia, Amnistía y El Corneta. Con la Matancera grabó 70 páginas. A Colombia llega por primera vez el sábado 30 de mayo de 1953. Actúa en Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Medellín, Cali y Bogotá. Prosigue luego sus actuaciones por Venezuela, México y Estados Unidos. Cuba es pequeña ya para los triunfos del Inquieto Anacobero. De nuevo en Colombia y ahora en Medellín, en 1955, cuando con su insólita presencia, hacía las delicias de los contertulios en un bar del trasnochador barrio de Guayaquil, recibe el otro apelativo que lo distinguiría por el resto de sus días, El Jefe.
Cuando estaba en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, en 1956 se ganó otro carcelazo. Debía cantar en el teatro Apolo con la Orquesta Costa Rica Swing Boys y al tercer día de presentaciones cuando iba a comenzar la función, resulta que al Inquieto Anacobero no le salió la voz. Vaya uno a saber por qué. Obviamente se formó la tángana. Y por no pagar los daños causados por los enfurecidos fanáticos, Daniel hubo de ser encarcelado. Al cuarto día de reclusión enfermó con tremendo catarro, causado por la lobreguez de la celda. Fue hospitalizado y después de cancelar una pequeña multa, quedó libre, pero sin recibir sus honorarios de las otras actuaciones. En cuatro días de prisión compuso dos números, Cataplum pa’ dentro anacobero y Cautiverio.
Don Antonio Fuentes y Daniel Santos
Promediaba 1957 y va a Venezuela. Allí compone una apología al movimiento revolucionario de Cuba y que tituló Sierra Maestra. Nadie lo quiso grabar y tuvo que ir hasta Nueva York, donde un loco que no creía ni en la luz eléctrica hizo viable su deseo, cancelándole sus honorarios con cientos de ejemplares del disco. Continuó en México y otros países su vida bohemia. De nuevo retornó a la isla y en La Habana en 1961, estableció un pequeño cabaret al que llamó 1800. Estuvo allí cinco meses. Viaja a su Puerto Rico y trabaja con el Trío Vegabajeño en la película Vírgenes de la Nueva Ola, rodada ese mismo año. En 1969, cuando estaba en Panamá y recién inaugurado el régimen del general Omar Torrijos, entabla una cálida amistad con El Hombre Fuerte de Panamá, que en varias ocasiones le paga bien para que le interprete Virgen de media noche, su tema preferido. Torrijos le organiza la Orquesta 11 de Octubre, con los 18 músicos más destacados de la guardia nacional de ese país. Graban varios temas del Anacobero con los arreglos de Clarence Martin. Después de comenzar la década del setenta El Jefe se convirtió en ciudadano del mundo. Visitó más de 37 países de América y Europa. Grabó con más de 50 agrupaciones, realizando unos 1.500 números.
Daniel, así como fue prolijo en el aspecto musical, también lo fue en los motivos sentimentales. Tuvo siete matrimonios legalmente constituidos, aunque tuvo otras amantes estables como Anita López, Nohemí Minerva, Cuti Rebollo, Lucy Ford. En total tuvo 12 hijos, ocho varones y cuatro mujeres. Uno de ellos que nació en Puerto Rico, llamado Ronnie, fue criado por Ismael Rivera El Sonero Mayor. Sucedió esto porque Maelo se desposó años más tarde con la madre de Ronnie, Gladys Serrano. La última grabación del Inquieto Anacobero, la hizo en 1983 en Bogotá, para el sello Icaro. El L.D. se titula Homenaje del Jefe a Gabo, y allí canta el tema El hijo del telegrafista, honrando al premio Nobel de literatura colombiano, Gabriel García Márquez.
En 1988 Daniel padeció un accidente cerebrovascular, y quedó luego con dificultad para la marcha y la memoria borrosa. Participó en el conocido acontecimiento de los 65 años de la Matancera en la ciudad de Nueva York, en 1989. El Jefe, desde 1985 vivía en una localidad del centro de la Florida, llamada Ocala, no lejos de Orlando. Ana Mercedes, su última esposa, considera que Colombia era la tierra donde mayormente se le amaba. Sostiene que aquí es un héroe nacional. La canción favorita de El Jefe era Venganza. Su última actuación en Colombia, la llevó a cabo en Cali en agosto de 1991, cuando con la Sonora Matancera y los cantantes Nelson Pinedo, Celio González, Yayo El Indio y Alberto Beltrán, cumplieron varias presentaciones públicas y privadas.
El Anacobero, como bien es sabido, mantenía su vena musical creativa siempre muy activa. Llegó a componer en 62 años unas 300 canciones. Entre sus colegas cantantes, sus favoritos fueron en su orden: Panchito Riset, Miguelito Valdés, Carlos Gardel, Benny Moré y Celio González. A sus 76 años odiaba hablar sobre su retiro artístico y aún más sobre la muerte. Pero la parca andaba rondando cerca. Por malestares de origen renal, fue recluido en el Monroe Medical Center de Ocala, Florida, en la noche del 26 de noviembre de 1992. A la una de la tarde del viernes 27, cuando reposaba en los brazos de Ana Mercedes, murió de un infarto cardíaco.
Muchos cantantes en algún momento de su carrera han tratado de imitar al Anacobero de alguna forma: Pepe Merino (cubano), Charlie Figueroa (boricua), Tito Cortés (colombiano), Tony Dellmar (colombiano), Raúl López (colombiano), Pablo Villanueva, Melcochita (peruano). Se han escrito varios libros acerca de la vida de El Jefe: Santo o Diablo (autobiografía), Confesiones de Daniel Santos, por Héctor Mujica (venezolano), La Importancia de llamarse Daniel Santos, por Luis Rafael Sánchez (Boricua), Vengo a Decirle Adiós a los Muchachos, por Joseán Ramos (boricua), y Daniel Santos, sus Anécdotas, sus Canciones, del caleño Humberto Freddy Gómez Ortiz.
EMILIO DOMINGUEZ “EL JARACHO”
Nació en una familia de 10 hermanos, en Veracruz, México en 1929. De allí su apelativo de El Jarocho. Luego de probar suerte en grupos de su terruño, llega a la capital mexicana en 1951. Perteneció como vocalista a grandes orquestas como la de Arturo Nuñez, Pablo Beltrán Ruiz y Luis González. Su voz se reconocía por su timbre alegre y rítmico. Después que la Sonora llegó a México en 1960, fue buscado por Papaíto para que los acompañara en actuaciones y grabaciones. Sus temas grabados con la Sonora están impregnados del calor de la nochebuena. Fueron realizados el día 10 de octubre de 1961. Celia Cruz tuvo la hidalguía de hacerle coros, situación no muy común en su trabajo artístico. En la década del setenta tuvo en su patria un conjunto musical muy exitoso llamado Las Estrellas de Plata, en el cual y como novedad, tenía una delantera con tres damas bellas, situación no muy común en aquellos tiempos. Su temática desde luego era tropical. Sus quehaceres musicales lo cansaron al comenzar el decenio de 1990, para luego a los 10 años retornar con renovados bríos, conformar el grupo La Mata del Son y volver a grabar en la capital de México, lugar en donde aún reside.
GRABACIONES DE EMILIO DOMÍNGUEZ
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1960 A comer lechón Seeco Sergio Siaba Bachata
2
1960 Bachata en navidad Seeco José Slater Badam-Francisco Oliver Bachata
3
1960 Pachanga en navidad Seeco Lino Frías Pachanga
GABRIEL ELADIO PEGREROS “YAYO EL INDIO”
Otro puertorriqueño que llega para compenetrarse musicalmente con la Sonora. Nació en la población de Juana Díaz, cercana a la ciudad de Ponce, el día sábado 18 de marzo de 1920. Su familia estaba compuesta por don Eladio y doña Rosalía y por sus hermanos Emilia y Dodó. Una característica de esta familia era la gran contextura física de todos sus miembros. Su hermano Dodó llegó a ser pelotero profesional. A los seis años, su familia se traslada a vivir a Santo Domingo. Estudiaba en la escuela primaria y alternaba en grupos de música. Cuando tenía 16 años, de nuevo regresan a Puerto Rico y se ubican en Ponce. Aquí comienza su verdadera carrera profesional como cantante, cuando ingresa a la Orquesta Pilot, donde también cantaba su compatriota Ruth Fernádez. Adopta su nombre artístico en recuerdo de sus ancestros. Yayo por su abuelo y El Indio, en memoria a la raza de su abuela. Su repertorio era bolerístico con temas de Agustín Lara, Rafael Hernández y Pedro Flores. Permanece un año con este grupo, para luego ingresar a la Orquesta Casino de Ponce, dirigida por Julio Alvarado, en sustitución del gran cantante Alfonso Fatty Gómez, ya fallecido. Allí realiza su grabación inaugural, pero a él le escriben el equivocado nombre de Yuyo Regueros. Canta por espacio de cinco años. Después y por corto tiempo labora en la Orquesta Snow White, junto a los cantantes ponceños Manolín Flores y Nicolás Pérez.
Cuando para Estados Unidos en 1941 empieza la segunda guerra mundial, llega a Nueva York y por mediación de Johnny Rodríguez, es contratado por la Cadena de las Américas (una fusión de las cadenas NBC y CBS), que tenía una programación musical especial para Latinoamérica y el belicoso frente europeo. Allí se codeó con verdaderas estrellas de la canción como Juan Arvizu, Néstor Mesta Chayres, Eva Garza, Frank Sinatra, Bing Crosby, Carlos Julio Ramírez, Xavier Cugat, Carmen Miranda, Pedro Vargas, Tommy Dorsey, etc. El gerente de la CBS, Edmund Chester, un judío criado en Cuba, ante la dificultad que tenía el anunciador con el apellido Pegueros, recomendó llamarlo El Indio. Sabía que cuando niño, le decían así. Además su fisonomía, recordaba la de un hindú. Este contrato se mantuvo hasta que la guerra se finiquitó. El grupo con que Yayo cantaba en la programación antes mencionada, era dirigido por el buen trompetista Celso Vega. Los otros integrantes eran: Luis Lija Ortiz, Serrail Archila y Chago Alvarado. En 1946 los muchachos se encaminaron hacia Cuba. Los integrantes de la Matancera los habían escuchado por la Cadena de las Américas durante mucho tiempo y Calixto Leicea, epistolarmente había acrisolado una amistado con el director Celso Vega.
Sonora Matancera con Bienvenido 1975. Yayo el Indio arriba a la derecha.
Es entonces cuando Yayo, por vez primera entabla amistad con los muchachos de la Sonora. Digamos que la fama aún no les sonreía con amplitud por aquel tiempo. El grupo de Celso y Yayo se quedó en Cuba trabajando hasta 1948, porque “el que no cantara en Cuba, no pasaba nada con él”. Yayo regresa luego a Nueva York, contratado para cantar en el Teatro Hispano. Cierta noche de 1949, es invitado por Miguelito Valdés quien cantaba en un show de medianoche en un famoso cabaret, para acompañarlo en los coros, debido a que los cantantes norteamericanos que lo secundaban, mascullaban el castellano. Aseguraba Yayo, que desde entonces su voz es la más buscada para realizar coros, El Infaltable en todos los Coros.
El Broadway Casino fue su sitio de trabajo en 1949 con la Orquesta de Julio Guinga. Después laboraron en el Ben McSis Roadside, donde el famoso crítico musical Earl Wilson aprecio sus cualidades vocales y escribió en el periódico Daily Mirror: “Yayo El Indio, una voz operática en una banda de rumba. Sensacional, dicen todas las críticas”. Al año siguiente lo tenemos cantando con la Orquesta de Tito Mendoza en el renombrado cabaret Caborrojeño. En 1950 el empresario boricua Rafael Pérez organiza un conjunto para grabar merengues dominicanos y le da el nombre de Conjunto Típico Cibaeño, bajo la batuta de Ángel Viloria, dominicano y acordeonista, con la voz del también dominicano Dioris Valladares. Yayo El Indio fue corista. Luego, canta y graba luego con la Orquesta Panamericana de Lito Peña, donde había estado Ismael Rivera. Fue el primero que llevó al acetato el bolero de Roberto Angleró La Pared. Graba también Amanecer borincano, Mala suerte, Qué pena le tengo al diablo y Vagabundo. Se enrola después en el remozado Cuarteto Flores, dejando grabaciones a dúo con Chago en 1952: Mañana es domingo y Veleidosa.
En octubre de 1952 se presenta durante una temporada en el Club Caborrojeño, de Washington Heights en Nueva York. Canta con Johnny Segui y sus Dandies, en memorables mano a mano con la Orquesta de Juanito Sanabria. Los llenos en tal sitio eran exultantes. Aparece en Nueva York El Inquieto Anacobero Daniel Santos y le dice a Yayo –“Vamos a formar una orquesta y buscamos buenos contratos”. Se embarcan en esta empresa. A los tres meses el incorregible Daniel se regresa a Cuba y no le queda otra alternativa a Yayo, que continuar sosteniendo la aventura con su grupo por espacio de... 12 años. Rebautizó la agrupación como Yayo y sus Caciques. Laboraron de planta durante bastante tiempo en el Caborrojeño. Grabó para las casas Seeco y RCA Victor. Tuvo su Club de Admiradores. Recibió numerosos galardones y premios otorgados por distintas asociaciones y entidades cívicas. En 1956, Yayo con Vitín Avilés, son las voces que se escuchan en el coro de la gran Orquesta de Tito Rodríguez, donde cantó de manera simultánea durante tres años. En 1957 se desposa con Raquel, una coterránea suya, y en 1960 les nace René, su único hijo, quien actualmente es oficinista en La Capital del Mundo.
La Matancera va a New York en septiembre de 1959 y Yayo y sus Caciques son el complemento en las presentaciones. Los cantantes de los yumurinos eran Celia Cruz, Carlos Argentino y el de planta Celio González. Sus actuaciones acaecieron en el renombrado Teatro San Juan en Broadway con la Calle 165. En 1963 con don Pedro Flores y su cuarteto, Yayo viaja a México para actuaciones en clubes nocturnos y teatros. Regresa a su patria en 1964 para cantar en la Orquesta Panamericana durante dos años. En 1965 con Bouffartique y su Charanga, graba con sus colegas Frank Souffront y Tony Molina, un L.D. para la CBS titulado Charanga pachanga. La capital azteca le brinda de nuevo los aplausos en 1968 y la televisión le difunde su voz estentórea. En 1970 actúa en el Teatro Lírico, en el Salón Bacará del Hotel Ejecutivo, donde la crítica especializada lo aclama como La Voz de Oro de Puerto Rico.
Cuando Justo Betancourt era el cantante de planta de la Matancera, llama a Yayo, para que lo reemplace mientras él va a Venezuela. Es así como el día jueves 21 de enero de 1971, ingresa para ser por muchos años el cantante y corista de nuestro grupo. Aprovecha un resquicio en el tiempo que le dedica a la Matancera en 1973, y graba para el sello Alegre, con los arreglos de Javier Vásquez, Charlie Palmieri y Joe Cain, un impactante LD. Le pone el sugestivo nombre de Simplemente Yayo y le procura muchas satisfacciones. A Colombia con la Sonora ha venido en muchas ocasiones y hemos tenido la fortuna de comprobar su señorío, que adoba con su maravillosa voz. Ésta, la escuchamos con su mismo timbre en las grabaciones realizadas por la Matancera, en marzo de 1993. En agosto de 1994 abandona la Sonora Matancera. Fueron 23 años y siete meses de continuo trasegar artístico. Conoció el mundo entero con el grupo cubano. Al mes siguiente va a su patria y se enrola con la excelente orquesta de César Concepción, que es la agrupación de planta del Hotel Caribe Hilton, de San Juan de Puerto Rico. Cuando Willy Rodríguez, sale de la Matancera a comienzos de 1997, de nuevo es llamado Yayo, para que ocupe su puesto de cantante titular. En 1998 tuvo una seria desaceleración cardíaca, que fue superada mediante la colocación de un marcapasos. Pero su ciclo terrenal se cumplió cuando muere en Nueva York, el 14 de diciembre de 2000, víctima de su enfermedad cardíaca.
GLADIS JULIO:
Luego de Nelson Pinedo, es la segunda voz colombiana que graba con los muchachos de Matanzas. Nació en la ciudad de Cartagena en 1934. Sus inicios en el ambiente de la farándula fueron como locutora. Trabajó en Emisora Fuentes de su ciudad, animando programas infantiles. Luego, los micrófonos de una variada gama de emisoras nacionales acogieron su cálida voz: Nueva Granada, Nuevo Mundo, La Voz de Colombia y La Voz de Medellín.
Inicia en Panamá en 1959, su carrera como intérprete de los ritmos tropicales. Realiza giras al Perú y Ecuador. Retorna a Colombia y canta con las orquestas de Pacho Galán y Pedro Salcedo. Luego de una visita a la capital mexicana se convence que su futuro artístico está en el país de los manitos. Su despegar allí fue duro, por la consabida y nutrida cartelera y por la agremiación de los artistas mexicanos, que a toda costa favorece los intereses de sus asociados. Su actividad en la capital azteca, le permitió conectarse con los integrantes de la Sonora. Ya sabemos que en 1968 realiza su trabajo en el acetato para ingresar a la selecta lista de los 46 cantantes que han grabado con los de Matanzas. En los años setenta, prosigue su labor artística en los países de Centroamérica y en Estados Unidos. Escoge la ciudad de los Ángeles como sede, durante seis meses del año. En el resto del tiempo, se radica en la ciudad de México. Realiza presentaciones en televisión y teatros calificados. Sus temas de batalla preferidos, como se puede adivinar, son melodías colombianas: Pachito eché, La piragua, La pollera colorá, La tabaquera, Carmen de Bolívar y Macondo. En México, por su piel morena y la interpretación de la música veracruzana, incluyendo además la del maestro Agustín Lara, le pusieron el apelativo de La Jarocha. Allí reside todavía.
GRABACIONES DE GLADYS JULIO
CON LA SONORA MATANCERA
NUMERO TITULO SELLO AUTOR RITMO
1
1968 Dolor que mata MRVA D. en D. Porro
2
1968
Playa blanca MRVA Rafael Escalona Porro
GLORIA DIAS:
Cubana. De esta hermosa trigueña se poseen escasos datos biográficos. En 1950 visitó a Colombia en la compañía del Tenor de las Antillas, su compatriota René Cabel. Trabaja en este mismo calendario en los programas de la C. M. Z del Ministerio de Educación, con el acompañamiento de la Orquesta de Los Hermanos Palau y además con Tomasita Núñez y Linda Agüero. Realizó grabaciones con la Orquesta Aragón en 1951. Canta durante 1953 en varios programas de televisión, como el canal 6 con el conjunto Llopiz Dulzaides. En el proscenio de Radio Progreso y con Miguel de Gonzalo y el Trío Nodarse, actúan en un programa concurso de canciones, dirigido por el maestro Humberto Suárez en 1954. A intervalos y hasta 1958, se presenta en el escenario de Radio Progreso en distintos shows. En este mismo año de 1954, el famoso pianista puertorriqueño Noro Morales, se la lleva a una gira por Colombia y Jamaica. Con 80 años y ya retirada, parece ser que habita en la ciudad de Miami. Sus dos recuerdos musicales con la Matancera datan de 1952, ambos en ritmo de bolero.
GRABACIONES DE GLORIA DIAZ
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
5-3-1952 Ay, mi vida Seeco Gabriel de Luna Bolero mambo
2
5-3-1952 Destino Seeco Armando Domínguez Bolero
HUMBERTO CANE:
Anastasio Humberto Cané Rodríguez nació en Matanzas, el martes 22 de enero de 1918. Es el hijo mayor del fundador de la Sonora Matancera, don Valentín, quien desde muy pequeño lo puso a estudiar música y así comenzó a tocar el saxofón desde los 12 años. En 1935 ingresa a la Matancera para interpretar el tres. Este instrumento a la sazón lo tocaba su padre, quien pasó a tocar la tumbadora. Fue cantante y también corista. Sus dos grabaciones como solista fueron: Gózala bailando y Tumba colorá, realizadas en 1944. Desde joven fue muy inquieto musicalmente hablando y en 1945 planteó nuevas ideas a su padre con respecto a los arreglos de la Sonora, pero no fue escuchado. Entonces resolvió probar en otros lares. Fundó en La Habana el Conjunto Todas las Estrellas, donde estaban, Chano Pozo en la conga, Félix Chapottín en la trompeta y Alfredo León en el bajo. Fueron muy aplaudidos en el Casino Nacional.
En mayo de 1946 viaja a la capital azteca y con un profesor especializado aprende a tocar el bajo. Conforma el Conjunto de Humberto Cané, donde tiene al cubano Silvestre Méndez en la conga. El resto de integrantes eran mexicanos. Al finalizar este año y para el sello Peerles secunda en grabaciones a su compatriota Vicentico Valdés y a Kiko Mendive para la Columbia. Mario Rivera Conde ejecutivo de la RCA Victor mexicana, en 1947 le acepta grabar con Benny Moré un cantante desconocido para la fecha. En 1949 se convierte en el primer bajista que acompaña las grabaciones de los reyes del bolero, los famosos Panchos. Después parte para España integrando una caravana farandulera que encabezó Toña la Negra y Juan Bruno Tarraza. Al año siguiente regresa para desposarse con su novia mexicana. Acto seguido conforma el Conjunto de Yeyo y Cané, que le depararía enormes satisfacciones durante los siguientes ocho años. Trabajaron de planta en el cabaret Rumba Casino. Se daban el lujo de tener para las grabaciones a egregios trompetistas, tales como: Chilo Morán (de la orquesta de Pérez Prado), Lupe López, Chirola y Vicente Flórez. A la llegada de Pérez Prado a México le prestó gran ayuda junto a Kiko Mendive y Ninón Sevilla. Más adelante, cuando al Cara de Foca le sonrió la fama, le colaboró como corista en los temas Qué te parece cholito, La cocaleca y Qué te pasa José, donde el solista es el Benny. También trabajó en dos películas con el Rey del Mambo.
Con su conjunto participó en 17 filmes. Individualmente y en la sección de ritmos trabajo en más de 50 películas. Todo ello fue en su época dorada, la década el cincuenta. En el siguiente decenio se dedica como bajista a participar en quintetos de jazz. En 1970 se traslada con su esposa y sus tres hijos a vivir a Los Ángeles. Humberto Cané, se marchó de este mundo a integrar el Coro Matancero Celestial, el sábado 13 de mayo de 2000, luego de experimentar una sensación infinita de desasosiego después de un accidente automovilístico de su hija Carmen, en los Ángeles, California.
JHONNY LOPEZ:
Nació en Mayagüez, Puerto Rico, el 16 de octubre de 1916. Su familia emigró en 1923 a Nueva York, cuando el niño tenía siete años. En 1939 encontramos a Johnny como vocalista del recordado Cuarteto Caney del cubano Fernando Storch, que propendía por labrarse un lugar en el ambiente artístico de La Babel de Hierro. Allí compartía honores con Doroteo Santiago y con Machito. De este tiempo tenemos las siguientes grabaciones: Pancho va a la guerra, Abran la jaula, Trabalengua e Incertidumbre. Con la segunda voz de Machito, escuchamos: Desencanto, Naufragio, En la jungla, Como la luz de la mañana, Visión, Desesperación, Perfidia, Nocturnal, Caminos de ayer, Noche de luna, Ella tú y yo, Fe y adoración y La chiquita me gustó. Como una joya invaluable, igualmente de esa época, grabaron una versión antológica del tema cumbre Convergencia, página que alcanzó la inmortalidad luego, en la voz del sonero cubano Miguelito Cuní.
En 1942, frente a la base naval en Santurce, San Juan de Puerto Rico, se inaugura el Jacks Club y la orquesta que ameniza es la de Armando Castro, con Johnny López como figura estelar. Allí patenta un tema que para los boricuas se hizo tradicional, Cu tu gu rú. La RHC Cadena Azul de La Perla de las Antillas, lo contrata en septiembre de 1945 para sus audiciones musicales. Johnny López se da el gustazo de aparecer cantando en 1948 en la plantilla de una de las agrupaciones más excelsas de aquellos tiempos, como lo fue la orquesta del catalán Xavier Cugat. Con ella, su canto se estrena en el país de Bolívar, durante una gira triunfal. Después, su actividad artística entró en un receso de ocho años. Su amigo Raúl René Rosado, sabedor de su profesionalismo, tras mucha insistencia, fue capaz de convencerlo para que regresara nuevamente a los entarimados y estudios de grabación. Para su sello Ninfa, imprimió páginas musicales con acendrados ritmos, robustos de trópico y alegría.
Calixto Leicea cuenta que por recomendación de Sidney Siegel, magnate de la empresa Seeco, en febrero de 1957, Johnny se traslada a La Habana para grabar con la Matancera sus dos únicos temas, y con ellos obtuvo gran aceptación entre el público hispanoamericano. Fueron llevados al acetato. Linstead market, un calipso de Silver Bain y Luces de Nueva York, un bolero rítmico de Tito Mendoza. Esto ocurrió el 22 de febrero de 1957. Con asiduidad los matancerómanos indagan vanamente por más grabaciones de Johnny con nuestro conjunto insignia. El 12 de enero de 1963 actuó por última vez en público en el Town Hall de Nueva York. A los tres días y a pesar de sentirse enfermo cantó en su Johnny López Show, programa vespertino de una emisora latina. A las dos de la madrugada del jueves 17 de enero, dejó de existir nuestro artista, a la temprana edad de 47 años.
ISRAEL DEL PINO:
Cubano. Sus datos biográficos son escasos. Su actividad musical la comienza en la década del 40. Durante 1942 hace parte de La Caravana Artística de Estrellas de Eddy Richards, que realiza una extensa gira por toda la isla y luego viaja a Santo Domingo. Otras figuras de la época que integraban esta embajada farandulera fueron: Vilma Valle, Manolillo, Sonia del Real y el Trío Encanto. Sus grabaciones con la Sonora datan de 1947. Luego viajó a México, donde la suerte le fue esquiva. Volvimos a tener noticias de Israel al finalizar la década del 80, cuando participa en grabaciones con el conguero Mongo Santamaría. Grabaciones con la Sonora Matancera:
GRABACIONES DE ISRAEL DEL PINO
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1947
La bamba alegre Panart Dominio público Son
2
1947 Donde va María Panart Jesús Guerra Guaracha
3
1947 El cinto de mi sombrero Panart ? Guaracha
4
1947 El que tiene nigua Panart ? Guaracha
5
1947 Micaela Panart Luis Carlos Meyer Porro
KARY INFANTE:
Cubana. Su exquisita voz de soprano la educó en conservatorios de los Estados Unidos, cultivando los géneros popular y clásico. Estuvo casada con nuestro compatriota y recordado compositor Álvaro Dalmar. En 1968 para el sello MRVA realiza sus grabaciones con la Matancera. Luego, y siguiendo los pasos musicales de su esposo, integra el prestigioso Quinteto Dalmar con Nubia Ordóñez, Jaime Hernández, Julio César Alzate y José Luis Escobar en su primera época. Después, Kary integra este quinteto en su segunda versión en compañía de Tanny, Lucho García, Hernán Quintero y René Gamboa. Para el sello Polydor, este grupo graba un LD con temas navideños y de autoría del maestro Dalmar. Después, al divorciarse de él, sus huellas musicales fueron imposibles de encontrar.
GRABACIONES DE KARY INFANTE
NÚMERO TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1968 Como tu sombra MRVA Alvaro Dalmar Bolero ranchero
2
1968 Convencido MRVA Alvaro Dalmar Bolero
3
1968 El valle de las muñecas MRVA André y Doryn Previn Bolero
4
1968 Esa noche MRVA Lalo Schifrin-Gimbel Bolero
5
1968 La zorra MRVA Lalo Schifrin-Miguel Bellido Boogaloo
6
1968 Una copa MRVA Alvaro Dalmar Vals joropo
CON LA SONORA MATANCERA
LEO MARINI:
El Bolerista de América
Nació en un hogar de emigrantes franceses e italianos con el nombre de Alberto Batet Vitali, el lunes 23 de agosto de 1920, en la ciudad de Mendoza, capital de la provincia del mismo nombre en la Argentina. Su padre Luis, era vasco francés, y su madre Herminia, italiana, nacida en Ancona. Su progenitor tenía un restaurante denominado Los Tres Hermanos y en la casa familiar funcionaba un almacén atendido por su madre y su abuelo paterno. Cierta noche de frío brutal, cuando Leo tenía cinco años, su padre contrajo una neumonía fatal y así en una de las ironías de la vida, mientras don Luis fallecía en la alcoba principal del hogar, en la pieza de al lado, nacía María Luisa. Más tarde su madre se desposó de nuevo y tuvo a Alicia Zulema y a Jorge. En su casa se respiraba un ambiente musical argentino: valses, tangos, milongas y candombes
Sus estudios primarios los realizó en la escuela de los Curas de San Francisco, bastante rígidos y severos. En 1935 causaban furor los boleristas románticos mexicanos, Alfonso Ortiz Tirado, Juan Arvizu, Pedro Vargas y especialmente José Mojica, de quien era un ferviente admirador. A los 15 años definió que su futuro estaría en la farándula y como cantante romántico. Mientras tanto se defendía adquiriendo los denarios, como vendedor en un almacén de repuestos para carros. Además, y como argentino de respeto, jugaba fútbol en la primera división del equipo de su provincia, Independiente Rivadavia de Mendoza.
Su primera actuación en la música, fue a los 16 años y resultó un fracaso inesperado. Por consejo de unas vecinas jóvenes y bellas, cantó en Radio Cuyo, la única emisora de su ciudad. No se amilanó. El tenor lírico español Juan Díaz Andrés llegado a Mendoza a pasar una temporada con su familia, durante un año le enseñó la técnica vocal apropiada y los secretos para la actuación, que todo cantante exitoso debe abroquelar en su repertorio. Le recalcó, con especial énfasis, para que Alberto abandonara el estilo de su voz, con inclinación en la imitación a la de Juan Arvizu. También le propició una nueva actuación en la emisora de su ciudad, acompañado de un cuarteto con piano, bajo, batería y violín. Con Francisco Fábregas, presentador de la emisora, le buscó su nombre artístico definitivo: Leo Marini, que brillaría en las marquesinas del continente. Su maestro Andrés, le aconsejó además, entonar siempre un repertorio con páginas románticas y rítmicas.
Comenzó a otear horizontes internacionales. En su patria consigue un peculiar contrato con una emisora. Trabajaba dos meses y descansaba otros tantos. Aprovechaba los meses de receso para viajar por su provincia natal Mendoza, y otras aledañas. Se trasladaba además, a otros países vecinos como Uruguay y Chile. Transcurría 1941 y efectuó su segundo viaje a Chile. Tuvo actuaciones en Viña del Mar y Valparaíso. En ésta última localidad llega al disco por primera vez: Virgen de media noche (Pedro Galindo), Puedes irte de mí (Agustín Lara), Inútilmente (Luis Aguirre) y Cerca de ti (Luis Aguirre). La disquera fue la RCA Victor chilena y el acompañamiento estuvo a cargo de la orquesta del cubano Isidro Benítez. Este pianista y arreglista, es considerado como el pionero de los ritmos isleños en Suramérica. Luego de esta temporada, regresa a San Juan (Argentina) para actuar en radio y allí el director técnico de la emisora de nombre Juan Rocha, le propone grabar dos acetatos en su misma radio. Don Juan los lleva a Buenos Aires buscando que interesaran. De regreso le trae a Leo un jugoso contrato por cuatro años con la emisora L.R.3. Radio Belgrano, propiedad de Jaime Yankelevich. Canta con la orquesta de planta integrada por 40 músicos y dirigida por el maestro Herman Kumok. Obtiene una excelente acogida y comienza a labrar su fama a partir de 1943.
Allí en Radio Belgrano, ocurrió el feliz encuentro con el músico bonaerense Américo Belloto, que estaba encargado por el sello Odeón, de reunir un elenco para realizar grabaciones para la clientela colombiana, sumergida en la onda bolerística. Belloto era el primer violín de la orquesta de planta y estaba casado con la hermana del director Kumok y cultivaba la música culta. Así es como se gesta la magnífica agrupación de Don Américo y sus Caribes, para grabar sus primeras cuatro páginas con el sello argentino Odeón, que causaron sensación en Colombia: Llanto de luna (Julio Gutiérrez), Ya lo verás (Bernardo Sancristóbal), Caribe soy (Luis Alday) y Yo contigo me voy (Rafael Hernández). La difusión de estos éxitos, avaló en 1945 una gira por Venezuela, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, con patrocinio de la firma Chesterfield. Inexplicablemente, no llegó a Colombia, tierra que lo reclamaba.
En marzo de 1946 encontramos de nuevo a Leo, cantando en la estación WNEL de San Juan de Puerto Rico, en las audiciones patrocinadas por Kresto. No fue sino hasta 1948, cuando arribó por vez primera a Colombia, acompañado de Don Américo. El doctor William Gil Sánchez, propietario de la Voz de Antioquia, los contrata con otros artistas para realizar una extensa gira por todo el territorio colombiano. En este elenco se estrenaba como humorista quien con el discurrir del tiempo iría a convertirse en el número uno de Colombia, Guillermo Zuluaga, el popular Montecristo. Esta gira se truncó abruptamente en Bogotá, cuando el viernes nueve de abril de 1948, fue asesinado el político y caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán, lo que produjo el conocido bogotazo, alzamiento de masas de nefasta e ingrata recordación para la historia sociopolítica de Colombia. A Belloto y otros argentinos los repatrió su gobierno, transportándolos en un avión de su fuerza aérea. Como una anécdota de estos escabrosos días en Colombia, digamos además, que por esta misma fecha se encontraba también de gira artística en Colombia, departamento de Antioquia, población de Cisneros, su compatriota y gran cantante Libertad Lamarque. Igual que Leo, hubo de abandonar de plano todas sus presentaciones en Colombia.
Marini, después de tal percance marchó a Puerto Rico e imitó a sus miles de admiradores, a los cuales mediante sus románticas melodías indujo a contraer matrimonio. Se casó con la dama argentina Esther Salandari. Luego, atiende una llamada de Federico Pagani y viaja a presentaciones en Nueva York. El contrato con la Odeón estaba concluido y el rubio Sidney Siegel lo busca para que firme con su compañía Seeco Records Corporation. Por sugerencia de la Seeco viaja a Cuba en 1951 para grabar con la Sonora Matancera. Sus cuatro temas iniciales fueron: Luna yumurina, Quiero un trago tabernero, Mi desolación y Desde que te vi, llevados al acetato el día 9 de abril. Regresa a su base boricua. Pero al año siguiente, la Seeco le aconseja irse a vivir a La Habana. Allí nace su primogénito, Luis Alberto. Al ser la Sonora Matancera la agrupación de mayores ventas de la empresa Seeco, se establece la relación para que en 1952, Leo, comenzara sus presentaciones en la emisora Radio Progreso, y a renglón seguido grabara: Maringá, Amor de cobre, Tomando té e historia de un amor.
Con la Sonora Matancera en 1952 en los Estudios de Radio Progreso
En el año de 1954, regresa a Colombia, su segunda patria, como él solía llamarla. Impone temas como Infortunio, Amor del alma y prohibido, con la orquestación de su compatriota Arnoldo Nali. Prosigue al Perú y allí en un curioso acontecimiento, canta montado en un elefante de circo, en un espectáculo organizado por el gremio periodístico. Para la Seeco y con la Matancera, vuelve a grabar en 1955 en La Habana. En otra gira por Cuba, el 8 de noviembre de 1958 regresa al acetato con la Sonora e impone números como Caribe soy, Fichas negras, Amigo, Dos almas y otros, que constituyeron el L.D. llamado Reminiscencias, el disco más vendido en la vida artística del gran Leo y en la vasta discografía del grupo matancero.
En Bogotá y en sociedad con Don Américo, funda el sello de grabación Coro, e impone el tango en ritmo de bolero, Fueron Tres Años. Por manejo deficitario del administrador designado, fracasan luego de varios meses, y la empresa enfrenta su clausura. También llega allí a su final, cuando comienza la década del sesenta, la formidable agrupación de Don Américo y sus Caribes, de tan imperecederos éxitos, con las voces de Gregorio Barrios, Hugo Romani, Alfonso Ortiz Tirado, Fernando Albuerne, Eduardo Lanz, Genaro Salinas, Marión Inclán, Fernando Torres, Nelson Pinedo, Rodrigo Soto, Leo Marini y otros. El 10 de febrero de 1957, nace en Bogotá, José Luis, su segundo hijo, nombre escogido en homenaje a su padre y a su suegro. Se radica después en Argentina, durante el decenio del sesenta, y desde allí realiza giras a numerosos países. Acreditó su apelativo de El Bolerista de América, porque su voz entraña mayor encanto con su tesitura, que la del venezolano Felipe Pirela, a quien algunos dan tal calificativo. Además, el volumen acumulado en el número de sus grabaciones, lo supera con creces. Su estilo se conoció entonces como depurado, romántico, cadencioso y enamorado. Había originado, para cantar boleros, el estilo llamado en la actualidad, Leomarinesco.
Foto en su estancia en Caracas
En 1964 le llegó una decepción con Cupido, y se divorció de su esposa. Lagrimeando su amargura a los 44 años, continuó sin resquicios, su carrera profesional por los entarimados de la América hispana. De manera paradójica, una mayoría de los enamorados latinoamericanos, continuaban enlazando sus destinos, al ritmo de sus canciones. En 1970, con el acompañamiento de la Sonora de Arnoldo Nali, en un L.D. grabado en Venezuela, impone el tema Señora bonita. Este número ya había sido grabado dos veces por su colega El Almirante del Ritmo Nelson Pinedo en México y luego en Perú. La interpretación de Leo Marini, compitió palmo a palmo su popularidad con las de Pinedo. En 1972 regresa con la Matancera para grabar sus segundas Reminiscencias, esta vez para el sello MRVA y así colecciona con los yumurinos, 48 temas en total.
Don Leo Marini también trabajó en películas, filmadas en Argentina y Chile. En 1946, en Chile hizo Sueña mi amor con un papel protagónico. En 1949 en Buenos Aires actuó en Mary tuvo la culpa con Susana Canales. La trama central gira alrededor de una yegua de carreras de nombre Mary y de la cual, Leo, en su actuación, vivía enamorado por lo exitosa. Por cierto, estaba recién casado y Leo en sus tertulias, sostenía que su esposa no creía en sus explicaciones. En 1950 filma en Buenos Aires Qué rico el mambo, en actuaciones estelares con las cubanas Blanquita Amaro y Amelita Vargas.
El presidente Carlos Andrés Pérez de Venezuela en 1978, en un acto apoteósico, condecoró a varios artistas legendarios de la farándula latinoamericana. Desde luego, allí estaba nuestro gran Leo al lado de Libertad Lamarque, Toña la Negra, Bobby Capó, Dámaso Pérez Prado, Marco Antonio Muñiz y Pedro Vargas. Se radicó en Venezuela, otra de las tierras que lo idolatró y se empalmó a cantar con Los Solistas de Capriles, una de las orquestas del magnate venezolano Renato Capriles, fundador y dueño de Los Melódicos. Cupido en esta temporada, regresó con su flecha certera. Se casó de nuevo, esta vez con la dama chilena Gloria Solano y se estacionó una temporada en Caracas durante un año. Entabló sincera amistad con nuestro artista y amigo colombiano, Rodrigo Soto, vigente por aquellos calendarios en Venezuela.
Detallemos otras agrupaciones que han respaldado a Don Leo Marini en sus grabaciones:
Conjunto de Luis Santí.
Vicente Bianchi y su Orquesta.
Valentín Trujillo y su Orquesta.
Leroy Holmes y su Orquesta.
Luis Barragán y su Orquesta.
Oswaldo Oropeza y su Orquesta.
Lino Vinci y su Orquesta.
Pedro Mesías y su Orquesta.
Toby Muñoz y su Orquesta.
Edgardo Quintero y su Orquesta.
Juanito Azúa y su Conjunto.
Larry Godoy y su Orquesta.
José Luis Ramírez y su Orquesta.
Jorge Beltrán y Los Peniques.
Carlos Guerra y su Conjunto.
Sonora Salomón.
Sonora Silver de Lucho Bermúdez.
Sonora de Lucho Macedo.
Retorna después a Buenos Aires a instalarse con su esposa Gloria. Allí también moraba Luis Alberto, su hijo mayor, que le dio dos nietos. José Luis, su otro hijo, residía en Mar del Plata y también lo alegró con otros dos nietos más. En una época de estrechez económica para el pueblo argentino, merced a la recesión afrontada en el decenio del ochenta, Leo decidió otorgar en vida su legado económico a sus dos hijos. Les dio una herencia respetable en efectivo, para que en el futuro, no reclamaran nada a su segunda esposa.
Cantando en Costa Rica
Nuestro artista agenció en su extensa discografía, cerca de 55 L.D. En la actualidad hemos recopilado 592 grabaciones con todas las agrupaciones.
Los entendidos han opinado: Leo Marini es para Hispanoamérica, lo que Frank Sinatra es para Norteamérica. Este artista tiene el mérito de haber sido el primer cantante romántico de arrastre continental. Trotamundos incorregible de la canción Romántica. Su bello timbre, sentido melódico y manera originalísima
de decir, lo han hecho todo un clásico del género. La Voz que Acaricia, como también popularmente se le conoce, con más de cinco décadas de actividad artística se ganó el lugar cimero entre la pléyade de boleristas de habla hispana. Con su indiscutible sensibilidad expresiva, su tonalidad acariciante y el susurro arrobador de su voz, es imposible que alguien le dispute tan merecido lugar.
Víctima del cáncer de la próstata, soportado con estoicismo durante siete años, muere el día domingo 15 de octubre del 2000, cuando en brazos de su hermana Alicia, y en la misma casa en donde había nacido 80 años atrás, recibía las atenciones propias de su enfermedad. En esa misma fecha, y en una extraña coincidencia, fallecía en La Habana, también a sus 80 años, otra figura cimera de la canción: Tito Gómez.
Transcurridos cinco días de la muerte de Leo, en la ciudad de Caracas, y víctima de una enfermedad pulmonar causada por el tabaquismo, moría Gloria Solano, su última esposa, de la cual se había distanciado tres años antes.
Juzgo que la voz de Leo Marini ha sido trascendental en nuestra canción popular. En las distintas opiniones entre los coleccionistas del bolero, su voz figura en las predilecciones con las de Fernando Albuerne y Genaro Salinas. En la medida que con atención se escuchan sus producciones discográficas, el sentimiento y la admiración por este artista inolvidable, se ennoblece y agiganta.
MANUEL LICEA LAMONT “PUNTILLITA”
Nació en Yareyal, población de la provincia de Holguín, distante 735 kilómetros al oriente de La Habana, el martes 4 de enero de 1927. Empezó su carrera como cantante en agrupaciones menores de su pueblo natal. Luego probó suerte en Camagüey con la Orquesta de González Allué. A los 18 años se trasladó para la capital de la isla y en ese mismo año de 1945, ingresó a la notable Orquesta de Julio Cueva, una de las mejores del ambiente habanero. Hizo parte también de las orquestas de los Hermanos Palau y de los Hermanos Avilés. Con el maestro Cueva y su orquesta interpretó el número que lo bautizaría para siempre: El son de la puntillita. Muchos amigos jamás le volvieron a llamar por su nombre. Puntillita prosiguió su carrera cantando música tropical en centros nocturnos, fiestas populares, radio y televisión.
La vinculación con la Matancera fue breve, resumida en tan sólo una página musical grabada en 1951, El Gallo, la Gallina y el Caballo. Un año después prueba suerte en el Conjunto de Luis Santí, y populariza La cruz de palo bonito. Realizó luego numerosos viajes al exterior representando siempre la música cubana. Participó en el sobresaliente movimiento musical de Buena Vista Social Club a partir de 1995. Puntillita muere en la capital cubana el lunes 4 de diciembre de 2000.
MARTA JEAN CLAUDE:
Nació en Puerto Príncipe el 21 de marzo de 1919, del matrimonio formado por Beauvoir y Silvia Eugenia. Cultivó los aires musicales de su patria y su trampolín para la fama en su tierra, fue haberlos adaptado a la sensibilidad contemporánea. Por lo tanto fue justo su apelativo de La Dama de la Canción Haitiana. Cuando la Sonora Matancera realizó por primera vez en 1951 una salida al extranjero, se amistó con Celia Cruz, quien la invitó a Cuba para que demostrara su profesionalismo, subsidiándole todos sus gastos. Así fue como se acercó al acetato con la Matancera para grabar sólo un tema: Choucoune, (pájaro amarillo), página haitiana original de Manton Durand, grabado el martes 26 de agosto de 1952. Allí le hace dúo Celia Cruz, su gran amiga de toda la vida. En 1957 trabajó con Ninón Sevilla en el filme Yambao y en su estadía mexicana fue aplaudida en cabarets y TV. De regreso a Cuba en 1958, en el Tropicana tuvo un extraordinario éxito cuando el coreógrafo Rodney le montó el show llamado Vudú Ritual, que para mayor sensacionalismo lo presentaba a las 3:00 AM. Cuando se entronizó la revolución cubana no quiso salir del país que la había acogido con su arte y durante muchos años hizo parte de caravanas artísticas cubanas que recorrieron los países socialistas. El 6 de julio de 1996, participó con su amiga Celia Cruz en un extraordinario concierto en el Estadio de puerto Príncipe. Se desposó con el periodista cubano Víctor Mirabal y procrearon cuatro hijos: Magdalena, Linda, Richard y Sandra. Linda ha tenido una fulgurante carrera musical con su voz de soprano. Nuestra cantante falleció en el 2002, en La Habana, luego de soportar los rigores de un derrame cerebra.
MIGUEL D GONZALO:
La Voz de Terciopelo
El Máximo Vocero del Filin Cubano
Miguel Ángel González nació en Santiago de Cuba en 1924. Como aficionado, empezó en su natal Santiago. Participó en el Orfeón Cuba. Trabaja en sus inicios como locutor en la Cadena Oriental de Radio y como actor de radionovela interpretando el personaje El Guajirito, que se volvió muy popular. Por este éxito y a probar suerte, resuelve viajar a la capital de la isla en 1942.
Cantó en sus inicios con la Orquesta de Armando Valdespí, presentándose además en las emisoras RHC Cadena Azul y en la CMQ, en el programa Teatro de la Canción. El destacado pianista René Touzet, lo secunda en aplaudidas presentaciones realizadas en la emisora C.O.C.O. Por este tiempo, el después legendario percusionista Chano Pozo, se convierte en su mejor amigo. Lo relaciona con Rita Montaner, La Única, (después que el travieso Miguel, soterradamente imita a la famosa mezzo-soprano) y empieza entre ellos una amistad fraternal, pues Rita sostenía que era su ahijado (musical). Ella le adjudicó su nombre artístico y en ocasiones, fungió como su promotora. También de este tiempo data su apodo de El Chino.
En 1945 participa como el más célebre solista masculino del género del Feeling, que revolucionó la música popular del decenio. Como ejemplo de esta modalidad musical cubana, tenemos lo grabado con la Orquesta de Humberto Suárez para el sello Adria: Imágenes (Frank Domínguez), Vagar entre sombras (J.D. Quiñones), Ya ves así pienso yo (O. Farrés), Tú no sospechas (M. Valdés), Regresa a mí (Lombardo-Montes), La montaña (Mareu-Algueró). Con Felo Vergaza y su ritmo grabó también valiosas joyas musicales. En 1948 con la Sonora Matancera realiza sus seis grabaciones; aunque pocas, permiten apreciar las enormes cualidades vocales de Miguel. Obsesión y Dos gardenias son las cumbres. Su interpretación de la segunda, para muchos entendidos, es superior a la grabada luego, por Daniel Santos con la misma Matancera. Miguel tenía un dominio de la media voz extraordinario, con brillantes matices y admirable dicción.
“
Llevaré tu recuerdo escondido
como un beso perdido
que quema mis labios
y me hace sufrir...
Obsesión que me acaba la vida
no te puedo querer
ni te puedo olvidar
no sé que voy a hacer”.
En una en gira por el Perú, propiciada por Rita Montaner, Eulogio Molina le conforma una sonora especial con excelentes músicos y graba números como: Qué Mala Eres, Por un Corazón, Alabanza a Changó. En 1951 por Radio Cadena Habana, con el acompañamiento del pianista ciego Frank Emilio Flynn, Miguel realiza programas para consolidar el movimiento filinero. La televisión cubana lo acogió calurosamente y en 1953 fue una de sus estrellas.
En 1953 se presenta en el canal 2 de televisión, acompañado de la orquesta de Paul Sezonka. El Máximo Vocero del Filin Jazzístico Cubano, en 1957, se integra a la Orquesta Gigante de Estrellas Cubanas dirigida por el maestro venezolano Aldemaro Romero. Graban resonantes páginas: Domitila, Nuestra canción, Mango mangüé, Mi baracutey, Yo te quiero, La matraca, Macavelo. Luego del triunfo de la revolución en 1959 Miguel continuó en su patria. Lleno de fama su Rincón del Feeling en el escenario llamado Pico Blanco, situado en el piso superior del Hotel Saint Johns, en pleno corazón habanero. Allí cantaba con variadas y nuevas voces, en las que descollaba Pablo Milanés. Cuando en una noche de agosto de 1960, se funda en el Vedado habanero el exquisito sitio El Gato Tuerto, Miguel realiza gran temporada con Elena Burke, Meme Solís y Doris de la Torre
Su vida íntima y personal no fue un dechado de virtudes. Padecía duraderas y acentuadas depresiones. Una noche y luego de tres días de ausencia del Saint Johns, lo encontraron inerte en su apartamento, víctima de intoxicación por drogas tranquilizantes. Había muerto el jueves 13 de noviembre de 1975. En el consenso general de las personas que lo conocieron y degustaron en vivo la cadencia de su voz, Miguel ocupa un lugar preeminente dentro de la cancionística popular cubana.
GRABACIONES DE MIGUEL DE GONZALO
CON LA SONORA MATANCERA
# FECHA TITULO SELLO AUTOR RITMO
1 1948 Ahora y siempre Panart José Morales Bolero
2 1948 Al fin sucedió Panart A. López Martin Bolero
3 1948 Dos gardenias Stinson Isolina Carrillo Bolero
4 1948 Hay que vivir el momento Stinson Miguel A. Valladares Bolero
5 1948 Mi tragedia Stinson Bobby Collazo Bolero
6 1948 Obsesión Stinson Héctor de la Torre Bolero
NELSON PINEDO:
El Almirante del Ritmo
El hogar de los Pinedo Fedullo, se llenó de luz en aquel 10 de febrero de 1928. Doña Rosa tenía todas las ilusionas cifradas en su segundo parto. Y con precisión matemática como había vaticinado el médico, en dicha fecha aquel hogar se iluminó de alegría con el nacimiento de un varoncito. Días después, fue bautizado con el ostentoso nombre de Napoleón. Y hubo festejos en el barrio Rebolo, cuna de futbolistas, billaristas y cantantes. A don Julio, su padre, lo cobija el infortunio y tempranamente fallece cuando Napoleón cumplía los 17 años. Con su hermano Marco Tulio, cuatro años mayor, queda bajo la égida de doña Rosa. Para contribuir en las finanzas familiares, Nelson abandona sus estudios de bachillerato y se emplea en varios oficios con audacia y responsabilidad. En la búsqueda de una profesión estable, fue oficinista en el correo, auxiliar bancario, operador de radio, controlador de cabina en emisoras. Hizo intervenciones como locutor bilingüe, pues había obtenido el título por correspondencia como se estilaba en aquella época, en la National School de Los Ángeles, California.
En 1948 se vincula como locutor en los micrófonos de la Voz de la Patria. Se aventura a participar en un programa de Emisora Variedades que realiza un concurso para cantantes novicios, llamado El Palacio del Aire. Es entonces cuando se regodea vocalizando los boleros cubanos que son la sensación del momento. El tercer puesto conquistado, lo entusiasma a soñar con un porvenir en el arte de Euterpe y decide prepararse para ello. Miguel Ruiz, un antioqueño hombre de radio y propietario de la emisora patrocinadora del concurso, le murmura durante una tertulia que para comenzar con pie derecho debe cambiar su nombre por otro más representativo, porque el suyo era digno de un luchador de tinglados baratos, e inapropiado para un cantante. Le colabora en la consecución de su nombre artístico: Nelson Pinedo.
A una de las audiciones de la Voz de la Patria, en cierta vez, se ausentó un cantante ecuatoriano, quien era el pregonero de las páginas románticas en la orquesta Los Olímpicos Jazz Band, liderada por el maestro Julio Lastra. El otro cantante de la agrupación que vocalizaba las guarachas, era Manolo Pulido. Y Nelson tuvo allí su primigenia alternativa en su carrera profesional. Mi cariño fue el primer número que interpretó, un bolero de aquella actualidad, grabado por la cadenciosa voz argentina de Leo Marini. La Voz de la Patria en Barranquilla, batía récord de sintonía en la costa atlántica colombiana, Su propietario, Clemente Vasallo, abordó a Pinedo, luego de una presentación con la orquesta del maestro Lastra:
–Oye tú muchacho, tienes una voz del carajo, pero aquí no se grita.. Aquí necesitamos un crooner. ¿Me entiendes? ¡Un crooner! El señor Vasallo se refería a esa clase de cantantes susurrantes, amos y señores de los cabarets norteamericanos, que acreditaban una suave voz, pletórica de calidez.
Aparece después el maestro soledeño Pacho Galán, director de la Atlántico Jazz Band y lo llama para que con su canto se le una en un programa denominado Empanadas Bailables del prestigioso Hotel El Prado que se efectuaba en el Patio Andaluz y además en las ediciones musicales de la Emisora Atlántico. Se enrola más adelante en la orquesta de los hermanos Rodríguez Moreno. Pompilio en la batería, Tomasito era el cantante guarachero y Lucho tocaba el saxo, que musicalizaban los eventos en el Jardín Águila. Con la orquesta de Lucho Rodríguez Moreno, comienza su periplo continental y los secunda en una gira por la patria de El Libertador. En la emisora Ondas del Lago de Maracaibo, graba su primer acetato titulado Mucho, mucho, mucho, un bolero en la moda de entonces, de la autoría e interpretación de Andy Russell, aquel apuesto cantante norteamericano. Al retornar a su Barranquilla natal, realiza en 1949 con la orquesta del español Juan Bautista Font, un periplo artístico por el departamento del Magdalena.
Se acopla luego a la Orquesta de Antonio María Peñaloza que tocaba en los carnavales en el proscenio del Country Club. Su destino estaba trazado en el canto y a los 23 años, del trópico atlanticense, se muda a la gélida sabana de Bogotá con esta agrupación. El miércoles 11 de abril de 1951, son protagonistas de la inauguración del Night Club La Casbah, en los altos del teatro Mogador. Este centro artístico y musical, improntó huella durante la década del cincuenta en la capital de la república. Durante la permanencia en la capital colombiana, Pinedo conoce en la emisora Nuevo Mundo, a Don Américo Belloto, director de la célebre agrupación Don Américo y sus Caribes, propulsora de trascendentales voces. Con este acompañamiento graba dos temas para el sello Vergara: ¿Qué es la cosa?, un porro y Cumbia del Caribe, ambos originarios del maestro bogotano Alex Tovar.
Casino de Sevilla era el nombre de una agrupación que interpretaba la música de la madre patria y que en 1952 con sus solistas José Madrid y Pedro Da Silva, arribó para una temporada de presentaciones en Bogotá en el Grill Europa. Nelson Pinedo, entre chanza y chanza, intercambiaba aplausos con ellos. En sus noches libres, ellos lo aclamaban en su show, y viceversa. Esta camaradería con los españoles, ¡quién lo creyera!, sería el embrión que incubaba su proyección internacional. Luego de que los ibéricos finalizaron su contrato, enrumbaron para Cuba. A los cuatro meses, en noviembre, Nelson dio paso al asombro, cuando es citado por estos españoles para que cante con ellos en La Habana. El grupo había cambiado de nombre y ahora se llamaba Orquesta Serenata Española. Complacido, vislumbraba que su futuro profesional lo forjaría en el extranjero. Iría a Cuba para convertirse en un cantante internacional. Allá se pone a la orden del empresario Eugenio Tito Garrote. En aquel emporio artístico de La Habana, con la Orquesta Serenata Española debuta Nelson en enero de 1953, en el Teatro Payret ubicado al frente del capitolio. Después actúan en el Casino Nacional, en el cabaret Montmartre y en el canal 2 de televisión. Con la indumentaria requerida por el conjunto y con su galanura, se camuflaba fácilmente como español. En este trampolín musical difundió cuatro temas: Yo te diré, Volverán las golondrinas, Entre tus brazos y Monísima. Este último, agenció muchos aplausos y fue durante cuatro meses su emblema musical. Fueron grabados para que trascendieran en el sello Panart, el más encumbrado de Cuba.
Los directivos de la Orquesta Serenata Española, luego de agotar sus contratos, le propusieron a Nelson que los escoltara a España, pero él prefirió quedarse en Cuba. Graba dos temas para el mismo sello Panart, con el estupendo fondo musical del Conjunto de Luis Santí: Entre palmeras, un porro del colombiano Rafael Campo Miranda y De ti no quiero nada, un bolero de su autoría. Una bendición de ángeles le relampaguea del cielo en forma de eventualidad. Daniel Santos, quien era el cantante invitado de la Matancera en los programas de Radio Progreso, se engolosina con una de sus escapadas, esta vez para México, en donde pretendía cumplir un contrato de cuatro semanas. Tito Garrote, audazmente, conduce a Nelson a relacionarlo con los propietarios de la emisora, los hermanos Fernández y con los muchachos de la ya prestigiosa Sonora Matancera. Él aprovecha esta ocasión única y despliega su profesionalismo para granjearse el respeto de los músicos y de lo que es más vital, el encanto del público. El éxito fue inmediato. Los patrocinadores del programa que promocionaba un refresco llamado Iron Beer, le solicitaron a Nelson quedarse aunque Daniel Santos regresara. Y comienza la empatía de Nelson con el auditorio cubano, con el marco espectacular y arrobador del más grandioso conjunto de la música caribeña, SM, Su Majestad, es decir, la sempiterna Sonora Matancera. Su director Rogelio Martínez facilita las cosas y Nelson Pinedo graba su primer número, El Ermitaño, aplaudido porro del recientemente fallecido compositor colombiano Rafael Escalona. Esto motivó al señor Sidney Siegel dueño de la empresa Seeco a ofrecerle a Nelson un contrato de exclusividad por un año, que muy pronto fue prorrogado a dos. Los estudios de Radio Progreso de Prado y San José se trasladaron al moderno edificio en Infanta 105 y fueron inaugurados el 11 de noviembre de 1953. Desde luego que allí estuvieron la Sonora Matancera con Nelson Pinedo, para resplandecer con su arte ese trascendental acontecimiento farandulero.
Pinedo fue previsivo y cuando salió de Colombia para Cuba, empacó en su portafolio numerosas partituras de porros, nuestro ritmo autóctono y tropical. El martes 18 de mayo de 1954, Nelson graba con la Sonora, Me voy pa’ La Habana, el tema que lo inmortalizaría, en una adaptación que realizó a la página del cantante y compositor colombiano José María Peñaranda, Me voy pa’ Cataca, en referencia a la población de Aracataca. Nelson con la Sonora graba 50 números en cuatro años y medio de trabajo como cantante invitado.
En 1954 obtiene el codiciado galardón en La Habana como el Artista Extranjero más Popular, escogencia de los cronistas de radio, televisión y teatro.
En febrero de 1955 en la película Una gallega en La Habana, interpreta con la Sonora su tema Me voy pa’ La Habana. Allí observamos a un Pinedo arrollando con su juventud y categoría vocal. En este mismo año ingresa a los anales del exclusivo Cabaret Tropicana, cuando hace parte del elenco de una producción estelarizada por la diva portuguesa-brasileña Carmen Miranda. Comparte camerinos con otras luminarias como Olga Guillot, El Cuarteto Rufino, Facundo Rivero y su Cuarteto y la pareja de bailarines de Ana Gloria y Rolando.
Con Celia Cruz y la Sonora Matancera en abril de 1956, recorren triunfales Costa Rica, Nicaragua y Colombia. Cuando actuaba en Puerto Rico en septiembre, recibe la orden de los dueños de la Seeco para grabar con la agrupación que arrollaba en La Isla del Encanto, Cortijo y su Combo. Esto se efectuó en los estudios de Marbella Records, en el Viejo San Juan. Planeaban realizar un LD pero la avalancha de los contratos de trabajo de Pinedo sólo le permitió grabar cuatro temas, Micaela, El pilón de Tomasa, Zumbador y Lola la coquetera. En los coros de estos temas estuvo el emblemático Ismael Maelo Rivera, El Sonero Mayor de Puerto Rico. Esto acaeció el 9 de octubre de 1956.
Pinedo realiza sus postreras grabaciones con la Matancera, en noviembre de 1958. Nelson vuela después a ciudad de México, en donde durante el ajetreo de sus actuaciones, protagoniza un romance con Irma Dorantes, la reciente viuda de El Ídolo de México, el sin par Pedro Infante. Cuando viajaban juntos a una presentación en la Universidad de Actopan, sufren un accidente automovilístico. En la policlínica de los artistas de México fueron atendidos de urgencia. Nelson estaba en ensayos para protagonizar una película musical y todo esto se derrumbó, porque estuvo incapacitado durante un año por las numerosas intervenciones quirúrgicas que debió afrontar para borrar las secuelas faciales ocasionadas en el percance.
Luego del infortunado contratiempo, cumple una cita artística en la capital venezolana en donde conoce a su futura esposa Alba Marina Blanco. Retorna a México para cumplir un contrato en sus más renombradas marquesinas. Graba con la orquesta del pianista cubano Alex Sosa un LD para el sello Musart. Allí se destaca la página El carioquero. En otro acetato con Sosa perpetúa otro de sus rotundos triunfos, el bolero Borrasca, que le propició un segundo aire musical y en el escalafón mexicano fue un torbellino, que se huracanó por la América Latina entera:
En una noche venturosa de 1964, luego de una de sus presentaciones en un cabaret de Nueva York, en su camerino le trasmiten el mensaje que un famoso personaje lo espera en una mesa especial, para brindarle el calor de unos whiskies. Pinedo acude a este llamado y así enlaza conceptos y amistad con Tito Rodríguez. Éste le manifiesta que es un admirador de su estilo y lo felicita por su magnífica dicción y prosodia que caracterizan su canto. Tito pone a disposición suya su orquesta y se dan a la tarea de escoger el repertorio que incluiría unas páginas antológicas. Para el sello Gramsa Music Hall, graba con la gran banda de Tito Rodríguez, el LD titulado Un Latino en América.
En 1967 es requerido en el Perú para liderar un show de televisión en el canal 2 de la Avenida Tacna de Lima. El productor Manuel A. Guerrero del sello MAG lo contrata para grabar dos larga duración: Agüita de colonia y Sale caliente y coma callao, con músicos de las agrupaciones de Lucho Macedo y Ñico Estrada, conjunto que bautizaron como la Sonora Magtancera. Vuela después a la Argentina y allí se estaciona para cantar durante dos años. En Buenos Aires nació Carlos Julio, su tercer hijo. Le pone este nombre como recuerdo de su suegro y también como un homenaje a su colega colombiano Carlos Julio Ramírez. Nelson ha sostenido siempre que es el cantante mayor nacido en Colombia. A la urbe caraqueña de nuevo llega en 1968, esta vez para radicarse definitivamente. En al año de 1972, Nelson Pinedo grabó en Venezuela con el grupo de Nelson Henríquez un LD que denominaron Nelson y Nelson. Se conjugaron dos generaciones con un mismo nombre para almibarar la música jacarandosa.
En noviembre de 1974 y para realzar el cincuentenario de la Matancera, la empresa Continental Deportes, organizó para Colombia un espectáculo que acertadamente llamó El Festival Imposible. Para deleitar a sus seguidores vinieron con la Sonora: Daniel Santos, Carlos Argentino, Celio González y Nelson Pinedo. Agenciaron fervorosos llenos en Barranquilla, Cartagena, Bogotá, Cali, Pereira y Medellín. Las turbamultas matanceras disfrutaron tremendos banquetes musicales.
Graba en 1983, en San Juan de Puerto Rico, con la orquesta del boricua Tommy Olivencia, el trabajo titulado Nelson Pinedo ... Desde Puerto Rico. En la navidad de 1984 acude a Londres para actuar en el night club Los Españoles y en el St. Albam´s Parish Hall. Desde Caracas El Almirante del Ritmo continúa desplazándose a varios países en donde complace con su arte.
En 1989 fue partícipe del magno acontecimiento en Nueva York, con ocasión de los 65 años de la fundación de la sempiterna Sonora Matancera. Fueron tres días de entusiasmo desbordante. Todo un jolgorio. Allí se reunió de nuevo con sus antiguos colegas: Daniel Santos, Leo Marini, Vicentico Valdés, Celia Cruz, Bobby Capó, Celio González, Alberto Beltrán, Yayo El Indio y Carlos Argentino. Los empresarios caleños reunieron por última vez a la Sonora Matancera con sus estrellas, en el mes de agosto de 1991. Como cantantes estuvieron Daniel Santos (que deambulaba ya vacilante y olvidadizo), Celio González, Alberto Beltrán y nuestro Nelson Pinedo.
El empresario venezolano residente en Nueva Jersey, Miguel Hernández Andara, mediando nuestra recomendación, lo promocionó para actuaciones con la colonia latina de Nueva York y Nueva Jersey en 1997. Sus presentaciones fueron tan victoriosas, que el 21 de marzo de 1998, la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York, le concedió el premio A.C.E., como el mejor artista latino del año.
Son muy escasos los cantantes que activos, celebran sus bodas de oro. En 1997 en el Teatro Amira de la Rosa de la calurosa Barranquilla, con todas sus butacas ocupadas por un selecto auditorio ávido de añoranzas musicales, se homenajeó tal acontecimiento. Y de Bayamón, Puerto Rico, acude la canora voz mulata de Carmen Delia Dipiní, su amiga desde 1955, para brindarle sus añejos éxitos grabados con al Matancera. Tania, la excelente cantante venezolana exhibió también sus cualidades artísticas. La orquesta para la ocasión que lució magnífica, fue dirigida por el pianista y arreglista Hugo Molinares.
Su voz estrena orgullosa el formato del disco compacto y en 1998, esta vez con Alquimia, el grupo colombiano de los hermanos Jorge y Sady Ramírez, de moda en Latinoamérica para rememorar a los jóvenes, los viejos éxitos de la Matancera. Con él también está su colega de siempre, su coequipero en las experiencias musicales, Celio González, El Flaco de Oro. Para nuestro deleite además, perdura el video de este trabajo.
Nelson Pinedo, en la actualidad con sus 81 años cumplidos, reside con su familia en Caracas. Su último trabajo musical lo orquestó el pianista Hugo Molinares, con la producción de Farid Char. Lo tituló Homenaje a Pacho Galán. Son diez merecumbés que resaltan con sobriedad su calidad musical.
El porro guaracha lo reclama como su padre adoptivo y el bolero rítmico lo cataloga como uno de sus adalides. La voz de Nelson, exornada de matices, pertenece al grupo de esas voces tropicales, que una vez escuchada, ya nunca se olvida. El hechizo de la seducción de su canto, se ha convertido en un apego primordial de nuestras añoranzas musicales por siempre. Que Dios nos lo preserve durante muchos años.
CARLOS ARGENTINO:
Nació en (Buenos Aires, 23 de junio de 1929 - Buenos Aires, 20 de junio de 1991) es el nombre artístico de Israel Vitenszteim Vurm, cantante argentino de música vernacular y tropical, que se hizo famoso cuando integró la Sonora Matancera, conocido también en el argot musical como El Rey de la Pachanga.
Nacido en el barrio porteño de La Paternal, fue hijo de inmigrantes judíos que se dedicaban a la confección textil. Desde sus primeros años se le recuerda como un chico bastante aventurero, y a pesar de tener una familia acomodada tanto social y económicamente, se dedicó como vendedor callejero: diarios, revistas y hasta café en los tranvías y en los hípódromos. Haciendo caso omiso a los deseos de su padres sobre su futuro profesional, se lanzó al ruedo del canto y comenzó con el seudónimo de Carlos Torres. En 1946 viaja al Brasil, tenía tan sólo diecisiete años y lo acompañó una orquesta desconocida. Los problemas no se hicieron esperar ya que tuvo que pedir que intercediera el embajador de Argentina para regresar a Buenos Aires, y dedicarse a la Medicina en la Universidad Otto Krausse, como era deseo de sus padres. Estando en su allí hace su servicio militar obligatorio y al culminar el mismo se volvió al ruedo musical, abandonando definitivamente su carrera profesional, incorporándose a las orquestas de Luis Rolero, Raúl Marengo con quienes tuvieron presentaciones en Perú y Chile. Luego viajó a Colombia con la orquesta de Efraín Orozco. Algo muy curioso pasó en dicho viaje, ya que había un cantante colombiano llamado Carlos Torres, y para poder diferenciarse se agregó su patronímico, quedando Carlos Torres Argentino, para luego consagrarse artísticamente como Carlos Argentino. También viajó en 1952 a La Habana, participando también con las orquestas de Felo Bergaza, Arnoldo Nalli y Julio Cuevas. Estudió canto con el profesor italiano Eduardo Bonessi.
Su época con la Sonora Matancera
En junio de 1954 visitó Bogotá, y en diciembre viaja a Medellín. En febrero de 1955, la Sonora Matancera (de Cuba) hizo una gira por Colombia. Se encontraron en el Teatro Colombia (en Bogotá). Los integrantes se quedaron impactados. Según Carlos Argentino, su director don Rogelio Martínez, le dijo que provenía de Cuba, y Carlos le respondió: «¡Yo soy Argentino!», a lo que Martínez le replicó: «Pues tú eres un argentino con sabor a Cuba, te tienes que montar en el vehículo!». «¿Qué vehículo? ―le preguntó Carlos―. «¡El nuestro!» ―le respondió don Rogelio y le propuso viajar a La Habana, a lo que él accedió. Luego de varios meses de ensayo el 17 de agosto de 1955 grabaron su primer disco de 78 rpm.
Su primera canción el bolero-tango «Una canción» (de Aníbal Troilo), y en el otro lado la guaracha «Las muchachas caraqueñas» (de Billo Frómeta). Éxitos venideros como: «Ave María Lola»», «El solterito», «Cuartito 22», «¡Ay, cosita linda!», «Un poquito de cariño», «Tu rica boca», «En el mar», «Boquita golosa», «El novio celoso», «Apambichao», «Lamento náufrago», «La mamá y la hija», entre otros. Viajó por toda la América Latina con la Sonora Matancera, permaneciendo en la agrupación hasta noviembre de 1959.
Su Época de Solista
En 1960 abandonó Cuba y viajó a México. En 1961 regresó a la Argentina, donde fue recibido con júbilo. Volvió a radicarse en su barrio natal de La Paternal (Buenos Aires). Como destacado turfman, se hizo propietario de varios caballos pura sangre, a los cuales bautizó con nombres musicales: Pachangueando, La espumita,"el cocinero", "que buena, que buena","el chin chin", "pachangueria" y El manotón. Aparte de la hípica, Carlos era aficionado al fútbol, y era hincha de Argentinos Junior el Club que vio nacer a Diego Armando Maradona . Otra característica en Carlos Argentino era ser viajero, ya quea también llegó a radicar en Colombia, México y Venezuela, donde actuó en 1978 como cantante de la orquesta Los Solistas de Renato Capriles, participando en sus dos primeros LP, pero siempre regresaba a Argentina.
En una tarde para el recuerdo, el 1 de julio de 1989 se reencontró con la Sonora Matancera en el Central Park de Nueva York para celebrar con sus compañeros de grabación los 65 años de la agrupación. Compartió con Celia Cruz, Daniel Santos, Vicentico Valdés, Welfo, Leo Marini, Nelson Pinedo entre otras figuras.
Fue la última vez en que sería visto en presentaciones, ya que en 1991 falleció mientras presenciaba una carrera de caballos en Buenos Aires de un infarto al miocardio.
JAVIER VASQUEZ LAUZURICA:
Nació en La Habana el miércoles 8 de abril de 1936 en el popular barrio de Jesús María, en la casa número 164 de la Calle Esperanza. Segundo hijo del fundador don Pablo Vásquez Bubú, de la unión con Doña Elpidia. Pianista, compositor y arreglista de grandes quilates. Ingresó en 1976 al retiro de Lino, pero desde 1955 colaboraba con la Matancera efectuando varios arreglos. Estudió en el Conservatorio Municipal. En la década del 50 fue pianista de la Orquesta Saratoga y de los Jóvenes del Cayo.
En 1954 dirigió un conjunto al que denominaban Los Hijos de La Sonora, porque era integrado por varios familiares de los artistas titulares de la Matancera. El nombre del grupo era Conjunto VasCané. Pertenecieron entre otros, el cantante Rosendo Granda, hijo mayor de Bienvenido, quien poseía una tonalidad extraordinariamente semejante a la del padre, según testimonio del mismo Javier, Silvino Cané, otro hijo de don Valentín, Adolfo Martínez, hermano de Rogelio y José Berroa Rivera (autor de En la orilla del mar), quien era otro cantante.
En 1966 Javier también, se sumó a los artistas cubanos en el exilio, cuando luego de una odisea llegó a Miami. Al ensamblar Ismael Rivera en Nueva York su grupo Los Cachimbos, en los primeros años del setenta, ahí estaba Javier en el piano, arreglos y orquestaciones. Nuestro personaje es un compositor prolífico. Enumeremos los temas que le ha grabado la Matancera:
Ojos malos (con Rigoberto Martínez), en la voz de Bienvenido Granda.
Resurge el omelenkó, Oye mi rumba y Palo mayimbe, cantados por Celia Cruz.
Lo que estoy viviendo y Me interesa tu opinión. Canta Vicentico Valdés.
Estamos chao, Toitico tuyo y Rumba en navidad (con Lino Frías), en la voz de Celio González.
Llegaron las navidades, No me quiere na y New York con Carlos Argentino.
Sicología, Sí me has de querer, Traigo sabor y Sé que llorarás, cantados por Yayo El Indio.
Navidad de ayer y Estoy loco, en la voz de Willy Rodríguez.
Escuchen mi canto por Justo Betancur.
Descarga boogaloo, cantado por Tony Díaz.
Soy el mismo, con Máximo Barrientos.
Qué bendición y Vamos pa’ la rumba por Ismael Miranda.
Yo no te quiero y De medio lado por Jorge Maldonado.
Salsa melódica y Descarga sonora, ambos instrumentales.
Su última actuación de su primera etapa con la Matancera fue en el cumpleaños número 65 de la agrupación, celebrados con bombos y platillos en Nueva York en junio de 1989. Luego, Javier se retira y se dedica de cuerpo entero a dirigir su propio conjunto, Javier Vásquez y su Grupo. Allí toca el bajo su sobrino Elpidio Jr. Son otros muchos grupos musicales, los que han recibido su colaboración y sapiencia. Desde 2003, es el director actual de la Sonora Matancera, y desde Las Vegas, vuela con sus muchachos para continuar complaciendo a la fanaticada latinoamericana.
ROGELIO MARTINEZ DIAS:
Yeyo
El Gallego
Nació en la ciudad de Matanzas el jueves 7 de septiembre de 1905. Su padre de nombre José, era español y fue quien con el tarareo de sus tonadas, indujo a Rogelio por los linderos de la música. Los datos históricos de la Tuna Liberal no revelan que el joven Rogelio haya estado presente ese mencionado 12 de enero. Pero él, en varias entrevistas, trasluce que fue fundador. Caíto nos contaba que en cierta ocasión, siendo ya su amigo, fue a buscarlo al restaurante La Dichosa, lugar en donde trabajaba Rogelio ayudando a su padre, ubicado en la calle 2 de Mayo y Ayuntamiento de la ciudad de Matanzas y lo había llevado en 1926, a presentárselo a don Valentín. Inmediatamente fue acogido con su guitarra. Julio Govín, otro guitarrista del grupo, le enriqueció sus conocimientos musicales, para afincarse con su instrumento en la musicalidad de la agrupación. Don Rogelio, con su enjundia gerencial, desde 1932 se constituyó en la mano derecha de don Valentín, para los aspectos organizacionales de la agrupación. Ya en 1948, cuando la enfermedad fue haciendo estragos en los pulmones de don Valentín, quedó en propiedad como el director musical. Don Valentín era el director general. Y en verdad, a Rogelio se le debe la proyección internacional del grupo. El escogía los cantantes, los temas para grabar, realizaba los contratos. Lo hacía todo. Muchas personas sostienen que nunca han escuchado la guitarra tocada por Rogelio. Eso es lo de menos, porque con el sonido superlativo de las trompetas, no hay guitarra que se escuche.
Como autor, don Rogelio tuvo el gran acierto de dar a luz en diciembre de 1951 Sun sun ba baé en la voz de El Bigote que Canta, que retumbó en toda la isla y en el extranjero. Otros números de su inspiración: Changó (Celia), Matiagua (Celia), Vuelve alma mía (Carmen Delia Dipiní). Su voz ronca, se lució haciéndole la segunda en muchos temas a Bienvenido Granda: Con cuánto amor, Echa pa lla chico, Tu fracaso, Una rosa de Francia, También te esperaré, La vida es un sueño. El 7 de abril de 1999 en Nueva York se inauguró el Salón de la Fama Internacional de la Música Latina. Es una organización sin fines lucrativos, que rinde tributo a los artistas que han contribuido con el crecimiento de la música latina en todo el mundo. Los primeros músicos inscritos fueron: Tito Puente, Celia Cruz, Eddie Palmieri, Johnny Pacheco, Joe Cuba, Israel Cachao López, Johnny Ventura, Orquesta Aragón, José Fajardo, Marco Antonio Muñiz y la Sonora Matancera. En un acto, por lo demás histórico, don Rogelio recibió el premio a la Trayectoria Artística, por su extraordinaria carrera como líder del grupo yumurino. En el apartamento de su edificio que había adquirido treinta años antes en Nueva York, estuvo durante un año de tinieblas, para luego ser trasladado a un sanatorio. Allí exhaló exhausto su expiración postrera, en la Capital del Mundo a las once de la mañana del domingo 13 de mayo del 2001.
Paz en su tumba.
CALIXTO LEICEA CASTILLO:
EL AMISTOSO CHIQUITROMPE
“Para comprender en toda su inmensidad
la obra musical de ciertos autores,
hay que escucharla varias veces
y formar con ella
una especie de intimidad mental”.
Rubén Darío.
Cuando se tiene 10 años, la consideramos una época feliz, propia para el juego y el ensueño. Pero si a esta edad tan tierna, uno se queda huérfano de madre, el acontecimiento sin ninguna duda, se cataloga no inferior a una catástrofe. Esto le sucedió a nuestro biografiado maestro. Pero la vida, inexorable, habría de proseguir su marcha. Para la manutención de su familia, su padre prosiguió en su trabajo cotidiano, encargándole la vigilancia de sus otros cinco pequeños hermanos. Calixto era el mayor de todos. Fue así como el destino lo graduó de experto en culinaria, lavado de ropa y baño de niños. Su escolaridad, por las mismas razones, le fue medianamente esquiva.
Pero la Providencia quiso, no obstante estas desfavorables circunstancias, que Calixto brujulara en su juventud todas sus vehemencias hacia la música. Embarcó en ella y embargó su futuro. Durante el decurso de sus años juveniles, hizo parte de varios grupos musicales. De ellos los más sobresalientes fueron: La Banda Musical de la ciudad de Matanzas dirigida por Lino Hernández, El Septeto Segundo Nacional, el Sexteto Munamar y el Sexteto de la talentosa María Teresa Vera. Como se observa, los géneros de la música de entonces, sones, danzones y danzonetes, eran interpretados por elencos de seis y siete musicantes. Calixto fue puliendo esa unión de pulmones, labios y dedos, para aquerenciarse sonando la trompeta. Ella sería su leal y eterna compañera. La niña de sus ojos.
El destino, como siempre lo había soñado, lo recompensó. El jueves 18 de abril de 1935 fue requerido desde la capital La Habana, por el respetado Valentín Cané, fundador y director del grupo de su ciudad, que había cultivado la atención y el aplauso de toda la comarca. Ese elenco yumurino se estaba posicionando en la capital, batiéndose en franca competencia musical con otras muchas agrupaciones. Ismael Goberna, el músico que sonaba el cornetín, dejó vacante su puesto por cuestiones de salud y se había regresado a su natal Matanzas. Aquel elenco que gateaba sus pasitos en el camino de la gloria, lo acogió con cariño por su origen y antecedentes. Así fue su ingreso a la inmarcesible Sonora Matancera. El destino le había cercenado sus relaciones fraternas. Pero ahora le retornaba su madre..., musical por el resto de su existencia. ¡Ni lo imaginaba!
“La Sonora trae un tono
la Sonora trae un tono
para ti, para ti, para ti.
Date cuenta pueblo, fíjate en ella
Date cuenta pueblo, fíjate en ella
la Sonora te reclama es un deber.
Traigo un tono que no me puedo aguantar
traigo un tono que no me puedo aguantar
traigo un tono que no me puedo aguantar
traigo un tono que no me puedo aguantar
traigo un tono que no me puedo aguantar.
traigo un tono que no me puedo aguantar
Que no me puedo aguantar
que no me puedo aguantar
traigo un tono que no me puedo aguantar
cuando la Sonora toca
qué manera de apretar
traigo un tono que no puedo aguantar
pero mira Moralinda yo me voy a guarachar
traigo un tono que no me puedo aguantar.
Ahí viene la Sonora arrollando como es
arrollando como es
arrollando como es
ahí viene la Sonora arrollando como es
ay cuánto ritmo bullicioso arrollando como es
ahí viene la Sonora arrollando como es
arrollando como es
arrollando como es
ahí viene la Sonora
arrollando como es.
Traigo un tono que no me puedo aguantar”.
Esta composición del maestro que se llama Traigo un tono, se convirtió en el himno de presentación y despedida del elenco yumurino en sus actuaciones por todos los escenarios del mundo.
De 1935 a 1996, es decir, en sus 61 años de actividad musical con la Sonora Matancera, Calixto utilizó nueve trompetas. Unas se averiaron, pero la mayoría se extravió. En unas festividades caraqueñas en 1978, cuando se hubo terminado una de las tandas musicales de la Matancera, el público clamoroso, le pedía a gritos a Alfredo Chocolate Armenteros, otro de sus colegas en los pitos (como cariñosamente le dicen ellos a las trompetas), que les lanzara su instrumento, en señal de camaradería. Pues bien. Chocolate, ni corto ni perezoso, los complació. Pero en lugar de arrojar la suya, la del Chiquitrompe, arrebatándosela, la arrojó al público, que victoreó con escándalo. En aprietos se vieron los organizadores para procurarle otra trompeta al pequeño gran Calixto, y así poder continuar con el espectáculo. Y de contera, en esa misma noche, cuando los músicos ingresaban a las instalaciones del hotel, Calixto al tropezar en unas escalas, dio varias volteretas dramáticas. Diagnóstico de Rayos X : Fractura doble de tibia derecha. Con amargura y dolor, señaló:
--“Si hubiera estado borracho, no me habría pasado nada. Porque Dios cuida a sus borrachitos”. Su convalecencia lo acorraló en su casa durante cuatro prolongados y tediosos meses, privándolo de muchas actuaciones con sus compañeros del alma. Por ello, aquella gira venezolana fue para Leicea de ingrata recordación .
Según su concepto, Celso Vega, el músico boricua, ha sido el mejor trompetista del Caribe en el acompañamiento de la música. A mediados de la década del cuarenta, fue su gran amigo epistolar. Celso con su quinteto, ambientaba para la Cadena de las Américas (unión de NBC y CBS) los programas musicales que llegaban a amortiguar en algo, las vicisitudes de los soldados americanos que participaban en la segunda guerra mundial. Con los mismos objetivos y escalonándose, estuvieron con él durante tres años, muchas luminarias continentales de la canción: Bing Crosby, Frank Sinatra, Toña La Negra, Pedro Vargas, Juan Arvizu, Néstor Mesta Chayres, Eva Garza, Yayo El Indio (quien era el cantante de su grupo), Johnny Rodríguez y muchos más. Luego de finiquitado el conflicto guerrerista, Celso con su agrupación se dirigió a Cuba y trabajó en la capitalina RHC Cadena Azul, de Amado El Guajiro Trinidad, y de Cristóbal Díaz González (tío de Cristóbal Díaz Ayala, el máximo coleccionista e investigador de la música cubana, resi
dente hoy en Puerto Rico). Calixto entonces, se conoció con su par, abroquelando entrambos una amistad sincera, que sólo terminó con la muerte prematura del boricua. Su compungido corazón, por la muerte súbita de su esposa, no logró resistir a su vivaz recuerdo, y en acto desesperado, Celso Vega prefirió colgarse abruptamente de una escalera. Trágico final.
La guarachera de Cuba, Celia Caridad Cruz Alfonso, le grabó a Calixto en 1965, una página compuesta en ritmo de gua-son (guaracha y son), que inicialmente la había escrito para la interpretación de Vicentico Valdés: Traigo para ti. En Cuba, con su esposa original, Ernestina Suárez, procreó 11 hijos. Ellos permanecieron en la isla, cuando el destino deparó que Calixto con la Matancera, de por vida se exiliara en el resto del mundo, luego del 15 de julio de 1960. Doña Ernestina, sin ahondar por lo desconocido de sus comprensiones musicales, en 1949 compuso dos guarachas para que la Sonora se las grabara con la voz de Bienvenido Granda, El Bigote que Canta. Así aparecieron en el sello Ansonia: Tumba y quinto y Lo de moda.
En el Nueva York de 1965, Calixto se conoció sentimentalmente con otra dama cubana, que fungiría como su compañera durante una prolongada etapa de su vida. Olga era su nombre. Ella lo había saludado en varias oportunidades durante 1955, época feliz, cuando de la mano de la fama, la Matancera se movilizaba por las calles habaneras, en aquel coche Antique extralargo, modelo 1952, de color verde y caoba. Coche archifamoso en que acudían a sus actuaciones en Radio Progreso y las presentaciones en vivo, los integrantes de la flamante Sonora Matancera.
--“Yo vivía cerca de la oficina de la Sonora en La Habana. Ellos parecían unos reyes”, declararía en una entrevista, doña Olga. Después, el devenir de sus vidas se cruzó, esta vez en La Ciudad de los Rascacielos, cuando con ocasión de un cumpleaños de Calixto, una amiga de ambos, los relacionó nuevamente. El 3 de octubre de 1967, Calixto contrajo segundas nupcias con doña Olga en un juzgado de Nueva York. Para ella, también fue su segundo connubio. En su primer matrimonio había procreado tres hijos. Desde esa fecha, la pareja de Calixto y Olga, viviría unida en el mismo apartamento testigo de sus querencias y sus desvelos. También testimonió el final de sus vidas.
En 1981, con ocasión de una gira colombiana de la Sonora, tuve la cercanía por primera vez del gran músico matancero. Luego de la respectiva actuación en el Coliseo Cubierto de nuestra ciudad, los asociados del Club Social y Cultural Sonora Matancera de Antioquia, nos fuimos con nuestros ídolos a tertuliar a la sede del club. Y allí durante toda aquella noche tuve al maestro Calixto sentado en mi mesa, compartiendo anécdotas al calor contagioso de los ritmos matanceros y del Ron Habana Club. A las cinco de la mañana, sobrio aún, luego de voltear su copa boca abajo y poner graciosamente la palma de su mano derecha sobre ella, significando que, “ya no más”, ordenó que todos los músicos, incluyendo a Caíto, buscaran el hotel. Sin duda ninguna, dijo, ya estaría Rogelio Martínez, el director, esperándolos en el hall para viajar al aeropuerto. Viajaban a las 8:00 A.M., con rumbo de regreso a Nueva York. Ecaravanados con los asociados del club, los despedimos en el antiguo Aeropuerto Olaya Herrera, exhibiendo con e
uforia en el muelle de los adioses, nuestra pancarta tradicional de bienvenida.
Doña Olga lo acompañó hasta 1997. En cierta mañana se levantó encaminándose a la ducha. Al salir de ella un traspiés traicionero, hizo que su cabeza golpeara el reborde de la tina y de manera inmediata y definitiva, perdió el conocimiento. Tenía una fractura craneana. En unas pocas horas más, se cumplió su partida de este mundo de mortales. ¿Qué fue de la vida del maestro Calixto después? La Sonora Matancera estaba casi inactiva. Su pervivir modesto lo siguió en su apartamento del Bronx de Nueva York. Tenía muchos sobrinos. Pero fue el gobierno de los Estados Unidos, que desde hacía 20 años le subvencionaba una pensión, el encargado de su protección. Las leyes de ese país, son especiales en el amparo de las personas de la edad madura. Dos turnos de enfermeras pagadas por el tesoro público, lo cuidaban día y noche. No estaba postrado ni padecía perturbaciones mentales.
– “Mi torre de control todavía se mantiene muy alerta”, me respondía ameno, en las diversas llamadas telefónicas que sostuvimos.
Durante los tres años, de 1994 al 1996, cuando yo escribía la primera edición de la Historia de la Sonora Matancera y sus Estrellas, como lo manifesté a su debido tiempo, el maestro Calixto Leicea fue mi asesor de cabecera en las muchas entrevistas telefónicas que le realicé. Después y en tres oportunidades, tuve la felicidad de platicarle en su apartamento durante amenas y prolijas tertulias.
Cuando compuso el bello bolero, Amé una vez, que lo grabó Daniel Santos con la Sonora, puso toda su imaginación en el retorno sublime al amor de madre, cuando se sufre la decepción del amor mundano. Me comentaba, que se lo dedicó a la memoria de su madre luego de emborrachar un desengaño amoroso.
Amé una vez
una vez en mi vida,
supe querer
querer con toda el alma,
pero después
de haber pasado el tiempo
me surgió una decepción.
Aborrecí lo que yo tanto quise
y me olvidé
de aquel cariño santo,
cómo después
de haber querido tanto,
no sé cómo sucedió.
Cómo pude olvidar
casi llegué hasta odiar
lo que yo tanto amé.
Amé una vez
jamás lo haré en mi vida,
quise con fe
tuve una preferida,
a una mujer
que era mi consentida
y partió mi corazón.
Para dejar constancia del recuerdo materno que pervivió siempre durante toda su vida, hacia 1947 con ocasión de su cumpleaños número 38, compuso la legendaria página ¿Señor por qué? Muy pronto fue acogida por el insigne músico puertorriqueño Mario Hernández, quien lo grabó con su Sexteto Borinquen y con la voz de su coterráneo, el no menos famoso Davilita. También a su progenitora le compuso la pagina Hilos de plata, cantado por Bienvenido Granda hacia 1946 para el cubanísimo sello Panart. Nunca se ha logrado recuperar este número, extraviado imperdonablemente en el silencio del olvido.
En Caracas, en 1971, a un periodista le confió el origen del tema Nadie quiere ser culpable, pregonado por la voz del Flaco de Oro, Celio González. Resultó que en la Matanzas de su juventud, comenzó a cortejar a una muchacha. Todo iba bien al parecer... Pero de un momento a otro, el abdomen de la joven, empezó a crecer sospechosa y paulatinamente. Los hermanos de su admirada, lo buscaron para que se responsabilizara de la situación que se presumía. Calixto, al saberse ajeno de cualquier responsabilidad, conminó a los hermanos para que le hiciesen un riguroso interrogatorio a la damita, para que todos se enteraran del nombre del verdadero y futuro padre. No fuera, sostengo yo, que adelantándose a nuestro Nobel García Márquez, sucediera la situación narrada en la Crónica de una muerte anunciada. Desde luego que su reputación quedó intacta. Así sucedió y por ello la letra del bolero reza de esta manera:
Nadie,
pero nadie nadie,
quiere ser culpable
de tu desventura.
Nadie,
quiere hacerse reo
de ese jugueteo
con tu corazón.
Pienso,
que si no la debo
a nadie le temo
por tus travesuras.
Debo,
decírtelo ahora
pronto sin demora
y sin preocupación.
Si no soy culpable
de todas las cosas
que dice la gente,
si soy inocente
si yo no sé nada
de lo que pasó.
Solo,
como soy conciente
tengo el alma limpia
sin temor a nada.
Digo,
que no soy culpable
que soy inocente
lo juro ante Dios.
Después de 1975, por asuntos de longevidad, permitió que Raymond González, lo sucediera como la primera trompeta en la formación de la Matancera, que desde entonces se apropió de tres trompetas. Calixto, humildemente pasó a ser la tercera. A veces en actuaciones en vivo, y en la interpretación del grupo del magnífico bolero Todo me gusta de ti, original del trompetista dominicano Cuto Estévez, Calixto daba tres pasos adelante en el proscenio y con su solo de trompeta hacía recordar que aún estaba allí, vivito y tocando. Don Rogelio, el director, con acopio de entusiasmo, lo premiaba al solicitarle al público un fuerte aplauso.
El Gallego, como los músicos nombraban al director Rogelio Martínez Díaz, le inspiró otra de sus páginas. Durante las presentaciones en vivo, Rogelio se situaba con su guitarra silente en la parte delantera del escenario. Muy a menudo se volteaba a escrutar los instrumentistas con su mirada inquisitiva, para corroborar que lo estaban haciendo bien. Y ¿por qué no? Para ratificarles su dirección musical. Este gesto iterativo, inspiró a Leicea y de su imaginación parió el tema Hay vistas que tumban cocos. Es fácil comprender, que el director nunca supo que este número estaba dedicado a él. No lo hubiese grabado. Gocemos con la letra que dice así:
Hay vistas que tumban cocos
y la tuya no es muy buena
tu mirada no es serena
siempre mira como un loco.
Si me mira me equivoco
tu vista sí tumba cocos
cambia la vista
¡mira pa allá!
En su grabación se recrean las voces de Bienvenido y Caíto.
Otro extravío de una de sus coruscantes trompetas utilizadas, ocurrió durante una gira en 1980, por la tierra alemana. En una actuación en un exclusivo cabaret de Munich se dieron cita para aplaudirlos, las colonias latinas, entreveradas con los germanos. Cuando estaba achispado el ambiente, y era media noche, la Matancera interpretó Humo, la guaracha que tiene exultantes intervenciones de las trompetas, con marcados registros altos. A los alemanes les pareció aquello supremamente emocionante. Y tornaron su extraviada cadencia tropical, por saltos extravagantes:
“Parecían unos micos saltando” —me apuntaba el buen Calixto. En esta zarabanda inédita, los instrumentistas de la Matancera, cuando les llegó el descanso, se retiraron al sitio reservado para ello. Allí dieron rienda suelta a comentarios gozosos, porque sinceramente en ninguna parte del mundo les había tocado presenciar, que su música fuera festejada con aquellos brincos de antología. Carcajearon un rato de buena gana. Cuando los llamaron para iniciar una nueva tanda musical, Calixto con desconcierto, comprobó que su trompeta había desaparecido. Otra vez, luego de este desaguisado, los empresarios tuvieron sus apuros para conseguirle rápidamente otro instrumento.
En su cuerpo menudo, una paciencia infinita encontró refugio. Era circunspecto pero jovial. Indulgente. No era músico de conservatorio, pero germinó su talento en su trasegar por el mundo, que le prodigó mil satisfacciones. En dos ocasiones cuando le indagué, cuál cantante para su gusto había sido el mejor con la Sonora Matancera, me respondía con un mutismo. Era su gestualidad socorrida. No le satisfacía traicionar a los otros, señalando exclusivamente a uno. Para comprobarlo, otra vez que le reiteré la pregunta, me respondió como centella: --“Todos”.
Durante otra conversación le pregunté:
Maestro, ¿qué significa la Sonora Matancera para usted?
Es mi madre. La Matancera reemplazó a mi mamá que perdí tan chico.— respondió convincentemente.
Ella con mi juguete preferido, me lo han dado todo en la vida.—complementaba.
Maestro y ¿cuál es su juguete preferido?
Está claro. Mi querida trompeta.
Se nos ha ido la primera trompeta de la Sonora Matancera, el gran Chiquitrompe (el chiquito de la trompeta) para enfilarse en la línea de pitos del Coro Matancero Celestial. Allí le respeta y le está guardando el otro lugar a Pedro Knight, esposo de Celia Cruz, quien no quiso, porque creo que sí pudo, acompañarlo en su funeral. Lo esperaron dos días y no apareció. Es
comprensible que con su compañerismo en el instrumento matancero durante 23 años, era conducente que estuviese en la despedida, como guardia del féretro de su colega y amigo.
Aquí en la tierra, su voz de escasos decibeles y su estatura física, desde luego eran irrelevantes, pero su talante humano y su talento musical, lo improntará para siempre entre la fanaticada matancera. Su legendaria bonhomía la trasladó al cielo. Sin duda ninguna, no lo olvidaremos con facilidad.
Maestro, que en el paraíso prometido y por usted encontrado, lo cobije la paz eterna.
COMPOSICIONES DE CALIXTO LEICEA
GRABADAS POR LA SONORA MATANCERA
1. Amé una vez. Daniel Santos
2. Amor inútil. Willy Rodríguez
3. Corazón sin fe. Bienvenido Granda.
4. Charanga con twist. Willy Rodríguez.
5. Déjame el rincón. Justo Betancur.
6. Después que pasas. Bienvenido Granda.
7. Echa pa allá chico. Bienvenido Granda.
8. Espera un rato más. Bienvenido Granda.
9. Gózala bailando. Humberto Cané.
10. Hay vistas que tumban cocos. Bienvenido Granda.
11. Hilos de plata. Bienvenido Granda.
12. Las muchachitas del chachachá. Bienvenido Granda.
13. La rumbantela. Caíto.
14. La rumbantela. Jorge Maldonado.
15. Lo de moda. Bienvenido Granda.
16. Nadie quiere ser culpable. Celio González.
17. No se lo diga a papá. Celio González.
18. Pa congrí. Bienvenido Granda.
19. Porque te quiero. Celio González.
20. Rumbambaramba. Caíto.
21. Rumba en la calle. Caíto, Bienvenido y Rogelio.
22. Rumba para parejas. Celia Cruz.
23. Rumba quiero gozar. Celia Cruz.
24. Se formó el rumbón. Miguelito Valdés.
25. Se formó la Rumbantela. Caíto, Bienvenido y Rogelio.
26. Traigo para ti. Celia Cruz.
27. Traigo un tono. Bienvenido, Rogelio, Caíto, y celio.
28. Vamos a ver la rueda. Bienvenido Granda.
29. Vámonos de fiesta. Celio González.
OLGA CHORENS Y TONY ALVAREZ:
La Pareja Feliz
Ambos vinieron al mundo bajo el cielo cubano. Tony Álvarez de la Mata en 1918 y Olga Chorens Menéndez en 1924 en la capital isleña. Para ella su inicio en la música fue casual. En cierta vez acompañó a su amiga Celia Cruz, quien cantaba en la Radio García Serra en un programa para aficionados llamado La Hora del Té. Ante la insistencia de Celia, quien era sabedora de sus innatas cualidades vocales, concursó y obtuvo su primera satisfacción vencedora. Esto la entusiasmó a perfeccionar su canto. En 1937 la voz de la juvenil Olga, fue finalista en los concursos de La Corte Suprema del Arte. de la CMQ. Al año siguiente su voz empezó a trascender en los entarimados cubanos. Ingresa a la compañía de Edulfo Ruiz y canta en El Tosca y La Comedia.
En 1941, Tony figuraba en el plantel periodístico de la revista Guión, especializada en farándula y empieza a acariciar el canto como profesión. En 1942, conforma de manera esporádica el dúo con Olga y se presentan en teatros y emisoras interpretando composiciones de muy variado repertorio, incluyendo valses y tangos. Con el cantante Alfredo Cataneo, Tony actúa con el Conjunto Río de la Plata, dirigido por Lorenzo Pego, en los espacios radiales de la CMQ, La Música Tiene Vida y Melodías Porteñas. Le acuñan el apelativo de El Muchacho Criollo con Alma Porteña, por su papel protagónico y exitoso en una serie sobre la vida de Carlos Gardel en la emisora Cadena Roja.
Eran los años dominados por las grandes orquestas y conjuntos. Olga se presenta con el criollo Manolo Fernández El Caballero del Tango, interpretando ritmos porteños con la Orquesta Buenos Aires, en el programa Habla el Corazón de la RHC Cadena Azul. Transcurría mayo de 1944. Y los medios faranduleros les estaban adjudicando un romance. Para desmentir lo anterior y patentar su amor, el domingo 6 de mayo de 1945, en una iglesia de La Habana, Olga y Tony unen sus vidas mediante el vínculo matrimonial. Comienzan a impregnar sus voces en los acetatos del recién inaugurado sello Panart, el encargado de catapultarlos a la fama continental. Tony graba su disco liminar, el tango Uno y Olga la milonga Negra María. Llegaron los contratos para el extranjero. Corría el año de 1947 y La Pareja Feliz, apelativo cariñoso con el que los bautizó el pueblo cubano, emprendió un periplo por Centro y Suramérica que duró cinco años. En esta dilatada gira, en Lima nació su primogénita cuando transcurría 1948 y la llamaron Lissette, quien con el transcurrir del tiempo, abrazaría la profesión de sus padres. En 1953 nació Olguita, su segunda hija.
Durante este peregrinar musical, Olga Chorens, con acompañamiento de una Orquesta Típica Argentina, graba con su magnífica voz, varios temas sureños tradicionales: Humillación, Negra María, Caminito, Madreselva, Cuatro líneas para el cielo, El choclo, Adiós pampa mía. Más de un avezado en la música porteña, patina cuando de adivinar la cantante se trata. Se presentan en el Famoso Tabarís del gran Buenos Aires durante tres meses. Es cuando Olga se enriquece con su otro apelativo de La Mejor Cantante Cubana de Tangos.
La década del cincuenta se caracterizó por una proliferación en La Habana de emisoras radiales, que presentaban espectáculos artísticos en vivo con estrellas nacionales y extranjeras. Las cadenas radiales de preponderancia eran la CMQ, la Cadena Azul y Radio Progreso. Al elenco estelar de esta última, Olga y Tony se integraron al regreso de su gira. Cuando el Matrimonio Feliz, se retiraba de su show, ingresaban los integrantes de la Sonora Matancera, por lo cual de tanto saludarse, nació una amistad entrañable, pletórica de hermandad, admiración y respeto recíproco. Por ello, a mediados de 1954, Rogelio Martínez, el director matancero, los invitó a grabar con la Sonora. Luego de la sorpresa inicial de la pareja, porque su repertorio era totalmente distinto al interpretado por el conjunto, accedieron, y Olga grabó su primer tema el jueves 10 de junio de 1954, el sensacional bolero Mis noches sin ti.
Por esta época, comenzaron a realizar un programa en la CMQ TV cubana, que agenció inmensa sintonía. Allí también debutó su pequeña hija Lissette, lo que cautivó a la audiencia infantil. Diariamente llevaban a los hogares cubanos su mensaje de sana alegría y natural optimismo. En 1955 por su labor en la pantalla chica y por encima del Benny Moré y Olga Guillot, recibieron un galardón máximo y de paso obtuvieron un nuevo apelativo: Míster y Mrs. Televisión. Las parejas de enamorados soñaban tener un romance sereno, venturoso y feliz, como el de Olga y Tony. En noviembre de 1957 los periodistas de la farándula cubana los eligió como los mejores cantantes típicos y declararon a la Sonora Matancera como el mejor Conjunto Típico.
Entronizada la revolución cubana, Olga y Tony decidieron marchar al extranjero con sus dos hijas. En un escape cinematográfico en 1961 abandonaron su tierra. La Pareja Feliz en la década del sesenta se radicó en San Juan de Puerto Rico y prosiguió trabajando en escenarios de Nueva York, Los Ángeles, Miami, México y Puerto Rico. En este último país graban en esta década 14 L.D. Los acompañan orquestas como la del dominicano Radamés Reyes Alfau, y la Orquesta Panamericana del boricua Lito Peña. Varios temas tienen arreglos con la categoría de René Hernández y Julio Gutiérrez.
Lissette, como sus padres, se entregó al canto profesionalmente. En diciembre de 1967, ganó el segundo Festival de la Canción Latinoamericana de Miami, cantando el tema Sin Dios no hubiera nada, original del conocido compositor cubano, José Dolores Quiñones. Y como “lo que se hereda, no se hurta” y para prolongar la dinastía musical, a comienzos de los 90, debuta profesionalmente en Miami, Angie Chirinos Alvarez, la joven hija de Willy Chirinos y Lissette. Olga, su abuela, se convierte en su permanente monitora. Los cubanos de la vieja guardia recuerdan con cariño y ternura a esta feliz pareja de Olga y Tony, que los hizo soñar despiertos y cuando se les rememoran estos artistas, muchos de ellos les demuestran su afecto, derramando furtivamente algunas lágrimas y se desviven en narraciones y alabanzas de los gratos tiempos idos.
¡Albricias! La empresa Discos Fuentes y sin antecedentes en nuestra patria colombiana, nos ofrece esta magnífica selección de su extensa discografía. Cada una de las páginas simboliza una exquisita joya musical. Desde el amartelado vals Amarraditos, hasta el magistral Linda caleñita de nuestro glorioso compositor Lucho Bermúdez, pasando por el clásico bolero Frenesí. Los cinco temas grabados con la Sonora Matancera, perviviendo, se entrelazan aquí increíblemente.
La excelsa voz de la bella Olga, tiene ganado su sitial de honor en el olimpo musical cubano. Su canoro canto recuerda las mañanas soleadas de la campiña. Como la muerte torna deleznable a todo el mundo, Tony con su bonhomía, sucumbe a un infarto cardíaco, en Miami el lunes 19 de marzo de 2001. Olga, retirada de su profesión, reside en dicha ciudad. Sólo la muerte de Tony consiguió separarlos. “Casarse es fácil. Permanecer casado es más difícil. Pero conservar un matrimonio feliz durante toda la vida debiera contarse entre las bellas artes” (Anónimo)
SEVERINO RAMOS “REFLESQUITO”:
En el pedestal de la Sonora Matancera
Por Félix Contreras
Poeta, periodista y musicógrafo cubano
La obsesiva melomanía habanera ilumina las primeras décadas del siglo recién pasado con hiperquinéticas radioemisoras (RHC Cadena Azul, CMQ, Radio Lavín, Mil Diez, Radio Salas, Radio Progreso, Radio Cadena Suaritos), 10 o 12 orquestas de primera categoría (Arcaño y sus Maravillas, Hermanos Castro, Conjunto Casino, Riverside, Casino de la Playa, Hermanos Castro, Chapottín y sus Estrellas, Conjunto de Arsenio Rodríguez, América, Ideal, Anacaona, Casino de la Playa, Cosmopolita, Gris, Orquesta de Belisario López, Melodías del 40, Orquesta de Cheo Belén Puig, Orquesta de Antonio María Romeu), salones de baile, cabarets, centros nocturnos, teatros (Tokio, Summer Casino, Habana Sport, Shangai, Marte y Belona, Edén Concert, Alhambra), 40 0 50 admirables vocalistas (Panchito Riset, Vicentico Valdés, Abelardo Barroso, René Cabel, Lino Borges, Esther Borja, Elena Burke, Celia Cruz, Orlando Contreras, Bienvenido Granda, Orlando Vallejo, Rolando La Serie, Nelo Sosa, Roberto Espí, Miguelito Cuní, Benny Moré, Barbarito Diez, Carlos Embale, Joseíto Fernández, Tito Gómez, Olga Guillot, Celio González, Orlando Guerra Cascarita, Blanca Rosa Gil, La Lupe, Laíto Sureda, Gina León, Orestes Macías, Kino Morán, Celeste Mendoza, Raúl Planas, Pepe Reyes), visita de estrellas internacionales (Agustín Lara, Ramón Armengod, Toña la Negra, Libertad Lamarque, Hugo del Carril, Daniel Santos, Pedro Infante, Mario Moreno Cantinflas, Jorge Negrete, Josephine Baker, María Félix, Myrta Silva, Leo Marini, Bobby Capó, Nelson Pinedo, Los Panchos, Carlos Argentino, Alberto Beltrán, Nat King Cole).
La todavía joven capital, con su optimismo, su loco, anárquico progreso edilicio, con un momento económico que mostraba cara saludable --gracias a la desgracia de la Segunda Mundial--, un movimiento, una clase social, obrera, que define sus intereses y perfiles netos.
Y, allá en Matanzas (diría el danzonete) el son se colaba en el aristocrático piano yumurino donde, con guitarra o un tiple se improvisa fácilmente una soirée en cualquiera de sus barrios (La Marina, Matanzas, Simpson) y como La Habana está tan, tan cerca, la música se aprende allí pero, se toca en la capital que bulle con turismo nuevo, floreciente, y los hoteles (Plaza, Vedado, Inglaterra, Telégrafo, Presidente, Saratoga, Nacional), que incorporan orquestas en vivo, el bailoteo a sus ofertas. De la provincia llegan, casi en caravana, músicos atraídos por ese boom que abre fuentes de trabajo. El pionero en ese éxodo es el pianista matancero Antonio Papaito Torroella, célebre por la destreza, fantasía en la digitación, la agilidad y, además, por haberle traído el danzón a los habaneros en los años 20 del siglo veinte.
En la misma Ciudad de los Puentes, en 1903, nacería Severino Ramos, otro pianista de los muchos que vieron la luz en la Matanzas catalana, gallega, francesa, arará, conga, y lucumí, y otras etnias que trenzan su fuerte movimiento musical del siglo XIX. De la densa melomanía de sus habitantes y los subyugantes aires africanos había dejado testimonio, en 1837, el colombiano Félix María Tanco: Los mozos y muchachos cuando bailan contradanzas (...) hacen una imitación mímica de los negros¨.
Se trata de la Matanzas donde florece un arte musical fuertemente vinculado a numerosas academias y conservatorios, ateneos, filarmónicas, liceos, y profesores de solfeo, piano (Pablo Reynold, Roberto Estrada Auchet), violoncello y violín y, no se olvide, nombres como Miguel Failde, Aniceto Díaz, Félix Burés, Angel Reyes Camejo, Modesto Fraga, Natalia Brochs, José Comellas, Juan Torroella, Julia Viñals, Rogelio Dihigo Vázquez con sus típica y su banda, como tampoco, más acá en el tiempo, el Conjunto Gloria Matancera, Ernestina Lecuona, José Chicho Ibáñez, Nilo Menéndez, Justo Betancourt, Dámaso Pérez Prado, José Somavilla padre e hijo, Francisco Aguabella, Senén Suárez, Frank Domínguez, Ernestina Lecuona, Los Muñequitos, Ildefonso Acosta, Froilán Amézaga...
Es La Yucayo que baila también la sardana catalana en la loma de Monserrate y en sus barrios (Matanzas, Simpson, La Marina). E hijo de ese magma musical, sonoro a todo trapo matancero es el mulatico Severino Ramos, que se le escapa a doña todas las tardes para ver a los músicos del Casino Español, o los de la terraza del Hotel Velasco donde, infatigable, bañados en un mares de sudor, se lucen Antonio Papaíto Torroella y el primo de su mamá, Aniceto Díaz, que ya le rompía la rutina al danzón con el danzonete.
¨Eso es lo único --dice su hermana Bárbara--que aparta a Nino de la locura del deporte de los guantes y los golpes, la música, los pianos... Ah, bueno, en casa le decíamos Nino a Severino...¨
Comenzando 1927, habían desembarcado en La Habana ¨los siete guajiros matanceros¨ integrantes del conjunto Sonora Matancera, aprovechando que una severa Ley Seca en Estados Unidos (que prohibía la venta de bebidas alcohólicas) avienta oleadas y oleadas de turistas a La Habana porque, como señala el musicólogo Theodore Beardsley, ¨les encantaba el ron cubano, pero también el nuevo son y el danzón que acompañaban sus daiquirís en restaurantes y salones de baile habaneros¨.
El nuevo y acaudalado turismo loco por ¨mojarse¨en la capital cubana* no sólo atrae numerosas orquestas yanquis, sino, también, agrupaciones de provincias como la Sonora Matancera, reclamadas en las orgiásticas noches habaneras. Poco tiempo después, toman el camino a Jauja la familia Ramos siguiendo el orden de las familias predecesoras: llega uno primero, otro después, y luego, consolidado el núcleo de avanzada, el resto.
La Habana, ofrece las más amplias ventajas a un músico joven que busca iniciarse en el oficio pero, antes, hay que pasar por los mil quehaceres que se interponen entre el deseo y la realidad. En La Habana, Severino es, sucesivamente, ayudante de sastre, cobrador de seguros, portero en un cabaret, viajante de comercio, suplente de músicos en teatros, estaciones de radio, y otras mil ocupaciones que aparecen en el camino antes de la meta final... ¨
Mire, --agrega Bárbara---el mundo de Nino, desde niño, fue la música, los músicos, los instrumentos. Nuestra familia, nuestros abuelos, tíos, tuvieron que ver con las bungas de Matanzas... Bueno, sí, una bunga era un pequeño grupo que incluía piano, violín, clarinete y flauta. Uuuuh, tremendos músicos conoció Nino desde muy pequeño... Cheo Jiménez, Eduardo Betancourt, trombón de la orquesta de Miguelito Faílde, un Betancourt pariente nuestro también¨.
¨En La Habana, Nino se sentía bien porque, él lo sabía, aquí estaba la locura de su vida: dedicarse por entero a la música. Además, mamá siempre estaba; ¨Nino, muchacho, ve pa´ labana, ábrete camino allá¨... Sin embargo, mire lo que es la vida, lo llamaban de todas partes, todas las orquestas lo llamaban pero, siempre para llenar suplencias, un vacío momentáneo, un baile, una audición en una emisora radial, pero, nunca, nunca, Nino pudo ser ese pianista que se entrega completamente a una orquesta. O sea, ser el pianista de una agrupación. Pongamos por caso Lilí Martínez con Arsenio (Rodríguez), Jesús López con Arcaño, Robertico Álvarez con la Saratoga, Puruchín con la Riverside, con la banda de Benny (Moré) y, así...¨
Ñico Membiela, Blanca Rosa Gil y Severino Ramos
¨Con tanta belleza que él sabia tocar el piano, con tanta técnica, tanta experiencia porque, oiga, allá en Matanzas Nino aparte de estudiar con buenos profesores, que pagaba mi papá, sastre con muy buena clientela, él practicaba con viejos maestros porque, sabrá usted que Matanzas cuenta con una gran tradición de buenos músicos, grandes pianistas que se formaron en la contradanza primero y el danzón después, de la época en que había que tocar mucho y bien, aquí, allá, en las numerosísimas instituciones que pululaban en toda la provincia yumurina¨.
Concluye la hermana: ¨Puede creerme todo esto... Con decirle que Nino estudió con el viejo Félix Covarrubias, que fue maestro de Rafael Somavilla Pedroso y otros muchos pianistas matanceros que trascendieron, y, que, además, fue director de la Academia de Música José White... Mire, hasta un maestro belga tuvo Matanzas, Oscar Verweire, que dirigió la banda municipal de Matanzas, y enseño a notables como José Claro Fumero... Recuerdo que unas de las ilusiones de Nino era tocar en la orquesta típica de Narciso Velazco, donde tocaba Fumero, o en la de su pariente Aniceto Díaz, primo de nuestra madre, ¿Qué le parece?¨.
Se dice, y repite con insistencia que fueron los años 40 la consolidación de esa mitológica Sonora Matancera (tan ignorada fuera de las fronteras de América Latina pero, amada hasta el delirio por nosotros, vastos públicos desde el Río Bravo hasta la Patagonia con el maestro Héctor Ramírez Bedoya en primera fila). Pues, la cabeza donde se gesta ese timbre, esa catedral sonora, ese patrón a ratos sencillo, rústico, exótico, con reminiscencias de bungas y rumbitas y guarachitas habanero—matanceras, es la de Don Severino Ramos que hace su entrada al afamado conjunto en 1942, luego de fallidos intentos por ocupar plazas en el Sexteto Mikito (luego Conjunto Casino) de Cayo Hueso, sustituyendo a otro amigo, Diablo Rojo (Enríque Rodríguez), y otras agrupaciones habaneras.
El carácter de Severino no va con el estilo de trabajo intenso y nocturno del conjunto (lo mismo en Marte y Belona, que en Havana Sport, Sans Souci,), presentaciones en radioemisoras, bailes (preferencia de Rogelio), contratos en La tropical, Tropicana, Centros regionales: Centro Asturiano, Centro Gallego (aquí tenían la puerta abierta por la ascendencia paterna de Rogelio vinculada a esa etnia) y viajes a provincias y ¨no te vayas--- le dice Rogelio Martínez, el director---búscame o recomiéndame a un buen pianista, y te quedas con nosotros en la cosa de los arreglos, ensayos, preparación de repertorio, y esas cosas¨.
Aceptado y establecido ese convenio, tan sabio como todo lo que decide Rogelio para la Sonora, y por recomendación de Severino, ingresa Lino Frías, hijo de contrabajista charanguero y tan adecuado al estilo severiano. Hay que decir que esa solución salomónica fue otra genialidad del director porque, a partir de ahí comienza en verdad a refulgir la estrella de la Sonora Matancera en el difícil firmamento de la aceptación popular.
Efectivamente, se convirtió, muy avenido a su carácter tranquilo, manso, en un hombre orquesta ejecutando todas esas tarea apuntadas y alguna que otra que Rogelio le encargaba o que él mismo acometía, como visitar emisoras, teatros y otros sitios procurándole contratos a la agrupación. Lo primero fue terminar y abrillantar aún más esa joya sonora que fue el timbre del conjunto matancero, fruto incuestionable del trabajo de Severino que, cosa curiosa, siempre se inspiró más en lo típico, en lo cercano al sonido del conjunto a lo Arsenio, a lo conjunto azul de Chano Pozo, que al jazz band ämericano¨ tan de boga en esos momentos. Es el momento en que muchos sextetos y septetos se amplían a ese formato conjunto.
No es ocioso recordar que en la misma década entran Carlos Patato Valdés (venía del Conjunto Casino), quien ya era de la casa, porque los matanceros lo llamaban a suplencia cada vez que Valentín tenía sus achaques de salud, también lo hacen Lino Frías, Calixto Leicea, Pedro Knight... hay cambios en el país y en la sonora repercuten esa mutaciones. Trompetas estridentes, pero ajustadas a un concepto que delimitaba sus funciones dentro del abanico sonoro, piano simple, martillante, atento siempre a matizar, colorear con apoyos; coro y estribillos que se repiten ad infinitum, pegajosos que, aunque guarachosos, festivos, tienen siempre un toque perfumado, romántico y galante. Y la atención puesta en ese, no virtuosismo, pero sí perfeccionismo de un Rogelio quisquilloso que olfateó lo que quería la gente en esos salones de baile nom sanctos en que debuta la Sonora llegada a la habana. Un Rogelio que heredó de Valentín Cané el fundador la obsesión de la claridad interpretativa, la disciplina, la seriedad pero, no tiene formación, el dominio técnico de Severino, su alter ego, el arreglista, repertorista, ensayador, preparador y compositor que sabe donde colocar el auténtico acento del conjunto.
Los cantantes no, los cantantes los escoge Rogelio, él sabe que para cantar con la Sonora hay que tener sensualidad caribeña. Esa sería siempre tarea del lobo Rogelio... Lo ¨otro¨, el rostro identidario del conjunto y su mantenimiento, el alma, el metier, el estilo (que es el hombre), en fin, el santo y seña de la agrupación yumurina recaía en Severino. Los frutos aportados por Severino Ramos entre 1940 y 1957 son de extraordinario valor.
Quizás lo que más haga visible su trabajo son sus arreglos y la preparación de los cantantes fijos e invitados que acompañaron la Sonora y que, sucesivamente, son Bienvenido Granda, Daniel Santos, Myrta Silva, Celia Cruz, Leo Marini, Bobby Capó, Nelson Pinedo, Estanislao Laíto Sureda, Carlos Argentino, Celio González. Obviamente, se relacionan los nombres más representativos de esa época. El estilo, el espíritu de ese repertorio con que debuta Celia Cruz (sustituyendo a Myrta Silva) en Radio Progreso, recién contratados los matanceros allí, medido, preciso, balanceado, La Guarachera del Mundo lo respetaría toda su vida como línea, como estilo.
Pero, fue Daniel Santos quien más apreció siempre el trabajo de Severino Ramos Betancourt. Incluso, fue Daniel (¿quién si no?) quien le puso el mote de Refresquito en respuesta a la ortodoxa abstinencia alcohólica del yumurino e, incluso, también le gastaba bromas con el igual segundo apellido de ambos. Las orquestaciones y el asesoramiento del cubano al Inquieto Anacobero marca el comienzo en grande de Severino con los sonoromatanceros.
Hasta su muerte estuvo Daniel destacando con sentidos elogios ese respaldo técnico
—artístico de Severino... Es algo que no se puede creer esa mezcla de Daniel con Refresquito en esas orquestaciones, esas interpretaciones de Bigote ’e gato, El ajiaco, Dos gardenias.
Y conviene aclarar que, y en el marco de Severino con la Sonora, no todos los arreglos de los cantantes los hizo él porque, como es sabido, Rogelio contó, algunas veces con Silvio Contreras, José Claro Fumero, Javier Vázquez, entre otros.
Otra página de oro de Severino Ramos con la Sonora lo tenemos en los arreglos que hace para Bienvenido Granda, Miguel de Gonzalo, Manuel Licea Puntillita, Hermanas Lago, Bobby Capó, Nelson Pinedo, Vicentico Valdés, Olga y Tony, Laíto Sureda, Celio González, Alberto Beltrán, Carlos Argentino, Leo Marini. Este último, cuando llega en 1951, como cantante invitado, venía de un aire sonoro muy diferente, de agrupaciones como Don Américo y sus Caribes y, de la mano del cubano es llevado a buen puerto, y, tanto, que enseguida incorpora a su repertorio varios temas de Severino, entre ellos la preciosa Luna yumurina.
Yo tengo una novia
que la quiero mucho,
se cita conmigo
a la orilla del mar,
y por mi ventana
muy linda se asoma
dándome consuelo
para mi penar.
Que novia más linda
Como juguetea dentro
Del jardín,
Y como llevo el alma
Dentro de mi se aleja
Y si tu me dejas
Pensando en tu amor.
Las últimas jornadas de Severino Ramos en pro de la música popular cubana son como director musical en Radio Progreso desde 1957, cuando abandona la Sonora, que simultanea con la prolífera e importantísima labor al frente de los muchos sellos discográficos que creó, y, cuando se haga la verdadera historia del bolero el nombre de Severino será inevitable. Desde los inicios de la afirmación de la industria del disco como gran negocio en las décadas del 30 y 40 del pasado siglo, auge que se socia al bolero y al son, comienza en Severino su afición por las grabaciones de discos, los ventus, la preparación de cantantes y repertorios. Recuérdese el éxito pecuniario de la Sonora con los sellos Panart, Seeco, Stinson, RCA Victor, en los que intervino el arreglista y cuyo nombre, en esa época se asocia indisolublemente a Bienvenido Granda, Miguel D’Gonzalo, Alfredito Valdés, Miguelito Valdés, Manuel Licea Puntillita, Gloria Díaz, Martha Jean Claude, Alfredito Valdés, Mguelito Valdés, Gloria Díaz, Raúl del Castillo, Martha Jean Claude, Vicentico Valdés, Celio González, Carmen Delia Dipiní, además de los mencionados anteriormente.
De su actividad profesional después de 1959, sabemos un poco gracias a testimonios como este de Benitico Llanes: ¨Cuando Severino sale de la Sonora se dedica a su trabajo en Radio Progreso y a mil cosas más a la vez, en donde quiera que lo llamaban. Viene la Revolución, termina el desempleo, y en esa primera década, 1960, surgieron en La Habana muchos sellos discográficos, más los que venían de antes y él, que tenía un familión, se multiplica haciendo arreglos, formando grupos momentáneos, y ahí tienes que forma agrupaciones para acompañar a Orlando Contreras, Blanca Rosa Gil, Orlando Vallejo, Ñico Membiela, uhh, muchos más. Como ya te dije, él no tenía músicos fijos, contratados. El por ejemplo, contrataba una grabación con Maype, Panart
, Velvet, Tropical, y buscaba músicos para esa disco especifico. Oh, sí, fundó un montón de sonoras iguales e, incluso, formó hasta una Sonora de Severino Ramos y, bueno, como se sabe, me ayudó a mí a crear mi Conjunto Caney”.
De acuerdo, Severino Ramos, se prodigó demasiado con los mismos recursos estilísticos, que repetía ad infitum ese sonido matancerizante, la estandarización del esquema, que no tuvo la categoría de sus colegas René Hernández, Juanito Márquez, Bebo Valdés, Félix Guerrero, Adolfo Guzmán, de acuerdo pero, nos basta con ese prodigioso sonido que nos dejó llamado Sonora Matancera para tenerlo siempre presente. Severino Ramos muere en La Habana en 1965.
VICENTICO VALDES VALDES:
La Voz Elástica de Cuba
La música es el corazón de la vida.
A través de ella habla el amor;
sin ella no hay bien posible
y con ella todo es hermoso.
Franz Liszt
Nació en el barrio Cayo Hueso de La Habana el lunes 10 de enero de 1921. Descendiente de una prosapia musical sin par. Por ejemplo, su hermano mayor Alfredo, fue cantante del Septeto Nacional y de la Sonora Matancera; dos de sus hermanos, Marcelino y Oscar, fueron figuras descollantes en el mundo de la percusión. Vicentico, como cariñosamente le llamaban en su casa, se acopló desde el principio al entorno musical de la familia y muy temprano resolvió dedicarse al canto. Con la recomendación de su hermano Alfredo, a sus 16 años, en 1937 fungió como cantante en el Segundo Septeto Nacional por corta temporada.
El auge de la radiodifusión en la década del treinta, nucleó auténticos ídolos de la canción. Empezando por La Única, Rita Montaner, y complementando con el Trío Matamoros venidos del oriente cubano. El danzonete, ritmo en boga creado por el músico matancero Aniceto Díaz en 1929, tuvo su adalid en la voz de Paulina Álvarez, tan popular como el mojito cubano. La nombraban como La Emperatriz del Danzonete, y de ella los artistas novatos aprendían una enormidad. Con coquetería y señorío, cantaba, acompañándose con las claves habaneras. Celia Cruz narraba que en sus comienzos, se regodeaba imitándola.
Entre 1938 y 1940 tres de los hermanos Valdés, Alfredo, Vicente y Oscar, aparecieron sucesivamente como vocalistas de la Orquesta de Cheo Belén Puig, una agrupación del tipo de las charangas francesas, cuando quedó huérfana de cantante solista al morir en 1936, el artista matancero Pablo Quevedo. Este cantante que era señalado con el apelativo de El Divo de la Voz de Cristal, fue en su época el ídolo de las multitudes. Para la posteridad y por desgracia, nunca plasmó su voz en el acetato y así nos privamos de apreciar las calidades que decían tenía su voz. También para su infortunio y en plena edad de máxima actividad farandulera, frisando los 28 años, la tuberculosis, esa enfermedad traicionera y endémica de aquel tiempo, lo incluyó entre sus víctimas. Su deceso fue una tragedia para sus admiradores y su sepelio fue grandioso.
Vicentico Valdés, se allegó luego a la Orquesta Cosmopolita, agrupación tipo jazz-band, fundada en 1938 por el reputado saxofonista Vicente Viana, Este músico en plena juventud y por amor según se afirma, recurrió al suicidio, para cercenar de manera definitiva una pena amorosa. La batuta de la orquesta fue enarbolada entonces por el excelente músico Humberto Suárez. Durante las décadas del cuarenta y el cincuenta fue catalogada como la mejor orquesta acompañante de la radio y los teatros. Por 20 años consecutivos, se desempeñó como la agrupación adjunta de los espectáculos realizados en el acogedor Teatro América. Le quedaba tiempo además, para engalanar con su música las ondas hertzianas de la COCO, la CMCK, y muchos bailes de la Habana rumbera. En 1943, la Cosmopolita y Vicentico eran las estrellas que rutilaban en el programa Ritmos Criollos, de la RHC Cadena Azul. Esta emisora se recuerda en las estadísticas, como la primera en América Latina que se desempeñó como una cadena radial, intercomunicada vía telefónica.
En 1944 nuestro cantante inicia su periplo continental, que le habría de deparar un lugar cimero en la cancionística popular. Se traslada a México integrando una numerosa comitiva artística cubana. Era su primera experiencia internacional. Graba para el sello Peerless sus números primíparos, que como se esperaba no tuvieron trascendencia alguna. Sin embargo, comienza a esbozar su exquisito gusto fraseado, de matices polifacéticos. Trabaja con orquestas prestigiosas como las del cubano Arturo Núñez, y las de los mexicanos, Rafael de Paz y Chucho Rodríguez. Con el conjunto de su coterráneo Humberto Cané, hijo de Valentín, fundador de la Sonora Matancera, llega al acetato. Cané, había fungido como tresero y cantante de la Matancera desde 1935 hasta 1945. Antes de partir, buscó su reemplazo como cantante de la Sonora. Le recomendaron a un muchacho muy parco, pero con su voz calmada y decidora, cautivaba la clientela femenina en los bailes de la barriada de Jesús María. Tarareaba con propiedad tanto un bolero como una guaracha. Así fue como el 16 de diciembre de 1944, llegó Bienvenido Granda Aguilera a ocupar el proscenio de la Sonora Matancera.
Humberto Cané fundó en México su Conjunto Tropical que tenía la colaboración de Yeyo Estrada en el canto. Vicentico con este grupo y en 1946, graba temas como Un meneíto na ma y Negro bonito, para la casa Peerles mexicana. En este mismo calenadrio, vislumbrando un horizonte más prometedor, Valdés busca su paraíso musical en La Capital del Mundo, ciudad en donde establecería su residencia por el resto de su vida.. La colonia latina lo acoge calurosamente y el Teatro Hispano, es el lugar de su debut.
El obeso pianista boricua Noro Morales, lo incluye como cantante de su orquesta en el año de 1947. Dos años después labora con el célebre músico nacido en Nueva York, pero de ascendencia boricua, El rey del Timbal, el maestro Tito Puente, quien iniciaba su epopeya musical con su propia orquesta. Allí su voz se acopla a la de su hermano Alfredito. Graba números como, Tatalibabá, El rey del timbal, El baile del pingüino, Este tumbao, Mambo con Puente, Abaniquito y Quiéreme y verás.
Vicentico en 1953, es enviado a La Habana por el sello Seeco de Nueva York, para que grabe con la orquesta del pianista, compositor y arreglista, René Hernández. En junio impregnan el acetato de temas tan trascendentales como Plazos traicioneros, del legendario compositor Luis Marquetti y Cómo fue, del músico Ernesto Duarte. Por aquel entonces, la Sonora Matancera era la agrupación más destacada de la casa Seeco. Su dueño, el rubio Sydney Seegel, hace los preámbulos para que su voz se acople al grupo en las grabaciones. La primera fue Una aventura, un bolero de Chiquitica Méndez, grabada el 13 de noviembre de 1953. La segunda fue Lindo omelenkó, original del cubano Francisco Fellove. Como ocurría siempre con los vocalistas que grababan con la Matancera, su fama subió como la espuma. Esto lo entusiasmó, y brioso regresó a Nueva York para fundar en 1954, su propia Orquesta. En La Capital del Mundo se disputó los aplausos del público latino, con las agrupaciones que causaban furor, las orquestas de Tito Rodríguez, Tito Puente y Juanito Sanabria. Actuó en el inmenso Palladium Balroom y en el Diplomat Hotel. En su orquesta estaban el trompetista y arreglista Joe Cain y el bongosero Manny Oquendo. Vicentico ya almibaraba los boleros con el mambo, el chachachá, la guaracha y otros ritmos, que encontraban en su voz, una nueva y especial manera de expresión y cadencia.
En una gira latinoamericana en 1956, llega a Buenos Aires y le endosan el sensacional apelativo de El Gardel de Cuba, en una nota del diario Crónica. Se da el lujo de matizar en ritmo tropical el famoso tango de Cátulo Castillo y Héctor Stamponi El último café, con arreglos del guitarrista argentino Horacio Malvicino, exintegrante del Quinteto de Astor Piazzola. Agotaba localidades, llenaba teatros y desmayaba a más de una admiradora. Era la sensación latina de la canción. Como una muestra de las recepciones que le tributan los públicos de Suramérica, detallemos algunos encabezados de las columnas de varios periódicos:
--“Llegó Vicentico el Gardel de Cuba. Vicentico Valdés, figura de gran popularidad y actualmente el número uno de los del ranking de la canción latina en el mundo, llegó aquí para una extensa gira en clubes nocturnos, televisión y teatros..” Crónica de Buenos Aires.
--“Reservaciones han estado lloviendo en los clubes nocturnos para la llegada de Vicentico Valdés el famoso cantante cubiche”. Ültima Hora. Lima, Perú.
--“Vicentico siempre serás el mismo. Regresa pronto. Te adoramos”. Televisión uruguaya.
--“Vicentico Valdés el cantante que mejor guarachea. Vino como una máquina”. La Prensa. Lima, Perú.
En México trabaja arduamente en radio, televisión, cabarets y teatros en 1957. Sacando tiempo precioso en su ajetreo artístico, asiste en La Habana, al gigantesco espectáculo organizado por el empresario Gaspar Pumarejo, denominado Cincuenta años de Música Cubana. Fue realizado en el Stadium del Cerro, con la presencia de muchas figuras de la canción que desde tiempo atrás triunfaban en el extranjero. Nombremos algunas de ellas: Antonio Machín, Miguelito Valdés, Raúl del Castillo, Vicentico Valdés, Mario Bauzá, Machito, René Touzet, Gilberto Urquiza.
Los aretes de la luna, el tema romántico por excelencia, autoría del compositor filinero José Dolores Quiñones, es grabado por Vicentico con acompañamiento de la Matancera en diciembre de 1958. Escalando peldaños en el podium musical anual de la farándula cubana, se constituye en el disco del año. Lleva al microsurco once números más, para compendiar un larga duración de antología. Luego, Valdés continúa sus giras internacionales, con presentaciones en México, Venezuela, Perú, Colombia, pero con su centro de operaciones en Nueva York. La colonia cubana de Miami, siempre lo acogió con gran admiración. En 1961, impone el tema Envidia con la complicidad del maestro cubano René Hernández, uno de sus guías musicales de su carrera artística. Fueron innúmeras las páginas grabadas entrambos, a lo largo de varias décadas de trabajo.
El arreglista y director Joe Cain, su otro guía musical, le produce en 1970 para el sello U.A. Latino un trabajo en el que también colaboró Javier Vásquez: Cuando la tarde muere, Por eso, Cariño de mi vida, Por la mañana. La marca Tico, le auspicia en 1972, un nuevo L.D. con temas como: Sin ti, Llegaste tarde, La noche te llama y nuestros ojos. Al año siguiente el mismo Cain con la colaboración de Javier Vásquez para el sello Tico, producen otro L.D.: Como arrullo de palmas, Sin tu querer, Corazón no llores, Tus ojos.
Visitó a Colombia con mucho éxito, acompañado de la Sonora y de su colega Alberto Beltrán, en noviembre de 1978. Su compatriota Javier Vásquez, pianista y arreglista que fue de la Matancera, se constituyó con frecuencia en su director y arreglista musical. Para 1983, Bobby Valentín con su orquesta, lo acompaña en un nuevo trabajo para Bronco Records: Qué sabes tú, Conversación en tiempo de bolero, Eres feliz, Fidelidad. Cuando terminaba este mismo año, aparece otro L.D. con Bobby Valentín: Anoche, Quiéreme y verás, En la lejanía, Cuando tú no estás. No faltó a la cita del aniversario número 65 de la Sonora en Nueva York, espectáculo organizado por la boricua Gilda Mirós en La Ciudad de los Rascacielos. Corría junio de 1989. Fue la despedida para muchos. A él le quedaban solamente cuatro años de actividad artística. Su voz mostraba el cansancio de los abriles atropellados, aunque su presencia física pareciera incólume.
En 56 años de ardua laborar musical grabó aproximadamente 50 L.D. y obtuvo de paso tres Discos de Oro. Su vida familiar giraba alrededor de su esposa Georgina y de sus tres hijos: Diana, Vincent y Raymond.
Le llegó el turno a Vicentico de engrosar el Coro Matancero Celestial, a las 8:55 de la mañana del lunes 26 de junio de 1995. Desde hacía dos años, debido a complicaciones circulatorias de la diabetes y a un accidente en el cual resultó con una pierna fracturada, indefectiblemente su carrera había llegado a su final. Un infarto del miocardio fue la causa última de su deceso, cuando se encontraba recluido en un hospital de La Capital del Mundo.
Su sobrino Oscar Valdés, prolonga su ancestro musical, actuando con el grupo cubano Irakere en la percusión y en el canto. Alfredo Valdés Jr. su otro sobrino, como vimos, es un aventajado músico en la actividad salsera. En Cuba, actualmente vive y trabaja Manolo del Valle, un buen bolerista que por similitud en la tesitura, se defiende con la temática y el estilo inconfundible de Vicentico.
RAUL DEL CASTILLO:
Nació en La Habana. Abandonó sus estudios de bachillerato para abrazar la carrera musical. Su labor en diversas emisoras radiales y cabarets de la capital, le merecieron en 1947 el ser elegido como el cantante más destacado de Cuba. Su excelente voz de tenor lírico le propició la consecución de giras por Suramérica durante varios años. Regresó en 1948 en pleno furor turístico y musical. En la emisora RHC Cadena Azul impuso Violetas imperiales su página de combate musical. Fueron inolvidables sus noches de actuación en el encumbrado Sans Souci. Los micrófonos de Radio Progreso lo acogieron y entabló amistad con los muchachos de la Sonora, originando los dos temas grabados con el conjunto. El bolero mambo Luna de miel es sensacional. Apreciamos su voz educada en toda su magnitud y nos deleitamos escuchando en todo su esplendor el coro más aplaudido que ha tenido la Matancera, es decir, el conformado por Bienvenido, Rogelio y Caíto. Se ha afirmado en muchas ocasiones, que a un cantante tan sólo le basta un número para consagrarse. Pues bien, éste es el de Raúl. Sus dos grabaciones fueron hechas el martes 25 de marzo de 1952. Por breve temporada en 1953 pasea su fraseo por el gran Buenos Aires. Luego retorna a La Habana y canta con la Orquesta de Osvaldo Estívil en Radio Cine (antiguo Teatro Regina). Raúl, se preocupó por el bienestar del gremio artístico y concibió planes de integración y reconocimiento. Su idea era agrupar a todos los artistas del medio para conseguir condiciones laborales más ventajosas, pero sus esfuerzos de reivindicación no prosperaron. Viaja entonces a Puerto Rico y para el sello Riney, acompañado de la orquesta de Ángel Bussi y la Super Orquesta San José, dirigida por Papá Molina, graba un LD. Orienta su canto después hacia España, tierra que llegó a considerar como su segunda patria. Transcurría 1954 y llega a Barcelona como cantante de la célebre Havana Cuban Boys de Armando Oréfiche y tiene shows en Las Acacias y en Rigat, lujosos establecimientos de fiestas fastuosas en el Barcelona de la época.
Después marchan a Sevilla para actuar en la Feria de Abril, en donde conquistaron nutridos aplausos. La orquesta prosigue su periplo europeo, pero Raúl se ancla en Barcelona. En una emisora conoce al ídolo Antonio Machín, con quien entabla una fraternal y perdurable amistad.
Para 1959 está de nuevo en su patria cubana; trabaja en Radio
Progreso y en la televisión de la CMQ. Una vez establecida la revolución cubana, sale definitivamente para España con su familia. Llevó las partituras del ritmo de moda en Latinoamérica: La pachanga. Comienza a difundirla y cosecha aplausos inesperados. La graba de inmediato y combina los movidos sones tropicales con los cadenciosos boleros. En 1963, su amigo Antonio Machín lo incorpora a una caravana artística que recorre con merecidos triunfos toda la tierra española. Graba dos LD con temas como: Adoro, Arrivedercci Roma, La pachanga, Violetas imperiales y Gitana. Es tiempo luctuoso cuando fallece en Madrid su compatriota y amigo del alma Antonio Machín, el martes 5 de julio de 1977. Estuvo al lado del féretro acompañando a su familia. También fue hasta Sevilla lugar de la sepultura, de quien popularizó el bolero en la madre patria. El periodista español Pedro de Heredia se sumerge en la extenuante labor de escribir el libro sobre la vida de Machín y quién mejor que Raúl del Castillo para que lo asesore. El libro fue un éxito. Raúl del Castillo fallece en España y Barcelona, la ciudad que gentilmente lo acogió, también le da sepultura en 1989.
Grabaciones con la Sonora Matancera:
1. Me aparté de tu vida. 2. Luna de miel.
ISMAEL MIRANDA:
El Niño Bonito de Puerto Rico
Natural de la población de Aguada, en el distrito de Aguadilla, al oeste de la isla de Puerto Rico, territorio cultural por excelencia (La Atenas Boricua), donde llegó al mundo el lunes 20 de febrero de 1950. Se aficiona desde niño a los instrumentos de percusión. Estuvo con la agrupación de Pipo y su Combo. En 1965, como cantante comienza en Nueva York, con los estilos musicales previos a la salsa, como el boogaloo y el son montuno. Con la orquesta del músico Joey Pastrana, obtiene un rotundo éxito con el tema Rumbón melón y comienza a pincelar su estilo, para competir con sus connotados rivales del momento, Bobby Cruz y Héctor Lavoe.
Se hace querer del Sonero Mayor de Puerto Rico, Ismael Rivera, que lo acoge, al igual que al joven panameño Rubén Blades. Maelo lo recomienda ante el director de orquesta y pianista Larry Harlow, de origen judío-americano: “Mira, mete mano con este chamaquito que tiene buena voz, además te va a salir más barato, porque tú no me vas a pagar lo que yo te voy a pedir”. Harlow había vivido en Cuba, donde adquirió la pasión por el son. Así empezó Miranda con Larry desde julio de 1967. Logra tremendos triunfos con los L.D. Abran paso, Mi mono y yo, Tributo a Arsenio Rodríguez, Electric, Oportunidad. Grabaciones para el emporio Fania Records. En 1972 se convierte en el primer solista que abandona Las Estrellas de Fania y funda su propia agrupación llamada La Revelación. Contó con la colaboración de músicos como: Nicky Marrero en los timbales, Frankie Rodríguez en la tumbadora, Joe Santiago en el bajo, Oscar Hernández en el piano y Nelson González en el tres. Publican en 1973 su único L.D. Así se compone un son. Páginas de éxito fueron: Ahora sí, Saludo a Colombia, Las cuarenta y el tema de su autoría Así se compone un son. Este último tema lo grabó la Sonora Matancera más adelante en tres oportunidades con las voces de Yayo El Indio, Welfo Gutiérrez y Miguelito Valdés.
Por problemas económicos dispares, La Revelación se disolvió muy pronto, en 1974. De 1974 a 1978, con agrupaciones para la ocasión, graba seis L.D. Realiza homenajes discográficos a Benny Moré y a Ismael Rivera. Con este detalle, enseñó su respeto y admiración por estos mitos de la sonoridad afrocaribe. En 1976, para conmemorar los diez años de la banda de Larry Harlow, graban el L.D. titulado Con mi viejo amigo. La agrupación de Larry se disuelve en 1979, obedeciendo a factores múltiples.
En 1984, con la Sonora Matancera, que exhibe un toque moderno, Ismael da un aire refrescante y graba con ellos un trabajo en L.D. Los números, La Sonora y el niño y Mariví, ganan los aplausos. Ismael ha sido un estupendo y exquisito compositor, virtud de encomio que le acredita un carisma cimero, al interpretar sus propias composiciones, impregnándoles un matiz y sentimiento especiales. Su valor intrínseco radica en mostrar en cada tema su sentir, con sangre boricua y sabor cubano. Sus creaciones se apoyan en boleros, sones montunos, guajiras y guaguancós.
En mayo de 1996, nos visitó en la ciudad de Medellín con otras estrellas de la Fania, en un concierto memorable brindado a todos los antioqueños en el estadio Atanasio Girardot. Su vehemencia musical le ha conquistado insospechadas sumas de dinero, que Ismael, hombre juicioso, sin vicios y asaz organizado, ha sabido invertir en su patria: restaurantes, oficinas en La Milla de Oro, apartamentos, haciendas, caballos de paso, etc. A Colombia, regresa por costumbre en más de una vez al año, para complacer a su atildada fanaticada. Con su simpatía y calidez humana, engalanó un agasajo espléndido que le hizo la Corporación Club Sonora
Matancera de Antioquia en el 2010. En los momentos actuales, con su familia, reside en San Juan de Puerto Rico. Romántico por excelencia, se encasilla como uno de los intérpretes superlativos de nuestra música latina.
GRABACIONES DE ISMAEL MIRANDA
CON LA SONORA MATANCERA
Grabadas en 1984 TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1 Borracho yo Fania Raimundo Elpidio Vásquez Guaracha
2 Color café Fania ChiquitínGarcía Bolero son
3 La Sonoray el niño Fania Víctor Rodríguez Guaracha
4 Mariví Fania ChiquitínGarcía Bolero
5 Qué bendición Fania Javier Vásquez Bomba
6 Si quisieras olvidar Fania Cuebas-Jorban Son montuno
7 Vamos pa’ la rumba Fania Javier Vásquez Rumba
8 Yo te perdono Fania Raimundo Elpidio Vásquez Son montuno
JORGE MALDONADO FUENTES:
La población de Río Piedras en Puerto Rico, acunó su nacimiento el sábado 24 de septiembre de 1950. Su inclinación musical se despertó desde su juventud, para integrar agrupaciones en su terruño. Viaja luego a Nueva York, donde se incorpora a la orquesta del Bronco Sierra.
El jueves 15 de enero de 1976, ingresa a la Sonora Matancera, para reemplazar al cantante de planta Welfo Gutiérrez, por recomendación que hace Yayo El Indio a Rogelio Martínez. Acompaña al conjunto en numerosas giras internacionales. En 1978 graba un éxito que lo catapultó a la cúspide en Latinoamérica, como fue la guaracha Mala mujer, y al año siguiente prolonga su notoriedad con la página Fiesta. La Sonora llega a Colombia con Maldonado en este año para reafirmar su prestigio. En todas las ciudades donde se presentó, Jorge Maldonado causó sensación con las interpretaciones de estos dos temas.
Por esta época un hermano suyo, Tony, lo secundaba en el coro de la Sonora. A mediados de 1981, Jorge Maldonado se retira de la Matancera y como muchos otros decide probar suerte por rumbos diferentes. Inicialmente con el conjunto Los Guajiros y con la producción de Roberto Torres, graba un L.D., en el que figuran temas como: Yo tengo pena, Lo que más me gusta, Chofer no, paragüero sí, Pugilato, Qué jelengue y Vacilón. El camino escogido ribetea la salsa, la temática de moda. En 1986 decide crear su propio conjunto musical, para encarar los retos de la farándula de moda. Al siguiente año, en un nuevo L.D. de su inspiración, dedica una canción A Colombia, tierra que Maldonado ama, porque le dio renombre internacional. Otros números fueron: Versos a mi madre, Me faltabas tú, Yo soy el son cubano, El amor, La tángana, Arrímese usted, Soñando con Puerto Rico y Pasos de trovador.
Con su indiscutible sapiencia artística, Jorge Maldonado pincela su jovialidad y calidad humana, para granjearse los aplausos del respetable y la admiración de sus colegas. Su voz intacta, se pasea entre Nueva York y San Juan de Puerto Rico.
GRABACIONES DE JORGE MALDONADO
CON LA SONORA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
01
1979 Como te estoy queriendo Orfeón Silvio Cebrián Bolero
02
1978 De medio lado Orfeón Javier Vásquez Bomba
03
1979 Fiesta Orfeón Boncombagni-Bracardi-Escolar Guaracha flamenca
04
1978 La rumbantela Orfeón Calixto Leicea Guaracha
05
1978 Mala mujer Orfeón J. Morilla-
J. Carmona Guaracha
06
1978 Necesidad de amor Orfeón Raúl Marrero Guaracha
07
1979 Qué tonta eres Orfeón Elpidio Vásquez Guaracha son
08
1979 Seis de la mañana (con Yayo) Orfeón Mario Muñoz Papaíto Controversia guajira
09
1978 Sencillamente nunca Orfeón Mario Molina y A. Angel Bolero son
10
1979 Son de Matanzas Orfeón Tata Guerra Guaguancó
11
1979 Yo no te quiero Orfeón Javier Vásquez Guaracha
WUILI RODRIGUES “EL BABY”
Juan Virginio Rodríguez Acosta, nació en Matanzas en 1941. Se tienen escasos datos de sus iniciales movimientos artísticos. Durante 1958 y 1959, cuando estaban en La Habana, realizó fugaces apariciones con el conjunto. Luego de sus primigenias incursiones en los coros con la Matancera, recibe el encomiable calificativo de El Jilguero Arrullador y con vehemencia y plenitud se dedica a la música. Se convierte en solista. Con sumisión escucha consejos que va a precisar en el futuro, para alcanzar un renombre en la cancionística cubana. Cuando la Sonora Matancera decide trasladarse a México en 1960, aclimata su juvenil y expresiva voz, para alternar con Celia. Comienza sus grabaciones estelares con la Sonora. Las dos primeras fueron los boleros, Ya no puedo creerlo y Estoy loco, grabadas el 13 de agosto de 1960 recién llegados a la ciudad de México. El Baby con el conjunto aparece en el filme mexicano Amorcito corazón. Canta allí La pachanga. Después logra un éxito con su versión de Tú significas todo para mí, llevada previamente al acetato por el cantante mexicano Alberto Vásquez. Cristaliza su fama cuando lanza su Todo acabó, bolero del azteca Fernando Maldonado.
Este primer ciclo con la Sonora duró casi cinco años. No sabemos la explicación atinada de su retiro en 1965. En el mismo Nueva York comienza a trabajar con la agrupación de Carlos Barbería, entonando sones y guarachas al lado de Tito Contreras. En un LD de los atildados como raros, es decir, de dudoso ensamblaje, El Baby interpreta temas como Total para qué, Parece mentira, Abrázame y otros. En tal carátula se reseña dizque acompañado por la Sonora Matancera, acompañamiento que en nada semeja a nuestra sonora. Indudablemente, fue una salida en falso, buscando sus manejadores, ante todo, el balance comercial. Con una orientación y acompañamiento más privilegiados, graba después el trabajo llamado Con Sentimiento. Allí patenta páginas del compositor yucateco Armando Manzanero: Perdóname, Salud, Esta tarde vi llover. Esta recopilación contó con mayor fortuna.
Cuando se cumplió la magna fiesta con ocasión de los 65 años de la fundación de nuestra agrupación, en la ciudad de Nueva York, en junio de 1989, Willy fue uno de los pocos que no consiguió acudir a tan celebérrimo acontecimiento, no obstante haber sido invitado por la gran Gilda Mirós, la actriz boricua organizadora del evento. Mas, como el hijo pródigo cumpliendo la parábola del retorno, en 1992, El Baby es requerido de nuevo a cantar con la Matancera, para fungir como corista de Yayo El Indio, en la producción del conjunto de marzo de 1993, denominada De Nuevo México. Al partir Yayo para su Puerto Rico del alma en 1994, Willy acaudilla el lugar de cantante de planta, hasta su retiro definitivo a comienzos de 1997. Con muchos kilos de más, como lo constatan sus últimas fotos que perfilamos, en donde se destaca su corpulencia, con su canto todavía concita y complace en los bailes de las colonias latinas de simpatizantes en varias ciudades de Estados Unidos.
GRABACIONES DE WILLY RODRÍGUEZ
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
01
1964 Amor inútil Seeco Calixto Leicea Bolero
02
1960 Ayer te esperé (con Caíto) Seeco Pedro Pablo Pérez Bolero chachachá
03
1962 Charanga con twist Seeco Tata Guerra-Calixto Leicea Twist
04
13-8-1960 Estoy loco Seeco Javier Vásquez Bolero
05
13-4-1963 Guapachá en el solar Seeco Calixto Callava Guapachá
06
1964 Hoy sé que vuelves Seeco Caíto Bolero
07 La traidora Seeco Wally Cortada Guaracha
08 Mi camino Seeco Bolero
09
1960 Mi hobby es besar Seeco E.Landa-J.Castillo Guapachá
10
1960 Navidad de ayer Seeco Javier Vásquez Bolero
11
1960 Navidad me hace acordar (con Caíto) Seeco Carmen Rosell Bolero chachachá
12 No existe el amor Seeco Bolero
13
1964 No más jelengue Seeco Elpidio Vásquez Guaracha son
14
1962 Paluchero Seeco Julián Fiallo Chachachá
15
13-4-1963 Penas y tristezas(con Rogelio) Seeco José Fernández Bolero son
16
1962 Todo acabó Seeco Fernando Maldonado Bolero
17
13-4-1963 Tú significas todo para mí Seeco N. Sedaka-
H. Greenfield Bolero rítmico
18
1960 Tú y yo en navidad (con Caíto) Seeco Carmen Rosell Bolero moruno
19
12-1962 Uno más Seeco Juan Navarrete Bolero
20
1964 Vive la vida hoy Seeco Lino Frías Guajira son
21
13-8-1960 Ya no puedo creerlo Seeco Juan Arrondo Bolero
LINDA LEIDA ALVAREZ:
Nació en Las Villas, Cuba. Esta morena, dueña de una guapachosa y cautivante voz, realiza con nuestro conjunto sus tres grabaciones en 1967, inaugurando el sello propio MRVA. La crítica farandulera llegó a expresar que podría ser un adecuado reemplazo de la eximia Celia Cruz, pero el destino con sus incongruencias la orillaron a medio camino. Luego de trabajar con la Matancera graba y repite con el boricua Willy Rosario el antológico tema Guantanamera. En 1977 acompaña a la Sonora Matancera en una gira triunfal al Ecuador, específicamente a Guayaquil. Con ella actúan, Willy El Baby Rodríguez, Yayo el Indio, Daniel Santos y Leo Marini. En este mismo año con el Conjunto Canela, impronta en las pastas de TR Records un LD que cuenta entre otros temas a: Salsa y sabor, Quinto mayor y Estoy en algo. Su compatriota Roberto Torres, apodado El Caminante, con su mano bienhechora le propicia grabar con el consorcio SAR dos LP. En uno es dirigida por Alfredo Valdés Jr., descendiente de esa insigne prosapia musical cubana y en el otro, por nuestro conocido y carismático pianista, Lino Frías.
Sigue guapeando en su profesión musical en el ambiente latino de La Ciudad de los Rascacielos y en 1984, con el Conjunto de Javier Vásquez, que acoge entre sus integrantes a varios artistas de la Matancera, tales como, Javier Vásquez, Alberto Valdés, Félix Vega Jr., Elpidio Vásquez, Mario Muñoz Papaíto, Yayo El Indio. Con ellos patenta un LD que trae páginas como: Ojos malos, Dónde están los rumberos y La bahía. Precisamente, cuando se encontraba en la brega cotidiana del mundo farandulero, fue enlazada por amistades non sanctas, que la introdujeron en el detonante mundo del negocio ilícito de drogas alucinógenas. Como puede suponerse, en tal mundo revanchista, su vida fue segada prematuramente el 24 de julio de 1986, en circunstancias detectivescas, cuando aún era joven y abrigaba varios compromisos en la música.
GRABACIONES DE LINDA LEIDA
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1967 Afecto y cariño MRVA Lino Frías Guaracha
2
1967 Guantana-mera MRVA Fernández-Martí-Espigul Guajira
3
1967 Suenan los tambores MRVA Hermanos Rigual Son afro
ALFREDO ARMENTEROS “CHOCOLATE”:
Trompetista y director de orquesta. Nació en Santa Clara, provincia de Las Villas, Cuba, el sábado 4 de abril de 1928. Trabajó en 1949 en La Habana, cuando engalanó con sus primeros compases con el mejor de todos los septetos cubanos, el Habanero. En 1950 tuvo la fortuna de pertenecer al Conjunto de Arsenio Rodríguez, El Ciego Maravilloso. Grabó con ellos varias páginas, entre ellas: Deuda, Tengo que olvidarte, Soy tu destino, Vuelvo a la vida, La vida es un sueño, Kila, Quique y Chocolate. En el primer semestre de 1953, ante una enfermedad de Calixto Leicea, primera trompeta de la Sonora Matancera, le realiza la suplencia.
Luego,, cuando Benny Moré, su primo hermano, funda su Banda Gigante el 3 de agosto de 1953 en los estudios de la CMQ, Chocolate estuvo en aquel entarimado. Con La Tribu del Benny, Chocolate vino a Medellín del 4 al 7 de agosto de 1955, para actuar en el Club Campestre y en los escenarios de RCN Voz de Medellín y Caracol La Voz De Antioquia. En la noche del sábado 6, los aficionados de Medellín se obsequiaron un banquete musical cubano, aplaudiendo a Las Hermanas Lago en el Club Medellín, a René Cabel en el Hotel Nutibara, a la Sonora Matancera con Celia Cruz en el Grill Candilejas y a La Tribu del Benny en el Club Campestre. En noviembre de 1958, Armenteros desde La Habana viaja con la
Orquesta de Fajardo y sus Estrellas a Nueva York, para amenizar un baile privado en el magno Hotel Waldorf Astoria, contratado por la campaña del joven senador americano, Johnn F. Kennedy, quien estaba en campaña presidencial. Desde entonces sienta reales en La Capital del Mundo. Para 1963 es contratado por la Orquesta de Machito y sus Afrocubanos, con quien vino a ambientar la Feria de la Caña de Cali, en diciembre de 1964. Allí ganaron La Carreta de Plata, máximo galardón para la mejor orquesta extranjera. Después actuaron en Bogotá desde el 8 hasta el 13 de enero 1965. En estas presentaciones, nuestro fenecido maestro Edmundo Arias, al apreciar el estilo de Chocolate con la trompeta, lo aclamó. En los primeros años de la década del setenta, con el advenimiento del movimiento salsero, trabaja con la banda del virtuoso Eddie Palmieri, por fortuna también por estos días en nuestra ciudad de Medellín. En 1975 hace parte de la producción llamada Estrellas Tico Alegre, con sus colegas, Javier Vásquez, La Lupe, Tito Puente, Vicentico Valdés, Vitín Avilés, Sexteto de Joe Cuba, Ismael Rivera y sus Cachimbos, Yayo El Indio, Héctor Rivera, Cachao, y otros. De 1977 hasta 1980 integra la famosa Sonora Matancera, y con ella actuó en Medellín en 1978, cuando como cantantes estaban Yayo El Indio y Jorge Maldonado. Después fundó su propio grupo para pertenecer al sello SAR, con el que realiza giras por todo el mundo y grabaciones: Chocolate dice (1982), Chocolate en Sexteto (1983), Estrellas de Chocolate (1987). Con su propia Agrupación estuvo en 1983 en la Feria de la Caña de Cali, y alternó con la Charanga América, Ismael Miranda, El Gran Combo de Puerto Rico y la Billo´s Caracas Boys. Actualmente con su elenco es animador del mundo musical latino de La Ciudad de los Rascacielos. Sus duelos musicales con el gran trompetista panameño Víctor Paz, fueron memorables. Su versión instrumental de El manisero, es famosa y plausible. Como compendio de su carrera musical, digamos que es reputado como uno de los máximos trompetistas que ha dado Cuba. De él escribió César Miguel Rondón, autor del libro de la Salsa: Alfredo Chocolate Armenteros es la más cubana y a la vez innovadora de todas las trompetas que pudiera albergar Nueva York.
BOBY CAPO:
El Ruiseñor de Borinquen
Félix Manuel Rodríguez Capó, nació en Coamo, Puerto Rico, el sábado primero de enero de 1921. Su ideal de muchacho era estudiar leyes, pero descubrió que tenía cualidades innatas para la composición de melodías y, para redondear sus aptitudes musicales, le dijeron que tenía excelentes capacidades interpretativas. Por la difícil situación económica de su familia, a los 17 años intentó seguir la carrera militar. Dominaba el clarinete y un hermano lo instó a afiliarse a la banda militar. Sin embargo, el dólar diario que comenzó a percibir en una emisora, cuando cantaba en el programa Ofertas Matinales, le marcó definitivamente su futuro derrotero. Empezó a presentarse en programas radiales, como el de Rafael Quiñones Vidal, donde despuntaron excelentes voces. Adoptó en este tiempo el nombre artístico de Bobby Rodríguez.
En 1939, el Cuarteto Victoria de Rafael Hernández, tenía como cantante a Pedro Ortiz Dávila, Davilita. Éste tuvo afecciones en su voz y para sustituirlo llamaron a Bobby. Al Cuarteto integrado por Rafael Hernández, Rafael Rodríguez, Pepito Arvelo y Bobby Rodríguez, se unió la carismática joven Myrta Silva. Emprendieron en 1940 una gira suramericana. Exactamente en la ciudad de Medellín, cuando el cuarteto iba a presentarse en un club social, no lo pudo hacer. Los directivos de dicho club tenían anacrónicos conceptos raciales, lo cual exasperó al jibarito Rafael. A pesar que consiguió actuar en el radioteatro de la Voz de Antioquia, el maestro Rafael descargó su irascibilidad en Bobby Rodríguez, despidiéndolo de la agrupación por cualquier asunto baladí. Bobby abandonó el conjunto regresándose a Nueva York, contrariado y con la vehemencia de entablarle una demanda. Menos mal que encontró a Pedro Piquito Marcano y a Claudio Ferrer, compatriotas suyos, quienes además de aconsejarlo para que desistiera, le ofrecieron trabajo. Con el acompañamiento del Cuarteto Marcano, en 1941 realiza su primera grabación. Precisamente para el sello Columbia graba el bolero Noche y día, autoría de Rafael Hernández. Adopta su prestigioso nombre de Bobby Capó.
Cuando Estados Unidos se decide entrar como protagonista de la segunda guerra mundial, en diciembre de 1941, Bobby se ofrece para ingresar a la aviación, pero no es admitido por carecer de conocimientos aeronáuticos. Pero sí es recibido en la marina e integra la embajada artística militar que solazaba a los soldados norteamericanos, en los campos de entrenamiento; recorre así toda la geografía del país del norte. Nunca fue al frente de batalla europeo. De ahí surgió su frase que nunca iría a Europa, porque estaba enamorado de América. Al finalizar la conflagración, hace parte del elenco artístico del sello Decca de Nueva York. Comienza una etapa febril, trabajando continuamente en centros renombrados de Puerto Rico y la Capital del Mundo. Canta con la orquesta del célebre catalán Xavier Cugat y graba con el Cuarteto Caney algunas páginas: Cuida un amor si lo tienes, Sed de amor, Locura de amor, Amor en silencio, Permita Dios, Carta a mi madre y Amorosa guajira.
Llega al acetato también con Moncho Usera en números como: Sobre las olas, Gracias a ti, No son cobardes, Estoy contigo. Con Pepito Torres y su Orquesta, graba Total para qué, Juguete y María Dolores. En marzo de 1948 es contratado por la Voz Dominicana de Santo Domingo. Debutó en el programa Bazar del Aire, acompañado por la SuperOrquesta San José, bajo la batuta del músico panameño Avelino Muñoz. Era anunciado como La Sensación de Borinquen. Luego encabezó una embajada artística que recorrió triunfalmente el país. Luego, es llevado a Panamá por su amigo el organista y director Avelino Muñoz. Con este músico de trascendencia hizo una magnífica yunta musical para plasmar muchos acetatos: Satisfacción, Sasaricando, Boing, Mi preferida española, Mi novia, El caracol, Que no se enfríe, Casi casi, Ya, Alondra, Magdalena, Eres bonita, Será posible, Madrid. Dos temas antológicos de esta yunta que hicieron época, fueron Irremediablemente solo y Maldición gitana. Este último lo interpreta en una película mexicana. Ambos visitan a Colombia en abril de 1949, y actúan en varias ciudades alternando con Lucho Bermúdez y su orquesta.
Por encargo expreso de la Seeco, viaja de Puerto Rico a La Habana en 1952, para grabar con la Sonora Matancera. Se inmortaliza como compositor y cantante con la página de antología Piel canela, en donde increíblemente se repite 40 veces el pronombre tú. Fue grabada el viernes 21 de junio de 1952, además de ocho temas más. Bobby Capó continúa su trasegar artístico grabando con el Trío Vegabajeño, Mapelle y Alegre Navidad. Con su compatriota César Concepción y su Orquesta, imprime Cabeza hinchada y Yazmín. Con la Orquesta Suaritos, dirigida por Roberto Ondina, graba Maldición gitana en nueva versión. Como compositor obtuvo con el tema Poquita fe (Sin fe), una preponderancia sin par, especialmente en la interpretación del trío mexicano los Tres Reyes. A Ismael Rivera le compuso expresamente varios números, comenzando con Las tumbas, que recuerda la prisión de Kentucky en Estados Unidos, donde Maelo estuvo prisionero, luego de ser sentenciado a cinco años de cárcel, por haber infringido la ley de tenencia de sustancias alucinógenas, en compañía de Rafael Cortijo, cuando en 1962 regresaban de actuaciones en Venezuela. Otros números de Bobby para Ismael fueron: El negro bembón, Monta mi caballito, El incomprendido, Qué sería de mí, Qué te pasa a ti, Quiero a mi pueblo, Mi tía María, Si te cojo, Ella no merece un llanto, Sale el sol.
Empezando la década del 60, batea de hit, cuando impone en toda la América Latina la balada Llorando me dormí. Este tema marca el punto de surgimiento de la balada. Esta temática musical se basa en un acompañamiento arpegiado, bajos obstinados y la suavidad en ondulaciones de la línea del canto. En 1961 comienza en la televisión boricua un programa musical semanal, que también se trasmitía para Estados Unidos. Este musical permaneció varios años en el aire con altos índices de sintonía. En 1966 de una manera estable y definitiva se radica en Nueva York. Allí dirige un programa de televisión en español. Se vinculó luego como diplomático en la oficina de Puerto Rico en Nueva York. Bobby también había participado como actor y cantante en varias películas mexicanas. Se recuerda una especialmente, dedicada a recordar la vida de quien había sido su patrón: Rafael Hernández. La Película se llamó el Jibarito Rafael, en donde realiza una magistral interpretación del segundo himno de los boricuas: Lamento borincano. Bobby Capó grabó además dos temas colombianos, La múcura y Soy tolimense, con Avelino Muñoz y su Orquesta, el segundo hoy de difícil consecución. En 1968, graba un L.D. con Tito Puente y su Orquesta en el que sobresalen números como Corazón loco, Un viejo retrato, A dónde iré y Engañándote.
En junio de 1989 Bobby tuvo el regocijo y dicha de reunirse por última vez, con sus grandes amigos de la Sonora Matancera, en el gran acontecimiento de los 65 años, en la ciudad de Nueva York. Le quedaban pocos meses de vida. A estas alturas Bobby era una persona organizada y con sólido respaldo económico. Dijo adiós a este mundo, en la ciudad de Nueva York, fulminado en su oficina por un infarto del miocardio, el lunes 18 de diciembre de 1989. Su cuerpo fue llevado a su patria natal y sepultado el jueves 21. Su pueblo de Coamo, le prodigó una majestuosa despedida. Sólo de noche terminó el homenaje a quien se ha dado en llamar El Bardo de Puerto Rico. Sus grabaciones totales son alrededor de 400 y compuso a lo largo de su vida unos 190 temas. Sin temor a equivocación podemos afirmar que Bobby es uno de los compositores y cantantes boricuas que encomiablemente ha enriquecido la farándula popular latinoamericana. Con profesionalismo y calidad. En esa excelsa tierra boricua, Bobby Capó integra con Rafael Hernández, Pedro Flores y Daniel Santos, una fascinante y superlativa cuarteta de músicos inolvidables.
GRABACIONES DE BOBBY CAPÓ
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1952 Así son los quereres Seeco Bobby Capó y M. Alonso Bolero rítmico
21952 Bruja Seeco Bobby Capó Bolero
3
1952 Cuando estoy contigo Seeco Ernesto Colón López Bolero Mambo
4
1952 Dengue Seeco S. Ramos-
W. Guevara Mambo
5
1952 Mi último ruego Seeco Jaime Louis Bolero
6
1952 Ni novia ni luna Seeco S. Ramos-H.Jauma Guaracha
7
21-4-1952 Piel canela Seeco Bobby Capó Bolero mambo
8
16-4-1952 Si no fuera ella Seeco Bobby Capó Guaracha
9
1952 Ya no me hace falta Seeco Avelino Muñoz Guaracha
TOÑA LA NEGRA:
La Sensación Jarocha
María Antonia del Carmen Peregrino Alvarez, vino al mundo el martes 17 de octubre de 1912 en el barrio La Huaca del puerto mexicano de Veracruz. Como tantas otras estrellas, en su juventud el tango le encantaba sobremanera. Tenía entonces 9 años. Su privilegiada voz habría de ser famosa tarareando otros ritmos. La cancionera juvenil hizo parte del trío Peregrino-Uzcanga, que conformaba con su hermano Manuel y el jacarandoso Ignacio Uzcanga Matías. Interpretaban el repertorio proveniente de Cuba y algún tema autóctono, siempre escrito como bolero son o son montuno. Cantaban en el Centro de Dependientes y en el Teatro de Variedades. En su Veracruz natal, María del Carmen se movía en un círculo artístico reducido. Oteando un promisorio horizonte, con sus floridos 20 años decide viajar a la capital en julio de 1932. No obstante la carencia de estudios musicales, su voz era naturalmente perfecta.
Agustín Lara por este tiempo también escalaba peldaños en procura de su consagración en México. María del Carmen fue invitada por su hermano a una reunión privada donde ocurrió el feliz encuentro. Según algunos, ya traía de su tierra natal el apelativo de Toña la Negra. Según otros, fue el maestro Agustín que la bautizó así, luego de conocerla en la mencionada reunión. La primera actuación de ambos fue el viernes 16 de diciembre de 1932, en el restaurante El Retiro, un centro bohemio de la capital azteca. El sábado 31 de diciembre de ese mismo año, es la fecha para rememorar, cuando del famoso compositor, Toña estrena Lamento jarocho y Veracruz, dos páginas inmortales. Ello ocurrió en el Teatro Esperanza Iris. Después de esta temporada, pasaron al Politeama, donde deleitaron a sus seguidores por espacio de siete meses. Estrenaron allí trascendentales números como: Por qué negar, Cumbanchá, Oración Caribe, Noche criolla, Palmeras, La clave azul. Obviamente, la mulata veracruzana se convirtió en la intérprete oficial del maestro Lara. Le otorgan el otro apelativo de La Sensación Jarocha.
A mediados del decenio del cuarenta durante una gira en Cuba, señalada por el éxito, se relaciona musicalmente con el pianista Juan Bruno Tarraza y lo conquista para traerlo a su tierra, como su pianista y arreglista de cabecera. Realizan en 1949, una gira extensa de casi un año por España y los acompaña también Humberto Cané con su bajo. Emilio Azcarrága, magnate mexicano de las comunicaciones, la contrata para su emisora XEW, y canta unas veces con Lara y otras con la orquesta de Alfredo Girón. Se incorpora al elenco de la RCA Victor, donde inmortaliza los temas: Cenizas, De mujer a mujer, Como golondrinas. El cine nacional requirió sus servicios y su voz ambientó muchas películas. Algunas de ellas son: Humo en los ojos, Conga roja, María Eugenia, La mulata de Córdoba, Mujeres en mi vida, Revancha, hasta completar 35 filmes. Siempre rechazó papeles de actriz y su labor cinematográfica discurrió como cantante. Lo que Toña la Negra plasmara en acetato, inmediatamente era suceso popular. Fue la primera artista que grabó La gloria eres tú, bolero de talla mundial del conocido autor filinero cubano José Antonio Méndez y que en todos los sondeos realizados con ocasión de los cumplidos 100 años del bolero, ha ocupado una casilla de honor.
En 1974, Toña grabó con la Sonora Matancera solamente dos temas. Para nosotros, entusiastas matancerófilos, hubiera sido excepcional que La Negra Toña grabara muchísimos más con el respaldo de tan célebre agrupación, y de manera especial, en los años cincuenta, cuando Toña estuvo varias veces en La Habana y nuestra agrupación agenciaba todo su poderío musical. En su prolijo trasegar nuestra artista grabó 75 L.D. Como dato especial, acotemos que con el respaldo de la orquesta de Agustín Lara, solamente grabó uno, alternando con su compatriota Pedro Vargas. De manera obsesiva apartó su vida sentimental del acontecer farandulero. Contrajo matrimonio en 1947 con su coterráneo Guillermo Cházaro Ahumada, cuyo enlace procreó tres hijos. La separación acaeció a los tres años. En algunas grabaciones de su última etapa, fue acompañada por su sobrino Pablo Peregrino y su trío. Ernesto, uno de sus hijos, se desposó con la cubana Lilia Alvarez, integrante de las bailarinas Las Mulatas de Fuego. Más adelante tuvo su segundo connubio, esta vez con el bajista Víctor Ruiz Pazos. Otros eminentes músicos que la secundaron en sus grabaciones con sus orquestas fueron: Luis González Pérez, Chucho Zarzosa, Rafael de Paz y el exquisito organista panameño Avelino Muñoz.
Antes de morir La Sensación Jarocha, ordenó que fuese sepultada de manera inmediata y sin ninguna pompa. Cinco días antes de su fallecimiento, cantó por vez postrera en la ciudad de Monterrey. Llegó la madrugada del viernes 19 de noviembre de 1982, y Toña la Negra nos dijo adiós, cuando era examinada en la Central Quirúrgica de la ciudad de México. La reseña periodística decía así: “México. Una de las más famosas cantantes mexicanas, Toña la Negra, murió de un infarto cardíaco, afirmaron voceros médicos de un hospital privado de la capital mexicana. Estaba a punto de cumplir medio siglo de actividad artística profesional”.
Toña la Negra visitó a Colombia en dos ocasiones, en 1955 y en 1975
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1974 Lamento jarocho Orfeón Agustín Lara Bolero son
2
1974 Mentira Salomé Orfeón Ignacio Piñeiro Bolero son
GRABACIONES DE TOÑA LA NEGRA
CON LA SONORA MATANCE
LAS HERMANAS LAGO:
El mejor Trío Armónico de América
El trío apareció en 1932 en el barrio Jesús María de La Habana e inicialmente estaba conformado por Cristina, Esperanza y Graciela; actuaban en emisoras y teatros. Por breve lapso (1942) adoptaron el nombre de Trío Circuito, cuando lo conformaban Luisa, Graciela y Cristina. En ese año fue elegido por la ACRI (Agrupación de la Crónica Radial Impresa) como el mejor trío, por sus actuaciones en La Corte Suprema del Arte con el patrocinio de Cigarros Piedra en el circuito CMQ. En la ceremonia del siguiente año, obtuvieron idéntico galardón. Para le elección del mejor trío o dúo del año 1944, llegaron a la final, en una reñida votación con el Dúo Romay, Dúo Primavera, Trío Servando Díaz y el Trío Matamoros. La votación al final favoreció al Dúo Romay.
En este mismo año de 1944 imponen tres temas: Amargura, Envidia y Ojos azules. En 1947 Esperanza contrajo nupcias y es sustituida por otra hermana, Lucía. Por este tiempo realizaron una gira por Estados Unidos y Latinoamérica, obteniendo un triunfo resonante que les valió el apelativo del Mejor Trío Armónico de América. En 1950 volvió Esperanza a la agrupación, que se tornó en cuarteto hasta 1954, año en el cual murió. Sus presentaciones eran en radio, teatros, cabarets y televisión. Un grandioso espectáculo se presentó en el Teatro América en 1950, en donde actuaron Ernesto Lecuona, Orlando de la Rosa, Olga Guillot, Las Hermanas Lago, Las Hermanas Márquez, Maruja González y Esther Borja. En febrero de 1952, graban con la Sonora Matancera sus dos temas: Mambo para las niñas bonitas y Tu corazón es para mí. El primero de ellos con la alternancia de Bienvenido Granda. Por este tiempo se acompañan en dos grabaciones con la Orquesta Riverside: Contigo en la distancia y una cumbia colombiana llamada Danza negra.
En el canal 4 de televisión y desde el Capitolio Nacional se efectúa un programa gigante con un elenco de postín: Cuarteto Faxas, Elizabeth del Río, José Le Matt, Las Hermanas Lago, Rosita Fornés, Rita María Rivero, con la dirección musical de los maestros, Julio Gutiérrez, Adolfo Guzmán y Félix Guerrero. El miércoles tres de junio de 1953, debutan en la ciudad de Medellín, por los micrófonos de la Voz de Antioquia. Vinieron Graciela, Cristina y Lucía. Pertenecen al elenco de la producción Cuba Canta y Baila en 1954 y tienen la compañía de Fernando Albuerne, Olga Guillot, Benny Moré y la pareja de bailarines de Nancy y Rolando. En agosto de 1955 regresan nuevamente a Medellín, la capital de Antioquia.
Lucía Lago
La televisión fue un medio mediante el cual obtuvieron nutridos aplausos de sus compatriotas durante toda la década del 50. Participan en la producción Evocación, escenificado por Roderico Neira, Rodney, en el rimbombante Tropicana. Se recrea la música de seis provincias de la isla. Actúan Xiomara Alfaro, Cuarteto Faxas, Estelita Santaló, Cuarteto D Aida, Manolo Álvarez Mera, Leonela González, los bailarines Ana Gloria y Rolando y el Trío Hermanas Lago. En julio y agosto de 1958, alcanzaron gran sintonía en el Álbum de Fernando Albuerne. En 1959 trabajaron en Nueva York y en 1960 en Venezuela. Las Hermanas Lago acompañan en el coro a varios cantantes de la Sonora en variadas ocasiones. Por ejemplo, a Daniel en Virgen del cobre, a Bobby Capó en los números con Avelino Muñoz y su orquesta, Bésame la bembita y Antipático. A Leo Marini en el tema Este mal de amor.
Fueron eximias embajadoras de la cancionística cubana. A mediados de los 80 murió Cristina y fue reemplazada por Ofelia, su otra hermana. En la actualidad, Lucía es la única superviviente de todas y reside en su amada isla cubana.
GRABACIONES DE LAS HERMANAS LAGO
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN NOMBRE SELLO AUTOR RITMO
1
2-1952 Mambo para las niñas bonitas (con Bienvenido) Seeco Jesús Guerra Bolero-mambo
2
2-1952 Tu corazón es para mí Seeco Luis Reyes-Severino Ramos Bolero mambo
ESTANISLAO SUREDA HERNANDEZ “LAITO”:
Estanislao vino al mundo en el humilde barrio La Juanita de la ciudad de Cienfuegos, antigua provincia de Las Villas de la isla cubana, el 7 de mayo de 1914. Sus padres Venancio y María procrearon 10 hijos. Su progenitora desde muy pequeño lo llamaba Estanislaíto, que con el correr del tiempo se apocopó en Laíto. Las penurias económicas hogareñas no le permitieron una adecuada educación formal. Descubrió que tenía facultades innatas para el canto y comenzó a promoverlas. En su terruño natal debutó en la emisora CMHJ. Luego militó en la Orquesta de Periquín, donde estaban el pianista René Hernández, el trombonista Generoso Jiménez (mano derecha luego del Benny Moré en su famosa Tribu) y el flautista Rafael Ondina.
A mediados de la década del 40 ingresa al conjunto de Alberto Ruiz, el Kubavana, quien creó una manera especial en las interpretaciones del bolero. Por allí también desfiló Orlando Vallejo. Pasa luego a cantar con la agrupación de Ernesto Grenet, hermano de Eliseo y Emilio, en el fantástico Tropicana, hacia 1948. Realizaban el show bailable (Laíto cantaba las guarachas y los sones y Orlando Vallejo los boleros) y la orquesta de Armando Romeu era la encargada de acompañar el espectáculo central. Por su calidad vocal es llamado por la Orquesta de los Hermanos Castro, que era la atracción en el restaurante internacional del Hotel Nacional, ganando más denarios. En 1951 regresa a laborar en el recientemente remodelado Tropicana, esta vez con el conjunto del guitarrista y compositor Senén Suárez, que había sucedido a Grenet. Por esta época graba un número con Senén llamado Guaguancó callejero, original del maestro Ignacio Piñeiro, para el sello Puchito, y le generó excelente acogida.
Laíto, en 1953 se integra a la Orquesta América, de Ninón Mondéjar. Graba con ellos algunos temas a cuatro voces, lo cual no satisface al cantante, porque ninguna de ellas sobresalía. Le tocó ser testigo de excepción del lío de la paternidad del chachachá, entre Mondéjar y Enrique Jorrín. Cuando cantaba con la Orquesta América, don Rogelio Martínez, el director de la Matancera, va a proponerle por su versatilidad artística, que ingrese como cantante de planta a la Sonora Matancera, para reemplazar al Bigote que Canta. Así, en junio de 1954, llega Laíto a trabajar inicialmente con nuestro conjunto en las presentaciones en vivo de Radio Progreso, de las cuales y con fortuna, tenemos algunos ejemplos. Sus dos primeras páginas datan de junio de 1954: A Dios le ruego y Cualquiera resbala y cae. En febrero de 1955, con la Sonora Matancera y con Celia Cruz, Alberto Beltrán y Rodolfo Hoyos, realiza una gira triunfal por Colombia. Visitan a Barranquilla, Cartagena, Medellín, Cali, Armenia y Bogotá. Pasan luego a Venezuela. Al regresar a Cuba y llegada la hora de la repartición de honorarios, surgió una controversia. Laíto debía ganar iguales dólares que los demás integrantes del conjunto, ya que siempre se había estipulado así. Rogelio adujo que por ser cantante nuevo sus ganancias serían un tanto más reducidas. De manera obvia, ello no gustó a Estanislao y en mayo abandonó el conjunto, bastante resentido con Rogelio.
Laíto continuó batallando musicalmente y regresa al Tropicana donde Senén Suárez. Nunca más alcanzaría la popularidad que le prodigó la Matancera. En febrero de 1956 aparece con brevedad integrando la plantilla de cantantes del Conjunto de Roberto Faz, con Rolito y Roberto. Luego es reemplazado por Orlando Reyes. Cuando ocurrió el cambio sociopolítico en la isla, en enero de 1959, Laíto se afilia al partido comunista e integra la artillería terrestre. Continúa alternando su profesión militar con el canto, del cual se retira a finales de la década del 60. Con la revolución mejora su situación económica y obtiene su justa jubilación. Por más de 20 años pasa en el ostracismo musical en su patria. Tuvieron que llegar sus admiradores colombianos, quienes lo redescubren y le brindan nuevas oportunidades, al comprobar su entusiasmo y capacidades vocales, no obstante una vieja afección respiratoria. Esto lo emocionó demasiado y dijo que: Los colombianos me sacaron de las tinieblas y se formó la gozadera, aunque son cosas muy fuertes para mi corazón con tantos años.
En 1994 con el Conjunto Caney de Benitico Llanes y después de 39 años, vuelve a Colombia. Trabajan en Barranquilla. El Caney pretende ser una copia exacta de la Matancera. Y a fe que su sonido es algo parecido. De Venezuela llega Nelson Pinedo para realizar un encuentro con la nostalgia y en el teatro currambero Amira de la Rosa, con el acompañamiento del Caney logran la apoteosis. En 1995 es invitado por su gran amigo, el renombrado investigador musical César Pagano y tiene actuaciones en Bogotá a sus 81 años. Increíble. Para la feria de Cali en diciembre de 1996, Laíto, llega de Cuba con su sonora, de la cual hacen parte su hijo José de 62 años, que oficia como cantante y su nieto Eduardo de 32 años, excelente pianista. Con ellos también están otro buen cantante cubano, Rolando Montero El Muso y un notable trompetista, Lázaro Rodríguez. El público caleño los ovaciona largamente demostrándoles inmenso cariño en todas las ocasiones y lugares donde trabajan. Ante su resurgir melodioso, la empresa Seeco le reedita con lujosa presentación, un disco compacto con los 12 números grabados con la celebérrima Sonora Matancera. Al mismo tiempo la empresa estatal cubana Egrem, saca al mercado otro trabajo compacto, con el acompañamiento de su Sonora. Tiene obras como: Junto a un cañaveral, Amor y más amor, Malanga murió, Guaguancó y otros.
A los 85 años y cuatro meses, Laíto da por terminado su ciclo terrenal ante la impiedad de su enfermedad respiratoria crónica. Sucedió en La Habana, a las 3 A.M. del martes 8 de septiembre de 1999. Su presencia física no traspasó el fin del milenio, pero sus canciones acompañaran siempre a los amantes de la música afroantillana.
GRABACIONES DE LAÍTO
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
01
1-4-1954 A Dios le ruego (Cruel desilusión. Con Rogelio) Seeco José Claro Fumero Bolero rítmico
02
22-6-1954 Cancaneíto can Seeco Gastón Palmer Guaracha
03
16-11-1954 Cañonazo Seeco Evaristo Aparicio Guaracha
04
1-4-1954 Cualquiera resbala y cae Seeco Jesús Martínez Leonard Guaracha
05
16-11-1954 En el bajío (con Celia Cruz) Seeco José Claro Fumero – A. Castro
Guajira
06
21-4-1955 Este chacha- chá Seeco Humberto Jauma Chachachá
07
21-4-1955 Mi redención Seeco Ricardo Díaz Guaguancó
08
22-6-1954 Nocturnando Seeco Pablo Cairo Son mambo
09
21-4-1955 Porque te empeñas en decir (Tú no me quieres. con Caíto) Seeco Willy Gamboa Chachachá
10
21-4-1955 Qué linda Seeco Willy Gamboa Bolero chachachá
11
21-4-1955 Yambú pa’ gozar Seeco Mario. L. Her-
Nández Guaracha
12
21-4-1955 Yo quisiera saber Seeco Jesús Martínez Leonard Chachachá
GRABACIONES DE LAÍTO
CON LA SONORA MATANCERA
REALIZADAS EN VIVO DE LAS ACTUACIONES
EN RADIO PROGRESO
NUMERO TITULO AUTOR RITMO
1 Amor a la fuerza no Pablo Cairo Bolero mambo
2 Baila con Juana ? Guaracha
3 Don Toribio ? Guaracha
4 La chambelona Nery Cabrera Comparsa
5 No quiero codazos (Cero codazos) Rafael Lay-Rosendo Rosell Chachachá
6 Sujétate la lengua Eloy Oliva Bolero mambo
7 Tú no me quieres ? Bolero chachachá
8 Ya la pagarás Mario de Jesús Bolero mambo
9 Yambú pa’ gozar Mario L.Hernández Guaracha
ELIOT ROMERO:
Otro puertorriqueño que llega a la Matancera para tener su temporada y grabar temas tropicales. Nativo de San Juan de Puerto Rico, comenzó en el programa de Quiñones Vidal, para aficionados prometedores en el campo artístico. Su personalidad musical la va modelando luego en el conjunto del tresista Mario Hernández y el conjunto de Armando Castro. Tito Rodríguez lo tuvo en su orquesta durante dos años, con actuaciones en Nueva York, Los Ángeles y San Juan de Puerto Rico. Cuando Tito realizó su última temporada en su tierra y que formó un grupo en el cual cantaba su esposa, Elliot estaba en el coro. Su voz también la escuchamos con las charangas de Charlie Palmieri, Johnny Pacheco, Charles Fox, Louie Ramírez y Larry Harlow. Para el sello venezolano Velvet y con la orquesta de Porfi Jiménez, plasmó también algunas páginas, entre ellas, El negro ahí.
El morocho Elliot llega como la voz invitada por la Sonora y la Seeco. Estas dos empresas en yunta, hacían temporada extensa desde finales de 1949, hasta 1966, cuando con Elliot graban el trabajo postrero ya en el novedoso formato de L.D. Fueron 16 años de concertación y simbiosis musical, fructificada en numerosos acetatos, impresos por selectas luminarias del firmamento artístico latinoamericano. De los 10 números grabados por Romero, predominan por su acogida entre los melómanos: Cumbia de Buenaventura, Mi Trigueñita, Cumbiambera y Serenata Colombiana.
Es todo un homenaje de la Matancera y Elliot para la tierra colombiana, que los ha idolatrado y los tiene como un paradigma musical. La Sonora, entre los colombianos, sabemos todos es como una madre, que todos los días, sin importar el lugar, las circunstancias y el tiempo, alimenta con su música el trajinar diario de todos nosotros. Las emisoras, con su programación, en las que nunca faltan los temas matanceros, contribuyen eficazmente a que ésta, nuestra música predilecta, no desaparezca nunca de nuestra vida.
Es preciso acotar que Romero fue un excelente compositor, cualidad no muy común entre los cantantes. Muchos otros músicos le grabaron temas: Tito Rodríguez, Davilita, Virginia López, Johnny López. La vida familiar de Romero no tuvo la suerte esperada. Tenía buenos amigos entre la gente de la farándula y de casualidad uno de ellos, se encargó de descubrir su cuerpo inerte en su casa de la orilla del mar. La insuficiencia renal crónica que padecía, causada por la diabetes, lo llevó a la tumba y vivía triste y solitario, lejos de su familia en San Juan de Puerto Rico, cuando transcurría el año de 1992.
GRABACIONES DE ELLIOT ROMERO
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
01
(todos grabados en 1966) Amor cobarde Seeco Elliot Romero Bolero
02 Canto a borinquen Seeco Elliot Romero Olelolay
03 Cumbia de Buenaventura Seeco Jubilera-D’Juri Cumbia
04 Cumbiambera Seeco Jubilera-D’Juri Cumbia
05 Decídete Seeco Elliot Romero Moruno bulería
06 Mavi mavi Seeco Elliot Romero Son montuno
07 Mi trigueñita Seeco Elliot Romero Cumbia
08 Ningún secreto Seeco Adalberto Romero Bolero
09 Serenata colombiana seeco Javier
DonFilito Watussi Cumbia
10 Sigo pecando igual Seeco Elliot Romero Bolero tango
MIRTA SILVA “ LA GORDITA DE ORO”:
La simpática Myrta Blanca Silva Oliveras, nació en la población de Arecibo, Puerto Rico, el martes 11 de septiembre de 1923. Su vida artística la comenzó bien temprano, a la edad de 10 años, con la compañía de Ernesto Wilches. Cantaba y tocaba las maracas en forma increíble; empezó además a estudiar guitarra. En 1937 se fue a vivir a la Capital del Mundo. A los dos años de estar allí y cuando tenía 15, como cancionista y animadora hizo su debut en el Teatro Hispano de Nueva York. Por este tiempo el músico boricua Rafael Hernández hacía temporada sensacional con su Cuarteto Victoria. El grupo del legendario Rafael se integraba en este momento así: Rafael Rodríguez como cantante, Pepito Arvelo, guitarra, Rafael Hernández guitarra y Bobby Rodríguez cantante. Este último, más adelante se nombraría como Bobby Capó, excelso compatriota suyo. A ellos se unió Myrta en 1939. Al siguiente año realizaron un productivo periplo por Latinoamérica, Colombia incluida.
En 1940 Myrta compone su primer tema: Cuando vuelvas (cantado por Ruth Fernández). Al siguiente calendario da a luz el bolerazo En mi soledad, que luego grabarían con enorme suceso Daniel Santos y Virginia López. En 1942, canta en el circuito CMQ de La Habana. Así es la Vida fue escrita en 1944 y la estrenó Lope Balaguer. Ya para esta época a Myrta se le nombra con el cariñoso apelativo de La Gordita de Oro. A mediados del decenio del 40 graba con la orquesta del músico colombiano Carlos Molina, temas como la rumba fox Sí, mi hijita linda. Viaja a México, Panamá y Venezuela. De regreso a Puerto Rico triunfa como solista en el famoso Escambrón Beach Club, y se le atilda en la marquesina como La Reina de la Guaracha.
Efectúa una gira a Buenos Aires en 1949 y se presenta en el cabaret Tibirabo. La RCA Victor argentina le entrega un trofeo y le prodiga un sincero homenaje por ser la artista de mayores ventas durante el período 1947-1949. En este mismo año arriba por tercera vez a Cuba y se integra al elenco de Radio Progreso, con el acompañamiento de la Sonora Matancera para las presentaciones en vivo. De este tiempo quedaron en las placas de los programas de Radio Progreso, varias páginas como la pimentosa guaracha No me toques que te quemas. En La Onda de la Alegría obtiene apoteósico triunfo, agenciándose el cariño del pueblo cubano, que la elige como La Artista Extranjera más Popular.
Para el sello puertorriqueño Cafamo, Myrta con la Sonora en 1949, plasma sus cuatro temas. La Seeco obtiene licencia después y publica el 20 de abril de 1952, dos de ellos, Qué corto es el amor y Loca. Antes de su partida en 1950, tuvo tiempo para figurar en el elenco del famoso Tropicana, durante 15 días y recibe de su fanaticada cubana un agasajo especial que para siempre ella rememoraría. A la Sonora, en su reemplazo, ingresa la más grande de todas: Celia Cruz. Nuestra artista, regresa nuevamente a Nueva York. Se dedica luego a la animación y producción en televisión. Es locutora comercial, empresaria artística y periodista. En la televisión de su país trabajó de modo intenso. En la T.V. de habla hispana de Nueva York durante varios años, dirigió el recordado programa Show de una Hora Contigo, iniciado en 1956. De 1962 y 1964 datan dos de sus creaciones más aplaudidas: Qué sabes tú y Tengo que acostumbrarme, respectivamente. En la década del 40, Myrta se había desposado con el artista mexicano David Silva. No tuvieron hijos, antes de su amistosa separación.
Gran parte de su vida la dedicó a la composición. Creaciones suyas fueron: Eres fácil de recordar (Carmen Delia Dipiní, Pedro Vargas, Lope Balaguer, Roberto Ledesma), Mi corazón canta, Así es la vida (Lope Balaguer), Puerto Rico del alma, Tengo que acostumbrarme (Carmen Delia Dipiní, Lucy Fabery, Olga Guillot, Vicentico Valdés, Gilberto Monroig), ¿Qué sabes tú? (Lucho Gatica, Olga Guillot, Daniel Riolobos, Sarita Montiel, Toña la Negra, Julio Angel, Los Chavales de España), Aquella noche (Carmen Delia Dipiní), Adiós tú (Bobby Capó), Todo (Carmen Delia Dipiní), Mi único anhelo (Vicentico Valdés), Sin tu amor (Carmen Delia Dipiní), Sediento amor (Bobby Capó), Total para qué (Bobby Capó), Juguete del destino, Fin de un amor (Olga Guillot, Evelyn Souffront, Gilberto Monroig), Sabes una cosa cariño, Yo quiero volverme a enamorar, Qué corto es el amor (Myrta Silva), No me toques que te quemas (Myrta Silva), Salud cariño (Carmen Delia Dipiní, Gilberto Monroig), Muchas gracias mi amor (Lucy Fabery, Roberto Ledesma), Soliloquio (Evelyn Souffront), Una hora contigo (tema de su programa de televisión), Te amo mi vida, Te amo, No te vayas de mi vida, Punto final.
Daniel Santos, Myrta Silva, Bobby Capó
Ocurrida en San Juan de Puerto Rico, su muerte nos llenó de consternación el miércoles 2 de diciembre de 1987. Sus restos reposan en el panteón de su familia, cercano a los de Rafael Hernández, Pedro Flores, Daniel Santos y Yayo el Indio. Myrta como cantante (también fue timbalera cuando se convirtió en la primera mujer inscrita en la Federación de Músicos) derrochó alegría desbordante, cuando interpretaba sus divertidas guarachas en su juventud. Pero cuando afinaba su vena compositora, barbotaba sus sentimientos amorosos fallidos, sus ansias amatorias insatisfechas. Quizás por ello nunca cantaba bien sus composiciones bolerísticas. Fueron sus dos facetas sobresalientes. Cuando pierde a Yeya, su madre, se enfrasca en discusiones y líos inútiles con sus colegas, denotando amargura. Por este tiempo sus declaraciones la hacían fácilmente aborrecible. y se encaminó por la etapa final de su existencia. La versátil Myrta pasará a la historia musical, tanto como compositora como guarachera. Fue un vórtice de musicalidad.
Con Miguelito Valdés
GRABACIONES DE MYRTA SILVA
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1949 La paquetona Cafamo Luis Reyes Guaracha
2
1949 Loca Cafamo Margarita Rivera Guaracha
3
1949 Qué corto es el amor Cafamo Myrta Silva Montuno
4
1949 Sandongo Cafamo L.Reyes-
S. Ramos Guaracha
GRABACIONES DE MYRTA SILVA
CON LA SONORA MATANCERA
TOMADAS EN VIVO DE RADIO PROGRESO
NUMERO TITULO AUTOR RITMO
1 El que dé más se muere Myrta Silva Guaracha
2 Guaguancó ? Guaguancó
3 La nena enamorada René Touzet Guaracha
4 La tremenduca Oscar Muñoz Bouffartique Guaracha
5 Madre querida Luis Vega Bolero
6 Negro barín ? Guaracha
7 No me toques que te quemas Myrta Silva Guaracha
8 No sé porqué Myrta Silva Bolero
9 Por algo será Myrta Silva Son montuno
10
10-10-1952 Yo me voy contigo Myrta Silva Guaracha
TONY DIAS:
Cubano. En la época de las charangas en Nueva York, canta con La Charanga Duboney de Charlie Palmieri, en 1959. Johnny Pacheco, lo recibe en su agrupación en 1960, ambientando dúos con Elliot Romero, otro cantante boricua que grabó con la Matancera.
En el año de 1968 realiza sus grabaciones con la Sonora, cuando el ritmo boogaloo, generado por los latinos en Estados Unidos, se había tomado la audiencia gozadora. Su timbrada voz, parecía presagiarle un futuro halagador. Pero, sin que los músicos de la agrupación yumurina se enteraran, se dejó arrastrar por el alucinante y desventurado mundo de la adicción a las drogas y víctima de una sobredosis falleció en 1975 en la ciudad de Nueva York. Su familia residente en San Juan de Puerto Rico, lo repatrió para prodigarle el último adiós.
GRABACIONES DE TONY DÍAZ
CON LA SONORA MATANCERA
NÚMERO TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1 Babaraquiti MRVA Pascual Hernández Guaracha
2 Búscalo de día MRVA Miguel Bellido Boogaloo
3 Dama rebelde MRVA Jerry Fuller Boogaloo
4 Descarga boogaloo MRVA Javier Vásquez Boogaloo
5 El cable MRVA Mario Carnielo Ritmo alegre
6 El viejo don Julio MRVA Rolando Fundora Guaracha-guaguancó
7 La banda MRVA Chico Burque Boogaloo
8 No te boté MRVA Carlos Manuel Díaz Caíto Guaracha boogaloo
9 Qué suerte MRVA Matías Lagos Bolero
REINALDO HIERREZUELO “REY CANEY”:
La Flauta Humana
Reinaldo Hierrezuelo de la O., nació en Santiago de Cuba el jueves 30 de diciembre de 1926. Descendiente de indocubanos. Su abuela era siboney. Heredero de una tradición trovadoresca. Nicolás, su padre, interpretaba el tres y Julia, su madre, tocaba la guitarra y el bongó. Fu el menor entre 11 hermanos. Seis de ellos acogieron la música profesionalmente, descollando Ricardo, Caridad, excelente cantante, pero de manera especial Lorenzo. Reinaldo fue fundador en Santiago de Cuba del Cuarteto Patria, en los años cuarenta, con Rigoberto Hecheverría (Maduro), Francisco Cobas y Emilita García. Luego trabajó con Ninón Mondéjar, el fundador de la Orquesta América y con Eddy Alvarez, hermano del bolerista Fernando, en un formato de trío.
En 1950 se vino para la capital y comienza a laborar con Raúl Lima, que dirigía los Cantores de Ariguanabo. Después pasó al Conjunto de Miguel Ojeda. Actuó en la radio con Clavelito, destacado cantor campesino. Lorenzo, su hermano, nació el lunes 5 de agosto de 1907 en el Cruce de Firmeza, sector de la Gran Piedra, antigua provincia de Oriente. En 1935 se unió a la gran trovadora María Teresa Vera, que había sido directora y propietaria del Sexteto Occidente, el cual vendió a Ignacio Piñeiro, que le cambió de nombre a Septeto Nacional. Lorenzo y María Teresa, constituyeron el dúo de mayor arraigo en Cuba durante 14 años. Después, Lorenzo conforma el dúo Los Compadres en 1949 con su paisano y familiar lejano, Francisco Repilado, (Compay Segundo).
En 1953, Reinaldo reemplaza a Repilado y comienzan los dos hermanos una prolongada época de éxitos. Reinaldo tocaba bongó, bajo, güiro y guitarra. Realizaban efectos guturales semejando la flauta y la clave. Hacían de todo: sones, boleros, guarachas, montunos y hasta música jocosa. Simultáneamente, Reinaldo proseguía su labor como cantante solista. Cantó con Celina y Reutilio. El dúo de los hermanos Hierrezuelo comienza grabando para la exitosa casa Panart un LD, donde figuraron: Como el macao candela, Mi son oriental, Baja y tapa la olla, El vendedor de agua, Sarandonga, Descripción de un sueño, Mujeres conmigo van a acabar, Cañero número 15, Su señoría la conga, Venga guanocaballero, La rumba del yarey, El gallo eyando.
Los Compadres trabajan en 1957 para el sello Seeco y graban un LD que contiene: Todo a tus pies, Con un temporal, El gato y la gata, La rebelión de mayo, En la casa de don Juan, Envidia de amor, Yo tengo pena, En el monte, Pruebe ese tono, Descripción de la rumba, Paloma mensajera, Preparen candela. Este último número fue arrollador.
La casa Seeco posibilitó la circunstancia para que el domingo 26 de octubre de 1958, Rey grabara con la Sonora Matancera sus dos únicos temas. Rey luce una juvenil voz, bien timbrada y potente. Desde esta fecha Rogelio Martínez le aconseja que para las actuaciones como solista se nombre Rey Caney, como homenaje al pueblito El Caney en el oriente cubano, lugar donde lo registraron después de nacer. Durante los meses de marzo y abril de 1959, ya establecido el nuevo gobierno de los cubanos, Rey Caney actúa en el conocidísimo Alí Bar, en la compañía del Benny Moré y Fernando Álvarez, secundados por las orquestas de Alfonsín Quintana y Moisés Alfonso. En 1960 actúa en Nueva York en el Palladium, en el Caborrojeño y en el Teatro Puerto Rico, alternando con Miguelito Cuní, Arsenio Rodríguez, Tito Puente, Machito y Cortijo y su Combo, que incluía al archifamoso, Ismael Rivera. Canta además con la Orquesta del boricua César Concepción.
En abril de 1961, Los Compadres ganan en el Perú un Disco de Oro. Inician una extensa gira por: México, Panamá, Venezuela, Unión Soviética, Alemania Federal, Suecia, Polonia, Bélgica, Rumania, España, Francia y Japón. En 1980, participan en México representando a Cuba en el Tercer Festival de la Música Afroantillana. Pasean por doquier las composiciones Caña quemá, de Lorenzo y Hay compadres para rato, de Reinaldo.
Los compadres grabaron aproximadamente 15 LD. Luego de fallecido Lorenzo en 1987, Reinaldo conforma el Cuarteto Recuerdo de los Compadres, con su hermana Caridad, Ramón Avilés y Rubén Betancourt. En 1991 participó con el Conjunto Caney de Benitico Yanes en la Feria de Cali y al regreso a su patria, recibió con justicia su jubilación como músico por parte de su gobierno. Ello no obsta para que con otros colegas continúe deleitando al público hispanoparlante. A comienzos de 1994 organiza un quinteto que denomina Vieja Trova Santiaguera. Allí están: Pancho Cobas (fundador del Cuarteto Patria, guitarra y voz), Aristóteles Limonta (bajo, voz y maracas), Amado Machado (voz y maracas), Reinaldo Creagh (primera voz y clave) y Reinaldo Hierrezuelo (guitarra, voz y flauta). Ellos viajan representando a su patria cubana, en mención de la Casa de la Trova de Santiago de Cuba. Fueron a España para recorrer todo su territorio en los meses de julio y agosto de 1994. Para el sello español Nubenegra, graban un CD que les da renombre y los obliga a retornar en junio de 1995, para un nuevo contrato de seis meses.
Reinaldo Hierrezuelo, aunque ciego, vive hoy día en La Habana con sus descendientes. Es un caballero a quien la música no le permite una tregua y la disfruta en todo momento.
Caridad Hierrezuelo
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
26-10-1958 El que usted conoce no soy yo Seeco Enrique González Guaracha
2
26-10-1958 Quiero emborra-charme Seeco Reinaldo Hierrezuelo Bolero
GRABACIONES DE REY CANEY
CON LA SONORA MATANCERA
GRABACIÓN REALIZADA EN RADIO PROGRESO
NUMERO Y FECHA TITULO AUTOR RITMO
1
8-1958 Descripción de la rumba Sara Rodríguez Guaracha
RODOLFO HOYOS:
Cubano. No sabemos la fecha exacta de su nacimiento, aunque indudablemente debió ocurrir hacia 1920. Cuando se presentó en 1944 un devastador huracán en La Perla de las Antillas, Rodolfo Hoyos trabajaba como locutor para la emisora CMK, con otro compañero quien posteriormente también fue cantante: Berto González. El día del huracán, el periodista, comentarista y locutor, de insospechada audiencia en la isla y luego, dilatada permanencia en Colombia, José Pardo Llada, adquirió repentinamente fama internacional. El único micrófono que trasmitió ese desastre en vivo y en directo, fue el de la radio CMK, con la voz de Pardo Llada. Cosas del destino.
Rodolfo canta en 1952, en la marquesina del Hotel Saratoga, en los llamados aires libres del Paseo del Prado. Este lugar era frecuentado desde tempranas horas de la noche por personalidades de la música, poetas, periodistas de farándula y empresarios artísticos. Desde luego, que los políticos tampoco faltaban por la cercanía al capitolio. En su radioescenario de cristal, Rodolfo fue acompañado por pianistas como Candito Ruiz y Francisco Melero. Otros artistas del elenco eran Raúl del Castillo, cantante quien también grabó con la Matancera, Dulce María Fresnedo, Obdulia Breijó La Sevillanita, Martica Rams, Vilma Valle y muchos otros.
Para mayo de 1954 Rodolfo estaba amenizando las audiciones de Radio Progreso con la Sonora Matancera, alternadamente con Orlando Vallejo y Celia Cruz. De las actuaciones en vivo, Rodolfo con la Matancera, pasaron al acetato. Grabaron cinco temas, todos ellos boleros. Hoyos era netamente bolerista. Las presentaciones de Rodolfo con la Sonora fueron hasta inicios de 1955, cuando la Matancera emprendió gira por Aruba, Venezuela, Colombia, Panamá y Costa Rica. Luego de los escenarios de la patria de Bolívar, Rodolfo por alguna eventualidad se regresó a Cuba y no asistió al complemento del periplo. Para triunfar en la vida, los especialistas anteponen un factor primordial apellidado suerte, que se complementa con la calidad individual. Para decirlo claramente Rodolfo no tuvo ángel en las actuaciones con la Matancera. El Mago de Oz, Medardo Montero, me aseguraba que cantante que no triunfara con el colectivo matancero, era porque no contaba con calidad artística y señalaba el caso específico de Rodolfo Hoyos. En mi manera de apreciar, pienso que la voz de Hoyos posee sus méritos. Basta escucharlo en Muy cerquita de ti y Allá en el campo para comprenderlo.
En la década del sesenta, y participando del éxodo artístico, Rodolfo enfila su rumbo a Miami. Allí encuentra acomodo en Les Violins, propiedad del virtuoso cubano Manuel Godínez Jr. Este super club contaba con una nómina de lujo, musicalmente hablando. Todos eran cubanos. Entre ellos, y con méritos propios, sobresalieron José Pepé Delgado, como pianista, Roberto Ledesma, Héctor Fernández y Rodolfo Hoyos como vocalistas. Ledesma desde este cabaret se catapultó a la fama continental, cuando para el sello Gema comienza sus grabaciones.
El espectáculo musical ofrecido en Les Violins, le mereció un meritorio sexto lugar entre todos los Night Clubs de los Estados Unidos. Rodolfo Hoyos graba tres números con la orquesta de Godínez Jr. Brisa tropical, Ya no me quieres y La Copla de la dolores, denominada también Si vas a Calatayud. El ex pianista del Conjunto Casino, Ñico Cevedo, le procura una excelente agrupación tipo Sonora, para realizar el L.D. llamado Rodolfo Hoyos su voz y su estilo. Contiene temas tan notables como: Deleite y veneno, Mentira, Sinceramente, Olvidaré tu amor y Convencida. Este último con la firma de Lino Frías en segunda versión, pues ya lo había grabado con la Matancera el 18 de mayo de 1954.
Con los aplausos de la colonia cubana de Miami, prosigue deleitando con su voz hasta mediados del decenio del ochenta. Allí muere, recién inaugurado este siglo.
NÚMERO Y FECHA DE GRABACIÓN TÍTULO SELLO AUTOR RITMO
1
1954 Allá en el campo Seeco D. en D. Bolero
2
1954 Amor a la fuerza no Seeco Pablo Cairo Bolero
3
18-5-1954 Convencida Seeco Lino Frías Bolero
4
1954 Esta es tu gracia (Gracia es) Seeco Severino Ramos Bolero
5
1954 Muy cerquita de ti Seeco Dalys Pujol-Severino Ramos Bolero mambo
GRABACIONES DE RODOLFO HOYOS
CON LA SONORA MATANCERA
MIGUELITO VALDES “MISTER BABALU”:
Para los que someramente reconocen su voz, Miguelito Valdés fue apenas una referencia en la música cubana. Para la posteridad, para los degustadores de la música cubana, en cambio, es una de las figuras más brillantes de la historia del son, de la rumba, del bolero, del canto afro... Su influencia fue decisiva sobre Benny Moré, Cascarita, Tito Rodríguez y muchos otros. Su enfoque sin limitaciones de lo que debía ser la melodía, la armonía y el ritmo así como su técnica vocal percusiva, siguen siendo apreciadas mientras su voz da vueltas y vueltas en reproductores divulgando la sabrosura, el entusiasmo y la energía que le dieron amplia ventaja sobre cualquier otra figura en su género e idioma.
En el centenario de su nacimiento hoy recordamos a Miguelito Valdés por su entrega absoluta y sincera en escenarios, por su influencia, por sus grabaciones y películas, porque fue único... el mito sigue creciendo.
A Belén le toca ahora
Con su pinta de boxeador
Como si en la vieja Cuba faltaran los nombres, fue bautizado con cinco nombres: Miguel Ángel Eugenio Lázaro Zacarías Izquierdo Valdés y Hernández, y registrado como nacido el 6 de septiembre de 1912 -algunos autores aseguran que su nacimiento se dio en 1910 y otros en 1916- en una humilde casa del Callejón de Velazco, ubicado en la calle Fundición entre Picota y San Isidro, en el populoso barrio Belén, en pleno corazón de La Habana Vieja. Su padre Emilio, nacido en España, llegó a Cuba con el antecedente de haber sido Coronel de la Armada Imperial. Su madre, Norberta América Valdés Torres, venía de Yucatán, México, con finos rasgos mayas. Como frecuentemente se cree, su apellido no está relacionado con la legendaria Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana, descendencia de algunos músicos cubanos de apellido Valdés.
La Casa de Beneficencia inició en 1705, llamada entonces “Casa Cuna”, bajo el auspicio del obispo de la diócesis habanera Fray Jerónimo Valdés, quien no solo dio bienes y entusiasmos a la obra, sino que también bautizó y dio su nombre a todos los niños desheredados y abandonados que llegaban como víctimas inocentes de la injusta sociedad colonial a la Casa. Fray Valdés, a su vez, fue un connotado músico que enseñó a sus protegidos a tocar diferentes instrumentos musicales.
Miguelito fue criado sólo por su madre que vivía de la caridad pública, junto a cinco hermanos y una hermana, en el Pasaje Aurora del barrio habanero de Cayo Hueso, barrio pobre cuna de rumberos y soneros. Cerca de su casa quedaba el solar África, junto con su hermano Oliverio participó en cuanto “toques de santo” y “rumbas de cajón” se organizaban y allí conoció a Chano Pozo y entablaron amistad y cantaban y tocaban rumbas. Allí nació su conocimiento y dominio de los ancestrales cantos y ritmos afrocubanos.
Cursó sus primeros años en la Escuela Emiliano Zapata. Llegó hasta el sexto grado, no había recursos para continuarlos. La infancia de Miguelito fue, como la de tantos otros niños pobres, una constante lucha por la supervivencia que incluyó diferentes trabajos: a los once años trabajó como ayudante en un taller de mecánica, ubicado en Zanja entre Castillejo y Aramburu, reparando carrocerías. En 1926 intentó ganarse la vida como boxeador y, después de una promisoria carrera de 23 combates en la división welter, incluso ganó un campeonato amateur, se retiró para vincularse, en 1927, al Sexteto Habanero Juvenil donde tocaba tres, guitarra, contrabajo, maracas y cantaba. El son estaba de moda. Su ídolo en ese entonces era el cantante mexicano José Mojica, tenor muy famoso por esos años en Cuba.
Aceptando una solicitud de su tutora musical María Teresa Vera, acompañó brevemente, como corista, al sexteto Occidente para unas presentaciones en las academias Rialto, Sport Antillano y Habana Sport. Machito era en ese entonces la voz prima del Occidente. Una vez reemplazó a Ignacio Piñeiro como contrabajista en el Septeto Nacional. En la academia Rialto, ubicado en Neptuno entre Prado y consulado, inició formalmente su carrera artística.
Entre 1931 y 1933 hizo parte del sexteto Los Jóvenes del Cayo, de Domingo Vargas, de las orquestas típicas de Ismael Díaz, la Gris de Armando Valdés Torres -junto a Fernando Collazo-, La Habana de Estanislao Serviá y la Red Devils que tocaba de planta en el hipódromo Oriental Park de Marianao.
A finales de 1933, lo golpeó la crisis económica en tiempos del gobierno de Gerardo Machado, y para aliviar el grave momento se fue con la Orquesta de los Hermanos Fernández para unos carnavales en Panamá, allí permaneció hasta septiembre de 1936. En la capital del istmo se casó con Vera Eskilssen Tejada, con quien tuvo un hijo de nombre Juan Miguel, de inmenso parecido con el cubano y que tuvo una larga carrera diplomática. En Panamá cantó con las orquestas del restaurante Moderno Cubano y la del Club Unión, dirigido por Luis Azcárraga. Antes de regresar
a La Habana organizó un cuarteto que entretenía a los asistentes del hipódromo Juan Franco.
Orquesta Casino de La Playa, el despegue
A su regreso a La Habana pronto fue llamado por el saxofonista Manolo Castro para que hiciese parte, como baterista y cantante, de la Orquesta de los Hermanos Castro, la primera big band de la isla, que se presentaba por esos días en el club privado del millonario Alfredo Hornedo, una de las mejores del momento y muy apetecida en las sociedades blancas. Con los Hermanos Castro comenzó a imponer su estilo vocal singular de interpretar las canciones de tinte africano, o simplemente “afros”.
En junio de 1937, junto a seis integrantes de dicha orquesta que buscaban mejorar su status, ampliar repertorio y tener mejores arreglos, fundaron la Orquesta Casino de La Playa. Estaban a las puertas de provocar un ciclón musical en el Caribe. La orquesta, considerada por muchos como la más importante nacida en Cuba en todos los tiempos, estuvo integrada por Guillermo Portela (director y violín), Miguelito Valdés (vocalista, percusión, guitarra y administrador), Anselmo Sacasas (piano y arreglos), Walfredo de los Reyes -también cantaba- y Luis Rubio (trompetas), José M. Peña (trombón), Unésimo González (contrabajo), Liduvino Pereira, A. Rodríguez y Alfredo Sáenz (saxofones) y Ernesto de la Vega (guitarra y maracas). La orquesta, de músicos blancos y de carácter cooperativo, tomó el nombre del exclusivo lugar en la playa de Marianao que los contrató por 5 años a cambio de que adoptaran el nombre del Club.
En el mismo mes, mientras se estaban organizando, seleccionando repertorio y en los primeros ensayos, exactamente el 17 de junio, grabó Miguelito con la Casino para la RCA Victor sus primeros temas: “Bruca maniguá” y “Ben acá tomá” de Arsenio Rodríguez, “Cachita” de Rafael Hernández, “Taboga” de Ricardo Fábregas y “Dolor cobarde” del propio Miguelito, su primera composición registrada. Fueron muchas las grabaciones que se convirtieron en éxitos indiscutibles de todos los tiempos. Según Valdés “durante tres años grabábamos ocho temas cada dos semanas”. En realidad grabó con ellos 76 canciones según confirma la inmensa discografía de la música cubana de Cristóbal Díaz Ayala, las últimas el 21 de octubre de 1940.
En ese mismo 1937 debutaron en la CMQ radio en el programa “El Show del Jabón Candado”. Entre grabaciones y presentaciones la fama de la orquesta se disparó. Visitaron en giras triunfales a Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Curazao, Colombia -a Barranquilla y Cartagena llegaron en agosto de 1939 invitados por las Emisoras Unidas y Emisora Fuentes de ambas ciudades con presentaciones también en teatros y clubes-, para concluir en Panamá, desde donde regresaron a Cuba.
La fama y la consolidación de Miguelito como cantante de afros se acrecentó cuando grabó en febrero de 1939 “Babalú” de Margarita Lecuona. La grabación fue conocida en todos los rincones, hasta en Estados Unidos, eje de distribución de la RCA Victor. En Nueva York fue popularizado por el cubano Desi Arnaz en una versión edulcorada para los medios masivos norteamericanos y los clubes. Esta situación, y buscando mejores remuneraciones artísticas y económicas, motivó su deseo de abandonar la orquesta y partir hacia los Estados Unidos, aunado con su inquieta personalidad incapaz de no permanecer por mucho tiempo en un mismo sitio. El investigador Max Salazar aseguraba que su salida se debió al racismo imperante siendo él un mulato en una orquesta de blancos. Otros aseguran que fue por diferencias con el director Guillermo Portela y otros porque atendió una oferta que le hizo el hábil empresario y líder de orquesta Xavier Cugat en esos días en La Habana.
A Nueva York
Con Abelardo Barroso
Tomada la decisión de embarcarse para Estados Unidos, Miguelito, y con la intención de conseguir algún dinero extra, realizó grabaciones con la Orquesta Havana Riverside, dirigida por Enrique González Mántici, con la orquesta del pianista Enrique Bryon y con su conjunto, formado por integrantes originales del Septeto Nacional a quienes reunió para grabar 8 sones de Ignacio Piñeiro. El 16 de mayo de 1940 salió para Fort Lee, New Jersey, contratado para unas presentaciones en el club Riviera, propiedad de Ben Marden. Dirigió la orquesta del club, pero por las regulaciones del sindicato de músicos norteamericanos, la temible American Federation of Musicians, no pudo trabajar y se desplazó para Nueva York. Allí comenzó otra historia.
En la Gran Metrópoli comenzó a trabajar con la orquesta Siboney de Alberto Iznaga donde otra vez se encontró con su amigo, el inmenso Machito. Dos semanas después fue contratado por Xavier Cugat y debutó con ellos el 12 de mayo en el Sert Room del Hotel Waldorf Astoria, cantando en las tardes en el Paramount Theater y en las noches en el Starlight Roof, del mismo hotel, presentando la Camel Cigarette Show Rumba Revue. El 27 de mayo empezó grabaciones con la orquesta de Cugat para la RCA Victor con los temas “Blen blen blen” de Chano Pozo, “Macurije” de Juan Manuel Guerrero y las composiciones propias “Rumba rumbero”, y “Nueva conga”. Después siguieron una cadena de éxitos con el catalán entre los cuales recordamos “La negra Leonó” de Ñico Saquito, “Anna Boroco Tinde” de Chano Pozo, “Ecó” de Gilberto Valdés, “Yo tá namorá” de Arsenio Rodríguez, “Los hijos de Buda” de Rafael Hernández, una nueva versión de “Babalú” y otros tantos más también popularizados antes con su voz con la Casino de la Playa.
En los últimos días de 1941, con Cugat, se trasladó a Hollywood para participar en la película “You were never lovelier” (en Latinoamérica se conoció como “Bailando nace el amor”), junto a Rita Hayworth y Fred Astaire. Su éxito con las grabaciones y presentaciones con la orquesta de Cugat, le ganó el apelativo de Mister. Babalú, con el cual fue reconocido en todos los círculos latinoamericanos y norteamericanos, incluyendo la Casa Blanca. Se dice insistentemente que este apodo se lo puso Harry S. Truman, presidente de la Unión entre 1945 y 1953, quien en una presentación benéfica como candidato presidencial, le pidió que cantara “Babalú”, su canción preferida, y durante toda la noche saludó al artista “Hello Mister Babalú”. También circula la versión de que el apelativo se lo puso John F. Kennedy en un club de Nueva York a donde lo llevó Frank Sinatra, en los tiempos de candidato presidencial.
Con mi amigo Machito
Su estilo de cantante afrocubano con giros y gestos de los vocalistas norteamericanos de jazz lo llevaron a compararlo con éstos y a calificarlo igualmente como “El Cab Calloway latino”. Su imagen llegó a ser incluso portada de la revista Billboard. A su salida de la orquesta de Cugat -fue reemplazado por Tito Rodríguez-, en 1942, por diferencias con el catalán que sentía opacada su presencia, pasó a realizar grabaciones con Machito y sus Afrocubanos para el sello Decca. Fueron 24 temas la mayoría previamente grabadas con la Casino La Playa y la orquesta de Cugat, y grabados en un tiempo record de 48 horas. Con una orquesta que armaba cuando obtenía contratos se presentaba regularmente en los clubes El Mocambo, La Martinica, La Conga y Hollywood de Nueva York. En 1943 regresó a Cuba contratado por Amado Trinidad Velazco, el magnate de la emisora RHC Cadena Azul.
Sin una orquesta propia en noviembre 1943 se trasladó a México y debutó en un espectáculo en el teatro Esperanza Iris junto a Agustín Lara, Tata Nacho, El trío Los Calaveras, María Victoria, Meche Barba y Tin Tan. Tuvo además presentaciones en el cabaret El Patio, en otros teatros y en radiodifusoras, especialmente en la XEW. Durante el tiempo que permaneció en México participó en doce películas, entre las cuales recordamos: “Esclavitud”, “Conga bar”, “Estampas habaneras” con Myrta Silva, Sergio Orta y Cecile Abreu; “Mi reino por un torero” y “Acapulqueña” con María Antonieta Pons; “Imprudencia”, con los hermanos Fernando y Andrés Soler, y “Nacido para amarte” con Ana Luisa Peluffo. Igualmente, en varias temporadas en México realizó grabaciones con la Orquesta América, las orquestas de Mario Ruiz Armengol, Luis González Pérez, Arturo Núñez, Rafael de Paz (a dúo con Margarita Romero), Francisco Fellové y el conjunto de Pablo Peregrino.
En septiembre de 1944 lo encontramos viviendo en Los Ángeles. En 1945 apareció en la película “Panamericana” y con el respaldo de la orquesta de Machito en “Night in the tropics”, junto a la actriz Betty Reilly. Pronto regresó a Nueva York y entre los trajines de tantas presentaciones y una gravísima afección a sus cuerdas vocales se quedó literalmente sin voz y regresó a La Habana abatido, los médicos norteamericanos le dijeron que no volvería a cantar. En La Habana se repuso y regresó a cumplir con sus compromisos. En junio de 1946 apareció cantando en las pantallas de los cines en la película “Suspense”, conocida entre nosotros como “Choque de pasiones”, de Frank Tuttle. En diciembre de 1946 firmó con Musicraft para unas grabaciones en La Habana, con un sexteto local donde estaba su amigo Chano Pozo, y en Nueva York. Aprovechó su permanencia en la isla para realizar presentaciones y grabaciones en la estación Mil Diez del Partido Socialista Popular, nombre que adoptó entonces el Partido Comunista.
En 1947, poco después de que Miguelito regresara de su exitoso viaje a La Habana, colaboró con el arribo a Nueva York de la joven Olga Guillot -confiada por Ibrahim Urbino, locutor de la Mil Diez y en ese entonces esposo de la cantante- y de Chano, y volvieron a realizar presentaciones juntos hasta que el percusionista se relacionó con Dizzy Gillespie, para cambiar la historia del be bop y del mismo jazz. Meses después Chano Pozo fallecería en el Río bar de Nueva York en oscuras circunstancias. Su sepelio y posterior traslado a Cuba fue pagado por Miguelito como el gesto más solidario de un amigo. De otro lado, Miguelito fue el principal impulsor de las composiciones de Chano pozo, en sus sesiones de grabación siempre buscaba incluir una o varias composiciones del percusionista.
Con Olga Guillot
Por fin organizó su propia orquesta, en agosto de 1948, para grabaciones con los sellos Verne y Coda-SMC de Gabriel Oller. Con esta última grabó 22 temas, entre ellas una composición propia dedicada a Chano, y contó en las sesiones con los pianistas René Hernández, Eddie Cano y Al Escobar y con los percusionistas Ray "Little Ray" Romero, Carlos Vidal, Luis Miranda y Modesto Calderón. En otras grabaciones con su orquesta tuvo como saxofonistas a los jóvenes Stan Getz (tenor) y Gerry Mulligan (barítono) y a los trompetistas Al Stewart y Al Porcino. Los arreglos los hacían Eddie Sauter, Chico O'Farrill, Pérez Prado y René Hernández. Grabó igualmente con los sellos Monogram, en 1950, y Tico, en 1953, ahora respaldado por la orquesta del pianista cubano René Touzet.
Realizó luego grabaciones para la RCA Victor con la orquesta del arreglista cubano Chico O´farrill y con la del pianista puertorriqueño Noro Morales -en 1951- y en unas vacaciones en La Habana, también en 1951, grabó con la Sonora Matancera para la Seeco, entre ellos “Arroz con manteca”, “A pasarse un pollo” y el sabroso “Se formó el rumbón”. Con su orquesta grabó para la MGM en 1952 y continuó con ella por varios años hasta que debido a las dificultades de manejar una gran orquesta redujo la nómina y a mediados de los 50 la disolvió. Siguió con un pequeño combo, otras veces con el pianista boricua Luisito Benjamín y el bongosero Ray Romero cumplía los diferentes compromisos.
Poco se menciona el Miguelito Valdés compositor, de su pluma salieron hermosos boleros como “Dolor cobarde”, “Loco de amor”, “Letargo” y “Ya no alumbra tu estrella”. Igualmente compuso congas carnavaleras para las comparsas habaneras como “Vienen regando flores” para Las Jardineras, “Los venecianos”, “Son Los Dandys” y “Las componedoras”, las rumbas “La rumba soy yo”, “Celina”, “Esa mulata”, “Rumba rumbero”, “Roncana”, “Oh mi tambó”, “Algo nuevo”, “Rumba rítmica” y los mambos “Mondongo”, “Mambo No. 2” y muchas otras. Pero su fuerte era el afro, estilo que le hizo famoso en los cinco continentes, y compuso “Negro”, “Sangre son colorá”, “Mi tambó”, “Chorombolo”, “Cabildo”.
México yo te canto
En 1957 es contratado para una temporada en el Cabaret Tropicana en La Habana junto a la intérprete Lucy Fabery. Ese mismo año se residenció nuevamente en México y años después grabó un larga duración para Tico, “México, yo te canto”, con el Mariachi Tenochtitlán. En la nueva década fue llamado por Machito, en 1963, para una serie de grabaciones con Tico, publicados en el LP “Reunión”. El éxito del tema “Que pena me da”, otra de sus composiciones, una proclama por la unidad de los músicos latinos en Nueva York, revitalizó brevemente la carrera de Valdés.
El resto de la década del sesenta y en forma intermitente continuó presentándose por todos los escenarios y acrecentando sus grabaciones, destacándose las realizadas con la orquesta de Mariano Mercerón -pachangas, para entrar a tono con la época-, con la Sonora Mexicana, de nuevo con la orquesta de Chico O´farrill para los álbumes “Bien casado” e “Inolvidables”, para el sello Verve, y con la orquesta de Tito Puente para el picaresco álbum “Canciones que mi mamá no me enseñó”. En esos años apareció como conductor en varios programas de televisión del canal 47 de New York y fijó su residencia definitiva en Los Ángeles.
En 1977 grabó para Orfeón de México veintidós canciones con la Sonora Matancera utilizando unas pistas preexistentes, intentando adaptar su voz al flujo salsero tomando éxitos como “Anacaona”, “Así se compone un son”, “La hija de Lola” y “El chivo”, entre otros. El álbum pasó prácticamente desapercibido por la mala promoción y distribución. Ese mismo año en Panamá grabó para Mericana el álbum “Miguelito canta a Panamá” con la orquesta 11 de Octubre dirigida por el trompetista Víctor Paz y más al sur grabó el LP “Mister Babalú en Perú” para el sello IEMPSA.
E n marzo de 1978 sufrió un preinfarto cardíaco en México. Dos meses después, el 26 de mayo, recibió un homenaje en el Roseland Ballroom de la Latin Music Industry de Nueva York por sus 42 años de labor artística. Días después, en Puerto Rico, junto a la orquesta de Machito, Charlie Palmieri, Johnny Pacheco, Ray Barretto y Lalo Rodríguez, participó en una gira por la isla, que, a pesar de tanta luminaria junta, terminó en un fracaso económico. Aún así, en noviembre de ese año fue contratado por el cantante y ahora empresario René Cabel para una temporada por varias ciudades colombianas, que incluyó la grabación de un álbum con la orquesta de José María “Curro” Fuentes para el sello Phillips, con merengues, porros y
cumbias de Santander Díaz, José Barros, Mario Gareña, Jesús Lara Pérez y Lucho Bermúdez. También incluyeron composiciones del propio Miguelito Valdés y el imprescindible de Chano Pozo.
El adiós
La noche del jueves 9 de noviembre de 1978, se marchó de la vida cantando en pleno escenario del Salón Monserrate del Hotel Tequendama de Bogotá. Acompañado por la orquesta de Tomás de Santi cantaba un mosaico de canciones, que interrumpió pidiendo excusas antes de desplomarse víctima de un ataque cardíaco. Su cadáver fue cuidadosamente preparado en el Hospital Militar de la capital y, dos días después, enviado a la ciudad de Los Ángeles donde residía con su segunda esposa Elyana, con quien tuvo dos hijos. Ingresaba así a los predios eternos Mr. Babalú compartiendo su sagrario de recuerdos y música con sus santos yorubas.
No hemos hablado del Miguelito creador, del estilista. Para Díaz Ayala merece estos elogios: “…inició toda una nueva escuela de interpretación de lo afrocubano: no existe ni Cascarita, ni Benny Moré, ni Ismael Rivera, ni toda la constelación salsera, sin el antecedente de Miguelito. Es él quien convierte las inspiraciones del montuno en un amplísimo campo de experimentación, de creación, de goce lúdico hasta entonces muy limitado”.
Con el Benny Moré
Miguelito fue un señor, en toda la palabra. Simpático, dicharachero, dadivoso, siempre sonriente y poseedor de un exquisito humor, amigo de sus amigos y buen compañero. Ayudó a muchos artistas en el lanzamiento de sus carreras o en momentos difíciles, ahí están los testimonios de Chano Pozo, Olga Guillot, Arsenio Rodríguez, Julio Gutiérrez, Lucy Fabery, Rafael Cortijo e Ismael Rivera y otros.
Fue un cantante completo, con una impresionante calidad para vocalizar boleros, rumbas, chachachás, guarachas, congas carnavaleras, sones, afros, mambos y hasta porros y cumbias colombianas. Anselmo Sacasas y otros músicos destacan que fue un buen guitarrista. Tuvo igualmente especial afecto por la tumbadora, los timbales y la percusión en general.
Así terminó su vida de triunfos sin claudicaciones, una de las más brillantes estrellas del infinito estelar del canto afrocubano. Tal vez por eso murió como una supernova, que recorrió el mundo con su eterno Babalú ayé, babaluuuuuuú.
Fuentes:
Betancourt, Lino. “El inigualable Mister Babalú”. Tropicana Internacional. La Habana. No. 20. 2005.
Child, John. “Miguelito Valdés”. En: http://www.descarga.com/cgi-bin/db/archives/Profile68?5azfgnRD;;1529909. Nueva York.
Díaz Ayala, Cristóbal. “Enciclopedia discográfica de la música cubana 1925 – 1960. 2002. Puede consultarse en http://latinpop.fiu.edu/guia.html
Lam, Rafael. “Miguelito Valdés, Mister Babalú, Rey de la pista”. En: “Polvo de estrellas”. Ed. Adagio. La Habana. 2008. Pp 151-154.
Mac Swiney, Roberto. “Miguelito Valdés, hijo de una yucateca”. Novedades. Yucatán, Mx. 19 de febrero de 1992.
Manzo, Yoni. “Un cubano que cantó a la vida, al amor… y al dolor”. Coralibe. Barranquilla. 15 de agosto de 1980.
Pujol, Jordi. Notas de los álbumes “Miguelito Valdés, cuban Rhythms” (Tumbao TCD-008), “Mr, Babalú with Noro Morales Orch.” (Tumbao TCD-025). Barcelona, España. 1992 y 1993.
Salazar, Max. “The Miguelito Valdes story”- Latin Beat Magazine. Gardena, California. Vol. 2 Números 1, 2 y 3. Febrero-Abril de 1992.
Suarez, Senén. “Miguelito Valdés Valdés”. Periódico Cubarte. Enero 8 de 2007.
Zamora, Bladimir. “Un importante Valdés”. En: http://www.lajiribilla.cu/2003/n104_05/aprende.html La Habana, Cuba.
Agradecimientos y créditos en nuestro archivo sonoro
A Cristóbal Díaz Ayala, César Pagano, Rafael Bassi, Jesús Guzmán y Carlos Deiby Velásquez por la eterna colaboración en estas lides investigativas musicales.
VICTOR PIÑERO BORGE:
El 10 de mayo de 1923, nació Victor Piñero Borges en Caracas, Capital del hermano país Venezolano. Hijo de Pablo Julián Piñero y de Guillermina Borges y hermano de Faustino, Ana Ramona, Jacinta, Rosendo, Andrea y Rosa. Victor estuvo casado con una enfermera de nombre Amanda, fallecida en 1974, y no procrearon hijos. Amores juveniles en la Guaira, y un prolongado romance con una modelo Argentina residenciada en Caracas, le dejaron a Victor cuatro hijos.
Victor Piñero se inició musicalmente con su hermano mayor Faustino, quien tocaba la marímbula y en asocio de otros amigos dieron sus primeros pasos en la Guaria, donde debutó como cantante el juvenil Piñero. Después de interpretar cada pieza, o al terminar la tanda, Faustino pasaba la gorra a los asistentes, para que le depositaran cualquier moneda. En esos primeros pasos de cantante, uno de los temas que le solicitaban a Victor era la guaracha de Julio Cueva,"El marañón"; de ahí el apodo de "El marañón" que le dieron a Victor por varios años, antes de "El negro Piñero" y de "El rey del merecumbé". Era la década de 1940, época de oro de la radio Venezolana. Radio Libertador de Venezuela, tenía un programa diario denominado "Cada minuto una estrella", espacio amenizado por la Orquesta Leonard's Melody, dirigida por el trompetista Leonardo Pedroza, y quien contaba con dos cantantes para los temas románticos: Carlos Torres y Pedro "Buzo" Nelson, quien posteriormente fuera el tumbador de la Billo's. Pedroza les anunció a sus cantantes que había conseguido "un negrito fenomenal para que los acompañara en los coros del montuno". El negrito era nada menos que Víctor Piñero Borges, quien se lanzaba a la conquista de la capital.
En su breve paso por la Orquesta Leonard's Melody, se convenció de establecerse como cantante profesional, para iniciar un largo camino donde cosechó éxito tras éxito hasta su muerte acaecida el 4 de enero de 1975.
Victor Piñero y la Familia Belisario.
La "Orquesta Hermanos Belisario" fue constituída en 1939 en Maracay, y en 1945 están de planta en Caracas. Fué una orquesta dedicada a la música bailable Venezolana. Los hermanos Belisario eran: Pedro José percusionista, Arnaldo contrabajista,, Rafael trompetista y Francisco trombonista. Muchos años de la carrera artística de Víctor Piñero estuvo vinculada a la" Orquesta Hermanos Belisario" .Con ellos realizó sus primeras grabaciones. En 1951 se disuelve la "Orquesta Hermanos Belisario", y cada hermano forma su propia agrupación. Piñero no los abandona, y graba con Arnaldo Belisario el son montuno "Palma Soriano" del Cubano Ramón Cabrera.
Victor durante su vinculación por varios años con los "Hermanos Belisario", grabó con otras agrupaciones tales como "Federico Gaerse y su Grupo", con la "Orquesta de Willy Gamboa". Aparecen también registros con "La Sonora Caracas" , y con "Victor Piñero y su Conjunto" y "Victor Piñero y su Orquesta".
Victor Piñero Internacional.
Desde los Carnavales de Barranquilla de 1956, la Orquesta de Pacho Galán crea un nuevo ritmo, el que denominó "Merecumbé", siendo según Pacho Galán una mezcla del merengue colombiano con la cumbia. Victor Piñero se "escapa" de Caracas y llega a Barranquilla, grabando con la Orquesta de Pacho Galán el tema "Muñequita linda" y ganándose desde ese instante el remoquete de "El Rey del Merecumbé". El día 15 de julio de 1958 debuta oficialmente la orquesta "Los Melódicos" en Caracas, y con ellos los cantantes Victor Piñero y Perucho Navarro hacen las delicias del público. El éxito es inmediato . A los dos meses ya Los Melódicos graban su primer Larga Duración titulado "Estos son Los Melódicos" ,y con ellos Piñero graba su primer número, original de Billo Frómeta, el terma "Mi candidato". Victor Piñero se comporta con Los Melódicos como lo había hecho con "Los Hermanos Belisario". Se va y vuelve.
Victor Piñero con la Sonora Matancera.
No había terminado el año de 1958, cuando ya Victor Piñero se encontraba en La Habana, capital de Cuba. Le habían llegado informes sobre su probable vinculación al plantel de la Sonora Matancera. Además, según el propio Piñero lo manifestó, quería aprender mucho del Benny Moré, y nada mejor para lograrlo que acompañar al Benny en sus presentaciones y correrías por la Isla. El ciclo Cubano fué muy fructífero para Victor Piñero, en cuanto a grabaciones se refiere. Logró grabar con el Decano de los Conjuntos de América, la gran Sonora Matancera, que atravesaba sus máximos momentos de gloria y de fama; cuatro (4) números, que se convirtieron inmediatamente en éxitos. Estos temas fueron:
Máquina Landera, guaracha de Margarita Rivera.
No quiero nada con su mujer, guaracha de Porfirio Jiménez.
Puente sobre el Lago, guaracha de Antonio Mas. y
Rio Manzanares, canto oriental de José López. Todos los temas fueron grabados para el sello Seeco.
Estando en La Habana, le ayuda a Billo Frómeta a conseguir músicos cubanos. Fruto de ello, Billo quien se encontraba en la Isla refugiado de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, ensambla una nueva "Billo's Caracas Boys" y graba un Larga Duración titulado "Carnaval con Billo's" y en dicho elepé dejan sus voces Victor Piñero, Alberto Beltrán, Pio Leiva y Carlos Díaz.
Victor Piñero regresa a Venezuela y labora indistintamente con Los Melódicos y con la Billo's, obteniendo grandes éxitos. Muere de un infarto de miocardio el día 5 de enero de 1975.
Compendio realizado por Fabio Casas Arango, extractado del artículo de Mario Baptista, de contra carátulas sobre Victor Piñeros, de blogs sobre Artistas Venezolanos y de radio caracas de Venezuela del programa la candela matancera de enrique bolívar navas.
MAXIMO BARRIENTOS:
No se registran datos en nuestra base de archivos sonoros ni siquiera en los testimonios sonoros de nuestra colección de la sonora matancera gracias a la universidad nacional del programa con la matancera quien presenta Carlos Alberto Melo Salazar y Guillermo enrique groso peralta.
PEDRO VARGAS:
Pedro Cruz Mata (San Miguel de Allende, 29 de abril de 1906 - Ciudad de México, 30 de octubre de 1989) fue un tenor y actor mexicano.
A pesar de su preparación operística, se dedicó al canto popular, alcanzando reconocimiento internacional, además de ser uno de los principales intérpretes de Agustín Lara. Se le conoció con los sombrenombes de «El ruiseñor de las Américas», «El tenor continental» y «El Samurai de la Canción».1 Como actor, formó parte de la Época de Oro del Cine Mexicano, participando en más de 70 películas. Durante su vida, cantó para la mayor parte de los presidentes de América y otras importantes personalidades de la política. Falleció mientras dormía, en la Ciudad de México, a la edad de 83 años.2
Biografía
Primeros años
Nació el 29 de abril de 1906, en San Miguel Allende, Guanajuato. Hijo de José Cruz Vargas y Rita Mata, una pareja de humildes campesinos, fue el segundo de doce hermanos, a los siete años cantaba en el coro de la iglesia de su ciudad, el maestro del coro fue el primero en reconocer su talento y en darle lecciones de canto.3
En 1920, a la edad de 14 años, llegó a la Ciudad de México y de inmediato empezó a cantar en los coros de varias iglesias y ofreciendo serenatas. Fue en el Colegio Francés de La Salle, donde después de escucharlo, le ofrecieron una beca para realizar la escuela secundaria, clases de piano y solfeo; ahí permaneció hasta terminar el bachillerato. Más adelante el maestro José Pierson también le daría alojamiento y lecciones de técnica vocal de forma gratuita.1 Mientras permanecía allí conoció a Jorge Negrete, Alfonso Ortiz Tirado y Juan Arvizu. José Mojica lo recomendó más adelante con Alejandro Cuevas, el maestro al escucharlo se ofreció también a darle lecciones sin costo.1
Carrera
Recibió la oportunidad de participar en la ópera «Caballería rusticana», el 22 de enero de 1928, en el Teatro Esperanza Iris. Recibió la oferta de viajar en una gira con la Orquesta Típica de Miguel Lerdo de Tejada, a los Estados Unidos, como cantante de música popular, lo que aceptó.1 En su primera visita a Buenos Aires grabó para el sello RCA Víctor dos temas de su autoría: "Porteñita mía" y "Me fui", con el respaldo musical del piano de José Agüeros y el violín del legendario Elvino Vardaro. Fue uno de los mejores y más exitosos intérpretes del compositor Agustín Lara, así como de muchos otros compositores de toda Hispanoamérica, lo que le permitió recorrer diversos países de este continente, principalmente Argentina, Colombia , Peru y Venezuela. Con un extenso repertorio que incluyó temas líricos como "Jinetes en el Cielo", canciones rancheras como "Allá en el Rancho Grande", boleros como "Obsesión", cantado a dos voces junto a Beny Moré; y temas nostálgicos como "Alfonsina y el mar", Pedro Vargas recibió de parte del público el muy merecido calificativo de "Ruiseñor de las Américas".
Fallecimiento
Pedro Vargas falleció por complicaciones de diabetes mientras dormía y sufrió un paro respiratorio, el 30 de octubre de 1989, en la Ciudad de México, a la edad de 83 años.2
Honores
Entre otros honores recibió:4 5 6 7
• Orden Isabel la Católica.
• Orden de Malta.
• Mister Amigo.
• Ciudadano Honorario de Texas.
• Orden Cruzeiro Do Sul (Brasil octubre de 1944).
• Orden Carlos Manuel de Céspedes (Cuba marzo de 1955).
• Orden Vasco Núñez de Balboa (Panamá agosto de 1966).
• Orden de Mayo Oficial (Argentina octubre de 1978).
• Orden Francisco Miranda (Venezuela octubre de 1978).
• Condecoración de la OEA (Washington D.C., Estados Unidos, septiembre de 1981)
• Premio homenaje Golden Eagle Award (Los Ángeles, California junio de 1983)
Discografía
Larga duración (vinilo):
1956: “GRANDES ÉXITOS DE NORTEAMÉRICA”
1957: “MÚSICA RANCHERA”
1958: “CANCIONES DE NAVIDAD”
“VIVA VARGAS”
1959: “CANTA PEDRO VARGAS”
1960: “EL TENOR CONTINENTAL” 1961: “SERENATA EN TU BALCÓN”
1962: “PEDRO VARGAS Y SUS AMIGOS”
1963: “CANCIONES QUE ESTRENÉ”
1964: “PEDRO VARGAS EN EL CARNEGIE HALL”
1965:
'1966: “LAS CANCIONES DE MI COMPADRE”
1967: “BOLEROS RANCHEROS”
1968: “EL SAMURAI DE LA CANCIÓN” “PEDRO VARGAS EN BS. AIRES”
1969:
1970: “ASI ES MI TIERRA”'
1. - Así es mi Tierra
2. - Soy Puro Mexicano
3. - Allá en el Rancho Grande
4. - La Feria de las Flores
5. - Dos Arbolitos
6. - Cielito Lindo
7. - La del Rebozo Blanco
8. - Fallaste Corazón
9. - La Barca de Guaymas
10. - La Huella de Mis Besos
11. - ¿Sabes De Que Tengo Ganas?
12. - Viva México
'1971: “ENAMORADO”
1972: “EL PEDRO VARGAS DE HOY”.
“LO MEJOR DE PEDRO VARGAS”
Disco 1:
1. -Mujer
2. - Te amaré toda la vida
3. - Noches de Mazatlán
4. - Esto es felicidad
5. - Te traigo serenata
6. - Aquel amor
7. - Piel canela
8. - Luna azul
9. - Te quiero
10. - Adiós
11. - La negra noche
12. - Obsesión
Disco 2:
1. - Quizás, quizás, quizás
2. - Santa
3. - Que bonito amor
4. - Jinetes en el cielo
5. - Canción mixteca
6. - Por Que ya no me quieres
7. - Por que negar
8. - Acércate más
9. - La flor de la canela
10. - Pecado
11. - Granada
12. - Rosa
Disco 3:
1. - Quien será
2. - Lamento borincano
3. - Suerte loca
4. - Cuando vivas conmigo
5. - Despierta
6. - Perdón
7. - Pequeña
8. - Flores negras
9. - Corazón, corazón
10. - La última noche
11. - Amanecí en tus brazos
12. - Adiós Mariquita linda
1973: “SOMOS NOVIOS” (CON L.LAMARQUE)
“45 AÑOS DE MI VIDA ARTÍSTICA”.
1974: “EL REY”'
1. - Te Solté la Rienda
2. - Se Me Olvidó Otra Vez
3. - A Donde Va Nuestro Amor?
4. - Mi Paloma Triste #- Volver, Volver
5. - El Rey #- Cruz de Olvido
6. - 16 Años
7. - Eres Tú
8. - Amor de Mi Vida
9. - Que Te Vaya Bonito
“SIEMPRE AQUÍ”.
1975:
1976:
1977: AHORA, PEDRO VARGAS.
1978: EN VIVO EN EL PALACIO DE BELLAS ARTES.
1979: QUE ALEGRIA.
1980: PEDRO VARGAS CANTA A LA GUADALUPANA.
1981: PEDRO VARGAS.
1982:
1983: VIDA (PEDRO VARGAS Y ARMANDO MANZANERO).
1984:
1985:
1986: GRANDE, GRANDE, GRANDE.
1987: NAVIDAD MEXICANA.
1988: GRACIAS A LA VIDA “60 AÑOS DE VIDA ARTISTICA”
1989: VIVA PEDRO VARGAS!
1990: SIEMPRE PEDRO VARGAS.
1955 por dos caminos (sonora matancera)
1960 amorcito corazón (Celia cruz-sonora matancera.)
PEDRO KNIGHT:
Gerónimo Pedro Knight Caraballo (Matanzas, Cuba, 30 de septiembre de 1921 - Los Ángeles, Estados Unidos, 3 de febrero de 2007) fue un músico cubano-estadounidense conocido por ser el esposo de la legendaria cantante Celia Cruz.
Biografía
Knight, ingresó como segundo trompetista de la afamada agrupación cubana, Sonora Matancera, el 6 de enero de 1944, y junto al trompetista, ya fallecido Calixto Leicea, hicieron vibrar a muchas generaciones y dieron el sonido original e inconfundible de las trompetas en la agrupación.
No es hasta el 3 de agosto de 1950, cuando conoce en los ensayos en Radio Progreso a Celia Cruz que a la vez se integraba como voz femenina invitada por la radiodifusora de la agrupación. También era invitado el puertorriqueño Daniel Santos y compartían con Bienvenido Granda cantante de planta de la Sonora. La pareja con el paso del tiempo luego de una sólida amistad, comenzó una relación que duró hasta el fallecimiento de Celia el 16 de julio del 2003.
El 15 de julio de 1960, los miembros de la Sonora Matancera se trasladaron a México donde fueron contratados para diversas presentaciones, de ahí se trasladaron a Florida. En 1961, comenzaron a cantar en el prestigioso salón de baile Palladium en la ciudad de Nueva York.
Matrimonio con Celia Cruz
Celia y Pedro se casaron el 14 de julio de 1962 en Connecticut. Seguían los contratos y las giras por Estados Unidos, pero él siempre dejó a su esposa tomar toda las riendas de su vida artística profesional, había contratos individuales, aunque él continuó viajando como uno de sus músicos. Cuando llegó el momento de tomar una decisión irrevocable, conversó con Rogelio Martínez y le dijo: "Rogelio, tengo un problema. O dejo a Celia viajar sola por todos lados y sigo con la Sonora. O dejo la Sonora y me voy con Celia. Pero el problema es que yo me casé con Celia... Rogelio... no con la Sonora Matancera. Así que tengo que irme con ella. Y si tengo que escoger entre Celia y la trompeta, yo escojo a Celia". No obstante, Rogelio le dio la venia correspondiente y le dijo que si él decidía volver, su puesto estaría siempre disponible. Luego, comenzó a convertirse en su manager y representante exclusivo, dejando la Sonora Matancera y su trompeta inseparable el 30 de abril de 1966
Pedro tomó medidas para ayudar a la carrera de su esposa, quien también se hizo famoso y muy respetado a través de América Latina. Él sería entrevistado en múltiples ocasiones en programas de televisión e hizo muchas amistades en el mundo del espectáculo, incluyendo a Maria Celeste Arraras, quien expresó sus respetos hacia él casi tres meses después de la muerte de Celia Cruz, diciendo en la televisión “recordar (que) a todos (nosotros) nos gustas”.
La muerte de Celia Cruz devastó a Knight. Celia Cruz lo llamaba "Cabecita de Algodón", "Perucho". Él estuvo a su lado mientras que ella sufrió de cáncer, y en más de una ocasión expresó su esperanza que ella se recuperaría.
Un hecho que no es bien conocido por el público es que Pedro Knight luchó contra el cáncer; apenas un día después de que su esposa experimentó cirugía para quitar un tumor canceroso mamario, él pasó por la misma cirugía, ya que tenía un tumor canceroso.
Aunque él pudo asistir a varias actividades dedicadas a su última esposa (tal como una firma del libro de la autobiografía de Celia Cruz), su salud se vio seriamente afectada por su muerte, y, el 7 de julio de 2004, él se desmayó durante un evento para recaudar fondos para el cáncer en Miami, debiendo ser hospitalizado. Los doctores allí le diagnosticaron presión arterial baja, causada por su diabetes y por una quiebre emocional durante la ceremonia.
Knight participó en varios proyectos póstumos dedicados a su esposa, incluyendo libros, discos compactos y una película biográfica. Algunos de los familiares de Cruz lo acusaron de usar la fortuna que ella dejó en su propio beneficio (Febrero de 2007).
El 26 de septiembre de 2005, Knight tuvo que ser hospitalizado nuevamente, esta vez a causa de una hemorragia cerebral.
El 16 de febrero de 2006, volvió a ser hospitalizado, después de sufrir de dolores en su brazo izquierdo, siendo internado en la unidad de cuidados intensivos, al parecer a causa de una afección al miocardio (ataque cardíaco).
El 3 de febrero de 2007, Knight falleció en un hospital en Los Ángeles a los 85 años. Fue enterrado en el Woodlawn Cemetery en el área del Bronx en Nueva York, junto a su esposa.
Le sobreviven a Knight una hija de su primer matrimonio, Ernestina Knight quien vive en Tampa; y cuatro hijos más que viven en Cuba: Pedro, Roberto, Emilia y Gladys.
ORLANDO CONTRERAS:
Orlando González Soto, más conocido como Orlando Contreras (Palma Soriano, Cuba, 22 de mayo de 1930 - Medellín, Colombia, 9 de febrero de 1994), fue un cantante cubano de boleros, especialmente los de despecho, siendo llamado por sus fanáticos "La Voz Romántica de Cuba".
Biografía
Se inició cantando en varios y diversos grupos musicales de La Habana, entre ellos el trío de Arty Valdés; para luego, de 1952 a 1956 actuar en la orquesta de Neno González. En esa orquesta alcanzó cierta popularidad hasta el punto de grabar un disco que salió exitoso. Al tiempo que trabajaba en la orquesta de Neno, también trabajaba en el Conjunto Casino. Luego se convirtió en solista.
Se quedó en Cuba durante los primeros años de la revolución. En 1961 grabó más discos que lo ubicaron en los primeros lugares, y por aquel entonces trabajó en el Alí Bar al lado de Beny Moré, Fernando Álvarez y Orlando Vallejo. También trabajó en el conjunto Musicuba y en septiembre de 1965 se trasladó a Estados Unidos. Su mayor éxito se tituló Esta tu canción con la sonora matancera en medellin en vivo guantanamera.
Entre 1966 y 1970 actuó en un barco turístico portugués, al tiempo que seguía grabando. En la década de los años setenta grabó un disco de antología con Daniel Santos y realizó giras por América y España.
Finalmente se radicó en Medellín, donde en los años 60, él y Daniel Santos fueron "proclamados" como Los jefes por los clientes de los bares y cantinas del centro de la ciudad. Allí realizó grabaciones con la orquesta Fruko y sus Tesos.
Éxitos Musicales
Entre los grandes éxitos que le hicieron famoso en Cuba y Latinoamérica merecen mención entre otros: En un beso la vida, Sin egoísmo, Difícil, Amarga decepción, Por borracha, Por un puñado de oro, Dónde tu iras, Mi corazonada, Muerto en vida, Dolor de hombre, Que murmuren, Un amigo mío, Amigo de que, Yo estoy desengañado, Arráncame la vida, Egoísmo, Esta tu canción, Se muy bien que vendrás, Corazón de Madera guantanamera en vivo con la sonora matancera en presentación en Cali en 1976.
TITO CORTES:
Luis Alberto Cortés Bonnet , más conocido como Tito Cortés (Tumaco , Nariño, 1929? – Cali; 18 de Julio,1998) fue un cantante y compositor colombiano de boleros.
Biografía
Nació en Tumaco, pueblo de la costa del Océano Pacifico colombiano. No conoció a su padre y fue criado por Leocadia Fermín, quien no era su madre natural.
Fue un aficionado del fútbol. Acompañándose con su guitarra, comenzó a cantar en los cabarets de los barrios bajos de Cali , ciudad donde viviría hasta su muerte. Tuvo fuertes controversias con el cantante Daniel Santos, quién llegó a acusarlo de imitador. Más tarde, surgió entre ambos una buena amistad que terminó con la interpretación de Daniel de la canción “El cinco y seis” compuesta por Tito.
En 1951 realizó su primera grabación "Alma Tumaqueña", que fue seguida por otros temas como Carnaval del compositor José Barros, Reconciliación, Derrumbes, Dos claveles, Esta noche, Si te vas, Mala mujer y Frivolidad, y con la sonora matancera vereda tropical entre otros.
Grabó decenas de LPs y realizó presentaciones en diversos países sudamericanos como Ecuador, Venezuela, Chile así como en Panamá y Estados unidos. En México fue merecedor de un disco de oro por ventas.
Con una salud descuidada, falleció en Cali por un paro respiratorio.
ORLANDO VALLEJO:
Dentro de las consultas a diferentes medios no se precisa y ni se registran datos del cantante e integrante de la sonora en cuestión.
CRONOLOGIA DE ACONTENCIMIENTOS
DEL CONJUNTO SONORA MATANCERA:
ENERO:
1 de enero 1921 nace boby capo.
4 de enero 1927 nace Manuel leicea lemont “puntillita”.
5 de enero 1975 muere Víctor Piñeros.
10 de enero 1921 viene al mundo Vicentico Valdés.
12 de enero 1927 Nace en matanzas cuba un conjunto que haría historia la sonora matancera.
17 de enero 1963 muere Johnny López.
20 de enero 1981 muere Orlando vallejo.
22 de enero1918 nace Humberto cané
29 de enero1924 nace celio González.
FEBRERO:
2 de febrero de 1997 fallece Alberto Beltrán.
6 de febrero 1916nace Daniel santos.
10 de febrero1928 nace “el almirante del ritmo” Nelson pinedo.
16 de febrero y actualmente el autor del libro el señor Diego Eduardo Montero Puentes celebra sus cumpleaños.
20 de febrero 1950 viene al mundo Ismael miranda y en 1997 fallece Alberto Beltrán.
28 de febrero 2001 muere Raúl planas.
MARZO:
18 de marzo 1920 viene a la vida “yayo el indio”.
19 de marzo 2001 fallece tony Álvarez.
21 de marzo 1919 nace marta jean Claude.
25 de marzo 1935 nace Johnny pacheco.
ABRIL:
1 de abril 1946 nace caridad cuervo.
4 de abril 1928 nace Alfredo chocolate armenteros.
8 de abril 1936 nace Javier Vásquez director actual.
23 de abril nace Adalberto Santiago.
29 de abril nace pedro Vargas.
30 de abril 1920 nace don Orlando vallejo
MAYO:
5 de mayo 1923 nace Alberto Beltrán.
6 de mayo 1945 se casan” la pareja feliz” Olga chorens y tony Álvarez.
7 de mayo 1914 nace en la juanita de Cienfuegos Estanislao Sureda Hernández “laito”
10 de mayo1923 nace en Venezuela el gran Víctor Piñeros.
31 de mayo 2001 muere don Rogelio Martínez director del conjunto sonora matancera. Y el 31 de mayo 2005 fallece el cantante wuelfo Gutiérrez.
JUNIO:
20 de junio 1991 muere en buenos aires Carlos argentino torres “el rey de la pachanga”.
23 de junio 1929 nace en buenos aires Carlos argentino torres “el rey de la pachanga”.
26 de junio 1995 muere miguelito Valdez.
JULIO:
10 de julio 1983 muere en ciudad de México bienvenido Granda.
14 de julio 1962 se casan en los estados unidos Celia cruz y don pedro knight.
16 de julio 2003 muere en nueva yersi Celia cruz.
16 de julio 1929 nace el colombiano tito cortes.
17 de julio 1924 nace en Montevideo Uruguay el cantante chito Galindo.
24 de julio 1986 muere asesinada linda leída.
AGOSTO
4 de agosto 1998 muere Carmen delia dipini.
23 de agosto nace en Mendoza argentina leo Marini.
25 de agosto 2008 muere en estados unidos “el mulato” justo Betancourt.
30 de agosto nace Bienvenido Granda.
SEPTIEMBRE:
6 de septiembre nace miguelito Valdez.
7 de septiembre nace el señor Rogelio Martínez Días.
8 de septiembre muere Estanislao Sureda Hernández “laito”.
11 de septiembre nace Mirta silva.
23 de septiembre nace wuelfo Gutiérrez.
24 de septiembre nace Jorge Maldonado fuentes.
28 de septiembre 1990 muere en estados unidos Carlos Manuel Días Alonzo “caito”.
OCTUBRE:
15 de octubre 2000 muere el señor leo Marini.
17 de octubre 1912 nace en Veracruz (México) toña la negra
17 de octubre 2004 fallece celio González.
21 de octubre 1925 aproximadamente nació Celia cruz.
28 de octubre 1988 muere Alfredito Valdez.
30 de octubre 1989 muere en México el señor pedro Vargas.
NOVIEMBRE:
8 de noviembre 1905 nace Carlos Manuel días Alonzo “caito”.
13 de noviembre 1975 muere miguel d Gonzalo.
19 de noviembre 1982 muere “el mulato” justo Betancourt.
26 de noviembre 1992 muere en estados unidos Daniel santos.
DICIEMBRE:
2 de diciembre 1987 muere la señora Mirta silva.
6 de diciembre 1940 viene a la vida el cantante justo Betancourt.
14 de diciembre 2000 muere “yayo el indio”.
18 de diciembre 1989 muere boby capo.
21 de diciembre 1998 muere doña caridad cuervo.
27 de diciembre 1989 muere el señor Alberto Pérez sierra.
FUENTES DE INFORMACION
Y DE INVESTIGACION SONORA:
página wed de la corporación sonora matancera de la ciudad de Medellín.
Libro historia musical de la sonora matancera y sus estrellas.
Autor : Héctor Ramírez bedoya.
Archivo y material recibido sonoro con los testimonios de los integrantes por parte del programa con la matancera de la radio universidad nacional de Colombia 98.5 f m en Bogotá d.c. y candela stereo 101.9 f.m. y de capital radio 1.240 a.m. y a la antigua emisora fiesta 1.340 a.m.y radio cordillera de todelar la cariñosa de rcn radio 610 a.m.
Wikipedia.
Testimonios de los señores periodistas y coleccionistas Carlos Alberto Melo Salazar y Guillermo enrique groso peralta y William vinasco ch y el señor Miguel Granados Argona y de Cesar Pagano .
Grabaciones de archivo en casetes y en cds.
Testimonios y material sonoro recibido del programa de con la matancera de la radio de la universidad nacional 98.5 f.m.
BIOGRAFIA DEL AUTOR:
DIEGO EDUARDO MONTERO PUENTES.
El autor de este libro es el señor Diego Eduardo montero puentes periodista e investigador nació en Bogotá d.c. el 16 de febrero de 1984 y simpatizador del conjunto sonora matancera el 6 de febrero de 1998 por su padre.
Además es el técnico en sistemas orientador turístico agente de servicio al cliente empresario , politólogo y gestor ambiental de la universidad nacional de Colombia en Bogotá.
Sus inicios como simpatizador del conjunto sonora matancera fue por el programa de una hora con la sonora del señor William vinasco ch .
Posteriormente empezó a escuchar los programas donde siempre los sábados estarían presentando música de la sonora matancera.
En el año del 2004 el autor ya empezaría a grabar en casattes la música de la sonora matancera de las emisoras de la radio difusora nacional hoy radio nacional de Colombia ,radio cordillera de todelar, capital radio.
Siempre le ha gustado y seguirá el gusto por esta clase de música a pesar de su corta edad .
Además seguirá investigando más a cerca de esta clase de música que seguirá por los siclos de los siglos y que jamás pasara de moda.
Gracias a este autor la sonora para el seguirá y sigue siendo su conjunto por esta música y sus historias para el disfrute de todos él quiso publicar esta libro para su conocimiento y el de todos.
Quizás el deseo de él es que se puede publicar para que todos sus amigos y compañeros de profesión gusten de esta publicación con testimonios de primera mano que él ha conseguido y que lo apoyen. Además para que siga gozando de su gusto musical a cerca de esta agrupación y por los ritmos afrocubanos que tiene.
Este libro es como homenaje y que el autor cumple los 16 años por el gusto a la sonora matancera y a sus estrellas y también al homenaje por el aniversario de su conjunto favorito en sus 90 años.
Gracias a todos los quiero mucho y no se desconecten me que do corto en palabras es la frase de el gran Nelson pinedo.
Gracias y muchos éxitos que bueno disfrutar de esta calidad de música.
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